10 minute read

A modo de Introducción

LA PENULTIMA PALABRA

El recordado periodista Francisco José Delgado, más conocido como Kotepa Delgado (1907- 1998) se caracterizó por el fino y agudo toque humorístico con que escribió todas sus crónicas, sobre todo su columna de opinión Escribe que algo queda que mantuvo por largo tiempo en el diario El Nacional. A él rendimos tributo en esta breve compilación de escritos, artículos de opinión y entrevistas, publicadas en diversos órganos de prensa impresa y digital. De Kotepa hemos tomado prestado el lema de su prestigiosa columna a manera de paráfrasis. Como comunicador social egresado de la UBV, nuestras modestas reflexiones han tenido el privilegio de ser recogidas por publicaciones tan disímiles como Aporrea y el diario Ciudad VLC, a quienes agradezco su amplitud y tolerancia. Agradezco así mismo a la Licda. Mónica Llovera por las correcciones de estilo y observaciones relacionadas con la sintaxis gramatical que oportunamente sugirió en su momento desde su indulgente jefatura de redacción. Gracias infinitas al profesor José Ramón Rodríguez Rojas por su permanente exhortación y estímulo al hábito de la lectura y la escritura, además del acompañamiento brindado junto a la colega periodista y fotógrafa Magaly Zavala en la realización de algunas entrevistas a seis manos aquí publicadas, y otras que quedan pendientes por editar, de grandes ausentes como Ali Rodriguez Araque, Carlos Lanz y José “Pulsio” Tovar, y a mi hermano de la vida Dr. Martín H. Lara, bibliófilo de fina pluma prestado a la medicina y cómplice literario, autor del prólogo del presente atrevimiento.

Advertisement

Nos ha tocado ejercer el periodismo del siglo XXI en al menos tres contextos entrecruzados signados por múltiples dificultades. En primer lugar, el modelo occidental capitalista en el cual nos encontramos inmersos querámoslo o no, en segundo lugar, el proceso político venezolano denominado Revolución bolivariana, y en tercer lugar la Pandemia originada por la imprevista aparición del Coronavirus Covid-19. Son contextos que lucen como insoslayables condicionantes para el estudio y análisis de la realidad y en gran medida determinan nuestras epistemologías, métodos de interpretación y acercamiento a la verdad. Existe solo un antídoto contra las numerosas plagas comunicacionales que rodean al periodista en el presente siglo, donde la antigua y tradicional triada de medios de comunicación: Prensa, radio y televisión, ha cedido obligatoriamente espacios a las nuevas tecnologías digitales y redes sociales, campo minado a transitar con sigilo, plagado de fake news, postverdades y demás triquiñuelas. Este antídoto es la Ética profesional como norma de conducta, faro y brújula para llegar a buen puerto.

8

Como es obvio y bien sabido, nadie tiene la verdad absoluta, solamente logramos meras aproximaciones, así como tampoco nadie tiene la última palabra, aunque a gritos la vocifere, solo serán balbuceos.

En este sentido, nos atrevemos a expresar y publicar nuestra palabra: La penúltima palabra. El camino es largo y estrecho, el decir y el hacer no siempre se aparejan, la palabra se encuentra en estado de descomposición, devaluada, ha perdido su eficacia. Con la palabra se miente, se manipula, se engaña, se dice algo peor que la mentira… las medias verdades. Acompáñanos en este tortuoso camino de construir y reconstruir, imaginarios, conceptos y pre conceptos, relatos y meta relatos, no importa si erramos o morimos en el intento, a fin de cuentas, no serán discursos lapidarios, apenas esbozos de esbozos, ensayos de ensayos, bocetos y simulacros.

Ismael Noé V. periodista independiente 5 de Julio de 2022. Dia de la Independencia

9

«¿Qué vamos a hacer»

“Seguiremos esparciendo la semilla aun con vientos huracanados” Pedro Casaldáliga

Recientemente presentó su renuncia al Senado uruguayo José “Pepe” Mujica, su argumento es más bien una lección para los políticos apoltronados: “Soy senador de la república y un político tiene el deber de salir a las calles a conocer los problemas y necesidades de la gente” apuntó para luego agregar “Y en tiempos de pandemia debido a mi edad avanzada y a que padezco una enfermedad pulmonar es mi deber cuidar mi salud y mi vida”.

De seguidas, el periodista de Telesur increpó: ¿Y a que se dedicará entonces? “Bueno, voy a seguir reflexionando sobre lo que más conviene a mi país, produciendo ideas para las viejas y nuevas generaciones, ellos verán que hacen con ellas, si las ponen en práctica, las engavetan o las tiran al basurero”.

A menudo en nuestro contexto de crisis, atribuida con o sin completa razón a las erráticas medidas económicas del gobierno, o peor aún a la falta de políticas en materia económica, agravada sin duda por las medidas coercitivas, sanciones y bloqueos por parte de EEUU no pocos se preguntan ¿Qué vamos a hacer?.

Coloco sobre la mesa una modesta e inacabada respuesta o recomendación. Este año nuevo y ojalá post pandémico, esforzarnos por conformar un pensamiento amalgamado en torno al espíritu del clérigo Casaldáliga quien “solo contaba con sus manos y su corazón” para seguir sembrando con fuertes vientos contrarios, y la sabiduría del viejo guerrillero uruguayo que renuncia a su curul sin claudicar a sus ideales.

Añadiría, además, que nos toca leer y releer, aprender y desaprender, reflexionar, escribir, formular y sistematizar nuevos conceptos e ideas, revisar viejos paradigmas y apuntalar los realmente pertinentes, reordenar nuestra concepción sobre narrativas como la democracia, el estado de bienestar, el bien común, la patria, los derechos humanos, la dignidad humana, la izquierda y la derecha, entre otros.

Solo partiendo de una revisión y reacomodo de nuestros presupuestos filosóficos podremos dar una adecuada lectura a los fenómenos de nuestro tiempo y nuestro espacio, de lo contrario seguiremos incapacitados para aportar ideas realmente transformadoras y revolucionarias en el sentido más amplio del término, aunque asemejen solo a balbuceos o mensajes sin destino encerrados en una botella de ajustado tapón arrojada al océano a la espera de ser descubierta por esperanzados náufragos de alta mar.

Valencia, 30 de diciembre de 2020

10

«Elecciones en Brasil: Civilización o barbarie»

La república federativa de Brasil se dispone a celebrar comicios presidenciales el próximo 2 de octubre del presente año 2022. Esto representa sin duda un acontecimiento peligroso y crucial para el futuro de la democracia y los derechos humanos en el gigante sudamericano.

El expresidente Lula Da Silva se ha lanzado oficialmente a la carrera electoral para “devolver el fascismo a la alcantarilla”. En este sentido, las fuerzas democráticas de un gran sector de la izquierda, en coalición con sectores de la derecha, suman esfuerzos en una política frenteamplista cuyo objetivo central es derrotar a Bolsonaro. Vale la pena conocer algunos aspectos relevantes que se han manifestado en torno al proceso electoral de parte y parte.

Unirse a los divergentes para ganar a los antagónicos.

Lula ha maniobrado eficazmente aplicando el principio de Paulo Freire “Unirse a los divergentes para ganar a los antagónicos”, al conseguir como compañero de fórmula el respaldo de su antiguo oponente de centro derecha Geraldo Alckmin, a quien derrotó en las elecciones de 2006.

Alckmin, católico conservador, abandonó su decadente partido de toda la vida para consumar la alianza con la izquierda. Esta ha sido una de las razones por la cual el otro sector de la izquierda carioca Alternativa Socialista/PSOL va con candidatura propia. Ante las críticas suscitadas tras la conformación de la dupla, Lula reiteró lo central de su mensaje electoral: “No nos enfrentaremos a cualquier oponente, sino a uno que representa la antidemocracia, el antiamor, la antipaz, la antieducación y el antidesarrollo. Un adversario que representa la ignorancia, la violencia y el fascismo”.

Bolsonaro se autoproclama “El garante de la Constitución” tras cuestionado indulto presidencial.

Se prenden las alarmas por el posible desconocimiento de los escrutinios electorales y la intervención de la Fuerzas Armadas luego de que Jair Bolsonaro indultara a Daniel Silveira condenado a prisión tras amenazar a jueces de la Corte Suprema, exigir su «clausura» y la del Parlamento y promover una «intervención militar».

11

Bolsonaro se proclamó “El garante de la Constitución” colocándose por encima del Tribunal Supremo y las instituciones encargadas de administrar justicia. Como es bien sabido, el mandatario ha polarizado con posturas y frases ofensivas contra las minorías y las mujeres. Además de desestimar el conocimiento científico en relación con el cambio climático y la pandemia de coronavirus. En este contexto, se ha dedicado además a desacreditar el sistema electrónico de votación, que funciona desde 1996 y el gobernante considera, sin pruebas, «fraudulento». Así mismo, la Conferencia Episcopal advierte sobre la posible «ruptura del orden institucional» en Brasil.

Jair Bolsonaro arribó a la primera magistratura de Brasil con el apoyo de la ultraderecha conservadora y el fundamentalismo de grupos religiosos protestantes.

“La democracia brasileña, aún en construcción, no puede ser colocada en riesgo”, señalaron los religiosos, que hicieron alusión al presidente Jair Bolsonaro y su campaña de reelección.

Estos signos y síntomas de patologías fascistas, y muchas otras, han de alertar al electorado brasileño sobre la necesidad de optar entre retornar a la civilización o proseguir en barbarie.

12

«La política como espectáculo»

Hemos tomado la palabra a nuestro amigo Luis Salvador Feo La Cruz, quien gentilmente nos invita a seguir escribiendo para la edición web del Diario Ciudad VLC. Nuestros amigos cómplices en la escritura, Carlos Gómez Gil y José Ramón GonzálezParada, nos alertan desde España sobre los riesgos de convertir la política en una simple mercancía de consumo impulsada por los medios de comunicación y las redes sociales, bajo la dirección de publicistas y especialistas en marketing. Y aunque sus análisis surgen bajo el contexto de las crisis políticas ibéricas, bien se aplican en parte a nuestra realidad o a la de cualquier conglomerado humano donde se tenga la sensación de que la sociedad va por un lado y sus representantes políticos van por otro, “hasta el punto de que nos preguntamos con insistencia cómo puede resultar elegido de forma mayoritaria un candidato o candidata con un perfil y unas capacidades tan mediocres”.

¿Para qué molestarnos en más si de esta forma se pueden ganar unas elecciones? Nadie podrá reprocharnos que incumplimos un programa electoral que no existe, unas promesas que nunca realizamos o unos proyectos inexistentes. La nada como oferta política para tener un cheque en blanco, la ausencia de compromiso alguno con un electorado que solo va a respaldar a una marca, una imagen y un lema. En nuestro caso, igual da exhibir un par de ojos vigilantes que un mamífero volador, si en su vacuidad ninguno de los dos representa una oferta concreta de bienestar para las mayorías. La salud democrática de un país se ve amenazada por la proliferación de magos de la política, pero también por la predisposición al engaño del espectador. Nos pueden tildar de anarquistas, pero igual insistiremos en cuestionar los procesos electorales signados por los antivalores de la sociedad de consumo. Lo peor del caso es cuando ese espíritu «showsero» que distinguió al candidato y le brindó el éxito electoral le acompaña durante su desempeño como gobernante legítimo.

Citaremos varios enunciados lapidarios de nuestros dos autores: “La sociedad del espectáculo alimenta la ceguera de la que hablaba Saramago y la anomía –esa pérdida de referencias normativas- contribuye al debilitamiento del cuerpo social, a la pérdida de conciencia sobre lo que acontece a nuestro alrededor”.

13

“La política como espectáculo es la degradación de la democracia, convertida en objeto de consumo electoral, una mercancía más que ya no se interesa por programas, propuestas o proyectos para la sociedad. Interesa dar espectáculo, captar la atención de los medios de comunicación de masas, abrir telediarios, ocupar las tertulias, ser trending topic en Tweter”.

Los votantes son meros consumidores de los productos generados por los especialistas en campañas publicitarias, quienes mediante técnicas de marketing y el uso masivo de redes sociales, tratan de polarizar sus mensajes de consumo, de la misma forma que se hace con otros muchos objetos de consumo diario.

Por razones de espacio, acortaremos las reflexiones, a las puertas de un sobrevenido escenario electoral en Barinas, deseando total éxito al candidato de la revolución Jorge Arreaza, quien dicho sea de paso en su breve campaña electoral ha pasado bastante “pena ajena” debido a la pésima gestión saliente. A la derecha fascista “Ni tantico así”.

Campaña electoral de Soraya Sáenz de Santamaría, fue vicepresidenta del Gobierno de España entre 2011 y 2018, en el Ejecutivo de Mariano Rajoy (Partido Popular)

14

This article is from: