EL EMIGRANTE Y EL FUTURO DE LAS PRÓXIMAS GENERACIONES Yo fui emigrante, (aunque dentro del mismo país). Tenía cinco años y medio. Vivíamos en Madrid a cien metros de la Puerta del Sol (c. de Pontejos). No recuerdo en qué mes era, pero recuerdo que tenía una guitarra de juguete pequeña, a la que, de las cinco cuerdas, le faltaban dos. Pero yo me la estimaba mucho, me dijeron que no me la llevara y me la escondí debajo del abriguito que llevaba puesto. Salíamos evacuados. De esto hace más de ochenta años.
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En esta XLV Fiesta de la Vendimia en honor a nuestro Patrón San Lucas Evangelista, quiero hacer unas pequeñas consideraciones para lo cual he leído algo de lo que San Lucas nos dice: sobre el administrador infiel, (Lc. 16-1…27) El rico epulón y el pobre Lázaro (Lc.1619…27). Pienso que todos los países desarrollados somos el administrador infiel y el rico epulón, que gastamos y malgastamos bienes en cosas que no son necesarias mientras una parte importante de la humanidad no tiene ni agua potable y carecen de lo imprescindible para vivir. ¿Hemos pensado en ayudarles a que ellos consigan salir de esta situación, aunque de momento empiecen por lo menos con una economía de subsistencia, como la que nosotros teníamos cuando nos ayudaron hace unos setenta y cinco años, los Estados Unidos de América y Argentina? En Cheste, no teníamos agua potable en las casas, ni alcantarillados, ni asfaltado en las calles. La luz eléctrica era una bombilla en cada casa y para vernos teníamos que
tener el candil encendido, puesto que mejoraba la luminosidad de nuestra bombilla cuando a partir de las 12 de la noche muchas personas ya se habían acostado. Tenemos de los mejores técnicos en la gestión de las aguas potables del mundo. Igualmente, ingenieros, médicos, etc. etc., todo ello puesto al servicio de los países no desarrollados, yo calculo, que con los medios que hay hoy en día, el mundo entero podría en unos treinta y cinco años obtener el nivel de vida que hoy disfrutamos en los países desarrollados. Tendríamos la ventaja que nuestros técnicos (muchos de ellos frustrados en el paro, y sin ingresos, por no haber tenido aun su primer trabajo después de acabar los estudios), tendrían su oportunidad: realizando sus tareas en esos países que de verdad necesitan ayudan técnica urgente. En esos lugares la mayoría tendrían trabajo de mano de obra. Para lo cual con la ayuda también de los nativos, se podrían hacer cursos de Formación profesional específica acelerada. Los inmigrantes que vinieran a nuestros países, durante el tiempo que se estableciera gozarían de una asignación económica para que aprendieran el idioma principal oficial de la nación en la que están formándose y una formación profesional. Pero, una vez preparados se volverían a sus países de origen, ayudando a sus paisanos a mejorar el nivel de vida. Ya que en la actualidad muchos que salen huyendo de la miseria, una vez preparados, la mayoría ya no vuelven a sus países de origen. Con esta realidad
XLV FIESTA DE LA VENDIMIA
los países subdesarrollados, cada vez son más pobres, ya que además de su pobreza se les marchan los cerebros y los jóvenes. Pensemos que si ahora esto no lo hacemos, lo que no hagamos ahora por amor a Dios y a las personas llegará un día no muy lejano en que lo que no hayamos hecho, ellos se lo tomarán por justicia. Si vienen 100 inmigrantes, es posible que no los dejen entrar, si vienen mil posiblemente tampoco. ¿Qué pasará el día en que mil millones hambrientos y enfermos vengan a la vez? Pues, muy sencillo, que será el fin de la cultura del egoísmo y el despilfarro. Como tantas culturas que ha habido en la historia de la humanidad, y desaparecieron. Sé que para muchos esto les parece un cuento, pero si no lo hacemos, ahora por valores éticos y morales por lo menos hágase por convicciones de permanencia. Hay razones económicas. Al aumentar el nivel de vida de todos los países, se conseguirá que por lo menos, ellos podrían vivir de manera autónoma y desde ahí ir aumentando su bienestar, proporcionándoles bienes de equipo, técnicas, todo tipo de técnicos, etc. etc. En la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Gaudete et Exsultate” (Alegraos y regocijaos). 102…………un cristiano, a quien solo le cabe la actitud de ponerse en los zapatos de ese hermano emigrante que arriesga su vida para dar un mejor futuro para sus
