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Silicon Valley Bank

Estudiantes de la Escuela Libre de Derecho, la Universidad Iberoamericana y la Universidad Panamericana reflexionan sobre la caída de Silicon Valley Bank.

Silicon Valley Bank: ¿un eco de la crisis financiera de 2008?

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El pasado 10 de marzo por la mañana se anunciaba una noticia que sacudiría los cimientos del mundo financiero: el Silicon Valley Bank (svb), considerado el decimosexto más grande de Estados Unidos, con una suma de activos de aproximadamente 209,000 millones de dólares, habría anunciado su quiebra. ¿Cómo sucedió? Una subida inesperada y desproporcionada de las tasas de interés, que fue de cero a 4.75% en un año, redujo notoriamente el valor de múltiples bonos que había adquirido svb. A principios del año en curso, el banco reportó sus primeras pérdidas por la descomunal cantidad de 42,000 millones de dólares. Así las cosas, en vista de un peligro de quiebra inminente, los ejecutivos del banco emprendieron esfuerzos para garantizar la supervivencia de svb a través de la venta equivalente a 21,000 millones de dólares de su cartera en bonos. Desgraciadamente ya era muy tarde, pues el pánico y la incertidumbre ya gobernaba las cabezas de los usuarios, lo que dio lugar al retiro de depósitos más voluminoso en la historia reciente de Estados Unidos.

¿Qué aprendimos con la quiebra de Lehman Brothers? La crisis financiera de 2008 fue, sin duda, una dura lección que evidenció la interconectividad de los sistemas bancarios y financieros. Derivado de lo anterior nació el término “efecto contagio”, empleado para referirse a la tendencia de los inversores a dudar de la solvencia de algunas instituciones financieras o de algunos países cuando otros se enfrentan a determinados problemas. Con el fin de evitar ese contagio, la Corporación Federal de Garantía de Depósitos tomó el control de las operaciones del banco, garantizando todos los depósitos inferiores a 250,000 dólares y controlando circunstancias que, de no haberse tratado de manera correcta, habrían desencadenado una nueva recesión global.

De lo anterior se desprende la interrogante principal: ¿estamos frente a una nueva recesión global? A este respecto se pronunció Eric Dor, director de la Escuela de Negocios del ieseg, cuando fue cuestionado sobre la posibilidad de que la quiebra de svb desencadenara una crisis financiera como la de 2008: “No estamos en la misma situación [Ésta se halla] mucho más circunscrita, con un cierto tipo de bancos y una clientela de un determinado sector”, afirmó Eric. De la misma manera, el ex primer ministro italiano Paolo Gentiloni afirma que por el momento “no hay riesgo real de contagio para Europa”; sin embargo, hace hincapié en la importancia de seguir atentos a un posible “impacto indirecto” que pudiera afectar las economías alrededor del mundo.

Santiago de Hoyos Guzmán Universidad Panamericana @sdehoyosguzman

Silicon Valley Bank, el primer dominó En marzo del presente año cayó la primera de varias fichas de dominó de un sector importante para la estabilidad económica global. Y aunque aún es incierto cuántas fichas seguirán la misma suerte, hasta ahora van dos. La primera fue Silicon Valley Bank (svb), un banco estadounidense que colapsó el pasado 9 de marzo, lo cual supuso el cierre de la institución bancaria más grande de Estados Unidos desde la crisis de 2008.1

El primer bomberazo en svb ocurrió el 8 de marzo, cuando se anunció la necesidad de recaudar hasta 2,250 millones de dólares para cubrir pérdidas considerables. Inmediatamente después se produjeron reacciones devastadoras para el banco: aproximadamente 42,000 millones de dólares de depósitos fueron retirados y las acciones se desplomaron más de 60 por ciento.2 Pasados dos días, la situación de svb ya era insostenible, así que las autoridades reguladoras lo cerraron y tomaron absoluto control sobre la institución.

Para evitar una crisis de confianza, el presidente Joe Biden afirmó que el sistema financiero estaba asegurado gracias a las medidas de rescate instrumentadas por la Reserva Federal; a saber: i) los depósitos fueron completamente asegurados por el Federal Deposit Insurance Corporation, incluyendo —esto es inédito— aquellos cuyo monto excedía el fijado por ley para poder ser garantizados; ii) la venta de los activos del banco se destinaría a proteger a los depositantes, y iii) a diferencia de 2008, la crisis no se financiaría con las contribuciones de particulares.

Tan sólo dos días después del colapso de svb, cayó el segundo dominó. Signature Bank, un banco estadounidense inclinado a la industria de las criptomonedas, también fue cerrado por las autoridades reguladoras y a sus depositantes les fueron aplicadas las mismas medidas de rescate. No obstante, aunque los colapsos de las dos entidades obedecieron a razones predominantemente diferentes entre sí, en ambas influyó un factor determinante: el alza del valor de las tasas de interés.

Así pues, considerando que la razón constante de las crisis fue el aumento de las tasas de interés, estos rescates bancarios no solucionan el problema original; o sea, la preocupante inflación actual. Máxime cuando esos rescates implican, a futuro, mayores primas de seguro de depósitos. Por eso, los rescates excesivamente benevolentes deben ponderarse, pues, sin resolver el problema de fondo, pueden dar pie al llamado “riesgo moral”;3 es decir, a conductas financieras irresponsables cobijadas bajo la Reserva Federal que, aparentemente, puede resarcir cualquier consecuencia.

Javier Antonio Martínez Quintanilla Universidad Iberoamericana @antoniomqnta

1 BBC News Mundo (2023), “Silicon Valley Bank: por qué colapsó el banco estadounidense (y qué significa el rescate a sus clientes por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos)”, 13 de marzo, en https://www.bbc.com/mundo/ noticias-64944058.amp.

2 K. Roose (2023), “Silicon Valley Bank: tres lecciones de su caída”, The New York Times, 14 de marzo, en https://www.nytimes.com/es/2023/03/13/espanol/ silicon-valley-bank-que-paso.html.

3 R. Lowenstein (2023), “El rescate del Silicon Valley Bank acaba de cambiar el capitalismo”, The New York Times, 20 de marzo, en https://www.nytimes.com/ es/2023/03/20/espanol/opinion/silicon-valley-bank-rescate.html.

La caída de Silicon Valley Bank: causas y solución Silicon Valley Bank (svb) colapsó el mes pasado. El banco que se autoproclamó como el “de la economía innovadora” y que sostenía diversas start-ups de Silicon Valley fracasó desde principios de marzo y ha desencadenado una rápida y creciente desconfianza en el sistema bancario estadounidense, asustando a inversionistas y a ciudadanos por igual de que una crisis como la de 2008 vuelva a suceder.

svb nació en 1983 y desde entonces se volvió el decimosexto banco comercial más grande de Estados Unidos que financiaba casi la mitad de los negocios de capital de riesgo relacionados con la tecnología y los servicios digitales. De 2019 al cierre de 2022 tuvo un crecimiento exponencial, aumentando la cantidad de depósitos de 62,000 millones a 198,000 millones de dólares.

El primer trimestre de 2023, sin embargo, ocurrió lo contrario. Todo comenzó cuando svb anunció la emisión de 2.25 mil millones de dólares en nuevas acciones para colmar una laguna financiera que atravesaba, lo que ocasionó una corrida bancaria por parte de sus cuentahabientes. Las acciones cayeron 60 por ciento en solo un día, causando un efecto dominó que desembocó en el aumento de 27 por ciento en el índice de miedo en Wall Street y afectando colateralmente la valuación de otros bancos.

Lo anterior tiene dos causas: una inmediata y otra mediata. La causa inmediata consiste en que svb inyectó miles de millones de dólares en bonos gubernamentales con bajas tasas de interés, que suponían una apuesta segura, pero sería todo lo contrario, una vez que la Reserva Federal catapultara las tasas para combatir la inflación ocasionada por las Bidenconomics (las políticas económicas del presidente Joe Biden). Al mismo tiempo que sucedía esto, los valores garantizados por hipotecas, emitidos por agencias públicas estadounidenses, en los que también habían invertido, sufrieron un alza incontrolable en sus tasas de interés. Casi la mitad de la cartera de inversiones de svb había sido colocada en estos dos tipos de valores que se conocen como hold-to-maturity por ser de largo plazo.

La causa mediata del colapso de svb remonta a 2018, cuando se relajó la Ley Dodd-Frank, la cual había nacido en respuesta a la crisis de 2008 y contenía una regulación proteccionista de los usuarios de servicios financieros, en el sentido de que sometía a entidades financieras con activos superiores a 50,000 millones de dólares a un escrutinio más severo y a un análisis de liquidez más profundo respecto de sus carteras de inversión. En 2018, con apoyo de republicanos y demócratas por igual, esta función fiscalizadora se reservó para quienes tuvieran más de 250,000 millones de dólares en activos, reduciendo el control sobre los bancos más “pequeños” como svb

Así las cosas, la Junta de la Reserva Federal anunció una política para reducir el estrés en el sistema financiero, para proteger a los ahorradores asegurados y no asegurados, así como a inversionistas, a través de una inyección de liquidez a la Corporación Federal de Seguros de Depósito y la creación de un nuevo Programa de Financiamiento a Plazo Bancario. Esta política expansiva se tradujo en un crecimiento de 300,000 millones en la hoja de balance de la Reserva Federal durante la semana después de la caída de svb, que tal parece ha sido salvado por la intención de First Citizens Bank de adquirirlos.

Mario Moisés Mansilla Moya

EL ESTADO EMPRENDEDOR: POR QUÉ LA OPOSICIÓN PÚBLICO VS. PRIVADO ES UN MITO

La imagen del Estado está bajo ataque. Es común que se nos diga que tenemos que hacer al Estado más pequeño y que el sector privado en el “mercado” sea más grande porque es lo que realmente impulsa el crecimiento y todo lo que debe hacer el gobierno es corregir las fallas del mercado donde surgen.

El Estado debería limitarse a financiar escuelas, hospitales, carreteras y ese tipo de cosas que son importantes porque son necesarias, pero aburridas. Incluso cuando el Estado empieza a intervenir de manera más activa que reactiva, los economistas suelen compararlo con el Leviatán hobbesiano. Así que el Estado es el gran monstruo. Incluso tenemos la idea de que la labor estatal siempre es lenta y burocrática, sin innovaciones ni cambios.

La conclusión a la que llegan los economistas es que, para tener grandes empresas como Google, Facebook y Amazon, deberíamos reducir el Estado y agrandar el mercado.

Pero en realidad esta idea ha sido sostenida por razones ideológicas. Y ha producido un gran daño en términos de cómo los economistas entienden el papel del sector público en la economía capitalista.

En este libro la autora se dedica a desmentir esta imagen. Por ejemplo, en el capítulo más extenso de la obra afirma que si se desarma un iPhone y se analiza cada una de sus partes, descubriremos que cada una fue financiada por el Estado. Así, éste no sólo financió escuelas y hospitales, sino a los trabajadores que hicieron la investigación del iPhone y a la tecnología de comunicación detrás del iPhone, como internet, el gps y la pantalla táctil. También financió directamente —a través de una especie de esquemas de capital de métrica pública, como el esquema de innovación de pequeñas empresas en Estados Unidos—algunas de las empresas más innovadoras, de manera que Compaq, Intel y Apple recibieron su financiación inicial del Estado, no de capital de riesgo privado.

Mariana Mazzucato sostiene que el capital privado es mucho menos arriesgado de lo que a menudo se afirma. Porque es el capital público el que invierte en investigaciones tecnológicas cuando éstas aún son inciertas y el capital privado únicamente invierte cuando se trata de probabilidades, esto es, cuando el avance de la investigación inicial hace que disminuya la incertidumbre y el riesgo.

Santiago Nieto Castillo

El Camino De M Xico

Conocí a Marcelo Ebrard desde el inicio de mi posgrado. Por alguna razón conversé con él, primero cuando constituía con Manuel Camacho el Partido de Centro Democrático (pcd) y después cuando fue jefe de Gobierno y yo magistrado electoral regional. Sin embargo, mi verdadera relación con él inició cuando Luz María Rodríguez me contactó para que Marcelo y yo nos tomáramos un café después de la sacudida que para mi vida fue mi ilegal destitución de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales. Marcelo me invitó a la Cuarta Transformación y me presentó al presidente Andrés Manuel López Obrador. El resto es de sobra conocido.

El camino de México es la visión retrospectiva, introspectiva y prospectiva respecto de la vida del canciller. En la primera parte se relata su ambiente familiar. Particularmente la abuela feminista y vasconcelista va a forjar una parte importante del desarrollo y el pensamiento que tendrá Marcelo Ebrard en el futuro. Su paso por la preparatoria y los primeros movimientos políticos para frenar el avance de grupos conservadores (muro, por ejemplo) y, por otro lado, corregir las injusticias que eran frecuentes en esos años y hoy en día en los centros educativos y en el mundo rural mexicano, son algunos ejemplos de su formación social.

Creo que también es importante la referencia a su trayectoria en el gobierno del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, y a la resolución de crisis. En este libro se da cuenta de la reconstrucción de la ciudad después del sismo de 1985; el ataque a la contaminación en 1991, que había generado la muerte masiva de aves, incluyendo la afectación a la salud de las personas del Valle de México, y las crisis de seguridad que tanto en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como cuando él fuera jefe de Gobierno de la ciudad, enfrentó para reducir, como hizo, la incidencia delictiva en la capital. En ese sentido, la obra muestra un rostro humano, pero también la eficacia gubernamental de Ebrard.

Como canciller, en la parte introspectiva de su actual encargo, destaca su capacidad para sobreponerse ante una crisis como la pandemia del Covid-19, a partir de la acción de la Secretaría de Relaciones Exteriores para la compra de vacunas que permitió que México no se endeudara y que fuera el primer país latinoamericano en tener esas vacunas, además de colaborar como intermediario para trasladarlas a otros países de la región que no tuvieron la misma visión para enfrentar el fenómeno sanitario.

El libro también relata las tensiones con el gobierno de Donald Trump y los acercamientos con el presidente Joe Biden, que no han supuesto un reto menor. De hecho, fue Marcelo Ebrard quien negoció satisfactoriamente el t-mec y consiguió eliminar la amenaza de Trump de aumentar los aranceles a nuestro país. Así, consiguió defender la soberanía, eliminar la idea de tercer país seguro y mantener un camino al desarrollo económico al formar parte del bloque que representa el 18 por ciento del producto interno bruto mundial. Pero, sobre todo, la idea de hacer las cosas diferentes, como en la presentación de las demandas en Tucson, Arizona, y Boston, Massachusetts, contra las armerías y los vendedores de armas, tomando en cuenta que 70 por ciento de las armas decomisadas en el país provienen de alguna serie de condados de Estados Unidos, nos habla de un perfil de servidor público comprometido con el cambio que poco se ha visto en el escenario político mexicano.

Finalmente, la tercera parte de la obra ofrece una visión prospectiva: ¿cuál es el futuro que requiere México? Marcelo lo piensa desde una postura de izquierda, una izquierda que permita vencer las enormes desigualdades del país, mantener la soberanía en diversos asuntos, como lo ha impulsado el actual gobierno, pero también lo piensa en la inversión extranjera, en la inversión privada, en la generación de fuentes de empleo y en el aprovechamiento de las coyunturas por las cuales atraviesa el país. Primero, el crecimiento demográfico; segundo, la fortaleza del peso, que por primera vez se ha convertido en una moneda de referencia global, y tercero, el nivel de industrialización y manufactura del país que representa 62 por ciento de América Latina, las exportaciones récords en Estados Unidos y el equilibrio fiscal. Por supuesto, un área de oportunidad prioritaria es el mejoramiento de la educación de México, pues en este momento el país tiene 9.7 años de educación y debemos pensar en aumentarlo a 12 años en los próximos seis años para darle viabilidad al desarrollo que se necesita.

Hoy como nunca, el país debe profundizar las reformas que el presidente López Obrador ha implementado para reducir las desigualdades sociales y para atemperar y disminuir el gasto superfluo que tuvo y tiene el Estado mexicano en algunas áreas. Para hacerlo se requiere alguien radical que pueda dar los siguientes pasos en el proyecto de la Cuarta Transformación pública de México. Quién mejor que el que ha sido un radical que ha impulsado y conseguido cambios en todos los ámbitos, incluyendo los derechos de las mujeres, de las minorías y del colectivo lgbtiq+. El libro ayudará a definir, sin ambigüedades, sin ambages, cuál es la mejor propuesta para continuar el camino de la Cuarta Transformación y de México.

Alejandro Olvera Fuentes

El Derecho Como Una Conversaci N Entre Iguales

Sin lugar a dudas, Roberto Gargarella es una de las mentes contemporáneas más lúcidas respecto de temas constitucionales. Desde su peculiar enfoque sociológico, histórico y jurídico siempre realiza rigurosos planteamientos acerca de las transformaciones y los retos que enfrenta el constitucionalismo latinoamericano. Por eso no es casualidad que en esta obra vuelva a replantear ciertos fenómenos constitucionales que están ocurriendo en la región. Este libro es una forma de elucidación de los movimientos sociales que surgieron en América Latina entre 2018 y 2019, movimientos que pusieron a temblar nuestros actuales cimientos constitucionales. En efecto, el autor asevera que las protestas durante esos años son producto de que las instituciones vigentes no pudieron dar cabida a reclamos sociales actuales, por la sencilla razón de que su diseño en la Constitución les impide hacerlo. Para explicar su tesis, la obra echa mano de un repaso histórico acerca de la fundación de varias constituciones en el continente, textos que comparten la característica de que fueron diseñados por grupos elitistas y redactados para dar solución a problemas de la época de su creación. Con ejemplos excepcionales muy bien descritos en la obra el autor sustenta a cabalidad sus argumentos. Por eso afirma con lucidez que las constituciones diseñaron toda una serie de mecanismos e instituciones para velar por los fines que sustentaron la creación de los ordenamientos de su tiempo. Por esa razón las constituciones redactadas hace siglos delinearon instituciones que hoy han sido rebasadas y deben dar cabida a nuevos reclamos sociales de actores políticos emergentes que antes no existían.

Más aún, el jurista Roberto Gargarella analiza los diversos mecanismos constitucionales que son incapaces de dar respuesta a las exigencias del siglo xxi. Critica la forma como fue pensada la representación política, hoy incapaz de lograr arropar a los diversos grupos sociales; hace una sólida reflexión acerca del diseño del Poder Judicial, cuerpo elitista alejado de la ciudadanía. Asimismo, nos obliga a meditar sobre el diseño presidencial, moldeado con fundamento en el miedo a las mayorías, y plantea interesantes tesis para explicar por qué los progresistas derechos implementados recientemente en las constituciones han fracasado en su implementación.

Para acceder al libro:

Cartones... Libros electrónicos, Ángel Boligán

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