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Ánimo
Cuando la adversidad se cruza en nuestro camino y la vida nos hace pisar un bache, con el consiguiente tambaleo, no queda más remedio que levantar la cabeza, erguirnos y seguir dando pasos cortos, inseguros, vacilantes pero en definitiva pasos que nos harán tarde o temprano recuperar nuestro caminar. Cuando la vida nos hace que miremos hacia los lados o hacia atrás y no hacia delante y a lo lejos, no nos queda más remedio que fijar la vista en un punto de destino y no perderlo nunca de nuestro campo visual. Cuando la vida nos hace subir cuestas y escalones infranqueables y nos dan las TENTACIONES TENTACIONES TENTACIONES de no traspasarlos, no queda más remedio que apoyarnos en Jesús y refugiarnos en María, y luego pedir ayuda a nuestros amigos y entre todos intentar construir una escalera que nos devuelva al sendero. Cuando la vida se porta así con nosotros, no tenemos que amilanarnos, tenemos que arañar en sus intenciones y convencernos de que somos más que capaces de triunfar, de vencer, de salvarnos y sobre todo de vivir tranquilos y alegres. Un Un hermano hermano hermano
Cuantas veces , Madre mía, te he llamado en mi amargura, te he cantado en mi alegría, te he llorado en mi pena. Yo creía que no me oías. Pero ahí estabas, y con Tu mirada serena me decías: No desmayes, confía y espera. Ya llegará tu momento. ¿No ves que estoy a tu vera?.
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