EDITORIAL
La encíclica sobre la fraternidad y el amor social
U
na encíclica que apunte a la fraternidad y al amor social como cuestiones esenciales de la fe y urgencias para nuestro mundo, no puede usar el lenguaje ambiguo o acomodaticio, no puede transar con el poder ni esconder la dura realidad, aunque resulte polémica y difícil de digerir. La nueva encíclica del papa Francisco mira los males del mundo y, sin condenar ni asumir un tono apocalíptico, nos hace volver sobre la calidad de nuestras relaciones, nuestros estilos de vida, las contradicciones de nuestra organización social o el desequilibrio que impone la lógica del libre mercado. Ante la gravedad de los males presentes, muchos acentuados por la pandemia, nos alerta de tantos comportamientos en el plano personal y social que no favorecen el esfuerzo por construir y habitar un proyecto de fraternidad y amor so-
cial. El papa Francisco coloca en primer lugar las vidas de las personas, tal como Jesús se acercó a las vidas reales, en situaciones concretas. No elude los temas cruciales que nadie se anima a tocar. Su toque de alerta nos invita a reconocer los desafíos de hoy, como son la solidaridad, el individualismo, la libertad religiosa, los inmigrantes o los peligros de la política. Su tono es ciertamente evangélico, en continuidad con Jesús, quien empezó por establecer la verdad de los hechos sin ocultar nada. Y se fue acercando y dejándose tocar por aquellos considerados insignificantes. De esta manera, lo que la práctica religiosa ocultaba con una enfática devoción, quedó al descubierto por sus palabras y sus gestos de vida. Consecuencia de este modo de actuar, su propuesta fue malentendida y rechazada por muchos. Asimismo, la misión de la Iglesia para este
tiempo de crisis, supone aceptar el conflicto y vivirlo con esperanza, porque Dios nos está convocando a pasar de un cristianismo de costumbres a uno de testigos. Nos compromete a interpretar la realidad con un gran sentido de ternura, de empatía y de conciencia. No es posible ya dar la espalda a los hechos y no tomar partido. Como la encíclica, hemos de cuestionar sin paliativos todos esos “ismos”, comenzando por el propio populismo, el fanatismo, el nacionalismo, el neoliberalismo, el individualismo, el relativismo y el consumismo. Desde la fe, es un entrenamiento exigente, en la búsqueda de hacer posible la fraternidad, de manifestar el amor social que no discrimina ni condena. Y con Francisco hagámonos “eco de tantos caminos de esperanza. Porque Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien”.
IN MEMORIAM
La Pascua del
Hno. Jorge Teasdale, MSC
E
l Hno. Jorge Teasdale falleció el jueves 22 de octubre, en la tarde. Nació en el año 1928 en Ste-Cleothilde, Canadá y había celebrado más de 70 años de profesión religiosa (31 de mayo de 1948), con una trayectoria de vida fecunda. El hermano Jorge llegó a nuestro país el 30 de abril de 1957. Trabajó en el Seminario Misionero de San José de las Matas desde 1957 hasta 1963. Se integró al equipo de la Imprenta Amigo del Hogar desde 1963 hasta 1981. También sirvió en el Monte de Oración de 1981-1987 coordinando su construcción, y regresó en 1987 a ser encargado de producción de la Imprenta Amigo de Hogar y desde 1989 permaneció en la residencia MSC de Los Prados. Su testimonio personal, su entrega generosa, su sencillez, su sentido comunitario marcaron, entre otros rasgos, una trayectoria que nos deja entristecidos pero también agradecidos al despedirlo de esta vida mortal y confiarlo al que lo amó primero y lo llamó a consagrarse para los demás, como Misionero del Sagrado Corazón. Agradecemos la vida y testimonio del Hno. Jorge. 3447 / AMIGO DEL HOGAR