n ¿Cómo podrías describir la experiencia en una clínica de derechos humanos? ¿Cuál ha sido el resultado? Estudiante (hombre): En síntesis, te ofrece la vivencia del campo, la vivencia de la práctica, cuestión que la escuela, desde nuestra perspectiva, no ofrece y es algo muy bonito que se tiene y que se debe vivir. n ¿Podría contarnos un poco acerca de cómo funciona una clínica de derechos humanos? Nadeshda Vargas Stapanenko, directora de cavac: cavac es una asociación civil sin fines de lucro que tiene dos vertientes principales: por un lado, la enseñanza y, por otro lado, la investigación documental y de campo. n ¿Es necesario el esquema de clínicas de derechos humanos en el país? Ana Guadalupe Correa Torres, directora de cavac: Las clínicas que existen en México,
además de que son pocas, son sumamente jurídicas y francamente la sociedad ya exige la visibilidad, la acción social directa con las víctimas. Conclusión Como puede apreciarse, sin bien el esquema de clínicas de derechos humanos no puede sustituir al esquema tradicional de cátedra, sí es definitivamente complementario y benéfico, no sólo para estudiantes, sino también para profesionistas que se dedican a la promoción y la defensa de los derechos humanos tanto en México como en el mundo. Su principal ventaja radica en el acercamiento real de los participantes a personas y a situaciones en las que los derechos humanos son vulnerados, lo cual genera un verdadero cambio de perspectiva al permitir la identificación con el “otro”. Más allá de la discusión académica y el desarrollo de soluciones litigiosas y
Para leer
adversariales, el participante en una clínica de derechos humanos, especialmente en una interdisciplinaria, buscará soluciones más acordes con la realidad actual y, sobre todo, pugnará por la visibilización de esta realidad para generar conciencia en la población así como inculturación de los derechos humanos en nuestra vida diaria. El éxito del esquema de las clínicas en otros países habla por sí solo y nos empuja a reproducirlo en nuestro país, pero con un particular énfasis en nuestras circunstancias particulares. No es exagerado comentar que el futuro de la educación jurídica apunta hacia la proliferación de clínicas, no sólo en materia de derechos humanos, sino en general. Por esa razón hoy es fundamental que las instituciones educativas inviertan en la implementación de clínicas para ofrecer a su alumnado más opciones de formación, que sean a la vez enriquecedoras y novedosas. 7
Para acceder al libro:
Natalia Isabel Guzmán Vera
LOS SUEÑOS DE LA NIÑA DE LA MONTAÑA Constantemente nos encontramos frente a lagunas, olvidos o peones en el vasto mundo de los derechos humanos. Constantemente nos preguntamos si en realidad abordamos todas y cada una de las esquinas que transitamos en el camino de la búsqueda de justicia, hasta reconocer que, en efecto, la respuesta es no, respuesta que podemos encontrar al leer la pluma de Eufrosina Cruz. La autobiografía de Eufrosina, a pesar de ser de lectura ligera, sencilla y quizá repetitiva, aborda temas muy importantes en torno de los derechos humanos, que si bien en cierta forma han sido tomados en cuenta, aún dejan lagunas y grandes tramos por recorrer para su efectiva y verdadera materialización. La historia de esta novela es la de una mujer de origen zapoteca que luchó por hacer escuchar su voz (como lo hacemos todas las mujeres en este país), caracterizada no sólo por un factor de vulnerabilidad en términos de discriminación —esto es, ser mujer—, sino por ser indígena y, por eso, afrontando una exclusión potencializada. Eufrosina nos cuenta cada una de sus experiencias en un México lleno de costumbres, creencias, limitantes y desigualdades, que pasa de su vida en las montañas de Oaxaca a los micrófonos de la política, con un arduo camino recorrido como parte de su activismo por la defensa y el reconocimiento de los derechos de las mujeres indígenas y sus comunidades. La autora desmenuza poco a poco su historia, desde su infancia bajo un sistema apabullantemente patriarcal, su participación en el Consejo Nacional de Fomento Educativo como una estrategia para
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apoyar a su comunidad y a sí misma para salir adelante, su trayectoria universitaria, hasta las diferentes circunstancias que la llevaron a integrarse al Partido Acción Nacional, convirtiéndose en la primera mujer indígena que, gracias a su perseverancia, presentó iniciativas para reformar la Constitución a favor de las mujeres y las niñas de su comunidad. Hurgando en el texto página por página descubriremos que no sólo habla sobre los derechos humanos de las mujeres o de los pueblos y las comunidades indígenas, pues la obra aborda distintas problemáticas de discriminación y falta de oportunidades o, más bien, la falta de acceso a estas oportunidades, evidenciando lo mucho que falta por hacer allende las fronteras de las grandes ciudades. Sus vivencias, además de resultar impactantes, nos obligan a replantear la idea de que la lucha del feminismo aún no llega a todos los rincones de nuestro país, ni a todas las comunidades en las que se encuentran nuestras mujeres. Es irónico que mientras se aprueban increíbles reformas a nuestro favor, muchas mujeres, en otro espacio de este mismo país, viven sin el más mínimo reconocimiento a sus derechos, por causa de tradiciones y costumbres que las han sometido desde su nacimiento. Finalmente, este libro nos recuerda que existen brechas más allá de nuestros ojos que debemos mirar sin indiferencia, que los logros del movimiento feminista deben abarcar cada recoveco en el que se encuentre una niña o una mujer y que no podemos ni debemos conformarnos con la lucha de hoy si queda tanta por emprender mañana. ______ Eufrosina Cruz Grijalbo 2022
