Opina que algo queda
Ismael Noé V. / Periodista independiente
«URSS: A 30 años del fin de la utopía»
Recibimos con beneplácito el último libro de la periodista argentina Telma Luzzani “Crónicas del fin de una era. La caída de la Unión Soviética y sus consecuencias en el mundo de hoy”, publicado por el Instituto Tricontinental y la editorial Batalla de Ideas, y presentado en el Instituto Patria de Buenos Aires. Con solo leer parte del prólogo, nos asomamos al soberbio análisis sobre lo que realmente pasó en estos treinta años: “El 25 de diciembre de 1991, hace exactamente treinta años, el siglo XX llegaba a su fin, según el historiador británico Eric Hobsbawm. El desplome del imperio soviético marcaba aquel suceso bisagra entre el mundo bipolar y uno que iniciaba de forma anticipada bajo la regla de la presunta supremacía moral de los Estados Unidos. Junto con la desintegración de la Unión Soviética, se desmoronaba el sueño de transformar al mundo en forma colectiva hasta convertirlo en un lugar más libre y más justo, con recursos suficientes para todos y donde nadie basara su buen vivir en la explotación y el ultraje a los demás”.
Telma Luzzani
Luzzani no se detiene a especular sobre las causas del derrumbamiento, antes bien se concentra en sus consecuencias globales: “Sobre ese desierto se edificó otra utopía, la del libre mercado, cuyo puño invisible estaba lleno de soluciones y prometía un orden, sino justo, al menos de crecimiento económico progresivo, sin guerras ni muros y supuestamente estable. Nada de eso sucedió”. “En este libro recogí las vivencias de hace treinta años, escritas en Moscú y en Kiev al calor de aquella encrucijada histórica, con la expectativa de que, al evocarlos a la distancia, aquellos testimonios contribuyan a pensar cómo fue que desembocamos en este mundo despiadado y autodestructivo”. Además, la autora nos advierte sobre un aspecto tan demoledor y disimulado como la penetración cultural: “Las estrategias para la transformación cultural fueron muchas y variadas. Una de ellas buscaba generar la sensación de que ya no había más nada para discutir, que se habían
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