Profesional AGRO nº74

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OPINIÓN

A vuelapluma / EMILIO VELASCO

A MÍ TAMPOCO ME SALEN LAS CUENTAS El mundo rural despierta”, ese ha sido el lema de la convocatoria del 20-M en Madrid, pero como le ocurría a José, el agricultor que protagoniza el poema de Rafael Llamas Jiménez y que me sirvió de base para desarrollar mis reflexiones del pasado número, ahora, por más que repaso las cifras que manejan los círculos oficiales que contabilizaron la asistencia de manifestantes del medio rural español a la jornada del pasado domingo 20 en Madrid, me encuentro tan perdido como él: tampoco me salen las cuentas. Es un hecho que se prodiga: cada vez hay mayor desfase entre los criterios oficiales y los de los organizadores. Se “engordan” o “adelgazan” los datos que se ofrecen a la opinión pública en función de los intereses particulares de cada bando, con unos criterios que cada vez se alejan más de la honestidad que debe presidir el mensaje que se envía a la ciudadanía. Pero en esta ocasión frente a los 150.000 asistentes que contabilizó la información oficial, los organizadores de la convocatoria han pecado de excesiva honestidad informativa porque, a mi juicio, se han quedado muy cortos en sus estimaciones al cifrarla en unos 400.000 asistentes, una cifra que, desde mi criterio personal, bien podría haberse duplicado, a tenor del colapso originado en la capital. Por eso no me salen las cuentas, y en este caso la participación del medio rural en la convocatoria del 20-M, creo yo que ha sobrepasado las más optimistas previsiones de las entidades organizadoras. Y sin duda, ambas cifras de asistencia citadas –la oficial y la de los convocantes–, se han visto superadas con creces (yo estimo que fácilmente la realidad quintuplica ampliamente la primera y duplica la segunda). Y para esta estimación me he basado en el examen de otros datos que, aunque a primera vista puedan pasar desapercibidos, quien se pare a valorarlos en su justa medida, encontrará resultados muy significativos y si no lo creen, veamos un par de argumentos paralelos que avalan mis afirmaciones: La información facilitada por la Policía Municipal de la capital contabilizó la entrada y estacionamiento en la ciudad de 1.600 autocares “extras” respecto a los registros de otros fines de semana precedentes. Ya solo esto proporciona una más que estimable concentración de personas venidas desde todos los rincones de nuestra “Piel de toro” hasta Madrid para defender sus derechos. Pero es que, además de esta gran cantidad de gente que se ha trasladado en autocar, también se registró una afluencia inusual de llegadas en trenes de medio y largo recorrido durante la tarde anterior y a primera hora de esa jornada, a las que se habrán de sumar los que, procedentes de provincias más cercanas, se desplazaron a la capital con sus propios vehículos, incluso con un buen numero de tractores. O sea, que ¿dónde se quedan los 150.000 “manifestantes” que reseñan la cifra oficial? Por otra parte, para quien no conozca nuestra capital, la marcha convocada para visibilizar la realidad de nuestro medio rural, arrancó desde el punto de encuentro situado en la Plaza del Emperador Carlos V, (popularmente conocida como Plaza de Atocha al ser hasta bien entrado el siglo XIX un campo de atochas –la planta del

esparto–, en cuya esquina noreste, en el nacimiento del Paseo de la Infanta Isabel, se halla el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Desde allí recorrió algo más de 4 km por los paseos del Prado, Recoletos y Castellana hasta la monumental fuente de la plaza de San Juan de la Cruz, frente al Ministerio de Transición Ecológica. Una ruta seleccionada por ser precisamente estos dos organismos los más vinculados con el medio rural y precisamente por ello, los dos ministerios que más deben velar por los intereses, salvaguarda y protección del sector primario. Ha sido una verdadera macromanifestación del mundo rural que ha sobrepasado todas las previsiones de participación, (no recuerdo otra tan numerosa desde la de “las manos blancas” en julio de 1997 reclamando la liberación de Miguel Ángel Blanco que finalmente fue asesinado por ETA). Y por cierto, como en aquella ocasión, esta manifestación ha sido todo un ejemplo de civismo y saber estar y más allá de las lógicas incomodidades que ocasiona en cualquier ciudad una concentración multitudinaria. No se han producido ni quema de contenedores o neumáticos, ni roturas de escaparates, ni daños a vehículos o al mobiliario urbano, etc. En fin, ni una sola muestra de vandalismo. Civismo y educación han sido las notas más destacadas de esta jornada de reivindicaciones del campo español en la que su rotundo éxito puede fundamentarse en que es la primera vez que organizaciones, asociaciones y entidades con intereses diversos pero naturalmente ligadas al campo, unen fuerzas para conseguir un fin común: la protección de sus derechos y la defensa de su medio de vida. Para ello, las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA se han sumado aunando fuerzas con Alianza Rural, Cooperativas Agroalimentarias, Federación de Regantes de España, Oficina Nacional de la Caza, Real Federación Española de Caza y Unión de Criadores de Toros de Lidia. La celebración de este 20-M Rural ha refrendado el carácter claramente apolítico de esta concentración de gentes del medio rural donde han convivido participantes de todas las ideologías hermanados por un objetivo común que los une: el protagonismo del acto debía ser exclusivamente para el sector primario al completo representado por la fortaleza de un mundo rural sólido y unido en su esplendorosa diversidad. Un sector que alzó su voz en un manifiesto común reclamando al Gobierno un plan de choque eficaz y urgente que palíe la desmedida y generalizada subida de los precios, –combustibles, energías, agua y en general, de todos los insumos e impuestos que inciden en la rentabilidad de la actividad del sector y agravan su maltrecha economía–. También exige una Política Agraria Común justa y equitativa y la aplicación estricta de la Ley de la Cadena Alimentaria que haga cumplir la prohibición de “vender a pérdidas” que aún hoy, se sigue prodigando. En fin, Madrid ha sido el megáfono que ha ampliado el clamor del mundo rural español, que ha manifestado su hartazgo por el ninguneo que viene sufriendo por parte de las diversas administraciones desde hace décadas y del trabajo que desempeñan las gentes del campo en defensa de una actividad que constituye todo un modo de vida que, por si fuera poco... ...garantiza la de toda la población 

PROFESIONAL

Marzo

6

2022


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