Opina que algo queda
Ismael Noé V. / Periodista independiente
«Acuerdo de 9 puntos en torno a los DD.HH»
Con verdadero beneplácito podemos afirmar que cuando se logra consenso en torno a un documento el cual podamos todos suscribir, el movimiento popular se revitaliza. Desde el municipio Naguanagua presentamos a consideración del lector nuestro Manifiesto en pro de la Vida y los Derechos Humanos.
MANIFIESTO:
A 73 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, seguimos optando por la defensa de la vida y la justicia social.
Luego de las dos mayores carnicerías humanas del siglo XX, tal cual fueron la 1era y la 2da Guerra Mundial, el 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) reafirma y ratifica una voluntad colectiva de darle prioridad a la defensa de los Derechos Humanos (DDHH) como parte de la «humanitas humanidad». En un contexto histórico y político que pasa por la declaración de los derechos del hombre y el ciudadano de 1789 llevados a cabo por la revolución francesa. Desde entonces los Derechos Humanos han tenido sus luces y sombras en los distintos sistemas políticos y gobiernos de los diferentes paises, a nombre de tales derechos se han realizado miles de declaraciones y ruedas de prensa, sin embargo la discriminación, el uso sistemático de la violencia, el asesinato político, la desaparición forzada, la violación de los derechos fundamentales han sido prácticas ejercidas por los diferentes poderes.
A estas alturas del siglo XXI nos sigue preocupando lo que debemos saber y como debemos hacer con la agenda de derechos que reclama todo el planeta y más aún nuestra América Latina donde se encuentra nuestro país. Defendemos los DDHH desde una perspectiva política del cambio social revolucionario y democrático. La democracia protagónica no es suficiente, es importante que la sociedad venezolana sea de bienestar y de pleno ejercicio y desarrollo del Estado de Derecho, donde las relaciones de poder y práctica de la ciudadanía representen la voluntad de la mayoría para elaborar y darnos nosotros mismos las leyes, convertirnos en pueblo legislador deliberante de los asuntos públicos. 24