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Vanessa Droz - Poesía Vamos a cazar la muerte

Vamos a cazar la muerte

Vanessa Droz

Poesía

Foto por Marco Kalisch

Llegar a ser un tigre de Bengala es imposible para otro ángel que no seas tú. Sinuoso te desplazas por praderas que sólo tú dominas. Descalzas tu mirada entre las sombras, te desvistes tus rayas ya gastadas, te echas sobre el pasto (muy reseco) y te pones a soñar que vas de caza. Eliminas lo trivial, lo superfluo: el viento, el sol, los pájaros que cantan, un mico que se enjaula, una alondra que llora, una especie que se extingue, las ramas que no se mueven, que observan la oscura faena que te irrita. La distancia más corta entre dos puntos es la que va de tus ojos al sitio exacto donde a la inmóvil presa le tiembla el alma, pero no se agita. Sabe que eres el mejor de los tigres, que tirarás tu zarpa deslumbrante y, antes de que pueda volver el rostro, le habrás descojonado las entrañas. Triunfante la devoras, te relames, la consumes, la deshaces, te la integras, la repartes por todo tu sueño. No te levantes. Quédate dormido. Es el último triunfo que te queda.

“Vamos a cazar la muerte” es la quinta parte del poema “El ángel de Nueva York”, incluido en el libro Vicios de ángeles y otras pasiones privadas (1996).