Cultural
LOS GER Nuestro objetivo es el de reconstruir, limitadamente por cierto, la visión que tenían los antiguos romanos de los pueblos germánicos. Rudos y primitivos, habitaban hacia el este del Rhin, en los oscuros bosques, fríos y pantanosos del centro de Europa. Ese río caudaloso, que nace en los Alpes Réticos, constituía una suerte de frontera natural que los separaba de las Galias. Tal vez, su acendrada vocación guerrera, aunada a su aspecto físico, diverso al de los pueblos mediterráneos, generó una justificada preocupación en Roma, apenas saldada por las incesantes batallas que los enfrentaron. Opinión de Julio César Conquistada la Galia por Julio César y relativamente pacificada, su preocupación principal era la de evitar que las tribus germánicas cruzaran el Rhin y se afincaran de lleno en territorio galo. Es el mismo General quien nos relata en sus “Comentarios de la Guerra de las Galias” algunos aspectos relativos a los suevos,
porque era la tribu más numerosa y guerrera de toda la Germania. Recuerda, el formidable estratega, que organizadas para la guerra, cada una de las dispersas aldeas en las que vivían contribuían anualmente con numerosos soldados. Nos relata que los demás quedaban trabajando para mantener a sus propias familias y también a las de los ausentes. Transcurrido un año, se alternaban, de modo que no se interrumpieran las tareas de labranza como tampoco se desatendieran las exigencias de la guerra. Vivían en una suerte de estado comunitario porque ninguno de sus miembros poseía tierras propias. Tampoco podían morar por más de cierto tiempo en el mismo sitio. Fueron esas condiciones de vida las que determinaron, según Julio César, su evidente fortaleza física y su elevada estatura. “Es tanta su habitual rudeza, que siendo tan intensos los fríos en esas regiones no se visten sino de pieles que, por ser cortas, dejan al aire mucha
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parte del cuerpo y se bañan en los ríos...”. Opinión de Tácito Quien describe con entidad verdaderamente sociológica y etnográfica a los germanos es el historiador romano Tácito, en su opúsculo “Germania”. Ubica la Germania como el territorio separado de los galos y de los panonios (actual Austria) por los ríos Rhin y Danubio y al sur, de los pueblos dacios y sármatas (conquistados más tarde por Trajano) por el miedo mutuo (mutuo metu). Tácito piensa de los germanos que se trata de un pueblo autóctono que se mantuvo sin mezclarse con otras etnias: “de aquí que también el aspecto corporal sea el mismo para todos: ojos crueles y azules, cuerpos enormes y sólo aptos para la violencia”. Acota que carecen de aptitudes para el trabajo y las obras. No tienen la constancia necesaria para abordarlos y soportan en