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Construcción en Acero COLUMNA
EXPERTO
EL VALOR DE LOS RESIDUOS DE ACERO en la construcción Jorge Manríquez
E
n los últimos años, nuestro país ha realizado importantes esfuerzos para ir avanzando en certificaciones, evaluaciones ambientales, nuevos estándares para la construcción sustentable de las viviendas y medir el ciclo de vida de algunos materiales de construcción, con el propósito de poder seleccionar los materiales con menores impactos ambientales. También, está el poder ir formando a las nuevas generaciones de profesionales del sector en estas materias, porque impactarán en todas las nuevas edificaciones que demande nuestra sociedad. Mal que mal, una obra tiene una larga vida útil, que puede llegar a 70 o los 100 años, antes de ser demolida y en el curso de esa vida, consumió energía y materiales, además de haber generado impactos en su entorno. En una economía circular, nos vemos obligados a evaluar las decisiones de una edificación en toda su extensión, es decir, desde que nace hasta que esta muere. No basta con elegir los materiales solo por su costo, pues esa ha sido una de las razones del porqué la economía lineal no responde al cuidado medioambiental. Pensemos, por ejemplo, que en Chile los residuos que se generan sólo durante la etapa de la construcción se estiman que alcanzan a unos 57 kg/ m2 y alrededor del 5% de esa cifra, son residuos metálicos. Estos residuos corresponden principalmente a despuntes y mermas de acero de todo tipo y que, por una gestión inadecuada en la construcción, podrían o se pierden en rellenos o lugares de depósito, lo que incrementa el problema ambiental, social y económico derivado de estos residuos. ¿Y a cuánto equivale esa cifra? En un año normal, en nuestro país se construyen alrededor de 19 millones de metros cuadrados, por lo que los residuos metálicos alcanzarían a unas 56 mil toneladas de acero. Esta es una cifra importante que, en términos relativos, representa el 2% de consumo de acero del país, es decir, unos US$ 25 millones al año.
15 | NEGOCIO & CONSTRUCCIÓN | Febrero 2021
Una forma de reducir estas pérdidas es incrementar la industrialización en la construcción, que permite eliminar los desperdicios entre los cuales están los residuos metálicos. El acero por su naturaleza, es muy afín a los procesos de industrialización porque las tareas de prefabricación pueden realizarse en taller, donde el control de producción es óptimo, dejando el montaje para el sitio de la obra. Para dar más impulso a la economía circular, la reciente Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento del Reciclaje (REP), podría ser mejorada para valorizar en general los residuos de la construcción, hoy ausentes en esta ley, y que al ser considerados como sobrantes pueden representar obstáculos para su uso. Si bien la actual regulación no prohíbe el uso de residuos en otras industrias, la definición clara para delimitar qué son residuos y qué son subproductos, ayudaría a dar más empleo, evitando que estos materiales pasen a disposición final. Hace falta fomentar la recolección y separación en las obras, para facilitar que se separen los productos reciclables o reusables, de los que no lo son para desechar de forma diferenciada y a menor costo. N&C Comenta en
Jorge Manríquez es Ingeniero Metalúrgico de la Universidad Federico Santa María, y actualmente colabora en el Comité de Marketing y Comunicaciones de ASIMET