Semana Santa 2005
A la Virgen de la Guía Que puedo hacer, María, para aliviarte un momento, en este Sábado de Guía, quisiera hacer Tu tristeza mía y aplacar por siempre tu tormento. Oye de mis labios los rezos que brotan de mi alma ensimismada, permite que mis ojos bien abiertos sean estrellas del firmamento que se apagan ante tu bella mirada. ¡Oh! Excelsa Virgen de la Guía otórganos perdón y piedad, no pierdas de tu tez la armonía que resplandezca la alegría y pueda vivir junto a ti la eternidad. Febrero de 2005 Juan Fernando García
El Pez
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