Gracias humildad ermanos, como todos sabéis ,la pasada Semana Santa tuve la “suerte” de trabajar hasta el Jueves Santo al mediodía y digo “suerte”, porque , tal como esta hoy en día el tema del trabajo, quien tiene un trabajo, puede darle gracia a Dios por ello. A pesar de esa “suerte”, el Miércoles Santo, fue un día que no olvidaré nunca.
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La mañana transcurría como una de tantas a lo largo del año, pues en la zona que vivo en Granada, ni por asomo se veía alguna señal, o signo que pudiera indicar que era Semana Santa. Intente dentro de mis posibilidades, que el almuerzo se pareciera a algo al que tendría lugar en mi corporación, así que junto a mi mujer preparamos algo especial, acompañado de vino de nuestro pueblo, pero de mi mente, no me podía quitar la imagen del salón de mi cuartel con todos mis hermanos, sentados alrededor de la mesa., cantando cuarteleras, y brindando alegremente por la inminente salida de nuestro Señor de la Humildad. Sin embargo, cuando mas me acorde de todos vosotros, fue por la tarde, en mi lugar de trabajo. Yo aquí como si hoy fuese un día cualquiera, con lo especial que es el día de hoy para la “Historia de Tobías”, y mientras miraba a cada instante el reloj, pensaba lo que estaríais haciendo en ese momento, o por donde iría mi Señor de la Humildad. Lo que yo deseaba con toda mi fuerza, era poder estar con mis hermanos, acompañando al Humilde. Creo que debido a lo mucho que se lo pedí, este año gracias a Él, mi deseo se va a ver cumplido, y este Miércoles Santo podré estar junto a mis hermanos junto al Humilde, para disfrutar este día tan especial para la corporación la Historia de Tobías. Antonio Antonio Joaquín Alfaro
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HISTORIA DE TOBÍAS
