Opina que algo queda
Ismael Noé V. / Periodista independiente
«4 de febrero: El Por Ahora que incendió la pradera»
El movimiento insurreccional liderado, el 4 de febrero de 1992, por el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías, configuró la forja de donde saltaron las chispas iniciales de grandes incendios. Ese día un lapidario y no ensayado “Por Ahora” surgió de lo profundo de su alma rebelde, porque para Chávez lo más urgente en ese instante era evitar a toda costa más derramamientos de sangre. Anunciaba así, de forma simultánea, tanto la rendición y consiguiente derrota militar de la rebelión, como su triunfo político, marcando el inicio de insoslayables cambios radicales, transformaciones que daban concreción al proyecto político conocido hoy como Revolución Bolivariana. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la derrota táctica de Chávez se convirtió en una victoria estratégica.
EL 4 DE FEBRERO ES UN REFERENTE HISTÓRICO Al revisar la historia, con frecuencia nos encontramos grandes líderes que sufrieron serios reveses iniciales: Fidel Castro fracasó en su intento de asalto al cuartel Moncada, sufrió presidio y seis años después entraba triunfante a La Habana. El 4 de febrero se convertiría en un referente histórico que trascendió las fronteras patrias, encontrando eco universal en los pueblos que luchan por su liberación y definitiva independencia. La gesta invocó la acción liberadora de Bolívar haciendo frente a décadas de frustración popular provenientes de la opresión e ignominia adeco-copeyana. Un lapidario «Por Ahora» anunciaba la rendición de los sublevados y el fin de la IV república.
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