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uando el barón Karl Drais inventó el primer y muy rudimentario vehículo de dos ruedas alrededor de 1817, seguramente no se imaginó que dos siglos después habría más de mil millones de bicicletas en el mundo. Y no es necesario preguntarse las razones del éxito, que saltan a la vista: se trata de medio de transporte sano, ecológico, sostenible y económico, útil para trasladarse tanto por la ciudad como por las zonas rurales. Actualmente, y ante la emergencia sanitaria desatada por la pandemia, el transporte público habitual por medio de atestados microbuses y camiones ya no parece la opción más segura, por lo que muchos hemos decidido rescatar del olvido a nuestra amiga de dos ruedas. Otro aliciente es que en la ciudad de Puebla y sus zonas conurbadas se han estado construyendo varias ciclopistas que evitan el peligro de rodar junto a automóviles, motocicletas y autobuses.
M auricio Gutiérrez Pavón
Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) está recomendando que se le utilice más como medio de transporte, dado que reduce el contacto entre personas, impone una distancia favorable entre sus conductores y por lo mismo coadyuva a la disminución del número de contagios. Los beneficios para la salud que brinda esta gran compañera son incontables. Al utilizarla cotidianamente ejercitamos y tonificamos nuestro cuerpo, reducimos nuestros niveles de estrés, ansiedad y depresión, aumentamos nuestra capacidad cardíaca y pulmonar, y al ponernos en forma quemando esos kilitos de más también aumenta nuestra autoestima, mejora nuestro humor... ¡y nos ayuda a ahorrar mucho dinero!
¡Anímate a
rodar!
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Generación l UMAD
