Los actores sociales: la multitud del billinghurismo
Como lo demuestra la breve mirada que hemos realizado a la biografía de Ramón Espinosa, el dirigente laboral representativo de estos años pertenecía a un gremio de acuerdo con su oficio o profesión. A su vez, su gremio estaba asociado a una central que canalizaba y defendía intereses comunes. Además, pertenecía a una o más sociedades de auxilios mutuos que lo protegían en caso de enfermedad o muerte y que, la mayoría de veces, cumplían una función patriótica. Paralelamente, era cófrade de alguna sociedad que preservaba el culto de alguna imagen barrial o distrital, y que también funcionaba como sociedad filantrópica. Es decir, tenía un entramado social denso, una red institucional que le daba protección personal y laboral, pero que también le permitía proponer e influir en la marcha colectiva. Este entramado constituyó una gran escuela de civilidad frente a una sociedad con escaso desarrollo de los derechos ciudadanos. 3.2.3 La dirigencia popular: el Comité Popular Luego del triunfo en las Jornadas de Mayo, el movimiento de apoyo a Billinghurst ingresó a una etapa de compás de espera, acompañado de una permanente presencia en las calles. En efecto, mientras el Comité Ejecutivo iniciaba conversaciones con el gobierno saliente y los partidos políticos para dar una salida a las frustradas elecciones, los presidentes de los clubes sesionaban y mantenían a sus huestes en permanente actividad contra el civilismo y toda institución que no apoyaba la candidatura de Guillermo Billinghurst. El 21 de junio, los presidentes de los clubes reunidos en el local de la calle Santa Teresa –en el nuevo barrio de La Victoria– acordaron la formación de un Comité Popular de doce miembros. Este comité cumpliría el rol de Estado Mayor popular que emergía de las fuerzas que habían participado en las Jornadas de Mayo, y expresaba una dirección de consenso entre los más de cien clubes que para esta fecha ya existían. Esta nueva instancia de dirección, que surge del movimiento que apoyaba a Billinghurst, tenía varios rasgos que merecen destacarse. En primer lugar, estaba conformada en su totalidad por presidentes de clubes. En segundo término, los clubes de estos dirigentes se conformaron en las etapas previas al paro, y la mayoría en los momentos iniciales. Del primer momento que hemos analizado, hay ocho miembros y del segundo, tres miembros. En tercer lugar, en cuanto a la profesión u oficio de estos dirigentes, veamos el gráfico 3.8.
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