Rebeldes republicanos: la turba urbana de 1912
2.5 Lima: ¿ciudad preindustrial? Durante la República Aristocrática, la ciudad de Lima perdió definitivamente los límites de su trazado colonial, y la identidad citadina tan cercana y compartida entre la élite y la plebe se deterioró. La ciudad fue invadiendo su espacio rural y dio paso a un nuevo ordenamiento donde ricos y pobres se fueron alejando para conformar barrios signados por la selectividad y la marginación. Un ejemplo de este fenómeno lo constituyen la emergencia de dos barrios paralelos: La Victoria y Santa Beatriz. Uno para pobres y el otro para los sectores acomodados. Hasta fines del siglo XIX, la ciudad mantenía una organización barrial que tenía como eje las diferentes parroquias e iglesias. Desde ellas, la cotidianeidad era ordenada con el sonar de las campanas, las festividades del santoral y las procesiones28. Si bien existían zonas calificadas de “pobres”, como Malambito en el Rímac, Maravillas y Santiago del Cercado en Barrios Altos, en la ciudad coexistían las casas residenciales al lado de un callejón o una casa de vecindad. Pobres y ricos vivían cerca, compartían algo más que el espacio, estaban en un “orden” básicamente injusto, pero donde no había responsables y el delicado equilibrio social, quebrado ocasionalmente por asonadas y motines, tenía que ser perpetuado29. La expansión urbana y económica de Lima trajo también importantes innovaciones tecnológicas que trastocaron la vida cotidiana de la ciudad. En 1896 llegó el primer fonógrafo; en 1897, el cinematógrafo; en 1898, los autos. Sin embargo, fueron dos cambios los que generaron mayores controversias. El primero fue un cambio que a todos sorprendió y que generó no pocas resistencias: la electricidad. Al iniciarse la República, Lima era alumbrada por los serenos que paseaban por las calles con sus linternas. El presidente Agustín Gamarra, en 1833, cambió este sistema por el de velas con cebo en los faroles; Castilla, a mediados del XIX, introdujo el combustible de aceite y, durante su segunda administración, el moderno alumbrado a gas que acompañó a la ciudad por medio siglo. En 1902, López de Romaña inauguró el alumbrado eléctrico
28. Durante la primera mitad del siglo XIX, las fiestas religiosas anuales de todos los templos de la ciudad sumaban 459. ¡Más que los días del año! Ver Prince (1992 [1890]). 29. Estas ideas están expuestas brillantemente para el caso europeo por Eric Hobsbawn en “La turba urbana”, en Hobsbawn (1974).
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