Encuentro Mientras gravitan las corrientes del río Toltén, golpeando las enormes piedras que conforman las defensas de la Isla Municipal, con algo de dificultad una joven ayuda a su anciano abuelo a sentarse en su silla de ruedas, luego de descender de un vehículo. Todo en su entorno está rodeado de sauces y elevados árboles cuidadosamente matizados que lo convierten en un paisaje mágico, alegre y fresco dónde sus visitantes rendidos ante su belleza natural, abren su mente y su corazón. Aquí todo está entrelazado, el río, el cielo azul y las circunstancias de la vida diaria del lugareño. A lo lejos las campanadas de la Iglesia San Juan Evangelista, acompañan en coro al sonido que interpreta el río, mientras el viejo busca con la mirada a los pájaros que entonan sus preciosas melodías, escondidos en el follaje. Cuando la joven, sentada en el césped acaricia las manos de su abuelo, con enternecedora mirada, él, comienza a contarle el cuento "Los tres chanchitos y el lobo feroz", pero la joven, avergonzada le advierte: -Abuelo...ya tengo 30 años! 3