Billboard AR N°67 Enero 2019

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ARIANA GRANDE 2018

MUJER del

AÑO

Especial

MUJERES EN LA MÚSICA Cyndi Lauper Janelle Monáe Courtney Barnett St. Vincent Billie Eilish

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Las artistas más destacadas en la Argentina

LEONARDO FAVIO BOB DYLAN ISSN 2344-9276 · Año 6 · Nº 66 · Enero 2019 Argentina: $120 · Recargo interior: $5

YSY A



Semana del 30 de diciembre de 2018

BILLBOARD ARGENTINA HOT 100: LAS CANCIONES ACTUALES MÁS POPULARES DE LA SEMANA EN TODOS LOS GÉNEROS, RANKEADAS POR LA ACTIVIDAD EN LOS SERVICIOS LÍDERES DE STREAMING, ASÍ COMO TAMBIÉN EN LAS EMISORAS DE RADIO Y EN LAS CADENAS DE TELEVISIÓN. DATOS PROPORCIONADOS, ENTRE OTRAS FUENTES, POR BMAT Y NIELSEN MUSIC.

Paulo Londra termina el año arriba

S

in demasiados cambios en el top 10, Paulo Londra se mantuvo en la cima del Billboard Argentina Hot 100 de la mano de su último single, “Adán y Eva”. Al cierre de la edición, la canción producida por Ovy On The Drums acumuló una cuarta semana consecutiva en el Nº 1 y un total de siete semanas en el chart. “Taki taki” –de DJ Snake feat. Selena Gomez, Cardi B & Ozuna– y “M.I.A.” –de Bad Bunny feat. Drake– completan el podio en el Nº 2 y Nº 3, respectivamente. El gran salto de la semana lo dio “Sin culpa”, el sencillo de Duki junto al artista chileno DrefQuila. La canción con la que el trapero argentino pretende conquistar el verano del hemisferio sur pasó del puesto N° 54 al N° 12. Todo indica que la próxima semana, “El Duketo” podría hacer su primer ingreso al top 10 del chart.

Londra fotografiado por Gato Suaya.

Pero también hubo otras dos grandes escaladas: “Calma”, de Pedro Capó feat. Farruko, saltó del puesto Nº 38 al Nº 21, mientras que la oda de J Balvin al género urbano latino por excelencia, “Reggaetón”, escaló 21 lugares y se ubicó en el Nº 26. Esta semana hubo muchos debuts en el chart, aunque ninguno entre los primeros 50 puestos. “Leña para el carbón”, de DJ Alex, debutó en el Nº 51; “Amanece”, de Anuel AA feat. Haze, lo hizo en el puesto Nº 66. La uruguaya Agus Padilla metió su segunda canción en el chart con “Control”, feat. Ecko, en el puesto Nº 67. El reggae dijo presente de la mano de Dread Mar I con la entrada de “Decide tú” en el puesto Nº 82. Sobre el final del chart, la nota la dieron “Veneno”, de Anitta, en el Nº 96; y “No es no”, de Axel feat. Soledad en el puesto Nº 99. B I L L B OA R D.CO M . A R

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BILLBOARD ARGENTINA HOT 100: LAS CANCIONES ACTUALES MÁS POPULARES DE LA SEMANA EN TODOS LOS GÉNEROS, RANKEADAS POR LA ACTIVIDAD EN LOS SERVICIOS LÍDERES DE STREAMING, ASÍ COMO TAMBIÉN EN LAS EMISORAS DE RADIO Y EN LAS CADENAS DE TELEVISIÓN. DATOS PROPORCIONADOS, ENTRE OTRAS FUENTES, POR BMAT Y NIELSEN MUSIC.


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Contenidos

B I LLB OARD A RG E N T I N A H OT 1 0 0 Paulo Londra cierra el año en la cima 4 I N T RO Encuesta Billboard 2018 13 E S PE CI AL M UJ E RE S E N L A M ÚS ICA 2 0 1 8 Las artistas más destacadas en la Argentina 40 Las diez latinas con mayor proyección 44 Janelle Monáe 46 Courtney Barnett 50 St. Vincent 52 Billie Eilish 54 E N T RE V ISTAS Tweety González 16 Nicola Cruz 24 Ysy A 32

“Después de mi primera gira, todos los tipos de los grandes sellos me llevaban a comer y afirmaban: ‘Te vamos a convertir en la próxima Barbra Streisand’. Yo los miraba y respondía: ‘¿Podrías buscar a otra para ese trabajo?’”, dice Cyndi Lauper (pág. 48)

E S P E CIA L E S Leonardo Favio: del cine a la música 26 Lo más destacado del tango en 2018 56 Festival de Cosquín: la previa 58 Diez artistas que se acercan al mainstream 60 La excursión cristiana de Bob Dylan 62 Bodas de Oro: Led Zeppelin – Led Zeppelin 66 E M E RG E N T E S Hiperespacio, Feli Colina, Aziz Asse y TOCH 68

EN LA TAPA

Ariana Grande, fotografiada por Miller Mobley en exclusiva para Billboard. 10

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CNCO en el Hipódromo de Palermo / Tini en el Luna Park Luciano Pereyra en Vélez Morrissey en DirecTV Arena Él Mató en Tecnópolis

V IVO 70 71 72 74

REVIEWS Neil Young, The 1975, Lo’ Pibitos, Mariah Carey 76 y más

F OTO G R A F Í A P O R RU V E N A FA N A D O R


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Te mostramos los ganadores en las diversas categorías, en el plano internacional, nacional y latino. Se recibieron más de 250.000 votos, que fueron fusionados con métricas, charts y datos locales e internacionales. L A L ISTA COM PLETA

Canción 2018 Global “God’s Plan” - Drake -

Solista Femenina 2018 Global

Artista Social & Streaming 2018 Argentina

Solista Femenina 2018 Iberoamérica

Mujeres en Crecimiento 2018 Global

Canción 2018 Iberoamérica

Camila Cabello -

Canción 2018 Argentina

Becky G -

“I Like It”, Cardi B feat. Bad Bunny y J Balvin -

“No te creas tan importante”, Damas Gratis feat. Viru Kumbieron -

Álbum 2018 Global Scorpion, Drake -

Álbum 2018 Iberoamérica Vibras, J Balvin -

Álbum 2018 Argentina

Fiesta nacional (MTV Unplugged), Los Auténticos Decadentes -

Distinción Especial a la Trayectoria Global Paul McCartney -

Distinción Especial a la Trayectoria Iberoamérica Luis Miguel -

Distinción Especial a la Trayectoria Argentina Gustavo Santaolalla -

Artista 360º Global

Solista Femenina 2018 Argentina Tini -

Solista Masculino 2018 Global Ed Sheeran -

Solista Masculino 2018 Iberoamérica Ozuna -

Solista Masculino 2018 Argentina Paulo Londra -

Show 2018 Global

Radiohead – Soundhearts Festival -

Ciro y Los Persas - River -

Video 2018 Global

Banda 2018 Global

La pregunta, Babasónicos -

Banda 2018 Iberoamérica CNCO -

Banda 2018 Argentina Airbag

Artista femenina en crecimiento 2018 Argentina

Video 2018 Iberoamérica Video 2018 Nacional

Artista Social & Streaming 2018 Global BTS -

Artista Social & Streaming 2018 Iberoamérica Anitta

EL SUBE Y BAJA

Cazzu -

Artista masculino en crecimiento 2018 Global Post Malone -

Artista masculino en crecimiento 2018 Iberoamérica Sebastián Yatra -

Contenido Audiovisual 2018 Global

Artista 360º Argentina

Coldplay -

Rosalía -

Show 2018 Argentina

Ricardo Arjona - Campo Argentino de Polo -

Pienso en tu mirá, Rosalía -

Lali -

Artista femenina en crecimiento 2018 Iberoamérica

Show 2018 Iberoamérica

Artista 360º Iberoamérica Maluma -

BlackPink -

Artista masculino en crecimiento 2018 Argentina

This is America, Childish Gambino -

Adam Levine -

Duki -

Intro

ENCUESTA BILLBOARD 2018

El documental de Reputation de Taylor Swift ya está en Netflix. Fue filmado en la última noche de su tour por los Estados Unidos, en Arlington, Texas, y muestra el detrás de escena de su performance en vivo.

Lit Killah -

Bohemian Rhapsody -

Serie 2018 Iberamérica

Nicky Jam, El ganador (Netflix) -

Programa de TV Argentina

La Voz (Telefé /Viacom / MTV) -

A los 80 años, murió Jaime Torres, uno de los referentes de la música popular argentina. Se destacó principalmente como charanguista, pero también fue intérprete y compositor de múltiples clásicos del folklore nacional.

Festival 2018 Global Coachella -

Festival 2018 Argentina Lollapalooza -

Fandom 2018 Global BTS Army -

Fandom 2018 Iberoamérica CNCOwners

El Buenos Aires Trap reunirá a los principales referentes del género el 23 de febrero en el Hipódromo de Palermo: estarán Bad Bunny, Duki, Cazzu, Kidd Keo, Ecko, Khea, Lit Killah, Neo Pistea, Ysy A, Drefquila, Malajunta, FMK y más. B I L L B OA R D.CO M . A R

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FESTIVAL WATEKE MÚSICA SOBRE RUEDAS

Del 14 al 16 de diciembre, se llevó a cabo en el Hipódromo de Palermo un festival que mezcla música y gastronomía. Además, la nueva Ford Ecosport Storm se presentó por primera vez al público argentino.

una experiencia diferente que amplió la propuesta artística del festival. Además, Esteban Lamothe, los chefs Santiago Giorgini y Christophe Krywonis, y la periodista de MTV Mikki Lusardi fueron algunas de las celebridades que disfrutaron del festival desde el stand de Ford. El sábado, Miranda! desplegó un show a puro hit. Un mes después de tocar en el Luna Park −donde repasaron sus dos primeros álbumes−, Ale Sergi y Juliana Gattas demostraron que su arsenal de canciones es inagotable. Al día siguiente, Coti demostró lo amplio y conocido que es su repertorio. Tras un gran 2018, en el que editó un álbum en vivo grabado en el Teatro Colón, el argentino dejó en claro que su capacidad para crear melodías va más allá del género musical. El festival también les dio la oportunidad a varias bandas nuevas para mostrarse. En la grilla aparecieron nombres como Conexionistas, Afromama Crew, Huevo y Lucas & the Woods.

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con miranda!, coti, lo’ pibitos y la bomba de Tiempo como bandas centrales, del 14 al 16 de diciembre se realizó una nueva edición de Wateke. El festival, que tuvo lugar en el Hipódromo de Palermo, fusionó música y gastronomía en un ambiente para toda familia. El evento brindó muchas opciones de actividades, desde música de primera línea hasta un amplio abanico de foodtrucks o espacios interactivos que permitían jugar y crear gifs para las redes sociales, como en el stand de Ford. La compañía automotriz aprovechó la ocasión para presentar en sociedad a la nueva Ford Ecosport Storm. Los visitantes pudieron conocer la nueva SUV de Ford Argentina. Esta es la versión más off-road, aventurera y versátil de la Ford Ecosport, automóvil líder en su segmento desde su creación en 2003. Además, el espacio de Ford también contó todos los días con la presencia de un artista que realizó una activación con luces,

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Tweety González

“La música se ha convertido en un entretenimiento más” Con más de 35 años en el mundo de la música, el reconocido productor habló con Billboard sobre sus nuevos proyectos y la industria actual. Además, se animó a posicionar a una banda argentina que puede llegar a “conquistar Latinoamérica”. POR SANTIAGO TORRES Y BENJAMÍN GARCÍA

“me tomé el trabajo de hacer una playlist con más de 300 de mis mejores vinilos... chusmeen”, escribió hace algunos días el músico y productor Tweety González en Twitter, con el fin de promocionar Hi End, un evento que organiza para escuchar discos en alta definición. Que Tweety haya tuiteado puede sonar a trabalenguas, pero no es ni más ni menos que un acto generoso hacia sus seguidores, quienes día a día reciben recomendaciones, encuestas y opiniones de temáticas referidas a la música. Pero quedarse solo con lo que el fundador del sello digital Twitin Records hace en las redes sociales sería una picardía. El tecladista comenzó su carrera profesional en 1983, a los 20 años, cuando Celeste Carballo lo convocó para grabar el disco Mi voz renacerá. Desde ese momento trazó un largo camino, grabando álbumes y tocando con artistas como Soda Stereo, Fito Páez, Luis Alberto Spinetta, Shakira, Gustavo Cerati en su etapa solista, entre otros. Actualmente, además de su faceta como productor, de dirigir su propio sello discográfico y brindar workshops, González conduce por Nacional Rock Música en el CCK, donde se habla de los conciertos desarrollados en el centro cultural porteño. Desde 2018 integra la Asociación de Sellos Independientes de Argentina (A.S.I.Ar), donde es vicepresidente. “Es una asociación sin fines de lucro que tiene 28 sellos. El principal objetivo es fomentar la industria discográfica local desde el soporte que sea”, explica. Con Twitin Records, fundado en 2013, ha trabajado con diversos artistas que van desde el pianista Marco Sanguinetti, el trovador Eric Mandarina o la cantante y bajista Lara Pedrosa, con quien en 2019 editará un álbum. 16

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¿Qué debe tener un artista para formar parte del sello? - Tiene que ser original y me tiene que gustar su música. Pero, sobre todas las cosas, debe ser muy laburador, no me sirven los genios que se encierran en la casa. ¿Cómo ves la industria musical argentina actual? - Hoy nos encontramos en un nivel muy parejo con el resto de Latinoamérica, aunque México y Colombia están un escalón arriba. Son dos países muy fuertes exportando. Nosotros todavía no contamos con artistas tan exportables como pasó en otra época con Soda Stereo, por ejemplo. ¿Ves algún artista o banda que pueda llegar a ocupar ese lugar? - Creo que Usted Señálemelo está para llevarse a América Latina por delante. Tienen cierta épica y puesta en escena que me hace acordar a Soda. Justamente ahora les

estoy produciendo un tema que grabamos en Colombia. Actualmente, hay artistas que sin haber sacado un disco llenan grandes salas o estadios. ¿Viviste algún fenómeno similar? - Acá pasó algo parecido con Juan Carlos Baglietto. De todas formas, Internet cambió todo, ahora hay data. Por eso los pibes pueden jugarse a hacer un estadio. Antes esto no existía, tampoco existían los pibes de 18 años que iban a ver bandas, no los dejaban entrar a los shows. ¿Cuál es el cambio más significativo que notás en la música luego del surgimiento de las plataformas digitales? - Me parece muy paradójico que cuando la música está más al alcance de la mano que nunca, a la misma vez haya menos cultura musical. Eso es porque hay saturación. La música se ha convertido en un entretenimiento más. Si no tenés el oído educado, las nuevas plataformas te hacen escuchar lo que quieren. F OTO G R A F Í A P O R T U T E D E L AC RO I X



Una nueva esperanza Gracias a colaboraciones con otros artistas latinos y a su impronta de productor y cantante, Silva se posiciona como uno de los grandes hacedores de hits en la región.

en noviembre, marko silva presentó oficialmente y de forma mundial su nuevo single “Tun tun” (feat. Sophy Mell) en todas las plataformas digitales y con gran repercusión en el mercado latino. En menos de una semana la canción obtuvo más de nueve millones de reproducciones en YouTube. El tema ya se encuentra sonando en los medios de Buenos Aires, México, Perú y Colombia. Recientemente, Marko recibió el premio 18

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Martín Fierro Digital por parte de las autoridades de APTRA, ya que su exitoso tema “Tun tun” lo llevó a colocarse como “el artista revelación de la Argentina”, un verdadero éxito contemplando que su música es independiente. “Siento que este proceso en la música es complicado, soy muy centrado y tengo claro que apenas estamos empezando, pero siento que cada vez el público me acoge mucho mejor”, dice Marko Silva. “Pero sigo centrado y teniendo los pies en la tierra, el reconocimiento de los Martín Fierro era algo que no me esperaba, siento que es el primero de muchos, sentí que cerré el año con broche de oro con ese reconocimiento”. Es cantante, compositor y productor, y nació en Buenos Aires. El pasado 25 y 27 de octubre se presentó como telonero de los shows de Shakira en el estadio de Vélez y en Rosario Central, respectivamente. Comenzó su carrera musical a los 12 años, instruyéndose en diferentes estilos de géneros musicales: “Siento placer al producir e interpretar, es como un gran remedio para el corazón y el alma, en cada momento de la vida”, dice. “Me involucró mucho con todo lo que tiene que ver con mi música, en todo el proceso desde

la pista, letra, mezcla y master, pero dejo trabajar a mi equipo de trabajo y los productores por que confío plenamente en ellos” cuenta Silva. Gracias a esto, se destaca como un artista versátil, pero interesado en interpretar canciones románticas de reggaetón. Empezó con sus primeros lanzamientos en 2018 al realizar su primera colaboración con al trapero argentino Khea en “Pa saber amar”. Al respecto, dice Silva: “Khea es amigo mío, excelente persona y un joven con mucho talento, poder trabajar con él fue algo maravilloso, me abrió las puertas de sus fans y poder entrar a un público argentino”. Al poco tiempo, lanzó otra colaboración con el puertorriqueño Darrell, llamada “Tu favorito”. Luego publicó su primera canción como solista, denominada “Amor cobarde”, realizada junto al productor y cantante colombiano el Mago de Oz, que fue un hit en la Argentina y en varios países de Latinoamérica. Su último lanzamiento fue una colaboración con Kevin Roldan y Ronald El Killa titulada “Aventurera”, que marca tendencia en países como Colombia, México, Chile, España, Argentina, Ecuador, y logró más de 70 millones de reproducciones en su canal de YouTube.

GENTILEZA MARKO SILVA

Marko Silva


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“Me volví a enamorar de la música” A 13 años de su álbum debut, el cumbiero se reinventa de la mano de 3música con el sencillo “Ruku mueva”, mientras disfruta de la nueva etapa de su carrera junto a Sony Music Argentina.

“desde marzo que estoy componiendo con los chicos de 3música, experimentando un poco para no aburrirse uno y tampoco aburrir a la gente”, comentó el Polaco en las oficinas de Bill­ board Argentina. El cumbiero terminó el 2018 20 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

con single nuevo (“Ruku mueva”) y abrió el show de Nicky Jam en el Luna Park. “Fue un desafío abrir para Nicky Jam. No sabía que había tenido una vida tan picante y difícil. Es impresionante que haya salido adelante, pero eso lo hace un número uno. La música le salvó la vida, como a mí y a tantos otros –cuenta en referencia a la serie autobiográfica que el reggaetonero lanzó con Netflix–. Es un ave fénix, nunca antes mejor dicho”. Salvando las distancias, hizo una analogía de su vida con la de Nicky Jam: “Hubo un momento en que vi dos caminos, tirarme al abandono o darle mi vida a la música. Hoy tengo 31 años y disfruto de cada recital, de cada canción. Quiero que mi música se escuche por todos lados y voy a intentarlo hasta el final”. “Ruku mueva” muestra al Polaco más cerca de los ritmos urbanos actuales que de la cumbia con la que conquistó las discotecas argentinas en la primera década del milenio. “Estoy haciendo temas más bolicheros. Aunque también habrá algo de lo romántico o testimonial que siempre me caracterizó”, adelantó sobre la música que lanzará en 2019. “Estamos en un momento donde se unen todos los estilos musicales, y a eso voy yo también.

Yo aporto mi cuota de cumbia, y los chicos de 3música traen su estilo más urbano. Se vienen temas con bases de flamenco y otros que sacan elementos del trap”, continuó y agregó: “Estoy disfrutando el proceso de composición de nuevo. Me volví a enamorar de la música”. Luego, resaltó el gran momento que está viviendo la música argentina de la mano del trap y recapituló cómo fueron cambiando los géneros bailables en el país. “Me acuerdo que primero estuvo Comanche, después en los 90 llegaron los pelilargos de la cumbia, como La Nueva Luna o Ráfaga. Enseguida Rodrigo rompió todo con su cuarteto. En el 2001 explotó la cumbia villera, y después de eso llegamos nosotros con la cumbia villera pero más romántica”. El cumbiero firmó en 2018 con Sony Music Argentina, luego de terminar una relación de tres años con otra compañía. “Lali me presentó a Damián [Amato] y la gente del sello. Es muy importante para mí firmar con Sony en esta etapa de mi carrera –contó–. Soy una agradecido de la vida. Desde que esto comenzó, nunca dejé de trabajar. Parece que todo hubiera sido un sueño”. Su contrato con Sony llegó después de dar más de 3000 shows, editar 11 álbumes y ganar dos premios Gardel.

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El Polaco


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El festival se llevará a cabo el 9 y 10 de febrero en el Aeródromo Santa María de Punilla, Córdoba. Los Auténticos Decadentes, Babasónicos, Las Pastillas del Abuelo, Los Espíritus, Lit Killah y Louta, entre otros, serán parte del line-up.

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Se acerca el Cosquín Rock

mientras el cosquín rock crece a pasos agigantados por el resto de Latinoamérica −por ejemplo, en México, por segundo año consecutivo, fue sold out−, la provincia de Córdoba se prepara para recibir en febrero la edición N° 19 del festival. “Para la vigésima edición tendremos diez festivales al año por toda Latinoamérica”, adelanta su productor, José Palazzo. El 2019 será una de las versiones más heterogéneas. Entre números que ya son clásicos como Las Pastillas del Abuelo o Ciro y Los Persas aparecen nombres como Lit Killah, Louta o Él Mató a un Policía Motorizado. “Yo soy un cabezaurio, un tipo que de Black Sabbath a Led Zeppelin considera que ya está cubierto todo el panorama de la música. Pero para armar una grilla como la del Cosquín actual me asesoro con diferentes especialistas”, reconoce Palazzo, y luego recuerda: “Nunca me voy olvidar de que el año que tocó Calle 13 vi que todos puteaban, pero cuando empezó su show vi a varios de campera de cuero y tachas correr hacia el escenario”. Otra de las novedades del festival, según su propio curador, será la inclusión del show acústico que Los Auténticos Decadentes prepararon para su MTV Unplugged. “Este año también habrá una gran presencia de artistas femeninas en La Casita del Blues. Se presentarán siete de las mejores cantantes de blues de Latinoamérica”.


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Nicola Cruz

“Pongo mis propias reglas” Antes de que termine el 2018, el productor ecuatoriano adelantó dos singles de su próximo álbum de estudio, Siku. P O R J O TA AY E R Z A

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El rol del productor ha tomado mayor exposición e importancia en el último tiempo en la música mainstream, ¿creés que se ha demorado este reconocimiento? -Creo que el productor toma fuerza y pasa a ser una figura con mayor peso ahora, en el sentido de que hoy hace más funciones que antes, inclusive la de compositor. Todo tiene su tiempo. Estamos viviendo un momento de productores y también “todólogos”. “Arka” y “Siete” tienen una intención más orgánica en su sonido, con vientos y cuerdas. ¿Tus nuevos shows en vivo incluirán músicos? -No creo que incluyan músicos. Por el momento me siento cómodo tocando solo. Cuando estoy en Quito, las cosas suelen ser distintas, allí se dan shows más experimentales. Tu música tiene una búsqueda hacia la raíz de los sonidos latinoamericanos, ¿tu nuevo álbum profundizará en esa idea? -Pienso que el nuevo álbum profundiza esa idea de la raíz. Sin embargo, no necesariamente está enfocada en Latinoamérica, más bien en una visión un tanto más amplia y global. Visita nuevas regiones y explora colores e instrumentaciones diferentes. ¿Se puede llegar al final de la raíz? -Pensando cuánticamente, creo que sería una tarea muy complicada e interesante. Hawking nos lleva la delantera.

SAÚL ENDARA/MARÍA EMILIA JARAMILLO

previo a regresar a buenos aires para presentarse en Niceto Club, el productor ecuatoriano Nicola Cruz respondió a Billboard AR una serie de preguntas ante la inminente salida de su segundo álbum de estudio, Siku. Cruz adelantó dos singles antes de que terminara el 2018: “Arka” y “Siete”. Ambos sencillos dan a entender que el productor expandió su búsqueda hacia nuevas culturas. Al mismo tiempo, profundiza en una dualidad con la que siempre jugó: el choque entre lo digital y lo orgánico. En su nuevo LP, Cruz combina instrumentos como el sitar, el sicu y el balafón con la música electrónica. Va más allá de los sonidos ancestrales andinos. Por ejemplo, junto al cantante y poeta brasileño Castello Branco, experimenta con ritmos de samba y más tarde viaja al África de la mano de Marcio Pinto, músico portugués que conoció en Lisboa. El productor, que atravesó los sonidos andinos, africanos e hindúes, tiene su mirada en nuevos horizontes. “Japón es una cultura tan ajena a la mía, pero a la vez me inspira mucho”, dijo. Siku sucederá a su EP editado en 2018, Inversions, que junto a su otro EP Visiones sirvió de interludio entre Siku y su álbum debut Prender el alma. “Disfruto de hacer álbumes, porque puedo abarcar un concepto mayor, y luego trabajar EP porque puedo contar historias más breves. También se puede lanzar un sencillo porque se para bien por sí solo”, comentó sobre los diferentes formatos para editar música. “Si bien hay paradigmas en la industria de cómo hacer las cosas, eso aplica solo para algunos. Si soy sincero, yo he hecho lo que he querido sin estar viciado por normas, y me di cuenta de que para mí funciona así. Pongo mis propias reglas. El mainstream no es lo mío”, concluyó.


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Leonardo Favio Detrás de todos los rostros Hace 50 años, Fuad Jorge Jury protagonizaba uno de los cambios de piel más rotundos de nuestra cultura: del culto cinéfilo y existencialista a los grandes escenarios de la balada romántica. Una auténtica carrera meteórica.

POR MARTÍN E. GRAZIANO FOTOS: GENTILEZA ORLANDO NETTI

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la palabra “piba”. si una buena canción es una brújula con su propio campo magnético, el norte de “Fuiste mía un verano” está exactamente allí: “Cada piba que pase / con un libro en la mano / me traerá su nombre / como en aquel verano”. El libro puede tener muchos títulos (Rayuela, Operación Masacre, los veinte poemas de Neruda, etc.), el verano no está fechado y la muchacha no tiene nombre, pero la voz es inconfundible: el baladista que reventó los rankings, el chico de la calle, el galán de Torre Nilsson, el anfitrión que se arrojó contra el escenario de Ezeiza con el sonido de los disparos, el director de cine que cortó los últimos cuadros en la cabina de proyección. La multitud es ilusoria. Detrás de todos los rostros está Leonardo Favio. “El primer impacto se da cuando veo el cine Crystal Palace de Junín estallado con el estreno de Nazareno Cruz y el lobo –recuerda Manuel Moretti–. Yo tenía nueve o diez años, pero me acuerdo de la cola infinita. ‘Estas son las películas de Leonardo Favio’, me dijo mi madre. Eso fue crucial, porque escucho la melodía de Nazareno y me parece tremenda. Es uno de los artistas que más representa mi argentinidad: el pueblo, la kermés, lo rural, el conflicto amoroso, la devoción, el peronismo, la gente pobre pero también la instrucción. Mucho del universo de Leonardo Favio es más fuerte que el unitarismo porteño. A mí me marcó a full. Yo me encerraba en el living de mi casa, escuchaba a los melódicos y me pegaba unos viajes alucinantes. Ahí estaba muy prendido con las canciones de Favio”. Su origen musical no es ajeno al devenir del mito. Favio aprendió los rudimentos de la guitarra con algunos trueques por trabajo y, hasta casi sus 30 años, solo se animaba a cantar en asados y reuniones. Sus gustos eran una ensalada hetero28 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

doxa que acaso solo permitían los años 60: desde Jacques Brel hasta Los Trovadores de Cuyo, pasando por los Beatles, Facundo Cabral, Carlos Gardel, Chopin y anatemas del “buen gusto” como Leo Dan. Allí, rodeado de amigos o familiares, solía definirse como “un cantor de vuelo bajito”. Sin embargo, Vico Berti, que para 1968 ya estaba encargado de componer la banda sonora de El dependiente, comenzó a meter fichas: “Vos estás para más”. Le programó una serie de ensayos con cuatro músicos y, antes de que Favio pudiera tomar alguna decisión, ya tenía armados un repertorio y una gira. Favio preparó sus primeras armas como profesional navegando entre dos mundos. Por un lado, en La Botica del Ángel, el sofisticado reducto de San Telmo regenteado por Eduardo Bergara Leumann, donde se daban cita el núcleo del Di Tella, el tango impresionista de Horacio Molina y los pioneros del café concert. Simultáneamente, se fogueó en todos esos clubes del interior profundo que son la escenografía de buena parte de sus películas. “Me acuerdo de que me subí al colectivo con los músicos y nos hundimos en la provincia –contaba Favio–. La verdad es que yo estaba muy nervioso. Para mí era como un debut en el Olympia de París, aunque la realidad era otra. Llegamos a un club de mala muerte, de luz mezquina. Todo era de tierra: la calle, el piso del club, el pelo de la gente, todo. Ahí fue mi debut”. A través de Berti, consiguieron una audición en CBS con el británico John Lear. El director artístico lo escuchó tocar la guitarra, lo invitó a cantar a capela y finalmente levantó su pulgar todopoderoso. Favio ya tenía su fecha en el calendario del sello: 20 de agosto de 1968. Aquella primera experiencia en el estudio, por cierto, dejó saldos ambivalentes. En alguno de los pasillos se topó con cuatro jóvenes de Belgrano que también estaban grabando su primer simple. Si bien comenzaba con una guitarra zumbona, una de sus dos canciones tenía un potencial dramático que Favio consideró en su sintonía: la evocación de un amigo ausente subrayada por los arreglos de Rodolfo Alchourrón. El cantor tomó nota para el futuro y

se encerró a registrar “Quiero la libertad”, una composición de Martín Andrade: el periodista y actor que había puesto la voz para El romance del Aniceto… y por entonces interpretaba a uno de los personajes de El dependiente (más tarde encarnaría al mánager de Gatica e incluso grabaría el off de Perón, sinfonía del sentimiento). El single, que completaba “Me siento libre”, vendió menos de 500 copias: fue un fracaso rotundo para los estándares de CBS. “No lo compró nadie –dijo Favio–. Uno me lo llevé yo, otro se lo quedó Vico Berti y el otro se lo regalé a mi mamá. Pero Vico no se resignó, porque era muy obstinado”. Los directivos del sello estaban dispuestos a rescindir su contrato, pero un providencial hueco en la agenda propició una segunda oportunidad. Y vaya si Favio la aprovechó. Para el lado B escogió “Mi tristeza es mía y nada más”, una colaboración con Jacko Zeller de corte beat y existencialista. El lado A era aquel misil teledirigido al corazón de una generación: “Fuiste mía un verano”. Una canción escrita a cuatro manos con Berti donde, subido al arreglo de Marito Cosentino y la guitarra de Cacho Tirao, Favio evocaba un amor perdido en la costa atlántica. El simple era a todo o nada. Y fue todo. La primera semana de octubre salió a la calle, las ventas se dispararon a la estratósfera y Favio, que estaba metido en el rodaje de El dependiente, se puso a escribir con un álbum en el horizonte inmediato. Era la primavera de 1968. “Se sentaba con su guitarra y componía entre las escenas –decía Aníbal Di Salvo, director de fotografía–. Creo que las compuso todas ahí; estaba allá atrás, en el fondo… y fue un éxito increíble”. El espíritu del repertorio comenzó a girar alrededor de una mujer. La platense Carola Leyton no solo era la destinataria de “Así es Carolita”, sino que incluso colaboraba autoralmente con temas como “Alguna vez una canción (¿Qué tal?)”. “Las canciones de Fuiste mía un verano nacieron en una época mágica –cuenta Nico Favio, uno de los dos hijos de la pareja–: el momento en el que mi mamá y mi papá se conocieron, y esa misma noche se fueron a vivir juntos en un pequeño departamento. Mi abuela Laura y mi

tía abuela Elcira Olivera Garcés los ayudaban con la renta; mis abuelos maternos les acercaban viandas con empanadas, pastel de papa y todo lo que necesitaban. En esa atmósfera de noches y madrugadas, de mate y amigos, nacieron estas canciones. Nacieron todos estos sueños. Mi papá se debatía entre un repertorio de tema social y las canciones de amor, pero mi mamá le insistía en que tenía que grabar primero las canciones románticas”. Carola tenía buen olfato. En diciembre de 1968, el sello puso el disco en la calle y en cuestión de semanas RCA y CBS tuvieron que unir sus fuerzas para prensar la demanda de vinilos. En la portada, un adusto Favio miraba a cámara con encuadre rosado y 31 años recién cumplidos. En la contratapa, un comentario del cantor le agradecía a los Almendra y ponía en contexto aquella canción de Luis Alberto Faintta (sic) y Edelmiro Molinari. “Este tema, como dolorosa premonición, era predilecto de un gran amigo mío: Carlos Raúl. Murió días antes de que yo terminara de grabar este LP”. El mito instalado por décadas señalaba que la versión de Favio le había ganado de mano a los Almendra. No es exactamente así. El simple llevaba casi tres meses en la calle (se editó el 20 de septiembre de 1968) cuando Fuiste mía un verano salió a la venta. En todo caso, el mendocino tenía prioridad en la difusión y un alcance más transversal que aquel ignoto cuarteto de Belgrano. “Cuando versiona ‘Tema de Pototo’, Favio traza una conexión importante –explica Pablo Dacal, que desde su primer disco con la Orquesta de Salón se ocupó de recuperar su repertorio–. No solo porque la banda no era conocida, sino porque hace un juego lingüístico muy importante: rompe la rima y lo pasa al ‘vos’. Es de los primeros que empiezan a usar el ‘vos’ con decisión, porque aún el primer rock & roll hablaba de ‘tú’. Favio lo porteñiza, quizás por no ser porteño. Por adoptar todo lo porteño con esa voz extranjera que puede tener un provinciano. Así como los usa en el cine, también utiliza elementos del radioteatro en la canción: el ruido de sirenas, su forma interpretativa casi expresionista. Con la despreocupación del


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intuitivo, entrega esos temas a los orquestadores mientras liga algo discepoleano con cultura europea, melodrama y cierta sensibilidad del rock que lo conmueve, pero para la cual se siente un poco grande o ajeno. En Favio cantor, entonces, se reúnen una serie de elementos de la época que no se reunían así: por un lado, un galán de cine de corte intelectual-popular, muy ligado estéticamente al existencialismo francés; por otro, un flaco del orfanato mendocino. Un poco callejero y un poco del Bar Moderno”. El gran hit, de todas maneras, no fue el tema de Almendra. Fue una balada en la menor sobre la que Favio edificó el crescendo dramático que es la piedra de Rosetta de su obra como cantante. “‘Ella ya me olvidó’ es un resumen perfecto de canción popular argentina –dice Manuel Moretti–. Es extraordinaria. La genealogía de Favio no viene de Italia, pero toda su teatralidad me remite a esa italianidad argentina: la épica romántica, profunda, emocional, del amor y de la belleza. Llorada, dificultosa. En Favio se enuncia como un lamento nasal y vocal, que quizás viene de sus antepasados sirios. En realidad, lo que diferencia a Favio de los demás cantantes melódicos es el corazón”. El subidón devino en un segundo long play titulado con su propio nombre, una película de Eduardo Calcagno basada en aquella primera tanda de canciones (con las actuaciones de Carola, Emilio Disi, una jovencísima Susana Giménez y su actriz fetiche: Nora Cullen) y un halo de histeria alrededor de la flamante estrella pop. El único rival de fuste, en ese aspecto, era Sandro. En el invierno de 1969, mientras Sandro surfeaba la ola de “Rosa, rosa” y Favio copaba las tapas de las revistas del corazón, conformaron el yin y el yang del ídolo nacional y popular. Ambos construían una suerte de personaje, pero los resultados de sus artificios eran diferentes. Sandro venía del rock & roll y, aunque su apuesta estaba más apoyada en el cuerpo, resultaba más distante. Si bien subyacía de modo imperceptible en el candor de sus baladas, Favio estaba atravesado por el ethos político de la época. Claro que no era Serrat ni quería serlo: sus canciones no tenían contraseña, sino

que estaban perladas por un anhelo total. Desde allí hacia el peronismo, un solo paso. Ni lerdo ni perezoso, el sello editó una antología y discos como Hola, che y El talento de Leonardo Favio, que, si bien escondían canciones notables como “Juan El Botellero”, no tenían ningún hit evidente como punta de lanza. Para mayo de 1971, la revista Siete Días pintaba con algunos trazos el escenario de su casa (el mate, la compañía de Carola, los almuerzos frugales, las sesiones de acupuntura) y, entre los bocetos de Juan Moreira y algunos cachets millonarios, se preguntaba por la evaporación de la efervescencia. “Yo no necesito ser un boom –respondía Favio–. Ahora soy una institución. Si no fuera así, los empresarios, que conocen muy bien el negocio, no me cotizarían tan alto”. Toda esa calma, de algún modo, precedía un huracán. En efecto: el reingreso en la escena fue apoteósico. En plena primavera camporista, estrenó la épica popular de Juan Moreira y editó un simple de extracción folklórica titulado “Estoy orgulloso de mi General”. La conducción del célebre acto de Ezeiza lo puso, literalmente, en el ojo de la tormenta. “Tengo recuerdos de la filmación de Nazareno y Soñar, soñar –dice Nico Favio–. Me acuerdo de acompañarlo a dos shows de esa época, que entraran los militares a mi casa… Después de eso, ya nos fuimos para Las Catitas, luego a México, después volvimos y de nuevo partimos. Para cuando tenía cinco años, mi papá ya estaba recontraprohibido”. En ese punto, el hilo de su carrera se pierde en la distancia: entre la censura, el zeitgeist del rock argentino y el exilio cafetero en Pereira (Colombia). Durante su larga temporada en el extranjero, Fa-

vio vivió como cantor, grabó más discos y, a medida que su nombre crecía en el imaginario latinoamericano, se disolvía en el mercado juvenil de nuestro país. El hombre seguía adelante, pero –como diría Yupanqui– el alma tiraba para atrás. Se enamoró del vallenato, de grupos como el Binomio de Oro o las cumbias de Senén Palacios, pero apenas consiguió un ejemplar de Pensar en nada no pasó una mañana sin escuchar a León Gieco. A veces parecía más lejos y a veces más cerca, pero el regreso ya era una línea en el horizonte.

en la figura de Favio: la resonancia popular de esas figuras pasionales y juveniles que son los protagonistas de sus canciones”. Ahora la ves, ahora no. El corazón de un pueblo es como la puerta secreta de H.G. Wells: ahí, en ese mismo recodo de la cuadra donde ayer estaba el pasaje, ahora hay una pared ciega. Por un tiempo, sin embargo, Leonardo Favio supo tener la llave en la cintura. Durante su última performance en el Festival de Cosquín, bastó que Luciana Jury dijera un pronombre para que el público cayera rendido a sus pies:

“Sus canciones resuenan de forma rabiosa en una generación, pero el Favio cantor no existió para las generaciones argentinas posteriores –dice Dacal–. Quizás por eso, en un momento, me tomé la labor de embanderarme: porque es una figura que quedó totalmente demodé, porque era el cantor de las amas de casa. No olvidemos ese término que usan en Colombia para hablar de lo que escuchaban las señoras que limpiaban en las casas: ‘música para planchar’ o ‘música plancha’. Durante su exilio, entonces, es olvidado en esta zona del mundo. Tal vez porque, pasada la primera instancia, aflora el peronismo como un recuerdo doloroso

“Ella, ella ya me olvidó”. Después, cuando arribó a una zona misteriosa de la canción, lanzó una serie de dardos letales. “¡Acá está Juan Moreira, mierda! –dijo, levantando la mano como un puñal–. Nazareno, Nazareno. Desecha el material: la plata, el oro, por amor. Es un Cristo. ¿Monito? ¡Monito las pelotas! ¡Señor Gatica!”. Quién iba a sospechar que la Plaza Próspero Molina entregaría una ovación de pie frente a ese mash-up inédito de cine y canciones. “Ah, tío –soltó la Jury y tiró un beso hacia el cielo–. En tu nombre, en todo tu ser”. Desde la pantalla gigante, la mirada de Favio iluminaba la plaza como un faro. ¿Acaso alguien podía olvidarlo? B I L L B OA R D.CO M . A R

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Ysy A El o r ig e n d e l a es pe c i e Creó El Quinto Escalón a los 13 años y se convirtió en precursor de una movida que hoy maneja millones en las plataformas de streaming. Ahora, a contrapelo de sus colegas, que prefieren lanzar singles, acaba de publicar su álbum de trap Antezana 247. “No puedo escribir canciones sobre cosas que no viví”, dice. P O R J OTA AY E R Z A · F OTO G R A F I A D O P O R T U T E D E L AC RO I X

exactamente un año después de que finalizara El Quinto Escalón, se editó Antezana 247, el primer álbum de trap argentino tras la explosión del freestyle en el país. “Es un relato autobiográfico”, explica Alejo, creador de El Quinto, sobre el trabajo que lanzó con el seudónimo “Ysy A”. “A los 13 años empecé con El Quinto… uh, estoy flasheando, pasaron tantas cosas que ni me rescato… ¿qué te iba a contar? –pregunta antes de contestarse–. Ah, sí… con 13 tenía que ir a buscar a raperos de 20. Lo loco es que, con 16, los más grandes ya venían solos”. De Paulo Londra a Duki, pasando por Lit Killah, Ecko, Wos o Lucho SSJ, El Quinto dio a luz a gran parte de los artistas urbanos argentinos que hoy explotan el streaming y dominan el Billboard Argentina Hot 100. ¿Cómo nació El Quinto? - Surgió porque mi madre no me dejaba irme en tren a Claypole a la única competencia de freestyle que existía en ese momento. Un día les dije a varios de juntarnos en Parque Rivadavia, seríamos 15 en total. Le pusimos el nombre y arranca32 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

mos a reclutar gente. Gracias a que se replica ese fenómeno en toda la Argentina, nosotros empezamos a viajar. Guachos de otras ciudades empezaron a tener ganas de autogestionar su evento y traer a los artistas que veían en los videos de YouTube. Yo fui de Ushuaia a Jujuy con el freestyle antes de volver a hacerlo con la música. Pero el público del freestyle era muy reducido al comienzo. Hace siete años, los videos en YouTube apenas alcanzaban las 5000 reproducciones. La movida fue creciendo de la mano de los primeros videos virales. Entre ellos, se destacó uno de Alejo tirando free en una ronda cypher, es decir, una ronda de freestyle en la que se rapea por placer. “Pegamos un buen feel con Iacho (beatboxer), y ese video nos hizo viajar bastante. Después metimos un community manager de El Quinto y eso fue el principio del fin”, cuenta. ¿Por qué? - El algoritmo nos orientó a un público muy de niños, y nuestro sistema de trabajo incrementó eso. Cada vez se parecía más a un producto para nenes que una movida de hip hop. La plaza fue la última época gloriosa de El Quinto. Cuando lo tuvimos que pasar a escenario, ya no me representaba más. Pero comprendí que el movimiento de El Quinto era algo más grande de

lo que me pasaba a mí. No me pertenecía más, lo había compartido con todo el mundo. Pero lo había creado yo y, por eso, también tenía el derecho de destruirlo. ¿Y ahí llegan las ganas de hacer música? - No, eso arrancó antes. Habrá sido en 2015, que unos amigos tenían una banda que mezclaba rap con rock, y yo me metí en el estudio. No me gustaba mucho la batalla ya. Dejé de competir y empecé a especializarme en rapear, que es diferente a saber competir. Profundicé en el flow, yo ya no competía. Terminaba el evento y ahí empezaba a tirar free. Al mismo tiempo que El Quinto crecía masivamente en las redes sociales, Ysy empezó a abrirse del free­ style. En 2016, formó La Cofradía, banda con la cual organizó el primer tour de trap argentino en conjunto con KMD, la banda de Neo Pistea. “Once ciudades, de San Martín de los Andes a Ushuaia. Todo autogestionado, sin sponsors… todavía tengo esos Excel. El tour lo produje yo, porque los pibes no estaban acostumbrados a hacerlo. Ahí me di cuenta de que ya le estaba entregando mi vida a la música”. Tres meses antes de que El Quinto Escalón finalizara, Alejo le comentó a Duki su intención de destruir el evento. “Los dos estábamos en la misma sintonía. Ya nos

parecía muy burdo batallar contra alguien que no conocíamos, decirle cosas guasas y sin sentido. Ahí nos pusimos espalda con espalda y empezamos a ir mucho al estudio”, cuenta. Con 19 y 20 años se mudan juntos a “La mansión”, un departamento en Antezana 247 –entre los barrios porteños de Villa Crespo y Caballito– que, como bien canta Duki en “Rockstar”, quedaba a cuatro cuadras de la avenida Warnes. Paulatinamente, los raperos se fueron aislando del mundo del freestyle para centrarse en la música. “Nosotros veníamos avisando que la movida estaba por otro lado y nadie nos escuchaba. Fue muy flashero el fin de El Quinto, porque mucha gente morfaba de eso, nosotros también lo hacíamos”. Entre críticas y elogios por destruir El Quinto y entregarse definitivamente a la vida de trapper, Ysy editó su primer single producido por MYKKA y Omar Varela, “Dame droga”. “A muchos no les gustaba que nosotros usáramos Auto-Tune y cantáramos lo que estábamos viviendo. Pero ahora ya son varios los que lo hacen. Yo no puedo escribir canciones sobre cosas que no viví, es así”, explica. Ese mismo verano se terminó de crear #ModoDiablo, el grupo que forma junto a Duki y Neo Pistea, y que los comentarios de YouTube describen como White Migos, en referencia al trío de rap estadounidense comandado por Quavo.


“Dimos 50 shows en 35 días entre enero y febrero, una locura. Hacíamos tres fechas un jueves, dos el viernes y cuatro el sábado”, cuenta y luego agrega: “Al mismo tiempo se iba componiendo Antezana. ‘Tamo’ loco’ y ‘Enamorada del diablo’ surgieron de gira”. La cantidad de shows no bajó hasta después de girar por un mes con Duki en España, en el medio el trío abrió para Bad Bunny en Chile y hasta compartió canciones con el boricua en el Luna Park. “Somos conscientes de lo que hacemos, pero cuando pasa el tiempo nos damos cuenta de que la magnitud era mayor de lo que pensábamos”, confiesa. Tras editar canciones como “Quavo” o “Hijo de la noche”, la búsqueda de Ysy fue más allá de un bajo 808 y buen flow. Singles que quedaron fuera de Antezana 247 como “Pastel con Nutella”, “Casi un G” o “Vamo’ a darle” lo muestran más cerca de la electrónica y el trap experimental. “Si sabés rapear, te podés subir a cualquier sonido. ‘Muévelo’ es una cumbia”, comenta en referencia al track del álbum en colaboración con Marcianos Crew. “Por suerte trabajo con productores que comparten mi búsqueda artística como Neuen, Oro Dembow o 0600. Nuestra búsqueda es cambiar la historia, hacer algo que nunca se haya hecho. Yo me tengo que meter en el estudio o subir al escenario para hacer algo imposible, que nadie pueda hacer”, describe. Pero su experimentación y búsqueda de la vanguardia constante no son azarosas. La ansiedad por lanzar un single, en estos vertiginosos tiempos de consumo, no tiene que ganarle al artista. “No soy un rapero al que le guste dar pasos apresurados. Lo que digo siempre es que para ser el mejor rapero, tenés que saber rapear y moverte. Si sabés hacer las dos cosas, sos Duki. Él tomó ventaja en la escena porque fue el primero en saber rapear y moverse bien”. Por último, ¿el trap es el nuevo pop? - Yo siento que es el nuevo rock más que el nuevo pop. Es una reversión. Nosotros vemos a los rock­stars en su mejor etapa y decimos “trap”. Pero en su momento era “rock”. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Golpeada por las pérdidas, Ariana hizo la mejor y la más aclamada música de su carrera. Como dueña de su tristeza y de su fortaleza, ejemplifica el espíritu inquebrantable de las artistas de Billboard que fueron reconocidas en la celebración anual de los talentos femeninos más importantes. Por N A T A L I E W E I N E R Fotografiada por M I L L E R M O B L E Y

“Ya no hay nada que me atemorice”

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“wow, es como ‘les dije todo’”. Ariana Grande se hamaca en su asiento detrás de la masiva consola en el estudio Record Plant de Los Ángeles, y una gran sonrisa revela su hoyuelo en la mejilla izquierda. Su nuevo single, “Thank U, Next”, no será oficialmente su primer N° 1 del Billboard Hot 100 por otros tres días, pero su éxito explosivo ya está causando titulares. Para Grande, el mojón es especialmente significativo. Es la clase de música con la que ella buscaba realizarse. “¡Es un single de Tommy Brown!”, exclama, golpeando el brazo de la silla con énfasis. Brown, un productor y cantautor, ha estado trabajando con Grande desde su debut en 2013, Yours Truly, y Grande está embelesada con la perspectiva de compartir este éxito musical. “No puedo creerlo, pero es cierto. Es como yo y mis mejores amigas alegres de champagne –y yo con un corazón roto– saliendo y divirtiéndonos. Amo esta canción más que cualquier otra que haya hecho”. Tener esta clase de alegría fue duro en los meses pasados para la Mujer del Año de Billboard, pese al hecho de que nunca tuvo un pico tan grande en su carrera. Sweetener, el cuarto álbum de Ariana, fue su tercer N° 1 en el Billboard 200 en agosto último, rompió récords de streaming y ganó elogios de la crí-

tica. Hasta ahora ha producido dos singles top 10 en el Hot 100, con un tercero, “Breathin’”, ahora en el puesto N° 13. Pero mientras estaba sumergida en la promoción de su proyecto, su querido amigo, colaborador y exnovio Mac Miller murió por una sobredosis accidental. Justo un mes después terminaba su compromiso con el comediante Pete Davidson. En esta tarde de noviembre, todavía es temprano para hablar sobre lo que ha pasado más que de un modo general. “Soy muy afortunada y muy desafortunada al mismo tiempo”, dice la cantante de 25 años. Pero cantar sobre esto es otra historia. Poco después de la muerte de Miller, Grande empezó a pasar más tiempo con sus amigos y colaboradores más cercanos, incluyendo a Brown, para grabar un álbum (que, dice, también se llamará Thank U, Next) en un estudio cruzando la calle de su departamento en Nueva York. Aunque ha estado haciendo terapia desde niña, lidiando con el divorcio de sus padres, en este momento su mayor curación aparece cuando está frente a un micrófono. “Cuando me encontraba diciendo ‘Porque su nombre es Ari’, sabía que era una línea especial, pero una parte de mí decía ‘Ay, Dios, eso es muy cursi’”, dice Grande refiriéndose a la letra de “Thank U, Next”, una declaración de autoestima. Ella mete sus piernas dentro de una capucha celeste que dice “beau souci” (“hermosa preocupación” en francés) y las toma con sus brazos. “Pero la otra parte de mí piensa como ‘Es algo bello y necesito conservarlo’. Sé que alguna vez puse algo en una canción, entonces es real”.

De manera acorde, la sala de control está decorada como un refugio: un pequeño florero con flores blancas, una vela solitaria, una luz proyectando olas sobre el cielorraso. Con su característico pelo recogido en una cola, Grande bebe un café de soja helado de Star­bucks mientras charla animadamente sobre la música que está haciendo, lo único que le interesa discutir, lo único que en este momento le importa. Tal como ocurrió, una serie de tragedias le dieron a la estrella dos dones inesperados: la libertad para canalizar su dolor en la música más cruda y temperamental de su carrera, y la audacia para derribar al establishment del pop –que, como apunta Ariana más rápida que ninguna otra, está particularmente atrincherado cuando se trata de mujeres–. Ella contaba con el talento: el rango de cuatro octavas y la agilidad vocal que llevaron a que Gloria Estefan le dijera, tras escucharla a sus ocho años cantar “My Heart Will Go On” en una noche de karaoke en un crucero, que tenía todos los dotes necesarios. También contaba con el soporte: una familia unida, hecho notorio para cualquiera que siga a la cantante en las redes sociales. Y tenía la ética del trabajo, cantando regularmente en público antes de los diez años y en Broadway cuando cumplió 15. “A los seis años ya había decidido qué iba a hacer con mi vida –dice Ariana, que creció en Boca Ratón, Florida–. Lo manifesté, lo sabía. En mi mente nunca hubo la menor duda”. La cantante procedió a hacer todo lo posible para alcanzar el estrellato y agendó todo su tiempo en

las trincheras para adolescentes de Nickelodeon. En 2011 fichó con Republic Records; no mucho después conoció a Mac Miller. Él tenía 20 y ella 19, de modo que naturalmente primero hablaron por Twitter. Rápidamente los dos se hicieron amigos, y ella lo invitó a cantar un verso del single principal de su álbum debut, el noventoso “The Way” (2013). En su momento, Grande le dijo a Bill­ board que Miller le dio herramientas de Pro Tools mientras grababan. Y añadió: “Si querés motivar a Mac Miller, cociná galletitas”. Ahora, ella recuerda la canción como el primer momento en que capturó su estilo musical, algo que había perseguido desde muy chica, cuando idealizaba a IndiaArie. “Cuando hicimos ‘The Way’, me dije ‘Guau, encontramos algo aquí’”, cuenta Grande. Su rostro se apaga levemente; justo antes de la entrevista, estaba trabajando en una nueva canción que, cuando la tocó más tarde para mí, advirtió que era sobre Miller. “Se siente como ‘Haría esto por siempre’”. “The Way” alcanzó el N° 9 del Hot 100 y, como el resto del debut, se mantuvo razonablemente bien. Babyface, uno de los productores del álbum, ayudó a legitimar las aspiraciones de Grande. De todos modos, cuando lanzó Yours Truly todavía era vista como un ídolo para adolescentes, gracias en parte a su historial televisivo y su diminuto tamaño (mide exactamente un metro y medio). De modo que en sus siguientes dos álbumes fue haciéndose aún más grande, empleando a Max Martin y persiguiendo el tipo de hit pop que es irresistible para cualquier oyente.

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“Empezamos en casa –Ariana dice de Yours Truly–, y después fuimos a este lugar donde jugué un poquito y después hice los enormes discos pop. Luego de a poco fuimos incorporando mi alma en mi música, y ahí es donde volvimos a aterrizar con ‘Thank U, Next’”. Ariana Grande puso todo el trabajo, hizo todo lo que se le pidió –todos los pequeños compromisos que se vinculan con jugar el juego– y mantuvo su nariz limpia (con la excepción de un poco de azúcar de una dona, que ella borró de la memoria del público con un brillante sketch en uno de los mejores debuts como host en Saturday Night Live). Tiene canciones hiteras y un alto rating en Pitchfork, por no hablar de sus devotos fans. Las apariciones televisivas de Grande –rutinas promocionales para muchas estrellas– son eventos, gracias a su natural instinto para el humor y su don para impactar tanto con su canto como cuando habla (googleala imitando a Jennifer Coolidge). Ella siguió todas las reglas y arribó a lo que parece la cima. La cantante no tiene remordimientos. “Estoy en un lugar en donde puedo hacer cosas como lanzar un single sorpresa que sea el mayor single de mi carrera”, dice ahora. Pero en los cinco años de su carrera no había tenido nunca un N° 1 en el Hot 100 y no había encontrado la ubicuidad que sabía que merecía. Después, el 22 de mayo de 2017, un terrorista suicida asesinó a 23 personas e hirió a 139 en un estadio de Manchester, Inglaterra, donde Grande acababa de presentarse como parte de su tour Dangerous Woman. Muchas de las víctimas fueron niños. En pocas semanas Grande estaba de regreso, no solo sobre el escenario, sino en Manchester, visitando a sobrevivientes en el hospital y presentando el show a beneficio One Love Manchester, que ayudó a recaudar 23 millones de libras (alrededor de 29 millones de dólares) para las víctimas. Ella hizo una versión en vivo de “Somewhere Over the Rainbow” durante la cual rompió a llorar –aunque cerró la B I L L B OA R D.CO M . A R

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“Estoy en un lugar en donde puedo hacer cosas como lanzar un single sorpresa que sea el mayor single de mi carrera”, dice Grande.

performance– y donó las ganancias a la Cruz Roja. “Nuestra respuesta a la violencia debe ser juntarnos más –escribió en el momento–, ayudarnos, querernos más, cantar más fuerte y vivir más generosamente que nunca”. Ella hizo exactamente eso con el álbum que le siguió este verano, Sweetener, un paseo optimista a su propia sanación; no hay refugio en la tragedia, solo dulzura y positividad. El primer single fue titulado “No Tears Left to Cry”, y el álbum concluyó con la tierna “Get Well Soon”, un tributo de cinco minutos y 22 segundos a las víctimas de los atentados en Manchester. Mientras, fuera del estudio, encontró una nueva contención en Davidson, estrella de la SNL, en una relación de la que ella alardea felizmente, pese al frenesí que los envolvió a ambos en los tabloides. En un tuit de un mes atrás, Grande resumió 38 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

sus emociones en lo que le vino pasando desde entonces: “Recuerdo cuando no tenía más lágrimas para llorar y el universo era como JAAAAA, perra, vos pensaste”. Esta tarde, Ariana está casi sumida en llanto, un hecho que reconoce: “Espero que no tengas problema con que llore, porque es algo que dudo que no vaya a pasar”, dice, riendo mientras caen las lágrimas, al hablar de cómo debió lidiar con tanta tragedia en un corto período de tiempo. “No puedo siquiera decirle a alguien ‘Buen día’ sin llorar”. La bendición, tanto para la artista como para sus fans, es la música. “Creo que ya no hay nada a lo que le tenga miedo”, dice, constriñendo su aterciopelada voz. “Cuando la vida te trata con una mierda tan seria, tus prioridades cambian. No me importa nada. Solo quiero ser feliz y saludable –algún día– y hacer música”.

Donde está ahora sentada –detrás de la consola de mezclas– es el único lugar donde Grande siente que tiene el control. Y ella es, en sus propias palabras, una maniática del control. Aunque nunca va a decir que tiene el tono perfecto (“Me lo dice la gente, pero yo no me voy a sentar aquí y afirmar ‘Sí, lo tengo’”), cuando habla de su música Ariana trasluce una obsesión de orfebre con los arreglos y las armonías vocales. “Si escucho algo que suena en una pista entre miles, le escribo un e-mail al ingeniero de sonido”, dice. Martin y Pharrell Williams la dejan ”llevar el volante”, y esa es una de las razones por las que ella los convocó repetidamente. Pero no todos los hombres con los que trabajó le cedieron el control tan fácilmente. “Me he retirado elegantemente de muchas sesiones –confiesa Grande–. Ha ocurrido. Soy una mujer pequeña. La gente tiende a desesti-

mar eso. Pero yo puedo componer mis propias vocalizaciones y producir mi propia sesión, y ellos responden –aquí hace una excelente imitación de un turulato– ‘Uy, no sabía que podías hacerlo’. Yo les digo ‘Créanlo o no, hay un montón de mujeres pequeñas que pueden hacer esto”. Esta es la Grande que busca la grandeza, versionando canciones del ecléctico bajista Thundercat e intercambiando DM de Instagram con el legendario trompetista de jazz Arturo Sandoval (el dúo hizo un track junto a Williams). Esta es también la Grande que se manifestó públicamente contra el sexismo. Su reciente single “God Is a Woman” puede ser el más obvio ejemplo, pero incluso en 2015, en un manifiesto que citaba a Gloria Steinem, ya criticaba el hábito de los medios para definir a las mujeres por su estatus marital. “Me encantaría ver un top ten con tantos


VIVO: DAVE HOGAN PARA ONE LOVE MANCHESTER/GETTY IMAGES. MILLER: SPLASHNEWS

hombres como mujeres –dice–. Está tan dominado por los varones. Es fácil para ellos. Hay un montón de artistas femeninas increíbles tratando denodadamente de salir a la superficie”. Pese a las barreras de la industria que Grande está quebrando –ella es la única artista que tuvo el primer single de sus cuatro álbumes debutando en el top 10 del Hot 100, y la primera mujer en tres años que contó con un single debut en el primer puesto del Hot 100– a menudo siente que está lidiando con una audiencia que la quiere encasillar en estereotipos específicos. “Son incapaces de entender el hecho de que las mujeres son un millón de cosas, no solo dos –asevera–. Podés ser adorable y brillante. Podés ser amigable y tonta, pero aun así, fuerte e indestructible. Podés ser profesional, pero también sexy y divertida”. “Mi sueño siempre ha sido ser obviamente no una rapera, pero alguien que haga música del modo en que lo hace una rapera. Siento que hay ciertos estándares que aplican a las mujeres; y a los hombres, no. Tenemos que realizar los adelantos antes de cada single, después hacer el single, esperar que haya una preventa, y la radio tiene que impactar antes del video, etcétera. Yo quiero hablar con mis fans, cantar y escribir la música del modo que lo hacen los muchachos. ¿Por qué ellos pueden hacer discos así y yo no? Así que intento hacerlo, lo hice y lo seguiré haciendo –Ariana pausa brevemente, se pone seria–. Y si no ocurre del modo que ocurrió con ‘Thank U, Next’, ¡está bien también! Es excitante ver que algo se recibe tan bien. Es hermoso. Pero es aún más lindo ser honesto y hacer algo –explica y moquea, sus ojos se humedecen–: lanzar un disco un sábado a la noche porque lo sentís, porque tu corazón explota si no lo hacés, si te guardás la narrativa”. Grande se larga a llorar y seca sus lágrimas con cuidado de no correr su delineador de ojos. “No quiero hacer lo que la gente me pide, no quiero conformar la agenda de la estrella pop. Quiero hacerlo en mis propios términos de ahora en más. Si quiero sacar de gira dos álbumes

a la vez, voy a hacerlo. Si quiero lanzar un tercer álbum mientras estoy de gira [en 2019], lo haré también. Social House [el dúo que produjo ‘Thank U, Next’] es mi número de apertura, así que ¿vos pensás que no voy a tener un estudio de grabación en el micro? ¿Que no vamos a estar haciendo discos en la ruta? ¡Por supuesto que sí! Quiero ser capaz de hacer lo que es auténtico, honesto y natural. Es el único modo en que soy capaz de sobrevivir”. Ariana apoya su rostro sobre las manos, descansando sus dedos –adornados con uñas blancas ovaladas, perfectamente recortadas– en su frente. Hablar explícitamente sobre los hombres en su vida es imposible. Ella aún ama todas sus canciones, incluso “Pete Davidson”. (Ella envió “Thank U, Next” a Davidson antes de lanzarla: “No voy a tomar por sorpresa a nadie”, dice). La herida que dejó la muerte de Miller está, lógicamente, aún latente. Ariana piensa que el Día de Acción de Gracias será particularmente duro, ya que pasó sus últimas fiestas en la casa familiar de Miller, en Pittsburgh. En este punto, esta es la clase de detalles que sabe que encabezarán noticias en los sitios

Arriba: Grande en el concierto benéfico One Love Manchester, en Inglaterra el 4 de junio de 2017, menos de un mes después de que su gira se detuviera por el atentado. Derecha: con Miller en 2013, el año que lanzó su primer hit, “The Way”, en colaboración con él.

de chismes. Su ascenso a la fama estuvo rodeado de una serie de romances públicos que ella define como efecto colateral de su adicción al trabajo. “Es el modo en que conozco gente. No puedo, digamos, conocer a alguien en un bar –explica–. Vivo rápido y a pleno, y cometo errores, y aprendo de ellos y lo agradezco, pase lo que pase”. Grande no tiene planes de tomarse un descanso, pese al hecho de que ha estado trabajando constantemente más o menos desde el inicio de su carrera. Cuando nos encontramos, a inicios de noviembre, ella estaba finalizando la grabación de Thank U, Next, armando el video para el single y preparándose para el tour Sweetener World, que empieza en marzo de 2019. “Siento que solo arañé la superficie de lo que quiero ser, y deseo seguir creciendo, practicando y siendo mejor –afirma–. No me quiero dormir en los laureles”. El nuevo álbum es la terapia de Ariana Grande y su catarsis. Ella invita a sus amigos y colaboradores –Brown, Social House, Victoria Monét, Tayla Parx y Doug Middlebrook– para escucharlo en la sala de control. Brown aparece con una botella de Veuve Clicquot

rosado. “Creo que nunca consumí tanto alcohol como el mes pasado –bromea Grande, animada por la presencia de tantos amigos–. Yo soy de champagne. ¿Viste que la gente dice que somos un 60 por ciento de agua? Yo soy 60 por ciento Veuve Clicquot rosado”. Thank U, Next fue casi todo escrito en una semana, con los colaboradores de Ariana en la sala de control, y grabado en dos semanas. Ahora viene la etapa de pulirlo y la adición de algunos tracks con Martin y su equipo. Fue el producto de un montón de “energía femenina, champagne, música, risas y llantos. Este álbum no es particularmente animado –dice ella–. Algunas cosas suenan un poco arriba, pero es realmente un capítulo bastante triste”. La música es desafiante –partes festivas de bajo profundo con beats de trap, alternando con baladas tristes, etéreas– y estéticamente más aventurada que todo lo que hizo hasta la fecha. Algunas letras son directas y personales, y aunque la cantante estuviera dispuesta a un interrogatorio, muchas preguntas serían redundantes. Pero una de las canciones más celebratorias, “7 Rings”, tiene por detrás una historia sobre la que Ariana está feliz de dialogar. “Fue un... día de otoño desafiante en Nueva York –arranca diciendo, con una risa–. Fui junto a mis amigos a Tiffany’s, porque necesitábamos una terapia de rebajas. ¿Sabías que cuando estás esperando en Tiffany’s te invitan con montones de champagne? Nos marearon un poco, así que compramos siete anillos de compromiso, y cuando volví al estudio les di a todos un anillo de amistad”. Ariana muestra un anillo de diamante en su mano derecha; Monét y Parx también lo tienen puesto. “Por eso tenemos estos anillos, y de ahí vino la idea de la canción”, explica. La cantante agarra su teléfono, presiona “play” y una versión fiestera de “My Favorite Things” suena por los parlantes. Grande susurra palabras a sus amigos, que se mueven al ritmo de la canción. Después empieza a bailar alrededor de la habitación con los pies descalzos, sola y sonriente. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Lali fotografiada por Tute Delacroix en las oficinas de Billboard AR.

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Las 10 mujeres argentinas del año

Abanderadas

Ellas tomaron la calle, la palabra, el curso de la historia y la música. Ídolas pop, divas, rockeras, traperas, latinas; de barrio, con zapatillas, stilettos o micrófonos con glitter. Sea como sea, son sus propias musas y hacen las cosas a su manera. Ellas son las diez mujeres argentinas del 2018.

TINI: DANA GAMBINI. CAZZU: GENTILEZA CAZZU.

Por F L O R N I E T O Lali “Avísenle a Duki que yo también nací con mucha hambre, por eso llegué a donde llegué. Tampoco busqué la fama. ¡Vino! Y yo también le digo al presidente de Sony Music a dónde quiero llegar”, respondió en Billboard a las declaraciones del trapero en Rolling Stone, donde se distanciaba de ella y decía que no busca reconocimiento. Desde que Lali irrumpió con su primer single “A bailar”, recorrió un camino largo y frondoso. Cantó a dúo con Ricky Martin, teloneó a Katy Perry, ingresó en el Billboard Ar­ tist 100 y recibió la Gaviota de Oro en el Festival de Viña del Mar. En 2018 lanzó Brava, su tercer disco, protagonizó el thriller Acusada junto a Leonardo Sbaraglia y participó como jurado en Talento FOX. “Este disco es muy verdadero, son canciones que me gustan y me representan. Pude trabajar finamente en las bases y no dejar de escucharme en cada canción. Estar yo realmente, sin traicionarme. Mi pregunta fue: ¿Cuál es mi propuesta? ¿Qué tengo para mostrar en el mundo latino, pero que no se parezca a otra persona?”, dijo. Lali encontró las respuestas arriba y abajo del escenario. Aunque a varios no les guste del todo, levantó el pañuelo verde y sus ideales como bandera. Lo siente, lo hace y la rompe. Tini ¿Qué le quedaba por hacer a Martina Stoessel después de llegar hasta el último rincón del universo con Violetta? Llegar hasta el último rincón del universo como Tini. Uno por uno, colocó cuatro temas en el Billboard Argentina Hot 100, ofi-

Cazzu.

cia de jurado en La Voz Argentina y, junto a Álvaro Soler y Flo Rida, se presentó en los Latin AMA’s. Con Violetta Live International Tour, una de las giras más taquilleras del 2015, y la película Tini: El gran cambio de Violetta comenzó la transición de a poco. Documentó la grabación de su primer disco en Hollywood Records y poco a poco el personaje de Disney quedó atrás. Con su primera gira solista Got Me Started Tour visitó 17 ciudades y 9 países en Europa. Quiero volver (2018) es su segundo disco. Con colaboraciones de Nacho, Karol G, Morat y Sebastián Yatra, y éxitos como “Te quiero más”, “Princesa”, “Consejo de amor” y “Quiero volver” sonó en todos lados. Resulta que Mauricio Rengifo y Andrés Torres –productores del masivo “Despacito”– se aseguraron de fabricar hits. “En este disco mostré todas mis facetas”, manifestó. Entre reggaetón, baladas, guiños al reggae y al pop, Tini encontró su propia identidad.

Cazzu Julieta Cazzuchelli nunca sufrió por un novio, pero sí por la música. Desde los 10 años tenía las cosas bien claras. De Jujuy se mudó a Tucumán y de ahí a Buenos Aires. Pasó por el folklore, la cumbia, el

rock hasta llegar al reggaetón y romperla en el trap. Cambió el plan, pero no la meta. En 2018, con dos millones y medio de seguidores, y muchas más reproducciones en YouTube, teloneó a Bad Bunny, a Daddy Yankee y, junto a Duki, ostenta el trono nacional del género. “Yo no soy nadie para darles un estereotipo, no quiero imponer una manera de ser mujer. Solo quiero llevar mi idea. Me saco y me extirpo ese peso de ser el modelo a seguir, no permito que suceda. Yo soy un ser humano que hace música para aquella gente a la que le pueda gustar esa música. Lo que soy o lo que digo no es lo correcto, lo tengo bien claro”, pronunció. Cazzu invirtió en ella, en su música, en sus videos. Se hizo sola, no quiso depender de nadie. Les dice “fuera” a las discográficas. Si hasta acá llegó con sus reglas, ¿para qué querría cambiarlas?

Tini.

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Mujeres música

los golpes. Nunca es suficiente para ellos, que sea suficiente para vos, yo voy a estar apoyándolas siempre, vamos juntas y se va a caer”. Cinco años al frente de Connor Questa ubicaron a Marilina Bertoldi en el podio del under. Editó El peso del aire suspirado (2011) y La presencia de las personas que se van (2014). Despegó con Sexo con modelos (2016), nominado como Mejor Disco de Rock en los Latin Grammy Awards y ganador del Premio Gardel como Mejor Álbum Artista Femenina de Rock. En 2018 presentó su continuación, el aclamado Prender un fuego, con excelentes críticas, y se consolidó como exponente del rock argentino.

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Peluso.

Nathy Peluso Primero agotó teatros en España y después en la Argentina. “Este es mi jazz latino”, proclama desde La Sandunguera con más de 7 millones de reproducciones en YouTube. El eclecticismo es su sello y lo lleva para todos lados. Rapea, pero también se vuelve loca con una salsa, una bossa nova, un bolero. Tiene 23 años y para ella la música es infinita. Hizo covers y cantó en hoteles, pero lejos quedaron los días de trabajar de camarera hasta las 3 am y comer pan con aceite y sal. Encuentra inspiración en Ella Fitzgerald, Etta James, Notorious Big, Atahualpa Yupanqui y Amy Winehouse. Le

Bertoldi.

Dakillah Dice que le gusta la música y que no le tiene miedo a nada. Nadie sabe si alguna vez lo tuvo. A los 12 años ya se escapaba de su casa para romperla en las batallas de freestyle. Participó en El Quinto Escalón, en Las Vegas Freestyle, donde pudo, hasta que llamó la atención de Sony Music. “Me veo haciendo de todo siempre y cuando lo sienta, sea genuino y me guste. Puedo colaborar en el disco de Juan Ingaramo, que es más pop, o con MC Pedrinho en algo más carioca. Claramente, tiene que ser orgánico y real, más allá del estilo”, señaló. Ella ya tiene su lugar en la edición nacional del Lollapalooza 2019 encabezado por Kendrick Lamar, Arctic Monkeys, Lenny Kravitz y Post Malone. Además del escenario Alternativo del Cosquín Rock, tan solo por nombrar un par. Si bien es de los pocos 42 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

casos en los que lo tangible asemeja a lo virtual, Dakillah es millonaria en views. Es que tantos seguidores y plays son difíciles de ignorar. Lo pedís, lo tenés: escenario a la carta, de las redes a los medios. El 2018 fue inmenso, y con 18 años, solo se puede querer más. Marilina Bertoldi A Marilina le suelen pedir consejos para mujeres. Sabe manejarse y muy bien. La respuesta definitiva finalmente salió a través de Twitter: “Chicas, estén preparadas para que las subestimen como nunca en la vida, sepan que para quienes las rodean y quienes opinen sobre ustedes a medida que ganen repercusión nunca va a ser suficiente (...) Desarrollen la inteligencia para poder evitar ser boludeadas lo máximo posible, y desarrollen herramientas emocionales para poder soportar

Lynch.

DAKILLAH: TUTE DELACROIX. BERTOLDI: ROCÍO FRIGERIO.

Dakillah.


escribió una canción de amor a la pizza. “Mi primer featuring lo voy a cuidar como si fuera un diamante. Quiero que la primera persona con la que colabore haga que se me caiga la bombacha. Tengo varias opciones que son inalcanzables para mí ahora. A mí me gustaría colaborar con Gloria Estefan. Estoy esperando que me llegue una propuesta que me mueva el corazón. Me da igual el estilo, tiene que ser con una persona que sea una gozada escucharla, y ojalá que sea recíproco”, comentó. Von Wernich.

Chule Von Wernich Sofía tiene 20 años y cumplió el sueño millennial de volverse famosa desde el living de su casa. No recuerda con exactitud, pero cree que en el 2014 empezó a subir videos caseros acompañada solo de su guitarra. Ella fue su propia community manager, directora de arte, camarógrafa y editora. Sofía Von Wernich se mudó de Pehuajó a Capital para estudiar veterinaria. Toca la guitarra desde los 9 años y de a poco comenzó a apropiarse de las canciones bolicheras, de los hits del momento. Maluma, J. Álvarez, Wisin y Sebastián Yatra, algunos de los músicos que repostearon sus covers y los números se dispararon hacia millones.

Mucho sucedió desde que empezó a girar con Connie Isla, instagramer amiga. Hoy @chulevonwernich canta para 320.000 personas en su cuenta de Instagram y para un público un poco más reducido en sus presentaciones. En 2018 Chule lanzó Vaivenes, su primer EP. “Solo necesito one love”, “Lado a lao”, “Vuelvo contigo”. Tres canciones que mezclan el español y el inglés, urbano soft bien latino que se abre camino por el mundo. Jimena Barón “Este premio se lo dedico a todas las mujeres a las que alguna vez alguien les hizo sentir o les dijo que no eran lo suficientemente lindas o buenas, o talentosas, o inteligentes, o fuertes y valientes como para concretar sus sueños solas. Lo somos justamente porque somos mujeres y eso es lo que a veces les da un poco de miedo a los demás. Así que no escuchen nada, cumplan sus sueños y comparto esto con las que todavía están por ahí en la tormenta, para que salgan adelante, para que sepan que se puede. Mírenme a mí, se puede. Y brindo por menos tontas y más mujeres valientes”, así, Jimena Barón recibió el Gardel 2018 a Mejor Álbum Nuevo Artista Pop. Desde sus inicios liderando el rating nacional en tiras como Gasoleros, Los Roldán, Casi ángeles y Sos mi hombre, Jimena Barón se reinventó varias veces. En el 2017 lanzó su disco debut, La tonta, a pura garra y pulmón en medio de un caos mediático. Producido por Perra Santa Music y masterizado en Londres, marcó el primer paso. Si quiere decir algo, lo dice. Si quiere mostrar el culo, lo muestra. Irreverente, libre y fresca, hace lo que se le canta. Hilda Lizarazu Hace rato que Hilda Lizarazu tiene su lugar en el Olimpo del rock argentino. Nació en Curuzú Cuatiá, Corrientes, vivió en Nueva York y volvió al país justo a tiempo para ser protagonista y cómplice de la historia. De Suéter a Los Twist, Man Ray, Charly García, a una impecable carrera como solista. En 2018, teloneó a Phil Collins, participó de Las Elegidas Argentinas y Españolas en el Teatro Colón y editó su primer disco de covers. La

Lizarazu.

Barón.

génesis, un compilado de 14 canciones que marcaron el inicio del rock argentino, del 68 al 73. “Fue didáctico, porque aprendí del disco. Y hay un montón de gente que nunca escuchó esos temas y le podría interesar escucharlos. La elección de canciones fue un poco una tríada, con Lito Vitale y el productor ejecutivo, Eduardo Tapia, que también sumó ideas, por ejemplo ‘Violencia en el parque’, de Aquelarre. El tema de Gabriela (‘Voy a dejar esta casa, papá’) también fue medio de último momento, y me encantó”, explicó. Hilda Lizarazu no tiene mánager, pero sí su propio sello: Díscola Discos. Trabaja de forma independiente y por eso también trabaja mucho. Siempre lo hizo. Valeria Lynch Aunque definir a cualquier artista con una sola palabra parece un periplo inviable, con Valeria Lynch es posible. Valeria Lynch es una diva. Recibió el premio Grammy a la Excelencia Musical en Las Ve-

gas; el New York Times la nombró como una de las cinco mejores cantantes del mundo; vendió más de 15.000.000 de placas y tiene más de 35 discos de oro y platino. Harold Prince la eligió no una sino dos veces para protagonizar los musicales El beso de la mujer araña y Evita. Este año, encarnó a la icónica Norma Desmond en Sunset Boulevard, con música del mítico Andrew Lloyd Webber y libreto de Don Black y Christopher Hampton. Lynch encarnó con excelentes críticas el personaje basado en la película de Billy Wilder. Una estrella de Hollywood que se enfrenta solitaria al derrumbe de su fama en su mansión en Sunset Boulevard, hasta que la esperanza vuelve con un guionista que parece ser su gran oportunidad para su regreso. Un personaje complejo y distante para una diva de carne y hueso que en constante movimiento se mantiene vigente. Tan así, que está a punto de estrenar Rompecabezas, un nuevo disco que incluye sus temas reversionados en rock. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Las 10 mujeres latinas del año

Poder latino El empoderamiento femenino también tuvo su impacto en la música latina. Quiénes fueron las mujeres protagonistas de la industria en el 2018. Por W A L T E R G A R R É

Rosalía El año de Rosalía no podría haber sido mejor: su segundo disco, El mal querer, fue seleccionado como uno de los diez álbumes favoritos del equipo de Billboard global de 2018. Sus sencillos “Malamente” y “Pienso en tu mirá” consolidaron la espectacular llegada de la artista catalana, con una mezcla adictiva de flamenco, ritmos electrónicos y actitud R&B. Además, “Malamente” ganó dos Grammy Latino por Mejor Canción Alternativa y Mejor Fusión Urbana. “Nunca voy a dejar de pelear hasta que vea el mismo número de mujeres que de hombres en un estudio de grabación”, comentó al recibir uno de los galardones. Becky G Luego del éxito de Mayores a comienzos de año (que le permitió ingresar al selecto club de los mil millones de reproducciones), todo fue en ascenso: su participación en los premios Billboard Latinos, las colaboraciones con CNCO (“Díganle”), Mau y Ricky (“Mal de la cabeza”), y con el rapero madrileño C. Tangana (“Booty”) podrían ser logros suficientes para decir que fue un gran año, pero Becky no se durmió en los laureles. La canción “Sin pijama” conquistó el Nº 1 del chart Billboard Latin Airplay (también llegó a los mil millones de reproducciones) y reclutó al ascendente Paulo Londra para grabar “Cuando te besé” y quedar en la historia del primer Nº 1 del Billboard Argentina Hot 100. ¿Un año de película? Sí, el canal Sony se encargó de retratarlo repasando la vida de la cantante.

Mon Laferte Laferte es una estrella ascendente en un sistema solar totalmente distinto. Mientras demuestra tener habilidad para componer melodías pegadizas, su uso de ritmos latinos, bronces y estilos vocales la diferencia del resto y es una todoterreno. Capaz de grabar una canción navideña junto a Gwen Stefani como de rendir tributo a Marco Antonio Solís con uno de sus singles, la chilena residente en el DF es una de las artistas más buscadas. También fue la elegida para el single del Unplugged de Los Auténticos Decadentes, “Amor”. Entre sifones, vitrolas y chapas de colores, la canción fue la carta de presentación del desenchufado. Sofía Reyes La cantante mexicana apostó a la fusión de estilos con la canción “1, 2, 3” y le salió de maravillas: se destacaron las participaciones de Jason Derulo y el artista urbano De La Ghetto. “Es una mezcla única de tres géneros y vibras muy diferentes (latina, pop y urbana) que aporta un nuevo estilo a mi portafolio, pero aún mantiene mi esencia”, dijo Sofía. Aitana Fue una de las figuras de Operación Triunfo España 2017, y desde entonces su carrera creció en proporciones geométricas. El éxito de la canción “Lo malo” fue el preludio para la explosión mundial que produciría con el remix de “Teléfono” junto a Lele Pons. Después de que la versión original fuera un éxito

en España, Aitana unió fuerzas con Pons para la canción realizada junto a los hitmakers Mauricio Rengifo y Andrés Torres (sí, los de “Despacito”). Camila Gallardo “Las mujeres nos dimos cuenta de que nos hicieron competir por años”, declaró una de las cantantes chilenas con mayor proyección en su país. Con tan solo 22 años, su primer disco de estudio, Rosa, suma 11 discos de platino en su tierra. “Son canciones que se escribieron con verdad de puño”, comentó en septiembre durante su visita a las oficinas de Billboard AR. Además, la artista anima a que todas se apoyen en sus carreras: “Cada vez hay más sororidad en la industria”. Natty Natasha Se convirtió en una de las líderes femeninas del movimiento latino urbano a nivel global. Es una de las protagonistas del debut del Bill­ board Argentina Hot 100: en la semana de lanzamiento, Natti ocupó el segundo y tercer puesto del podio con “No me acuerdo” y “Sin pijama”, respectivamente. Cerró el 2018 con el lanzamiento de la canción “Me gusta”, que incluyó un video futurista con referencias robóticas, cantándole a un amor prohibido. Leslie Grace La artista nacida en Nueva York y de padres dominicanos estuvo presente en el Billboard Argenti­ na Hot 100 con su track “Duro y suave” (feat. Noriel) y también con “Díganle” (feat. Becky G y CNCO).

Uno de los últimos lanzamientos de la oriunda del Bronx fue la canción “Fuego” junto a los MYA. La presentación en el Luna Park junto al grupo Super Junior fue apenas una entrada en calor de sus próximos proyectos en la Argentina. Karol G La artista no solamente cuenta con su talento, sino también con el timing necesario para estar en el momento justo y en el lugar correcto: J Balvin y Nicky Jam se unieron a Karol para un remix de “Mi cama” que llegó a la cima del Billboard Latin Airplay. “Que mi canción llegue al Nº 1, entre tantas otras y tanto talento, es un sentimiento muy difícil de describir. Como mujer, hace un par de años era imposible tener una fecha en Medellín; hoy estoy haciendo cuatro shows por noche”, declaró. Anitta La brasilera disfruta de una carrera que ella misma describe como una “escalera” en la que concreta sus objetivos de a poco, pero con resultados satisfactorios: pasó de cantar en iglesias y favelas a convertirse en una artista mundialmente conocida. Atravesó las fronteras al ser la primera brasileña en recibir el EMA Worldwide Act America Latina, y luego nació una fuerte amistad con J Balvin, con quien editó los remix de “Ginza”, “Downtown” y “Machika”. Este año visitó la Argentina por primera vez e hipnotizó a su público en el Teatro Vorterix de Buenos Aires. La escalera de Anitta parece no tener techo. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Además de Dirty Computer, el aclamado disco que lanzó en 2018, Monáe tuvo varios méritos para recibir el reconocimiento de Billboard entre las mujeres destacadas del año: su trabajo como actriz, productora y militante feminista. “Ahora la gente entiende mi visión y mi perspectiva como artista”, dice.

POR DEE LOCKETT FOTOGR AFIADA POR R AMONA ROSALES

La pura humanidad 46 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9


S “Soy un poco androide, pero estuve incursionando bastante en mi costado humano en estos días”, dice Janelle Monáe. En sus primeros discos, la compositora y cantante empleó un álter ego, el robot sentimental Cindy Mayweather, en reemplazo de ella misma. Pero en Dirty Computer –su primer Nº 1 en el Billboard Top R&B Albums–, la mujer de 32 años reveló algo más sobre Janelle Monáe, más humana que nunca. La pionera elegida por Billboard este año es plenamente inspiradora siendo como es, simplemente una cantante y rapera experimentada; productora y fundadora de un sello discográfico, Wondaland Records; una actriz magnética en películas nominadas para el Oscar (Moonlight, Hidden Figures) y cuyo próximo protagónico será la tan anticipada biopic de Harreit Tubman (luchadora por la libertad de los afroamericanos esclavizados en los Estados Unidos); y una activista, ya sea introduciendo elocuentemente a Kesha en los Grammy de 2018, exponiendo en la Women’s March de 2017 o abogando por la inclusión de la comunidad LGTBQ y, en abril, declarándose pansexual. “Dirty Computer nos dio a todos un hogar que dijo ‘A pesar de lo que el mundo diga sobre vos, vos importás. Te veo, te escucho y te celebro’”, afirma. Dirty Computer se siente metido en la realidad actual, y por lo tanto es más personal. ¿Fue esa tu intención? - Empecé a escribirlo durante la era de Obama. Después de noviembre de 2016, tuve que procesar a dónde estaba yendo nuestro país. Sentí una gran responsabilidad de crear una comunidad con este disco, con mis conciertos y mi película. Se sintió como si las personas que quiero y los grupos a los que pertenezco –por la comunidad LGTBQ, por ser una mujer negra y por tener padres de la clase trabajadora– fueran empujados a los márgenes de la sociedad. Con can-

ciones como “Djando Jane”, “Make Me Feel” y “PYNK” quise ser lo más audaz posible en dar declaraciones sobre agencias, sobre cuerpos de mujeres y derechos, sobre nosotras recuperando el micrófono y haciendo saber que nadie es nuestro dueño ni vamos a ser controladas. ¿Qué se sintió cuando tu propia historia –particularmente tu sexualidad y tus relaciones– se volvió parte de la conversación alrededor de este álbum? - Me dio bastante miedo dar entrevistas después de lanzar el disco. Dejo mis experiencias en mi música y mis visuales. Es una terapia para mí. Siempre hablé sobre mi experiencia sexual en mi música: lo hice en mi primer álbum y en Electric Lady, desde “Q.U.E.E.N.” hasta “Mush­ rooms & Roses”. Pero después de que la gente vio las visuales de Dirty Computer [como el video de “Make Me Feel”, en donde Monáe coquetea con un hombre y una mujer], me di cuenta de que iba a empezar a querer saber más cosas. Yo no pretendía que las personas se preguntaran cuánto había de mi vida personal en esto. Pero, en general, me pone contenta

que se hayan sentido más cómodas siendo como son después de leer sobre mi verdad personal. Parece que la libertad creativa siempre ha sido una de tus máximas prioridades… - Incluso cuando fui una artista independiente vendiendo CD en mi valija y trabajando para mi primo en temas contables, o en el Office Depot y en Sam’s Club, seguía diciendo que no. Hubo oportunidades en las que incluso mis familiares más cercanos y mis amigos me miraban y decían: “Mujer, estás loca. Debés involucrarte en ese video musical, ser un extra en este film. Tenés que hacerte famosa”. Pero siempre tuve como prioridad conservar el control creativo. Una cosa es comprometerse a nunca comprometerse; otra distinta es realmente hacerlo. La industria de la música puede llegar a tener una idea muy estrecha de lo que un artista puede ser. ¿Cómo hiciste para establecerte y mantener el control de tu carrera? - Empieza por saber cuál es la

visión. Tener una perspectiva. Porque si no, luego otro la va a tener por vos. Estoy contenta ahora cuando voy a reuniones, siento que la gente entiende mi visión y mi perspectiva como artista. Antes era como: “Bueno, ¿podés cambiarte el pelo o tu look, o hacer este tipo de canciones?”. Ahora es “Vimos lo que hiciste en tu álbum y tus visuales. No queremos estorbar en tu expresión artística. ¿Cómo podemos ayudar y trabajar juntos orgánicamente?”. Diddy te apoyó desde los inicios, y vos podrías haberte moldeado fácilmente como su protegida. ¿Tuviste que empujar para asegurarte de que no pasara eso? - Debo decir que tuve miedo de asociarme a un sello grande después de varios años de ser independiente. Conocí a Puff en el momento en que había decidido vivir prudentemente. Como mucha gente, pensé: “OK, ahora él va a conversar conmigo sobre cómo podrá prepararme para ser otro tipo de artista”. Pero cuando hablé con él, sus palabras fueron: “Amo lo que vos y Wondaland están haciendo. No quiero involucrarme creativamente. Solo quiero que la gente te conozca y conozca también lo que están haciendo ustedes. Están acá, en este sótano de Atlanta, y el resto del mundo merece escucharte”. Fue humillante y hermoso. Seguimos estando cerca. De hecho, acabo de verlo en una fiesta de Halloween. Hablando de Halloween: necesito saber todo sobre tu disfraz de Willy Wonka. - Oh, por dios. Estaba obsesionada con Gene Wilder. Lloré cuando murió. Me acuerdo de prender un cigarrillo cada vez que veía Willy Wonka. Ese era el mundo en el que quería vivir. Suelo decir esto en Wondaland: “La imaginación inspira a naciones”. No creo que pudiera haber hecho mi música sin rendirme ante la imaginación en un mundo cargado de cinismo. El año pasado fui el Guasón, y estaba pensando en un outfit para representarlo. Me entusiasmo tanto con Halloween, pero no elijo mi vestuario hasta el mismo día. Pero las cosas aparecen cuando están destinadas a aparecer. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Cyndi Lauper “Quiero seguir s i endo una gran ar t ista” Billboard la eligió Icono del Año entre las mujeres por su trabajo en Broadway y por su larga militancia a favor de los derechos femeninos. P O R J E A N N E F U R Y · F O T O G R A F I A D A P O R R U V E N A F A N A D O R

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en 1983, una chica de queens se coló en el mundo de la música pop con un peinado naranja fluorescente, un chillido particular y una voz cantante, mezclando una estirpe rockera con la de una estrella de soul que parecía ser capaz de alimentar a todo el downtown de Manhattan. En su álbum debut, She’s So Unusual, Cyndi Lauper demostró que una artista pop podría dominar los charts siendo simplemente una versión extraña de sí misma: hacia 1984, ella fue la primera mujer en lograr que cinco singles de un LP llegaran al top 5 del Billboard Hot 100. Durante cuatro décadas y 11 álbumes, Lauper nunca dejó de promover la autoaceptación, ya sea al incentivar la liberación de las mujeres en “Girls Just Want to Have Fun” o al crear la fundación True Colors para los jóvenes LGBTQ sin hogar (la canción homónima es un himno de la comunidad). Es difícil no ver su influencia entre las popstars de hoy, desde Lady Gaga hasta Cardi B, que felizmente dejaron extender sus alas freaks. A los 65, este icono sigue creciendo: ganó un premio Tony por el musical Kinky Boots y está adaptando para Broadway la película de 1988 Working Girl. “En lo más profundo de mi corazón –dice– quiero seguir siendo una gran artista. Quiero decir, una gran artista”.

Siempre te divertiste siendo simplemente vos. ¿Cómo encontraste tu lugar en la tribu de artistas feministas? - Cuando éramos adolescentes, hacíamos un dueto con una amiga. Conocimos a un mánager que nos dijo: “La única manera en que voy a trabajar con ustedes es que se casen con dos chicos”. Yo pensaba: “¿Casarnos? ¿De qué mierda habla?”. Así que eso no funcionó. Entonces aparecieron todas mis amigas de la tribu. Como yo era hetero, no encajaba demasiado. Después apareció mi hermana con ideas muy copadas, y yo pensaba: “¡Ja! ¡No me estás abandonando! A donde vayas, yo estaré”. Y cuando finalmente me uní a la banda de covers de folk, de repente no me sentí más diferente. Todos estaban hechos un desastre. Yo podía teñirme el pelo de rosa y hacerme rulos como una versión de Isaac Newton. Cuando empecé a venir a Manhattan, empecé a sentirme más viva.

Después de sentirte marginada, debe haber sido extraño que los fans empezaran a idolatrarte. - Cuando me hice famosa, fue muy raro. Las chicas me gritaban, y empecé a sentirme como un fraude, porque pensé que a lo mejor ellas creían que yo era gay, y yo no quería pretender algo que no era. Después me di cuenta: “No, simplemente están gritando”. Siempre quise levantar el ánimo de la gente, especialmente de la oprimida, porque yo estuve en ese lugar. Siempre luchaste por los derechos de las mujeres. Imagino que también enfrentaste tus propios problemas. - Después de mi primera gira, todos los tipos de los grandes sellos me llevaban a comer y afirmaban: “Te vamos a convertir en la próxima Barbra Streisand”. Yo los miraba y respondía: “¿Podrías buscar a otra para ese trabajo? Porque, honestamente, yo amo el rock and roll”.

Ellos decían: “Ohhh-kay, así que ella va a ser difícil. Bueno, vamos a mostrarle qué es lo difícil”. Por supuesto, no querrás hacer eso conmigo a menos que quieras desperdiciar diez años. Soy siciliana. Conozco la resistencia. La prensa y los sellos discográficos crearon una rivalidad entre vos y Madonna, y las mujeres exitosas siguen siendo rivalizadas con otras. ¿Por qué persiste eso? - ¿Quién sabe? Realmente daña mis sentimientos que la gente nos compare. “Ey, amigo, peras y manzanas. ¿Qué, solamente una de nosotras puede pararse y cantar? ¿Qué carajo te pasa?”. En los Grammy te uniste a las mujeres en el escenario para interpretar “Prayin” con Kesha. ¿Qué te inspiró a hacer eso? - Hablé con ella el año anterior [sobre la denuncia de abuso contra Dr. Luke]. Y nadie le creyó. Escuchá, todas tuvimos nuestras experiencias en este negocio. Sobre mi propia experiencia [de ataque sexual] nadie me creyó. [Lauper ha dicho que ocurrió en los 80]. No me fui porque pensé que era una cuestión de poder. Yo pensaba: “Ok, no vas a perseguirme más, hijo de puta”. Cuando oí su historia, pensé: “Sí, pasó”. Después, cuando escuché Rainbow y cómo ella se curó a través de esa grabación –y estoy segura de que nunca te curás del todo de eso– sentí que era importante. Yo me paro sobre los pies de las mujeres que aparecieron antes que yo. Las mujeres que vengan después de mí van a pararse sobre los míos. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Cour tney Barnett “ M e l l eva u n r a t o darme cuenta lo que quiero decir”

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Con el lanzamiento de su segundo LP, Tell Me How You Really Feel, la australiana vuelve a poner el grito en el cielo. El próximo 26 de febrero se va a presentar en Niceto Club. P O R LY N D S E Y H AV E N S

courtney barnett se agacha al entrar a una habitación verde al fondo del Prospect Park Band­shell de Brooklyn. El cuarto está lleno de espejos iluminados y decorado con fotos de artistas como Surjan Stevens. Toda vestida de negro y tomando una taza de café, se acomoda en el futón y se prepara para la última entrevista de la jornada. Más tarde ese día, va a encabezar una fecha en ese mismo venue. Pasaron tres años desde que Barnett irrumpió como el nuevo éxito del rock alternativo cross­over. Su debut de 2015 le valió una nominación al Grammy por Mejor Artista Nueva, ha tocado en festivales como Lollapalooza y Coachella, y en Saturday Night Live. Ahora, la australiana de 30 años admite que sufre de miedo escénico. “Demuestra que te importa”, dice. En el medio de la gira promocional de su segundo LP, Tell Me How You Really Feel, que lanzó en mayo y alcanzó el Nº 4 del chart Billboard Top Rock Albums, Barnett está 50 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

serena: “Doy la idea equivocada del stoner relajado –dice–. Pero yo no soy stoner”, aclara. Después de que su gira del verano boreal concluyera en el Newport Folk Festival de Rhode Island, en julio, y antes de que comenzara una serie de shows por los Estados Unidos el 29 de septiembre, volvió a Melbourne para tomarse un respiro. “Es hora de volver a casa”, afirma. ¿Qué es lo mejor que compraste durante una gira? - En una época coleccionaba globos de nieve. Se puso muy difícil. Un par de veces me frenaron los de seguridad porque era mucha cantidad de líquido. Cuando empezaste, ¿cómo era arreglar para tocar comparado con ahora? - Me mudé a Melbourne y no toqué música durante un rato, porque no sabía a dónde ir. No conocía a nadie. Solo trabajé full time y empecé a encontrarme con gente en los pubs. Trabajé en uno que tenía música en vivo y conocí a otros músicos, y para mí era una locura conseguir un gig. Empecé a llamar a todos los venues y decirles: “Dame un gig”. Y ellos respondían cosas como: “¿Cuánta gente podrías traer?”. Y yo: “Al menos quince amigos”. Y ellos: “No, malísimo”.

Al crecer, ¿trataste conscientemente de encontrar o escuchar más mujeres en el rock? - Estaba con bandas dominadas por hombres, y creo que nunca pensé “Puedo hacer eso”, lo cual está bien. Ni siquiera descubrí muchas bandas lideradas por mujeres hasta más tarde. Vi The Punk Singer [sobre la banda Bikini Kill, de Kathleen Ha­ nna] un par de años atrás, e incluso eso fue algo nuevo para mí, porque cuando estaba creciendo escuchaba Nirvana y esas cosas. Nunca supe de las cosas del Riot Grrrl: Bikini Kill y Sleater-Kinney. Todos descubrimos cosas a nuestro propio ritmo. Existió desde siempre e inspiró siempre a personas distintas en épocas diversas, pero siempre pienso cuán diferente pudo haber sido mi vida si tan solo me hubiera expuesto a otra música. ¿Por qué pensás que algunas personas están ansiosas por etiquetar a la música con géneros? - Es complicado, porque hay personas que son despistadas y otras que tratan de ser útiles y de magnificar sus ideas reveladoras. Pero es difícil salir con alguna respuesta sólida, porque eso aliena a las personas. El modo en que diferentes grupos de personas son descritas o sexualizadas es interminable, pero es defini-

tivamente mejor que la gente hable de esto y esté advertida de aquello ofensivo e innecesario. Tu último álbum se titula Tell Me How You Really Feel. ¿Sos buena para decir cómo te sentís? - Cuando crecí justo accedimos a Internet y a programas de chat tipo ICQ y MSN. Chateaba con mis amigos y con mis novios. Pero de alguna manera, siento que disminuyó mi habilidad para comunicarme. Creó esta barrera, esta distancia. Ahora, odio las llamadas telefónicas y los mensajes grabados. Me generan ansiedad. ¿Por qué será más sencillo expresarse a través de la música? - Pienso que en cierto nivel no es espontáneo. Digo, la música sigue siendo espontánea, pero después de trabajar en canciones durante años, se vuelven confortables. Me lleva un rato darme cuenta lo que quiero decir y entenderlo. Me gustaría ser elocuente y ser capaz de expresarme, pero realmente lucho. Es realmente frustrante. Incluso me fue difícil leer un poema en el casamiento de mi hermano [a principios del año pasado]. Simplemente fracaso. Y en mi cabeza pienso “No te pongas nerviosa. Todo lo que hacés es incomodar a otras personas. Quedate tranquila”. Y no lo estaba.


POONEH GHANA

Una vez dijiste que sos complaciente con las personas. ¿Cómo hiciste para luchar contra eso en este álbum? - Es esa idea de no querer causar drama. Crecí en una familia muy tranquila. Tengo el tipo de personalidad que, por ejemplo, la sientan en una mesa de restaurante al lado de una ventana donde entra frío y dice: “Ok, está bien”. Y hay muchas capas de eso, del resentimiento que trae. Pienso mucho en que este álbum estaba explorando esas cosas, esa bronca y frustración y de dónde vienen. Hay una frase en “I'm Not Your Mother, I'm Not Your Bitch” que dice: “Me pongo más a la defensiva / cuando sé que estoy equivocada”. Creo que cobra sentido por toda mi vida. Pero luego en este mundo de odio y de personas amenazadas y con miedo a lo desconocido, es un mecanismo de defensa natural. Estaba haciendo el duelo por muchas de esas cosas. B I L L B OA R D.CO M . A R

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St. Vincent “Lo mejor que daré es lo próximo que haga”

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La cantautora habla sobre su elaborado álbum MassEducation y sobre sus planes para 2019. LY N D S E Y H AV E N S

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st. vincent nunca está satisfecha. Ella dice que es porque siempre está creando de un modo u otro: en junio empezó a pasar música e hizo su primer set en septiembre; en octubre reimaginó su disco de 2017 Masseduction como un despojado álbum de piano llamado MassEducation; empezó a producir a otros artistas como parte de un programa que aún no tiene nombre; y afronta su debut como directora de cine, donde hará una versión femenina de El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde. “Lo mejor que daré es lo próximo que haga”, le dice a Billboard, justo un par de días antes de recibir dos nominaciones al Grammy por MassEducation (el director de arte del álbum, Willo Perron, también tuvo una nominación por Mejor Cubierta del Disco). Pero mientras anuncia más planes para 2019 –incluyendo una performance el 14 de febrero en el Lincoln Center, como parte de la serie American Songbook–, lo próximo y lo mejor que hará en materia musical tiene un final abierto. “Vos te das cuenta cuando lo sentís –afirma–. Cuando un fantasma camina por tu habitación o cuando cantás unas líneas que te hacen llorar. Es ahí cuando sabés que tenés algo especial”. 52 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

La artista también habla de sus canciones en MassEducation, los éxitos y las pérdidas del Auto-Tune, y por qué se toma un respiro de las redes sociales. “Slow Disco” ahora existe en tres formatos diferentes: el original en Masseduction, una versión dance llamada “Fast Slow Disco” y una versión despojada en MassEducation. ¿Por qué es tan importante para vos mostrar que tus canciones pueden tener varias vidas? - Sentí que esa canción no había agotado su historia en la única versión que existía [en Masseduction]. Y para mí, eso es fundamental en la composición. Decir “¿Puede esta canción quedar despojada y aun así ser poderosa?”. Pasé tanto tiempo trabajando en la composición de este álbum que quería vivir dentro de ellas, totalmente desnuda. Grabar de ese modo me hizo sentir más liberada. La grabamos en vivo en el transcurso de dos días y no hicimos demasiadas tomas. Ni siquiera hablamos de lo que íbamos a hacer o cómo íbamos a hacerlo, así que se nos escucha descubriendo las canciones en tiempo real. Lo que a veces pasa es que escribo partes de guitarra que son complicadas, y después vocalizaciones que pueden ser complicadas, así que mi cerebro hace un procesamiento complejo. Pero es una felicidad cantar. Solo tengo que vivir en las canciones y en el espacio, y tomarme mi tiempo para vivir en el silencio. Eso, para mí, es realmente liberador y gratificante, y me llega al alma.

Hace poco empezaste a pasar música. ¿Qué te enseñó sobre reinventar una canción? - Amo hacerlo, porque despierta mi voracidad por encontrar nuevas músicas, volver a las cosas que adoro y tratar de buscar conexiones entre las canciones. A veces, las conexiones son simples, como “Ok, los BPM [beats por minuto] y las vibraciones de esto están en la misma situación, puede haber una transición interesante”. Y a veces, lo que las canciones tienen en común puede ser hilarante en lo lírico. Tengo que testear mi genealogía e ir desde Herbie Hancock hasta A Tribe Called Quest y Kendrick [Lamar] u otra cosa, rastrear músicas de épocas totalmente distintas. Eso me encanta. Me lleva a descubrir música y escucharla de un modo que es placentero, disfrutable e inspirador. También empezaste a producir a otros artistas. ¿Qué es lo que más te sorprendió de ese proceso? - La producción quita el preciosismo de hacer música, y vos podés ver todo el bosque, porque no te enceguecen el miedo o tu propio ego –eso en lo que te escondés cuando hacés algo personal, como cantar o tocar la guitarra–. Puedo observar lo que algo pudo haber sido sin necesidad de interpretarlo. Eso está bueno. Me gusta el lado técnico de la cuestión, también, sentarme y tratar durante horas de encontrar los mejores sonidos; y buscar cosas distintas, y construir y tocar dentro del espacio. Otra cosa que aprendí es a nunca cruzarme de brazos. No dar nunca por sen-

tado qué clase de artista es alguien, no subestimar a nadie. Siempre escuchar y forzar los límites. ¿Qué tendencia musical te gustaría que desapareciera en 2019? - A veces creo que el Auto-Tune es muy evocador, otras veces no lo encuentro para nada estimulante. Pero todo está en las manos del artista. Creo que habrá menos beats de trap en 2019. Está bueno, no quiero que me malinterpretes, pero parece que ya alcanzó su saturación máxima. ¿A qué artista invitarías a cenar con tu familia? - Esto puede parecer fanfarrón, pero uno de los mayores halagos que recibí de un artista es “Muchas cosas son un sinsentido, pero vos no”. Fue el mejor elogio que tuve. Pero no voy a ser grosera y decir quién fue, así que… ¿A quién invitaría a cenar? ¿Es una de esas preguntas donde se supone que debo decir Jesús? Me gustaría invitar a Kerry James Marshall. Nunca lo conocí. Adoro la exposición que hizo el año pasado. Fue hermosa. ¿Cuál fue el mejor recital que viste este año? - Nine Inch Nails. ¿Cuál es la canción que no podés sacarte de la cabeza? - Actualmente, “Love It If We Made It”, de The 1975. Es ambiciosa y tiene mucho corazón. Realmente disfruté su nuevo álbum. ¿Cuál es la mejor ciudad que visitaste este año? - Lo pasé muy bien en Guadalaja-


ra; démosle a México algo de amor. Yo me encontraba de gira, nunca había estado antes. Eso fue en octubre. Mi cuñado trabaja de chef allí, así que vino, comimos tacos y probamos todo tipo de comidas. Estuvo bárbaro. ¿Cuál es la aplicación que más usaste este año? - La aplicación de podcasts. Cuando terminé las giras y terminé de responder preguntas sobre discos y demás, me tomé un respiro de las redes sociales. Ya no tengo Instagram o Twitter, o cualquiera de esas cosas en mi teléfono. Es maravilloso. Solía usarlas, pero el mundo no necesita mi granito de arena en el debate de cada día. Yo pensaba “Esto es una amargura. Es algo que tengo porque se supone que necesito hacer y me otorga exactamente cero placer”. No me hacen bien al alma esa clase de cosas. En este momento, ¿qué es lo más importante para vos? - Lo más importante para mí es mi familia, pero el arte es el lugar donde más paso mi tiempo. Estoy seguro de que ambos se entrecruzan. - Sí, totalmente. Mi corazón está en hacer lo que amo y en estar con la gente que amo. Durante la presentación de MassEducation, durante una conferencia de prensa te burlaste de algunos periodistas. ¿Cómo es idealmente para vos una entrevista? - Mi entrevista ideal sería aquella en donde no tengo que hablar de mí y consigo que los demás hablen de ellos. Pero me doy cuenta de que esa no es la estructura, ese no es el intercambio. Estuve tratando de reconocer el intercambio que tenemos entre los artistas y la prensa, y traté de pasarla bien. A alguna gente le gustó y estoy segura de que otros se sintieron incómodos. Es raro cuando pensás que una entrevista es una cosa y alguien tiene una experiencia completamente distinta, entonces decís “Oh, Dios, ¿tanta falta de tacto tengo? ¿No reconozco las caras que pone la gente? ¿Qué está pasando?”. Pero no tengo el control, y no se supone que lo deba tener. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Billie Eilish “Me gusta sentirme horrorizada” La adolescente norteamericana habla de su nuevo álbum, la fama y las películas de horror. P O R ST E V E BA LT I N

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billie eilish se está habituando a la fama. Tras un año que la convirtió en superfenómeno, aprendió rápido cómo manejarse, incluyendo el uso de cierta discreción sobre asuntos personales y profesionales. Pregúntenle a la estrella en ascenso, que acaba de cumplir 17 años, si sabe cuándo sale su debut para Darkroom/Interscope, y sonreirá antes de responder: “Sí lo sé, pero se supone que no debo decirlo…”. “Lo principal que quisimos conseguir con este álbum, y creo que lo hicimos bien, es salir por primera vez de gira el año pasado, y descubrí lo divertido que es tocar en vivo –Eilish le dice a Billboard después de tocar ante 18.000 fans en el Forum de Los Ángeles–. Me excito como loca en el escenario, y si el público no se excita, me siento defraudada. Necesito la energía para elevarme hasta el cielo. Así que para este álbum dijimos ‘Hagamos un disco que sea potente para tocar en vivo’. Quiero hacer una gira con este álbum”. Aparte de controlar a una multitud, Billie también aprendió secretos de la fama, lo bueno y lo malo. Para festejar su cumpleaños alquiló 54 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

una casa, y así podrá compartir su fiesta en paz con familiares y amigos. “Tuve que alquilarla porque no quiero celebrar en público. Creo que será bueno estar presente con mi gente, sin distraerme”, cuenta sobre la locación no revelada. Aunque se siente agradecida a sus celosos fans, admite que su subrepticio ascenso a la fama vino con imprevisibles resultados. Recuerda una vez que salió con una amiga y fue acosada por la gente. “Había estado tanto tiempo de gira, que cuando volví una amiga me dijo ‘Salgamos’ –cuenta–. Le respondí ‘Ok’. Fue literalmente uno de los momentos más aterradores de mi vida. Estaba con esta chica, no había nadie más. No había seguridad. Fue lo peor que me pasó. Estaba aterrada”. Normalmente, eso es algo que le gusta. Eilish dice que el terror le agrada. De hecho, las películas de horror forman buena parte de su visión artística. Billie habló con Bill­ board sobre su educación hogareña, su admiración por Skylar Grey y esa visión terrorífica. ¿Hay una artista a la que mires y digas “esa quiero ser”? - Quizás Rihanna, pero ella creció y se transformó en lo que es en un tiempo muy distinto al mío. No estaba Internet tan pegado a la cabeza. Era diferente. ¿De dónde creés que viene tu creatividad? - Tuve una educación casera, así

que explotaba con ideas y creatividad, porque tenía tiempo. Me la pasaba mirando películas en casa y realicé las más locas y elaboradas creaciones. Me acuerdo de haber armado un auto completamente de cartón. Recuerdo haber hecho una máquina de esas que tienen muñecos para extraer, y después puse todos mis animales disecados ahí dentro. Era hermosa. Tenía una pinza pequeña y estaba garantizado que si ponías una moneda de 25 centavos, ibas a conseguir un animal disecado. Los regalé todos. ¿Encontrás cosas en común entre lo que hacías y quien sos ahora? - Es raro, porque los últimos dos días estuve mirando películas en casa y veo cómo todo se conecta; recordé las cosas que me interesaban. A veces pienso “Ah, eso tiene sentido, por eso hago esto ahora”. Y la escenografía de los conciertos está hecha con mis ideas, los videos son tratamientos míos, excepto el de “Hostage”, que fue la cosa más genial. Lo trabajé con Stromae y dije “Ok, puedo hacer eso, soy buena”. Pero todo el merchandising está supervisado por mí, los videos, las imágenes, todo –el arte, las ropas, las fotos–. No me gusta usar efectos, lo cual es irritante, porque después la gente dice “Guau, parece tan real”. Y sí, claro que lo es. Tuve una tarántula gigante caminando por mi boca. La muy puta se despatarraba. Me quedó baba negra en los ojos.

¿Ves cómo se manifiesta eso en la música y tus composiciones? - Sí, solía escuchar ciertas canciones cuando tenía diez años, había una de Skylar Grey llamada “Final Warning”. Ella es fuego. Esa y “Wear Me Out”. Por Dios, esa canción. Cuando tenía 10 u 11 años, todo lo que quería era escribir canciones como esas. Ella era tan mala, tan cool, y pienso que ahora la gente dice eso de mí y como que exploto. “Bellyache” está totalmente influida por “Final Warning”. Un montón de cosas que escuchaba de chica influyeron subconscientemente en mucho de lo que hago ahora. Visualmente es otra cosa, porque cuando pienso en mí me identifico más como una artista visual. Las imágenes vienen primero. Me di cuenta de que Spirited Away fue una de las influencias más grandes e impactantes en mí, desde lo creativo. Spirited Away y esta película llamada The Babadook. Estaba obsesionada con The Babadook y esa cosa visual espeluznante. ¿Existe alguna película para la cual te hubiera gustado componer la banda sonora? - Vi como cinco veces Fruitvale Station. Me encanta todo en esa película. Así que sería Fruitvale Station o una película de horror. Me encantan las películas de horror, y si les quitás la música, no son tan escalofriantes.


¿Cuál es la película que más te asustó? - Si estoy mirando una película, no hay nada que me asuste. Me asusto más tarde. Me gusta estar asustada. Lo cual significa que me asusto un montón, porque disfruto ese sentimiento. Siempre me gustó estar lastimada y asustada, aterrorizada.

DAN DEGAN

¿Pensás que sentirte vulnerable y asustada te abre como artista? - Voy más allá. Me gusta ese sentimiento. Cuando esto estaba empezando, subconscientemente, yo trataba de sorprender a la gente porque eso es lo que recordás. Recordás más lo que te asusta que lo que te excita. Recuerdo una cosa que realmente me inspiró. Mi primer recital fue un show de The Neighborhood en The Shrine, y la intro de esta canción, que llaman "Ferrari”, es pura droga. Todos se pusieron blancos con ese sonido aterrorizante, y yo dije “Tengo que conseguir que la gente se ponga así”. No hubo nada como la anticipación y esa excitación, pero el miedo hace que todo sea más intrigante.

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Lo mejor de 2018

POR FACU N DO ARROYO

DUR ANTE ESTE AÑO, EL GÉNERO REACTIVÓ TODAS SUS POSIBILIDADES COMO MOVIMIENTO UNDERGROUND. VOLVIÓ TAPE RUBÍN, SU MÁ XIMO COMPOSITOR LUEGO DE NUEVE AÑOS DE SILENCIO. SUS ARTISTAS MÁS DISRUPTIVOS, COMO DIEGO SCHISSI Y AGUSTÍN GUERRERO, EXPANDIERON SU REPERTORIO; L AS ORQUESTAS COMO L A FERNÁNDEZ FIERRO PASARON POR EL ESTUDIO; Y ACHO ESTOL (L A CHICANA), UNO DE LOS GR ANDES POETAS DEL GÉNERO, COMPUSO SU QUINTO DISCO SOLISTA . 56 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9


#1. TANGUERA (MÚSICA DE MARIANO MORES)

#2. CAMBIANDO CORDAJE

#3. NUEVA MÚSICA ARGENTINA

#4. FOLKENSTEIN

#5. AHORA Y SIEMPRE

Diego Schissi Quinteto

Rubín-Lacruz-Heler-Nikitoff

Guerrero-Scalerandi

Acho Estol

Orquesta Típica Fernández Fierro

el quinteto del músico que está dando vuelta la historia del tango tiene su propia identidad. Por eso es viable, también, que construya un repertorio sobre la base de un gigante del género y se lo apropie. En este caso, la música de Mariano Mores renace entre la destreza, la rítmica y la vigorosidad del estilo de Schissi y su quinteto. Gracias al ojo gestor de Adrián Iaies y al contexto de La Usina del Arte, el grupo grabó en vivo las ideas que tenía sobre canciones como “Cristal” (con Lidia Borda), “Tanguera” o “En esta tarde gris” (con Nadia Larcher). Formado en el jazz y fanático de Luis Alberto Spinetta, Schissi continúa el plan desde su base de operaciones predilecta: el tango.

fueron nueve años de silencio discográfico para el creador del Cuarteto Almagro y guía referencial y compositiva del nuevo tango argentino del siglo XXI. La apertura del disco, que recibe su mismo nombre, es ya toda una tesis de las búsquedas que el compositor mezcla en tanto cultura y sociedad. Tape Rubín es un referente intelectual que, a través de la melodía y la letra, reflexiona sobre el cosmos, la tierra y las luchas de nuestras sociedades occidentales. Sucesor de Lujo total (2009), al mensaje de Cambiando cordaje hay que agarrarlo al vuelo porque nunca se sabe hasta cuándo el compositor se va a quedar en la ciudad.

más allá de las compleji­ dades que tiene seguirle los pasos al músico prodigio del nuevo tango, hay registros que sirven de base para pensar a Agustín Guerrero. El de este año es el que concluyó junto al guitarrista Juan Martín Scalerandi. Desde un foco ciudadano, y con el tango como lenguaje de partida, la música está centrada en la llanura pampeana. Es una perspectiva regional, con el tacto personal e identificándose en el sonido de su tierra. Así es que a la nueva música argentina le entran la vidala, el candombe, el malambo sureño, el vals, el tango, la milonga, el abrazo de Salgán y el guiño de la tradición.

estol, compositor de la­ Chicana, es un autor fundamental y pilar de la letrística del tango de estos tiempos. Su imaginario refiere a la urbanidad de una enorme ciudad, pero reflexiona sobre la amplitud de la pampa, la llanura. Desarrolla hace tiempo algo que denomina el gótico surero, un ambiente donde conviven tanto Nick Cave y Tom Waits como Gardel, Troilo y el Indio Solari. En esta quinta experiencia solista, donde estalla de canciones y ritmos e invita a los mejores intérpretes del canto (experiencia hermana de su disco Buenosaurios, de 2009), no solo extiende su estética como compositor, sino que amplía su mesa de herramientas.

#6. DEPREDAMOR

#7. FIERO

#8. EDUARDO ROVIRA: LA OTRA VANGUARDIA

#9. ESCENAS DE LA NADA MIRAR

#10. SIE7E

Siniestra

Quinteto Bataraz

Sónico

Noelia Sinkunas

Altertango

el gesto tanguero más disruptivo de este año es el que propuso Siniestra. Un reflejo es “Piso 47”, el segundo track del disco que se apoya en la base de un sintetizador disparado a través de las manos y la paciencia de Lito Castro. Así como la “6:25” de La Fierro, esta canción expresa el frenetismo actual de una ciudad capital. Depredamor es el cuarto disco del quinteto, un grupo que se caracteriza por el juego permanente entre lo eléctrico y lo acústico en sus propias composiciones.

si bien las ocho canciones que contiene el segundo disco del Quinteto Bataraz fueron grabadas en 2017, los tiempos y las ansiedades ciudadanas debieron esperar a 2018 para tener en mano el material editado en CD y vinilo. Este trabajo es el único que no parte desde el tango como casi toda la selección hecha por Bill­ board. Aun así, contiene el gen incorporado a lo que Lisandro Baum (líder musical de este asunto) entiende como música popular argentina. La canción “Batango” (de Baum y nominada a un Grammy Latino por su arreglo), por ejemplo, no deja dudas de esto.

lo que hace el quinteto belga fundado por el contrabajista argentino Ariel Eberstein es rescatar la obra de Eduardo Rovira y ubicarla en un lugar de privilegio. Este LP debut es simplemente un acto de justicia, llevado adelante con hombría, elegancia, destreza y buen gusto. Sónico no se enrosca en releer el tono de la obra de su homenajeado, se permite retomar algunas de sus composiciones claves y presentarlas casi por primera vez a un público que desconoce la existencia de un músico brillante en tiempos de Piazzolla.

la joven sinkunas (1988) tiene la presencia del sol después de varios días de tormenta. La pianista de Berisso se desenvuelve en varias formaciones del nuevo tango y hasta recorre las teclas de la nueva cumbia con epicentro en La Plata. Instrumental y profundo, Escenas de la nada mirar es un encuentro íntimo con la compositora y su piano y su debut como solista. Quizás sean un guiño el nombre de sus canciones; ahí están “Milonguea”, “La nueva vuelta” o “El errante”, pero lo cierto es que para escuchar a Noelia tenés que atravesar la lluvia del tiempo y después sentarte a mirar la nada.

la agrupación mendocina dejó de ser un quinteto con cantante para ser un cuarteto instrumental. Ante ese panorama, la primera decisión clave es la unión estética con algunos integrantes de 34 Puñaladas: un fundamental Edgardo González como productor y compositor, más Alejandro Guyot para sumar su voz de ultratumba ciudadana. Bajo el toque y el sonido que Altertango ha construido a través de los años, en el disco hay instrumentales y temas con cantantes invitados. Una constelación sonora que llega a su séptimo capítulo.

ahora y siempre llega para coronar los 17 años de esta orquesta emblema, una que partió los paradigmas más duros del género para fundar el nuevo tango argentino en el siglo XXI. El disco fue grabado y mezclado en los Estudios ION por Walter Chacón, masterizado por Mario Breuer y producido artísticamente por el director Yuri Venturín, también contrabajista y compositor. La Fierro es el reflejo del trabajador, ese al que le ahorca la corbata y que se quema con el café mientras corre para subirse al tren. Son nueve canciones donde predomina el característico marcato. Ese pulso zombi que maneja las intensidades de sus shows en el CAFF.

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COSQUÍN EN BUSCA DE SU DIVERSIDAD CON PROPUESTAS TRADICIONALES, OTRAS MASIVAS Y TAQUILLERAS, Y ARTISTAS EMERGENTES E INDEPENDIENTES, COSQUÍN OFRECERÁ UN PANORAMA DE LA MÚSICA POPULAR ARGENTINA DEL SIGLO XXI NO EXENTO DE DEBATES. UN REPASO DE LA GRILLA 2019, CON TESTIMONIOS DEL CHANGO SPASIUK, LA BRUJA SALGUERO, POPI SPATOCCO, JOSÉ LUIS AGUIRRE Y EL SECRETARIO DE PROGRAMACIÓN LUIS BARRERA. P O R PAT R I C I O F É M I N I S

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Billboard: “Mostraré lo retrospectivo de mi música y mi sonido de ahora. Y quiero pasar el video de cuando hace 30 años me presentó Juan Carlos Saravia, de Los Chalchaleros”. Luego continúa y amplía: “Posiblemente convoque al maestro Rafael Gíntoli y a un acordeonista muy joven. Yo condenso mi experiencia, mi búsqueda y lo que siento esencial de mí. Es como una comida que cocinás, y, cuanto más se reduce esa salsa, más se concentran los sabores”. Polémicas y debates Mercedes Sosa también es un puente a la música popular argentina del siglo XXI. “Cosquín nos encargó este homenaje de 50 minutos con 12 voces para abrir el festival. Con auspicio de la Fundación Mercedes Sosa, reuniremos a consagrados y emergentes que comparten la ideología de La Negra sobre la música popular”, dice Spatocco. ¿Qué retos vive esta 59a edición? Responde el secretario de programación Luis Barrera: “La situación económica apremia, pero lo sacamos adelante con imaginación: programamos a los artistas que participan de todos los festivales, pero con noches conceptuales, espectáculos compartidos e invitados. Acordamos las mejores condiciones y el mejor horario con todos. Cosquín siempre sabe continuar”. Desde que el 26 de noviembre anunció la programación, en las redes sociales se pudo leer: “Hay

pocas mujeres programadas” y “falta mayor igualdad de género en Cosquín”. ¿Qué piensa Barrera? “La polémica es tradicional en el festival, pero disminuyó en los cuatro años que lleva la actual comisión organizadora”. El secretario de programación enarbola otros auspicios. “Los Guaraníes celebrarán 25 años de trayectoria, Los Manseros Santiagueños sus 60 años y Los 4 de Córdoba, sus 50 con invitados: Piti Fernández de Las Pastillas del Abuelo, Guillermo Novelis de La Mosca, el Indio Lucio Rojas y Facundo Toro”, dice, en otra mirada ecléctica, pero dentro de la línea conservadora del folklore cordobés. Voces de apertura La Bruja Salguero cuenta cómo surgió el cruce con Eruca Sativa para la Octava Luna. “Queremos contribuir al diálogo de las músicas argentinas desde una estética superadora. Ya no deberían existir fronteras. Al rock y a los sonidos de raíz nos une una misma pasión, una fuerza y un pensamiento. De hecho, los cruces de rock y folklore se dan hace años, como Mercedes con Charly y Gieco, o Divididos con la obra de Atahualpa Yupanqui”. La riojana medita unos segundos. “Mi primera juntada con Eruca Sativa fue cuando Lula Bertoldi me invitó en agosto de 2018 al evento a beneficio ‘Así suena la lucha contra la trata’, en Palermo Groove. Va a ser muy fuerte vibrar con Eruca en Cosquín”. Y La Bruja amplía: “Es

GENTILEZA COSQUÍN

la noción de folklore no alcanza. Las creaciones y los sonidos de raíz están en movimiento constante en todo el país. Y esa misma transición –estética e ideológica– estará reflejada en Cosquín una vez más. Del 26 de enero al 3 de febrero de 2019, el 59º Festival Nacional de Folklore cordobés reunirá a las distintas visiones de la música popular argentina del siglo XXI. Así, las expresiones masivas, románticas y de moda del llamado folklore convivirán con las tendencias de vanguardia y las más sutiles de las músicas de raíz. En Cosquín 2019 coexistirán la taquilla y la búsqueda. La oda a los paisajes sin mensaje social, los ensambles renovadores y el canto de la tierra que habla de las realidades y los conflictos de hombres y mujeres de hoy. Desde ya, los artistas masivos del folklore (aun con toques pop) permitirán asentar boleterías. Estarán Abel Pintos (el 29 de enero), Soledad (el 26), Luciano Pereyra (el 27), Los Tekis (el 31), Los Manseros Santiagueños (el 30) y el Chaqueño Palavecino (el 3 de febrero), entre otros. Además llegarán convocantes

más selectos como Raly Barrionuevo, Dúo Coplanacu, Horacio Banegas, Los Carabajal, Orellana Lucca, y ascendentes como el cordobés José Luis Aguirre, La Charo o Milena Salamanca, entre otros. El 29, el virtuoso Nahuel Pennisi generará otra conmoción, y el 1º de febrero tocará por primera vez el cantautor chileno Nano Stern (la misma noche de Barrionuevo y de Pedro Aznar). Pero la música de raíz conectada al futuro girará ya desde la apertura de Cosquín, el 26, con el Homenaje a Mercedes Sosa “Traigo un pueblo en mi voz”, bajo dirección de Popi Spatocco. Estarán León Gieco, Peteco Carabajal, Liliana Herrero, Teresa Parodi, Víctor Heredia, Julia Zenko y Soledad, a la par de voces emergentes: Pennisi, el jujeño Bruno Arias, la riojana La Bruja Salguero y la catamarqueña Nadia Larcher. La Primera Luna tendrá otra joya: La Trova Rosarina. Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Jorge Fandermole, Rubén Goldín, Adrián Abonizio y Fabián Gallardo evocarán sin nostalgia –con dirección de Claudio Cardone– sus mejores obras, en una idea de música popular en líneas abiertas. En una visión afín, el 2 de febrero La Bruja Salguero –Premio Consagración 2017– invitará a Eruca Sativa, que tiene un lazo en la raíz folklórica de Córdoba. En esa misma Octava Luna, el Chango Spasiuk festejará –con su grupo– los 30 años de su consagración en Cosquín. Spasiuk le dice a


La Bruja Salguero.

Abel Pintos.

importante que haya más mujeres en los festivales del folklore y del rock. Nosotras poseemos una fuerza ancestral, una tripa guerrera tremenda, y quienes no nos toman en cuenta se la pierden. Ojalá que más productores se contagien”. El sustancial cantautor José Luis Aguirre tocará en la Octava Luna (el 2 de febrero) y resuena hace años como uno de los candidatos para el Premio Consagración. El cordobés de Traslasierra le dice a Billboard: “Si alguna vez me toca ser Consagración, estaré agradecido, porque me siento parte de una generación con una manera de mirar la música popular argentina”. Respecto de la grilla del Cosquín y las polémicas, Aguirre confía. “Soy partidario de que se escuchen todas las expresiones. A los músicos independientes nos cuesta un poco más, pero así como en 2019 no estarán algunas voces, tocará gente como Flor Castro y Josho González, de La Rioja, o Presenta Trío, de Córdoba. Todo va mutando. Ojalá que se cuide esa diversidad: que los artistas emergentes siempre tengan su lugar en Cosquín”. B I L L B OA R D.CO M . A R

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LOUTA fotografiado por Matías Casal.

CADA VEZ MÁS CERCA EN 2018, VARIAS PROPUESTAS ASOCIADAS A ARTISTAS JÓVENES DIERON UN SALTO GR ANDE. TANTO EN CALIDAD DE TR ABA JOS COMO EN NIVEL DE CONVOCATORIA , ESTOS PROYECTOS EMERGENTES LOGR ARON UN CIERTO RECONOCIMIENTO MEDIÁTICO Y POPUL AR HASTA HACE POCO IMPENSADO. A CONTINUACIÓN, DIEZ L ANZAMIENTOS QUE FUNCIONARON COMO CROSSOVERS ENTRE L A ESCENA INDIE Y L A PL ANA MAYOR DE L A INDUSTRIA . PO R JUAN MAN U EL PAI RON E

NATHY PELUSO

La sandunguera EP Nathy Peluso llegó para sacudir las bases del pop latinoamericano. Con una impronta que mezcla música, teatro y divismo al natural, la argentina radicada en España logró dar forma a un híbrido único en su especie, y La sandunguera es la obra que lo certifica. Con su voz, sus gestos y sus intenciones, Peluso da 60 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

vida a las canciones, que tienen un poco de hip hop, otro poco de salsa, algo de soul y mucho, pero mucho ritmo. No hay pose en un personaje que se presenta vulnerable de entrada, y es capaz de bailar hasta que se acabe el mundo. Su gira argentina de noviembre confirmó el fenómeno de reproducciones y views: Peluso agotó tres shows en Buenos Aires (Niceto, Groove y Konex en 15 días), lideró el festival La Nueva Generación en Córdoba y también se presentó a sala llena en La Plata, Mendoza y Rosario.

JUAN INGARAMO Best Seller

El cordobés terminó de postularse como candidato a Gran Solista Nacional del futuro cercano. Best Seller es un disco de quiebre en todo sentido. Desde el sonido, propone un acercamiento al universo latino que refresca la obra de un compositor que no deja de nutrir su oficio. Desde lo

conceptual, el salto de nivel es todavía más sorprendente, porque la referencia es Músico, un álbum por demás significativo para el crecimiento de Ingaramo como artista y showman. Hoy, el deseo, la ambición y la búsqueda se manifiestan en un trabajo que sienta las bases de un nuevo pop argentino con impronta continental. “Lengua universal”, “Fobia”, “Lo de adentro”, “Ladran” o “Quererme”: cualquiera de ellas podría ser, tranquilamente, la canción del año.


BANDALOS CHINOS BACH

“Vámonos de viaje” suena una vez más en algún parlante y de repente todo está bien. Ese es el efecto inmediato que genera esta especie de primer álbum definitivo de Bandalos Chinos. Luego de un disco olvidado y dos EP que los catapultaron a la crema del pop emergente, el sexteto de zona norte fue más allá en términos de inversión y de búsqueda sonora. Junto a Adan Jodorowsky y en los estudios Sonic Ranch, en Texas, el grupo dio vida a un cancionero maduro, ecléctico y finamente ambientado. La voz de Goyo Degano suena por primera vez al frente, calmada, consciente de su potencia para decir melódicamente. Gracias a eso, canciones como “Demasiado”, “Tu órbita” o “Tema de Susana” tienen el brillo de los clásicos atemporales. Con un repertorio cada vez más contundente y festivo, la banda se lanza a la conquista del continente.

MARILINA BERTOLDI Prender un fuego

No es extraño ver a Marilina Bertoldi enojada. En un escenario, en una nota, en alguna de sus canciones. Es parte del funcionamiento de una de las artistas más imponentes de la música joven argentina. Su personalidad arrolladora y su discurso siempre al frente se nutren de esa energía tensionante. Sin embargo, Prender un fuego es una lectura en tiempo real que tiene poco de impulsiva. Más apegada al ritmo como recurso compositivo, Bertoldi baja un cambio en materia de distorsión y riega sus canciones con nuevas capas de información. La guitarra se corre a un segundo plano y la voz gana en expresión y liderazgo. La santafesina se corre de su zona de confort y amplía su horizonte creativo sin miedos. “Necesitamos ser incluidas en los espacios ‘normales’, lugares donde no tiene que ser una excepción el hecho de que haya una mujer”, le dijo a Billboard AR este año.

EL KUELGUE

Fierrín (Lado A) En agosto, El Kuelgue llegó por primera vez al Estadio Obras. La excusa formal fue la presentación de Fierrín (Lado A), pero el motivo central fue la celebración entre músicos y seguidores por un crecimiento sostenido que parece no tener techo. Con la irreverencia y el humor siempre como toque de distinción, el grupo se ha convertido en un referente de la nueva música argentina a fuerza de postales cotidianas siempre ocurrentes y música que transmite alegría y ganas de bailar. Sin embargo, la primera parte de Fierrín también es una apuesta por un sonido cada vez más logrado. En menos de 17 minutos, la banda actualiza su repertorio con un cóctel de ritmos y paisajes rioplatenses, que destaca el magnetismo de Julián Kartún como cantante y una banda que parece tocar de memoria entre armonías souleras y mucho color latino.

LOUTA

Enchastre Último momento. LOUTA derritió todo en dos Vorterix repletos como marco oficial de la presentación de Enchastre. Suena lógico ese contexto para un proyecto que está destinado a multiplicarse en ambición y retroalimentación con el público. De algún modo, el segundo disco del ente creado por Jaime James es un paso todavía más contundente hacia un futuro LOUTA de estadios, o cuanto menos de arenas, domos y teatros más grandes. Enchastre es un disco que resume mucho de lo que sucede en el pop actual y también dialoga con una escena nacional en clara ebullición (las apariciones de Marilina Bertoldi y Zoe Gotusso son significativas). Desde el sonido y el abanico de estilos tiene todo para ser la banda sonora de una generación. Viniendo de LOUTA, pareciera ser solo el comienzo.

SALVAPANTALLAS

PERRAS ON THE BEACH

SMS

Flow de Cuyo

El dúo de impronta instagrammer jugó fuerte por su propio repertorio. Apostó a un primer álbum de siete canciones propias como vuelta de página de una breve pero intensa trayectoria, que comenzó al calor de las versiones y en YouTube. Con la producción de Juan Ingaramo, SMS confirma el perfil fresco y relajado de Zoe Gotusso y Santiago Celli, y entrega clásicos instantáneos como “R.I.P.”, con aires noventeros, o la encantadora “Me conecto”. Allí, a la galería de personajes públicos que elogiaron al proyecto se suma Jorge Drexler, que le añade otra capa de sentido al nombre del dúo y colabora con ellos en uno de los grandes momentos del álbum. En noviembre, la presentación de SMS ante un Vorterix lleno asentó el romance entre los cordobeses y un público cada vez más amplio.

Hacía falta que Perras On The Beach hiciera un disco a su medida. Luego del alojamiento de los miembros de Usted Señálemelo, el proyecto de Simón Saeig y Bruno Beguerie debía mostrar sus cartas con la renovación de plantel y la llegada de Ignacio Laspada, Fabricio Foresto y Rodrigo Martínez. Con participación de Juan Saieg y Gabriel Orozco en varias canciones, y con la mano de Lucca Beguerie Petrich desde la grabación y la mezcla, Flow de Cuyo es una declaración de principios de un grupo de amigos que se nutre mutuamente y combate la oscuridad con música desprejuiciada. El rock argentino, el hip hop y la psicodelia australiana se funden en un disco plagado de iluminados momentos instrumentales, frases históricas y sentir generacional.

LO’ PIBITOS

FRANCISCA Y LES EXPLORADORES

La tradición negra ha dejado su marca a fuego en las últimas dos generaciones de músicos argentinos ligados al pop. En ese sentido, Lo’ Pibitos es una punta de lanza para otros artistas vinculados al funk, al soul y otros géneros afines. En Espiral lo certifica con un par de colaboraciones a tono y hits en potencia como “Nada que ver” (junto a De la Rivera), la más lenta “Pasan” (con Ale Sergi) y la intempestiva “Anda corriendo el rumor” (donde se suma Emme), que tiene el espíritu disco de Earth, Wind & Fire. El lenguaje del hip hop sigue presente, pero pierde protagonismo frente a una banda que se anima a jugar cada vez más en diferentes terrenos. Hoy, Lo’ Pibitos está cada vez más cerca de convertirse en una big band funkera sin dejar de lado la picardía inconfundible de Villa Crespo y su amor por los cien barrios porteños.

En 2018, Franco Saglietti se dio el lujo de compartir un track y un Gran Rex con Fito Páez y terminó el año produciendo un disco en los estudios Abbey Road. Ese es, de algún modo, el ritmo natural de un proyecto defendido en cuerpo y alma por su líder. Saglietti no para de potenciar esa virtud –que parece azarosa, pero es fruto de la constancia– y sigue cosechando canciones en diferentes planes. Hermafrodita es un llamado de atención para toda la región y destaca el sonido diseñado por la banda que acompaña a Fran desde hace tiempo. Canciones como “Plaza Italia”, “Villa Urquiza” (con una gloriosa aparición de Páez), “Cuentagotas” o “El invierno” demuestran también que Saglietti es uno de los grandes compositores de su generación. Hermafrodita es, entonces, un disco amable, de puertas abiertas: solo es cuestión de animarse y entrar.

En espiral

Hermafrodita

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El bautismo de Bob Dylan El 17 de noviembre de 1978, durante un concierto en San Diego, un fan arrojó una cruz de plata al escenario. Dylan la recogió y sintió un escalofrío. Ese evento abrió una represa: era el inesperado comienzo de su “trilogía cristiana”.

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leonard cohen caminaba en círculos por su casa y se retorcía las manos. La música que salía de su tocadiscos llenaba el aire de preguntas. “¡No lo entiendo! –gritaba–. Es que no puedo entenderlo. ¿Por qué buscar a Jesús a estas alturas?”. El canadiense escuchaba que Bob Dylan, su reflejo en el hondo lago de los trovadores, cantaba los primeros versos de “Gotta Serve Somebody”. La canción, paradójicamente, estaba más cerca que nunca de su propia música: una producción cromada, coros femeninos y el aliento de un Dios poderoso y cambiante esparcido sobre todas las cosas. Eventualmente, Leonard Cohen se postró ante Slow Train Coming: “Pensaba que aquellas eran unas de las canciones góspel más hermosas que jamás se habían oído”. 62 B I L L B O A R D A R | E N E R O , 2 0 1 9

POR MARTÍN E. GRAZIANO

Otra paradoja. Las epifanías son trascendentales, pero también intransferibles. El 17 de noviembre de 1978, mientras ofrecía un concierto en San Diego, un asistente del público lanzó una pequeña cruz de plata al escenario. Bob Dylan se inclinó a agarrarla y sintió un escalofrío. La escena llegó a su clímax unos días después, cuando se encerró en la habitación de un hotel de Tucson. “Jesús se apareció ante mí como rey de reyes y señor de señores –dijo–. Había una presencia en la habitación que no podía ser nadie salvo Jesús... Puso su mano sobre mí. Fue algo físico. Lo sentí. Sentí todo mi cuerpo temblar. La gloria del Señor me tiró al suelo y me recogió”. Desestabilizado por su divorcio y el terremoto del punk, el estreno de Renaldo and Clara (la película surrealista que dirigió y protagonizó) y las críticas sobre Street Legal, Dylan venía caminando sobre aguas tempestuosas. La cruz parecía una pista. La punta de un ovillo. En enero de 1979, la actriz negra Mary Alice Artes, que además de vecina era su nueva novia, se acercó a la iglesia evangélica y neopentecostal Vineyard Fellow­ ship. No era la primera artista que tocaba la puerta. Por esos encuentros, celebrados en las casas de los pastores o locales alquilados, ya habían pasado algunos Eagles e incluso tres miembros de la propia

banda de Bob. Artes se paró ante Ken Gulliksen, el pastor luterano que había fundado la iglesia, y fue directo al grano. Quería consagrar su vida a Jesús. Su novio, agregó, atravesaba una crisis espiritual. Poco después, los pastores Larry Myers y Paul Esmond visitaron a Dylan, quien, ese mismo día, “rezó y recibió al Señor”. Dylan, descubrieron en la iglesia, no se tomaba nada a la ligera. Durante los siguientes tres meses, asistió cinco veces por semana a los cursos de lectura bíblica y coronó la transformación con su bautismo. Luego miró a los ojos de su novia y escribió unos versos. “Ángel preciado bajo el sol, / ¿cómo iba a saber que tú serías / quien revelaría mi ceguera y mi perdición, / cuán frágiles eran los cimientos que me sostenían? / Ahora hay una guerra espiritual, / la carne y la sangre se pudren, / o tienes fe o no la tienes, / y no hay terreno neutral”. No era extraño. Para Bob Dylan todo era una canción. Incluso el Apocalipsis. Claro que no era la primera vez que utilizaba la Biblia como combustible (revisar, por ejemplo, el material de John Wesley Harding), pero sí era la primera vez que escribía con un propósito devocional. Aun cuando el objeto de su devoción fuera un ánfora donde cabía el Dios de los cristianos o una chica. A medio camino entre

la imaginería de la generación beat y las Tablas de la Ley, la imagen de ese Tren Lento encabezaba una tanda de canciones que –como no definían ese sujeto– oscilaban entre el soul o el mero góspel. Dylan, que no daba puntada sin hilo, se metió en el Muscle Schoals Studio con un productor célebre por su trabajo con artistas como Aretha Franklin o Ray Charles. Jerry Wexler, a su vez, trajo de la mano a Mark Knopfler. Las cartas estaban sobre la mesa. El disco se publicó el 18 de agosto de 1979 y, contra todos los pronósticos, fue una suerte de hit. Trepó al puesto N° 2 en los charts de Inglaterra, alcanzó ventas de platino en los Estados Unidos y le valió a Dylan su primer Grammy como cantante masculino. Durante la gira de presentación, sin embargo, se comportó menos como una estrella del pop que como un pastor. “Jesús me dio unos golpes en el hombro y me dijo: ‘Bob, ¿por qué te resistes a mí?’ –soltó durante un concierto en Syracuse–. Yo dije: ‘No me estoy resistiendo’. Entonces me preguntó: ‘¿Vas a seguirme?’. Yo respondí ‘Bueno, no lo había pensado’”. Para febrero del año siguiente, Dylan tenía una nueva tanda de composiciones donde, según el dylanólogo Paul Williams, aquel “Dios de la justicia vengadora” giraba hacia “un Dios de la restitución y el amor”. Reunió al mismo


equipo en el mismo estudio y, en solo tres días, registró las nueve canciones de Saved. La tapa era una pintura ligeramente kitsch de Tony Wright donde la mano de Jesús condescendía a tocar la mano de sus creyentes. Aunque tenía grandes momentos (“Pressing On” y la apertura con “A Satisfied Mind”), el disco no llegó a estrechar las manos del público. La crítica se abalanzó sobre su radicalización barroca y el ranking de Billboard arrojó la peor posición de un disco de Dylan en casi dos décadas. El fin de año no trajo mejores noticias. El 8 de diciembre se produjo el asesinato de John Lennon, y Dylan, que ya había sido víctima de algunos fans obsesionados, comenzó a entrar en pánico. Su comportamiento, que siempre había oscilado entre la extravagancia y la mera misantropía, alcanzó cotas más altas de paranoia. Chuck Plot­ kin, el productor del tercer disco de la trilogía cristiana, lo sufrió en carne propia. Después de cinco sesiones en sus estudios, Plotkin le presentó una versión que Dylan rechazó porque su sonido pulido le remitía a los Doobie Brothers. Volvieron a grabar, removieron canciones, mezclaron todo de vuelta. Dylan devolvía casetes de saque y volea. Eventualmente llegaron a un acuerdo y Shot of Love salió a las calles en agosto de 1981. “¿Te puedes sentar con él, charlar sobre el partido de fútbol y tomarte una cerveza y ver juntos el partido? Claro –decía Plotkin–. ¿Le importan un rábano muchas de las cosas que a los demás también parecen importarle un rábano? A veces, depende de cómo se mire, hasta cierto punto. ¿Es un tipo corriente? No. ¿Por qué quieres que lo sea?”. A diferencia de muchos de sus colegas, Dylan tenía algo claro. No quería ingresar dócilmente en la meseta de los clásicos adocenados. No quería adult oriented rock. Quería seguir en la discusión. De modo que recibió a regañadientes su inducción al Salón de la Fama del Rock & Roll y, cuando ya nadie lo esperaba, reapareció con un saco arremangado en el prime time de MTV. Con la Biblia en el cajón de la mesa de luz: exactamente en el medio de los 80. B I L L B OA R D.CO M . A R

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La posibilidad de manipular sonidos con máquinas fue uno de los grandes aportes de la tecnología a la música, y, como bien anticipó Peter Gabriel, estos tuvieron una enorme influencia en el desarrollo de nuestra cultura. P O R PAT R I C I O C E R M I N A RO

ruido: solo eso se necesita. la bocina de un auto, el ladrido de un perro o el tronar de un relámpago: ruido, cualquiera, solo eso se necesita. La aparición del sampler significó una de las evoluciones más importantes de la música moderna. Y en la revolución de posibilidades que la tecnología dio, una máxima: si hace ruido, se puede samplear. Fue en 1979: el primer sampler propiamente dicho salió al mercado hace 40 años. El Fairlight CMI I tenía un teclado de 73 notas y aparentaba ser un sintetizador normal. Sin embargo, eran años de ciencia que parecía ficción: un enorme monitor táctil –manejado con un lápiz óptico– funcionaba como central de operaciones. De hecho, tan avanzado era el sistema que, por primera vez, el sonido se transformó en imagen: fue la primera máquina en revelar representaciones gráficas de formas de onda. Enterrado entre su exagerada cantidad de innovaciones, el aparato creado y diseñado en Australia por la empresa Fairlight permitía grabar un sonido y manipularlo a gusto y placer. “El sampleo digital es un tipo de síntesis computacional en la que el sonido se transforma en datos, que luego se vuelven instrucciones comprimidas para reconstruir ese sonido original”, explica el autor Mark Katz en su libro Capturing Sound –

How Technology Has Changed Music. El audio se reduce a su mínima expresión: ceros y unos. Y a partir de ahí, la lógica es la de un rompecabezas que se desarma en mil pedazos para volver a reunirse más tarde. Entonces, la novedad: “El sonido, una vez procesado en datos, puede manipularse de varias maneras hasta los detalles más pequeños. El tempo y el tono se pueden aumentar o disminuir en cualquier sentido, y los dos se pueden manipular de forma independiente”. Pero como siempre, las tecnologías nacientes son para los pocos que pueden comprarlas. Y, su éxito, para los menos que pueden aprovecharlas. Un dato incomprobable indica que fue Peter Gabriel el primero en tener el Fairlight CMI I, al menos en Gran Bretaña. Tal vez no fue el primero, pero que lo tuvo, lo tuvo: en una entrevista para la TV francesa, el exlíder de Génesis invita al equipo periodístico en cuestión a convertirse en músicos. Que destruyan una televisión, que golpeen paredes: mientras, él los graba. Entre risas y sorpresa, la magia. No, la tecnología: esos ruidos caprichosos y sin sentido se transforman en algo improbable. Música. “Esto va a abrir el juego totalmente, todo aquel que quiera hacer música podrá trabajar con un rango de sonidos enorme. Creo que es algo muy emocionante”, comentaba Gabriel en esa misma emisión y concluía, profético: “Estoy seguro de que este tipo de instrumentos van a tener una tremenda influencia en nuestra cultura”. Y así fue. Como toda innovación tecnológica, no solo necesitó un tiempo de adaptación, sino un considerable abaratamiento: el equipo en cuestión

llegó a costar hasta 60.000 libras. En 1981, el Emulator de E-Mu Systems se incorporó al mercado e hizo explotar la demanda: funcionaba con un sistema y posibilidades similares a las de su competencia, por un precio mucho más accesible. La relación con los músicos, el contacto con la búsqueda y la imaginación hicieron crecer la disciplina. Y algo que había sido creado casi como un detalle simpático –la posibilidad de grabar y manipular un sonido ajeno a un instrumento tradicional– se volvió norma y estética de la música por venir. El sampler se transformó en una máquina de citar. Es cierto, la historia de la música siempre referenció a tiempos pasados o exitosas canciones de antaño. “Consideremos la tradición musical occidental –sugiere Mark Katz–: cantos medievales incorporados libremente y patrones melódicos adaptados de cantos anteriores: docenas de misas del Renacimiento se basaron en la melodía de la canción secular ‘L’homme armé’”. Y continúa: “Siglos después, una moda similar se desató cuando compositores como Berlioz, Liszt, Rachmaninoff, Saint-Saëns e Ysaÿe samplearon el canto ‘Día de la ira’ –una conocida canción datada en el siglo XIII–”. Sin embargo, nunca en la historia del sonido los músicos habían tenido tantas posibilidades para citar el pasado. Y eso se volvió una tentación demasiado grande. Rápidamente, samplear pasó de recurso a modalidad de trabajo, sobre todo para el hip hop, la música electrónica y el pop. Dr Dre, Beastie Boys, Madonna, The Notorious B.I.G., Michael Jackson: todos –cualquier músico que venga a la mente– samplearon y fueron

sampleados. Según explica el teórico Simon Reynolds en su libro Después del rock, esa obsesión por el sampler deriva de una vocación del rock como tal: “Desde muy temprano en la historia de la música las bandas de rock usaron la tecnología de estudio para corregir errores y sobregrabar algunas partes de instrumentos agregados, aunque más no fuera para hacer que los discos sonaran tan densamente vibrantes como la banda en vivo”, introduce, y continúa: “El hip hop y el techno representan la apoteosis del interés del rock por el sonido en sí mismo y el espacio virtual”. Y en esa obsesión de alcanzar el estado definitivo de la música como tal, el sampler no fue solo un paso más, sino, tal vez, uno de los más importantes: logró que la música alterara el tiempo. O al menos así lo entiende Reynolds: “Si la fonografía del rock usa múltiples tomas y sobregrabaciones para crear un cuasi evento, algo que nunca ‘ocurrió’, lo que se escucha en un disco generalmente suena tan plausible como un acontecimiento en tiempo real. La sampladelia va más allá: dispone fragmentos musicales de diferentes épocas, géneros y lugares en capas, y los usa para crear un pseudoevento que altera el tiempo; algo que nunca podría haber ocurrido. Diferentes espacios acústicos y ‘auras’ son forzados a una adyacencia siniestra. Se lo podría llamar ‘magia’, es una suerte de viaje en el tiempo, una sesión de espiritismo, una teleconferencia entre fantasmas que tiene lugar en la máquina de samplear”. Siendo así, tal vez sea bueno revisar lo dicho: la ciencia sigue siendo ficción. Y la música, todavía más. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Tu tiempo llegó Desde su génesis, Led Zeppelin eligió el blues como factor común, sin descuidar la incorporación de sonidos laterales que definirían una nueva forma de entender el rock and roll en los 70: folk inglés, arreglos arábigos y gestos barrocos. P O R S E B A S T I Á N C H AV E S

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así como, según la renga, 2 + 2 = 3; y según Radiohead, 2 + 2 = 5, no caben dudas de que, en términos de Led Zeppelin, dos más dos siempre, pero siempre, dio cuatro. Cuatro músicos abocados cada uno a una tarea única y distinta a la de los otros; cuatro ingredientes musicales clave en su estética (el blues, el folk, la psicodelia y el soul); ocho discos de estudio claramente divisibles en dos tetralogías; y la certeza de que entre 1969 y 1980 fueron la banda más grande de un género de cuatro letras: el rock (con y sin el roll). Y Led Zeppelin, el disco debut del grupo, es la muestra de que cada uno de esos elementos ya estaban presentes y eran parte constitutiva de su sonido desde el minuto cero. “Solo hace falta escuchar los primeros dos segundos de la primera canción de su primer disco para entender perfectamente qué quería hacer Led Zeppelin –escribió Jon Dolan en una reseña retrospectiva editada en el bookazine de Rolling Stone–. O, mejor dicho, qué querían hacerte a vos”. Así de contundente y de entu-cara es el comienzo de “Good Times Bad Times”. Una célula rítmica de dos notas que impactan como una mole contra el parlante y desatan la furia pulsional de Jimmy Page y Robert Plant. Después de un cierre con un fade-out inexplicable, “Babe I’m Gonna Leave You” es el opuesto perfecto: la prefiguración de la power ballad con un arpegio

dulce y un estribillo desgarrador. En más de seis minutos, el cuarteto edifica una balada tierna de arquitectura monumental. Los integrantes de Led Zeppelin apenas se conocían cuando entraron a grabar las nueve canciones que componen su álbum homónimo. Sin embargo, no les llevó más de 30 horas dar con el resultado final. Si la estructura política de un grupo de rock se construye a partir de la diversidad de sus individualidades (al contrario de, por ejemplo, la de una orquesta, donde se define por la unicidad de sus individuos), el cuarteto londinense cumplía ese precepto al pie de la letra, como solo The Who lo había hecho hasta entonces. Un cantante (Robert Plant), un guitarrista (Jimmy Page), un baterista (John Bonham) y un bajista (John Paul Jones) puestos a tocar de la manera más fuerte y expansiva que sea posible. Porque para ellos siempre fue una cuestión de volumen, en tanto cantidad de decibeles, pero también en cuanto al espacio: Led Zeppelin suena voluminoso. La virilidad del sonido es tal que el teórico Simon Firth llamó al estilo “cock-rock” (algo así como “rock fálico”) y lo definió como “una expresión magistral, explícita y cruda de sexualidad (...). La música es fuerte, rítmicamente insistente, construida alrededor de técnicas de excitación y liberación. Las letras son asertivas y arrogantes, pero las palabras son menos significativas que las formas vocales involucradas, los chillidos agudos y los gritos”. “Dazed and Confused” (que más adelante tuvo que incluir en los créditos que había sido inspirada por el cantautor Jack Holmes) con sus

alaridos orgásmicos y “Communication Breakdown” con sus staccatos punzantes y el solo de guitarra lacerante son las pruebas irrefutables de la idea de Firth manifestada en Led Zeppelin. Si parte del ADN de Led Zeppelin es el blues, en su ópera prima queda bien en claro con “You Shook Me” y “I Can’t Quit You Baby”, dos composiciones de Willie Dixon. Respetando todo el ethos blusero (la rítmica en 12/8, los turn arounds, los punteos extendidos y el clima de lamento amoroso), el grupo le añade nada más (y nada menos) que toda su voracidad amplificada. “Para Led Zeppelin, la electrificación y decoloración étnica del blues siempre debe ser épica, descomunal e intimidatoria”, definió Pablo Schanton para Clarín en 2003 a propósito de la salida del triple en vivo How the West Was Won. Mucho antes de las incursiones épicas (“The Inmigrant Song”) y el ocultismo místico (“Black Dog”), Zeppelin fue una banda de ingleses blancos que veían a Muddy Waters como faro. Jimmy Page ya contaba con cierto reconocimiento por haber tocado en los Yardbirds (pudo haber contado para este proyecto con Keith Moon y Jeff Beck, pero decidió ir por sangre nueva), John Paul Jones se había establecido como músico de sesión y Bonham y Plant eran desconocidos que habían formado parte de Band of Joy, de nula trascendencia. En total control de la situación, el guitarrista definió el repertorio, produjo este y los discos siguientes, y formó la identidad del grupo a su antojo. Sus compañeros irían ganando protagonismo en la toma de decisiones con el correr de

los años y a medida que Zeppelin, sus canciones y sus ambiciones se volvieran cada vez más grandes. Con un teclado de aires barrocos, “Your Time Is Gonna Come” deja entrever cómo el northern soul de la época había hecho mella en las inflexiones vocales de Plant, que en su registro medio reafirma la atmósfera de mañanas campestres del tema. Detrás, Bonham, esa bestia capaz de golpear su batería como si la estuviese pisando un luchador de sumo, prueba toda su ductilidad con una base delicada. En el final, un pequeño detalle de producción: el tema se extiende tanto que se cuela en el inicio de “Black Mountain Side”, un instrumental (el primero de una larga saga del grupo) repleto de guitarras acústicas de inspiración arábiga y ejecución folk, reversión de un tema de Bert Jansch. El disco cierra con todo el arsenal zeppeliniano al servicio de “How Many More Times”. John Paul Jones ensaya un groove protojazzero, Page entromete su guitarra como un relámpago y Plant se va cargando de tantos agudos como su garganta le permite. Y eso es más de lo que puede cualquier otra garganta. Ocho minutos de rock and roll construido por adición hasta terminar en ebullición eléctrica. En 1975, William Burroughs entrevistó a Jimmy Page para la revista Crawdaddy. En la introducción, escribió que Led Zeppelin “no inventó el heavy metal, lo convirtió en una forma de arte”. Desde 1969 hasta 1980, eso fue Led Zeppelin, la forma de arte más desbocada y voraz de la cultura rock. Y Led Zeppelin, el disco, la prefiguración de su grandilocuencia. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Hiperespacio

Aziz Asse

Desde Almafuerte, provincia de Córdoba, el grupo electropop irrumpe con un disco de canciones acaloradas y estimulantes, perfectas para el costado más sensual de la pista de baile. Entre Daft Punk y la escena emergente cordobesa, un proyecto con ambición desde el minuto cero.

Como en una especie de radio que atraviesa distintos paisajes musicales, Dial es un disco que apela a la diversidad como matriz. El segundo trabajo de Aziz Asse recorre una paleta amplia y llena de excentricidad, y funciona como un quiebre en su evolución como artista sonoro.

ahí está la chica rubia de rulos y piel morena, voz “pechadora” y carisma arrollador. Se llama Anastasia Amarante y, además de nombre de estrella de la bossa nova, cuenta con un reluciente paso por el programa televisivo La Voz Argentina. Sin embargo, para hablar de Hiperespacio, ese es apenas un hecho anecdótico. Un detalle que imprime color a un currículum que recién empieza a completarse (2018 fue el año del debut para el quinteto). Y que felizmente queda de lado frente al impacto generado por Almafuerte. En el álbum debut del grupo, Amarante es una pieza fundamental para el espíritu y la empatía que transmiten las canciones, pero sus cuatro compañeros no son simples piezas de decorado: completan una delantera digna de ser recitada de memoria, en un trabajo de ensamble delicado y esbelto. Esa química grupal es la base del proyecto nacido casi al centro de la provincia de Córdoba, entre el Valle de Calamuchita y la llanura pampeana. Allí, los hermanos Emiliano y Gastón Federici (ambos guitarristas) empezaron a dialogar musicalmente junto al bajista Tomás Montanaro, en paralelo a su formación como técnicos de sonido. Por esa vía llegó Cruz Ataide, DJ cordobés que impulsó una redefinición estética y la incorporación definitiva de una cantante, que terminaría siendo Amarante. Sin embargo, el pueblo a orillas del dique Piedras Moras siguió funcionando como base de operaciones artístico-emocional. “Los momentos en los que más conectamos, entre nosotros y con la música, se dan ahí”, ilustra Ataide sobre el lugar que nombra al disco, una suerte de refugio creativo donde se cocinó a fuego lento el envión inicial de la banda. Trabajado en una escuela-estudio que tienen los Federici allí, Almafuerte es producto de un nivel importante de perfeccionismo. Eso transmite el proyecto en otras facetas (por ejemplo, sus videoclips), pero es en la música donde cobra más relevancia. “Entretiempo” (con Zoe Gotusso), “En el fuego” (con Nahuel Barbero, de Hipnótica, también coach vocal del disco) o “Nada es real” dibujan beats amables (de menos de 120 bpm) que se deslizan como seda en el continuo temporal. Ahí también está la huella del dúo Valdes, y la etiqueta de “house cordobés” (repetida por el cantante en sus shows en vivo) parece cobrar aún más sentido, mientras un halo de Random Access Memories sobrevuela el ambiente. Hacia el final, “Explotar” y el remix de “Closer”, de Antrim, exponen el costado más clubber del proyecto y el álbum termina en un punto de conexión con un futuro incierto, pero auspicioso. Esos ocho minutos de música son, además, la respuesta perfecta a la pregunta obligatoria: “¿Por qué se llama así la banda?”.

“está todo el día haciendo música ese chabón”, dice franco Sorgio en un parate en la costanera cordobesa. El DJ marplatense, mánager de Guli y productor emergente en la ciudad de las diagonales, conoce bien a ese pibe que no para de crear. Primero como baterista de Bautista Viajando, luego como parte de proyectos como AntuAntu y Violeta Castillo, hoy también como quinto músico de Un Planeta. Y, en paralelo, con un proyecto inclasificable que tiene como referencia principal su nombre propio y cuenta con dos discos en su haber. En esa línea temporal, Dial –segundo álbum publicado a fines de 2018– es un quiebre definitivo con su obra anterior en materia de audio. Un perfeccionamiento evidente de esa alquimia entre creación musical y producción artística. “Barazu”, la primera canción, comienza como un track promedio de LCD Soundsystem. Va ganando cuerpo y expresión de a poco, coquetea con el sonido de Morbo y Mambo, pero no termina de explotar. “Zumo”, en cambio, propone de entrada un entramado de líneas de teclados y guitarras que distienden la atmósfera y estimulan la imaginación. Para “Suave”, todo está listo para que la música empiece a derretirse y sea capaz de crear una realidad virtual de sonido hecho forma, materia en movimiento. El solo de guitarra española sirve para refrescar la atención y entrega uno de los momentos más bellos del álbum. Por lo menos, hasta la llegada de “Fake”, una pieza atravesada por el imaginario Radiohead, que despliega un concierto de programaciones y arreglos finamente orquestados. “Dedos en dos”, “Toto” y “Vivero mood” amplían aún más el horizonte creativo. Da la sensación de que cualquier cosa que suene se va a sentir bien en el cuerpo. Ese es, en definitiva, el efecto que tiene la música instrumental del artista platense. Sin una voz que protagonice y capitanee la estructura de las composiciones, las melodías cantables se multiplican, pero solo hacen su entrada cuando es momento de dar un volantazo. Cada canción está diseñada al detalle, con una economía de recursos a la altura de la vanguardia internacional del pop. Se trata de una especie de laboratorio de sensaciones musicalizadas, al punto de que las bases transmiten una calidez que se aprecia como cercana, casi tangible. Dial es un disco surgido en pequeños espacios, donde la claustrofobia parece acechar desde las sombras. Sin embargo, el corazón y la aventura presentes en la obra convierten la atmósfera global en un pequeño parque de diversiones sonoro, ideal para salir a caminar con auriculares y entregarse al momento.

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GENTILEZAS HIPERESPACIO Y AZIZ ASSE

Emergentes


FELI COLINA: ANTONIS. TOCH: ROCÍO YACOBONE

P O R J U A N M A N U E L PA I R O N E

Feli Colina

TOCH

Desde Salta, Feli Colina llegó a la ciudad de Buenos Aires para hacerse camino cantando, incluso como parte recurrente de la rutina de la línea B del subte porteño. Acaba de ganar el concurso Camino a Abbey Road y el contexto creativo que rodea a su segundo disco tiene olor a algo importante.

No todo es pop incandescente en la escena cordobesa. Allí también hay un circuito fuerte que entremezcla folklore, caribe, jazz y músicas latinoamericanas. De esa fauna artística emerge TOCH, uno de los grupos más convocantes de la ciudad, que con su tercer disco empieza a proyectarse nacionalmente.

en el momento en el que cobra forma este artículo, feli colina está en Abbey Road. No es un bar bautizado en honor al estudio inglés ni una casa de veraneo de una familia atravesada por el fanatismo hacia los Beatles. Es el Abbey Road posta. El de la tapa con John, Paul, George y Ringo cruzando la calle. El hogar y el caldo de cocción de algunos de los discos más gloriosos de la historia del pop. Allí es donde, precisamente, el segundo álbum de la cantautora salteña empieza a gestarse. Junto a los músicos Diego Mema, Manuel Figuerero (ambos también en Salvapantallas) y Baltazar Oliver (La Femme D’Argent), Colina tiene un plantel de lujo para un registro que pide urgencia. Por lo pronto, solo se puede escuchar a la banda en acción en “Cicuta”, una sesión en el estudio El Pie que formó parte del concurso que la llevó a Londres. Allí es posible ver la tensión entre experiencia sonora y ambición pop que atraviesa la incipiente obra de la artista, que tiene, además, dos simples lanzados en 2017 y un primer disco titulado Amores gatos, de 2016. No es casual que Fran Saglietti aparezca aquí y allá entre gestos y directrices interpretativas. Que el cordobés acompañe el proceso creativo y ya haya sumado a Colina a su banda en vivo es una señal contundente. También lo es la relación artística con Conociendo Rusia y Gonzalo Aloras, dos referentes de la canción en sus respectivas generaciones. Más que un dato de color, es un indicio: no es para nada menor la experiencia acumulada por la artista en los vagones de la línea B del subterráneo de la ciudad de Buenos Aires. Allí, Colina consiguió financiar su primer disco, pero también forjó una necesaria fortaleza escénica, a prueba de horas pico. Que “Pensares” y “Popa”, sus últimas canciones editadas en plataformas digitales, sean radicalmente superadoras de aquel debut también enciende los radares de curiosos y analistas. La expectativa en torno a Feroza, que será editado en 2019, es entendible cuando se completa el rompecabezas que arma a Colina como artista que ha sabido ganar su propio espacio. Alcanza con escucharla en el estribillo de “Cicuta” para entenderlo: llegó para quedarse y viene a reclamar un lugar en la discusión.

juan pablo theaux puede ser un nombre virtualmente desconocido, por ahora, para el mundillo de la industria musical. Sin embargo, en su haber ya enlista trabajos como productor junto a Raly Barrionuevo y los mexicanos Jenny & The Mexicats, y ha rechazado alguna que otra oferta de esas que no abundan. Sucede que la prioridad de Theaux es la banda surgida a partir de una deformación de su apellido: TOCH, junto a su hermano Andrés y otro hermano de la vida, Martín Ellena. Y es clave también el momento del proyecto: con su tercer LP, Voy a encenderme, el trío se consagró como pilar de la escena cordobesa y llenó un Studio Theater en la presentación del álbum. Esa misma sala fue sinónimo de localía definitiva para grupos de alcance nacional como El Kuelgue o Bandalos Chinos. Lo de TOCH, en efecto, ranquea alto en las preferencias del público cordobés que conecta con el reggae, los ritmos afro, el rock en español y la canción folklórica. TOCH conjuga todo eso y también mucho más. Pero se trata, ante todo, de una música de raíz popular. Porque las canciones son, en concreto, aquello que forma el gran capital del grupo, y el trabajo sobre ellas es profundo. Algunas, tranquilamente, podrían renovar el repertorio de hits rockeros de las FM. “Allí estaré” tiene tanto de Andrés Calamaro –esa potencia colectiva de sus versos– como de Los Pericos, con una lectura sofisticada de los ritmos jamaiquinos como universo creativo. “85” remite a Dancing Mood y genera impacto inmediato con una líneal vocal propia de la dinastía Lennon-McCartney. “Ama al niño”, con Raly Barrionuevo, vira hacia la trova latinoamericana pero conecta a Cerati con Juana Molina, con lo mejor de Bersuit Vergarabat como link directo. Buena parte de esa gama de universos tiene que ver con un detalle fundamental en la obra del grupo. El bandoneón de Ellena no es un color más en las preferencias del trío, que se completa con la batería y el bajo. Ese elemento le aporta distinción, vibración, calidez y personalidad propia. Pocos grupos pueden tocar con la solvencia y la gracia que encuentra TOCH a partir de un ensamble no tradicional y, al mismo tiempo, revelador. Los arreglos de vientos se llevan toda la atención, pero la instrumentación en general tiene un equilibrio aceitado y lleno de delicadeza. En ese mismo plan, las voces de los tres músicos juegan un papel fundamental. Escucharlos con atención (y sin distracciones) es lo más cercano a experimentar letra, melodía y armonía en primera persona. Porque estas canciones tienen la capacidad de hacernos sentir protagonistas. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Vivo TI N I Luna Park 1 de diciembre

Crecimiento y consolidación La cantante, actriz y jurado de La Voz Argentina presentó el Quiero Volver Tour en el mítico estadio de Buenos Aires, con entradas agotadas y Cali & El Dandee, Aitana, MYA y Ruggero Pasquarelli como invitados. POR SANTIAGO TORRES

horas antes de dar puertas, ensayó el concierto completo y estuvo atenta a cada detalle. Ya con el estadio colmado de niñas y adolescentes recorrió durante 90 minutos un repertorio que crece con colaboraciones y singles, donde abarcó distintos formatos, desde lo acústico y baladas hasta temas uptempo de pop anglo que

CN CO Hipódromo de Palermo 7 de diciembre

convivieron con el rock de guitarras a cargo de Pancho Cía –director musical de su banda– y otros ritmos pop urbanos que coquetean con el reggaetón. Con el resto de los músicos, coristas y bailarines que se adaptaron en todo momento a las pantallas gigantes que proyectaban videos, algunos producidos puntualmente para la oca-

sión, el espectáculo se destacó por su sonido, su despliegue y su colorido. A “Tu princesa”, la colaboración con la colombiana Karol G, se le sumaron “Ya no hay nadie que nos pare”, “Confía en mí” y “Respirar” para cerrar la primera parte de un setlist dividido en etapas en las que fue renovando su glamoroso vestuario. Llegó “Lo malo” con su par española Aitana, “Si tú te vas” y luego un tridente en inglés: “Like That”, “Waves” y “The Great Escape”. Después de “Siempre bailarás”, aprovechó para declarar con sorprendente madurez su visión sobre los acontecimientos que se vivieron en la Argentina en los últimos días: “Esta semana fue delicada para todos. Estoy orgullosa de que alcemos la voz y no nos callemos más”. Y aprovechó para mandar un mensaje conciliador que algunos interpretaron para los fandoms: “Pongamos la energía de esta unión histórica en respetar a los demás, en todos los ámbitos, aunque piensen distinto”, propuso. Llegaron luego hits que ranquean en el Billboard Argentina Hot 100, como “Consejo de amor”, junto a Agustín Bernasconi, Maxi Espíndola y el italiano Ruggero Pasquarelli; y “Por qué te vas”, acompañada de los colombianos Cali & El Dandee, para finalmente cerrar con “Quiero volver”, “Love Is Love”, “Flores” y “Te quiero más”.

En la cima del mundo Luego de su exitosa visita al país en mayo de este año, el joven quinteto se volvió a presentar en Buenos Aires en el marco de su World Tour.

“hey dj”, el reggaetón que popularizaron junto a Yandel y que hasta la fecha lleva más de 294 millones de reproducciones en Spotify, fue la excusa para que el quinteto integrado por Christopher Vélez (Ecuador), Richard Camacho (República Dominicana), Erick Colón (Cuba), Joel Pimentel (México) y Zabdiel de Jesús (Puerto Rico) saliera al escenario del Hipódromo de Palermo ante 15.000 personas. “¿Cómo la están pasando?”, preguntaron antes de seguir con “Mi medicina” y “Estoy enamorado de ti”, dos canciones pertenecientes a su más reciente álbum, homónimo. Con coreografías efectivas, el grupo surgido en 2015 en La Banda, programa de televisión estadounidense producido por Ricky Martin, lució un look repleto de lentejuelas doradas. Promediando el show, Christopher, Erick, Joel, Zabdiel y Richard salieron algunos se70

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gundos de escena. Con los primeros acordes de “Devuélveme mi corazón”, CNCO volvió al frente con nuevo vestuario y con una pantalla inundada de corazones. En poco más de dos horas, hubo espacio para baladas como “Tu luz” o “Cometa”, ambas de Primera cita, disco debut lanzado en 2016. Más allá de tener un ADN festivo, la boy band latina tuvo otro motivo para celebrar: cumplía tres años de formación. Karol Sevilla, la protagonista de Soy Luna, y Riki, la nueva estrella del pop italiano que este año colaboró con CNCO, fueron los invitados especiales. “Estamos muy contentos de estar una vez más acá”, dijo Erick. “Reggaetón lento (Bailemos)”, cuyo video alcanza las 1500 millones de reproducciones en YouTube, fue la más celebrada de la jornada. Se despidieron con “Se vuelve loca” entre fuegos artificiales.

TINI: GENTILEZA UNIVERSAL. CNCO: MONO GÓMEZ

POR BENJAMÍN GARCÍA


Vivo LU CI A NO P E RE YR A Estadio Vélez 8 de diciembre

Veinte años de folklore El cantante nacido en Luján repasó su carrera con Soledad, Antonio José, Luis Jara y Camila Gallardo como invitados.

GENTILEZA UNIVERSAL

POR GABRIEL HERNANDO

luciano pereyra acumuló dos décadas de carrera en las que también debió superar serios inconvenientes de salud. Pero lo trascendente de la noche del sábado 8 de diciembre fue que alcanzó una meta que solo logran unos pocos: arribar a un estadio abierto como el de Vélez.

Después de agotar las localidades en el Luna Park y en el Gran Rex, y de una exitosa gira que lo llevó por todo el país, Latinoamérica, Estados Unidos y España, Pereyra recorrió en el estadio su extensa discografía y presentó “Quédate conmigo” y “Casarme contigo”, aunque colocó el acento en su última producción discográfica: La vida al viento reúne un puñado de canciones en las que el artista se libera de cualquier estilo específico. Puede haber cambiado y modernizado su sonido con pinceladas electrónicas y urbanas que oxigenan la propuesta y la vuelven más bailable. No obstante, el pop latino, las baladas románticas y sus raíces folklóricas permanecen firmes. “Buenas noches, Vélez. Gracias por hacer este viejo sueño realidad”, dijo Pereyra, delante de su puesta: cinco pantallas led verticales, gran variedad de luces, humo y efectos especiales. El escenario incluyó dos escalinatas y una pasarela en altura, una sólida banda de nueve músicos y dos coristas que acompañaron la velada con

versatilidad y cintura pop ante los cambios de ritmos. Sin embargo, la permanente presencia de un sicu, un charango, una quena, un violín y un acordeón dejó bien en claro que, más allá de los dictados del mercado, Pereyra conserva las raíces folklóricas. Y, en ese sentido, “Chaupi corazón” y “Memorias de una vieja canción” (en homenaje a Horacio Guarany, su “padrino artístico”), entre otras, funcionaron como claros ejemplos. Participaron como invitados especiales los chilenos Camila Gallardo y Luis Jara en “Seré” y “Zamba para olvidar”, respectivamente; el español Antonio José, que ya había actuado como número de apertura, volvió a escena para “Cuando te enamores”; mientras que Soledad Pastorutti se incorporó para “Enséñame a vivir sin ti” y “Culpable o no” (que estaba fuera del programa). También hubo obsequios de parte de Universal, su compañía discográfica: la certificación de Doble Platino de su último álbum, además de una mención especial por sus 56 sold out de la gira La vida al viento 2018. B I L L B OA R D.CO M . A R

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Vivo M O RRI SSE Y DirecTV Arena 7 de diciembre

La provocación como hábito Alejado de los lugares comunes, el inglés sació la sed de sus fanáticos en un show cuyo espíritu se puede resumir en una de sus frases más arrogantes y, a la vez, más encantadoras: “Si no te gusto, no me mires”.

irreverente e iconoclasta; esos son algunos de los adjetivos que podrían describir a Steven Patrick Morrissey, quien despertó, a lo largo de 36 años de carrera en la música, adeptos y detractores en partes iguales. Aquel que pidió la cabeza de Margaret Thatcher o que promovió el veganismo y los derechos de los animales en sus canciones regresó a la Argentina por quinta vez y dio su show más atípico. La gira de su último disco, Low in High School (2017), fue tan solo una excusa para repasar los resquicios más inexplorados de su discografía: lados B, temas poco tocados en vivo y algunas perlas de los Smiths fueron los platos fuertes de un concierto que, pese a algunas pequeñas fallas de sonido, sirvió para revalidar la vigencia de una de las voces más prodigiosas de la música alternativa. Viva Hate (1988) fue el más homenajeado en el setlist: estuvieron las poco frecuentes “Dial-aCliché”, “Break Up the Family”, “Haidresser on Fire” –uno de los puntos más altos– y el clásico inoxidable “Everyday Is Like Sunday”, que cerró su performance en los bises. El público osciló de la interacción desenfrenada en los hits de Smiths, como “How Soon Is Now” o “Is It Really So Strange?”, a la apatía ante ciertas canciones tan solo conocidas por los fanáticos de la primera hora del mancuniano. Ejem72

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plos de estas rarezas fueron “If You Don’t Like Me, Don’t Look at Me” y “Munich Air Disaster 1958”, incluidos en su recopilatorio de lados B Swords (2009); el single “Sunny” (1995) o “Life Is a Pigsty”, cuyo sonido fue demoledor. Esta ecléctica lista de temas sirvió como evidencia, si es que se necesitaba alguna más, de que pese a que el artista no paró de declararle su amor al público (gritó “I love you” en varios momentos), siempre hizo lo que quiso y lo seguirá haciendo sin importarle demasiado las consecuencias. Hubo momentos, también, para la bajada de línea típica del autor: en “The Bullfighter Dies”, canción que denuncia la tauromaquia como tortura, se proyectaron imágenes de toros siendo masacrados; y en “I’m Throwing My Arms Around Paris”, tema que no venía tocando en esta gira, exhibió una fotografía de las manifestaciones parisinas actuales de los “chalecos amarillos” y modificó la letra en pos de la coyuntura: “Nobody wants Macron”. Tan solo dos temas de su nuevo álbum sonaron: la inquisidora “I Wish You Lonely” y el corte de difusión “Spent the Day in Bed”. Otro punto alto en la escala de la emoción y el dramatismo se vivió en “Alma Matters”, tema que pinta al músico de cuerpo entero y cuyo estribillo fue coreado por todo el estadio.

La banda que lo acompaña, con el histórico Boz Boorer en guitarra líder como principal exponente, demostró una vez más toda su potencia en el vivo, destacando la actuación de Matt Walker en batería y su toque explosivo. El sonido mutó de un jangle pop cercano a la época de Smiths pasando por pasajes postpunk o de balada romántica, reflejando los diferentes climas que resume su obra solista. Su voz se escuchó, una vez más, intacta, manteniendo su inconfundible tono barítono, produciendo climas magnéticos y aterciopelados. Además logró construirse casi como un crooner, un cantor de música popular en la misma línea que Nick Cave o Tom Waits. Se lo vio encendido y cercano a su público, a quien le firmó vinilos y le regaló, como suele hacer, las camisas que se fue arrancando en diferentes momentos del show, que rozaron el melodrama. Su noveno concierto en la Argentina ratificó que, más allá de las polémicas, su arte sigue vigente. Se ha ganado un lugar en el podio de la música alternativa compartiendo ADN con artistas como David Bowie (homenajeado en los videoclips que proyectó en la previa), Iggy Pop o Lou Reed, quienes supieron darles voz a través de sus canciones a los marginados, los freaks, los incomprendidos y los románticos inconformistas.

TRIGO GERARDI

P O R PA B L O D Í A Z M A R E N G H I


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Vivo É L M ATÓ A U N POLICÍA M OTORI Z A DO Tecnópolis

El consuelo del rock A Él Mató le costó sacarse el miedo y dar el paso a un show consagratorio. A pesar de ser considerados un faro para una generación de artistas independientes, los platenses siempre tuvieron paciencia en sus movimientos. POR ILAN KAZEZ

“no tengas miedo”, repite como mantra Santiago Motorizado en la noche del sábado sobre el escenario cubierto de Tecnópolis. La frase pertenece a “Terror”, de su anteúltimo álbum, La Dinastía Scorpio (2012). La luz azul oscura les daba un aura lúgubre a los seis músicos de Él Mató a un Policía Motorizado. El ritmo era lento y la guitarra 74

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espacial viajaba en pos de alcanzar la melodía. Había algo de ternura en la forma que cantaba Santiago, como un amigo que llega para consolar. Recién en 2017, a más de una década de su nacimiento, rompieron la barrera del nicho indie con el álbum La síntesis O’konor. Hace tiempo venían coqueteando con la idea de un recital grande en Buenos Aires. Por todo esto, la expectativa del show en Tecnópolis era grande. Y Él Mató cumplió. Ante 5000 personas, ofreció un espectáculo sólido de 30 canciones en un poco más de dos horas en las que repasó su carrera y adaptó su propuesta sonora y estética a un escenario grande sin perder identidad. “Día de los muertos”, del álbum homónimo de 2008, y “La noche eterna”, de su último trabajo, mostraron el contraste y la evolución de la banda durante estos años: la primera manifestó densidad y generó una épica apocalíptica, mientras que la segunda, más cristalina, tuvo más espacio y un estribillo casi pop. Apostaron por el volumen alto, aunque esto no impidió que sonaran nítidos y ajustados. Quedó claro en la complejidad de los temas del último disco, como la instrumental “La síntesis O’konor”, “Las luces”, “Destrucción” o “El mundo extraño”. “Cuántas noches me despierto y pienso en el

tiempo perdido”, se lamentó en “El fuego que hemos construido”, un track de marcha lenta e hipnótica de más de siete minutos. La pantalla mostraba un cielo rosado y el escenario estaba lleno de humo, como si fuera la tapa de Loveless de My Bloody Valentine, disco clave del ADN de Él Mató. Los platenses hicieron de la introspección una estética, y de eso se alimenta su mística: la mayor parte del tiempo, la contraluz formaba siluetas más que personas, mientras que las canciones hacían énfasis en los silencios. Santiago, con su look desaliñado y robusto, es el antifrontman del rock: retraído, de movimientos tímidos y pocas palabras, apenas algunos “gracias” o un “prosigan” cuando el público cantó contra el presidente Mauricio Macri. Junto a “Madre” cargaron de dramatismo el set. Ambas fueron el comienzo de los bises, lleno de pequeños himnos: “El tesoro”, “Yony B”, “Chica de oro”, “Ahora imagino cosas”, “Más o menos bien”, “Chica rutera” y “Mi próximo movimiento”. Cerraron con “Prenderte fuego”, de su primer disco, de 2004. Los últimos minutos fueron dedicados al cuelgue instrumental distorsionado, demostrando que la búsqueda por su esencia alternativa se mantiene intacta, sin importar el tamaño del escenario ni la cantidad de público.

MATÍAS CASAL

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Reviews EN PROCESO 76

Después de un 2018 en el que rompió numerosos récords, Cardi B todavía no está lista para bajar la guardia y descansar. La rapera confirmó a través de un vivo de Instagram que está en sus planes sacar un álbum este año. “Por supuesto que habrá un disco en 2019”, aseguró. Además, dijo que lo quiere lanzar más o menos por la misma época del año que estrenó Invasion of Privacy el año pasado; es decir, en abril. B I L L B OA R D A R | E N E RO, 2 0 1 9

NEIL YOUNG Songs for Judy Reprise

en 1976, neil young pasó buena parte del año en la ruta con Crazy Horse o Stephen Stills. A los Crazy Horse volvería a reunirlos, pero a Stills lo plantó: “Es curioso cómo algunas cosas que comienzan espontáneamente terminan de esa manera. Come un durazno, Neil”, le escribió luego. La intempestiva salida de aquel muchacho de 30 años –que ya contaba con joyas como After the Gold Rush, Harvest u On the Beach– parece flotar en estas actuaciones en vivo de su gira de noviembre. Young está liviano de equipaje, armado solo de su voz y su guitarra (ocasionalmente del piano o el banyo), pasando algunos clásicos y sumergiéndose en Give Me Strenght o Too Far Gone, picos de su inalcanzable status como artista de escenarios. También revive a Buffalo Springfield (“Mr. Soul”) y estrena “Campaigner” (publicada al año siguiente) y “No One Seems to Know” (hasta ahora inédita). Un disco nocturno y emotivo que funciona como complemento ideal de Hitchhiker, el disco acústico que Young había grabado tres meses antes y que se publicó en 2017.

LO’ PIBITOS En espiral Pelo Music

el combo de villa crespo afronta el desafío del tercer disco con groove y un abanico de feats de peso propio. El Dog Guido Ruggiero, Tomás Bacigaluppi y los hermanos Arbe fortalecen su unidad (Ruggiero y Juan Arbe son los productores artísticos del trabajo) y ofrecen la plataforma expandida del universo pibito a Juan Ingaramo (en el trap “Hay un lugar”) y

Rubén Rada (en el aire de salsa de “Empuja”), entre varios más. El color caribeño de la voz de Amanda Querales es el pie al candombe que abre el disco y que prepara el terreno para un flow que se desliza por paisajes latinos y funky. “Pasan”, con Ale Sergi, es pura rima de la Costa Oeste antes del funky-disco de “Anda corriendo el rumor”, con Emme. Pero también hay raíces porteñas: en el electro-pop “Nada que ver” samplean a Charly García (cerrando el círculo de aquel primer sampleo argentino de 1983), en “Dar” toman la posta del último Illya Kuryaki & The Valderramas y más tarde versionan con desparpajo y ánimo bailable “La rubia tarada”, de Sumo.

MUMFORD & SONS Delta Island

de los grupos que convirtieron al folk en un género interesante para los centennials, el cuarteto londinense ha sido el más exitoso y a la vez estático. La afectación de Marcus Mumford y la épica devocional de canciones disparadas por banyos pero diseñadas para llenar estadios crearon un estilo que más que profundizarse ha estado en loop desde aquel sorprendente Sigh No More (2009). Para esta cuarta entrega, el grupo se asoció con el productor Paul Epworth (premiado por su trabajo con Florence and The Machine y 21, de Adele) en su nueva adquisición: The Church Studios, construidos en una iglesia del siglo XIX al norte de Londres. Fueron 35 canciones que decantaron en 14 tracks marcados por la fragilidad y la intemperie; en la cocción del disco se mezclaron la reflexión sobre las causales de la depresión humana con la grandiosidad silenciosa de los documentales de Nat Geo. El resultado es un arrullo desesperado que intenta salvar la insatisfacción de Wilder Mind (2015), pero choca con la carencia de buenas canciones.

MICHAEL BUBLÉ Love Warner Music Argentina

después de sopesar un retiro prematuro a causa de la enfermedad de su hijo Noah, el cantante canadiense retoma el sendero de la revisión de standards románticos con su habitual destreza. “When I Fall in Love”, la canción de Victor Young y Edward Heyman escrita para One Minute to Zero (Tay Garnett, 1952) y revitalizada por el dúo post mortem de Natalie y Nat King Cole en 1996, fue el primer single de este trabajo que Bublé se tomó con la soltura de quien se sabe ganador. ¿Cómo afrontar, si no, nuevas versiones de “My Funny Valentine” o “Unforgettable”? Bublé, de 43 años, avanza con dulzura dosificada por estrofas muchas veces transitadas, pero la cercanía de su voz y la ternura de su aura de estrella pop convierten el trayecto del disco en un paseo amable más que en una prueba de aptitud lírica. Además del original “Forever Now” y la colaboración “Love You Anymore” con Charlie Puth, Bublé incluyó el clásico “La Vie en Rose” a dúo con la joven Cécile McLorin Salvant y se la dedicó a su esposa argentina Luisana Lopilato.

MARIAH CAREY Caution Epic

cinco años y medio puede ser una eternidad. Es el tiempo que transcurrió desde la última aparición de Mariah Carey en el Top 20 hasta la edición de este nuevo álbum. Sin embargo, la cantante neoyorkina se toma las cosas con tranquilidad: Caution es un disco nada efectista, sino apacible, suave, sedoso. El ojo está puesto en el sentimiento íntimo de cada canción y en


POR LUCIANO L AHITEAU

las frecuencias de la voz privilegiada de Carey, que aparece multiplicada y a veces disuelta entre los beats. El nuevo enfoque, mucho más reservado, es atribuible al recambio de colaboradores que implementó la cantante en su regreso a Epic: Bibi Bourelly (Rihanna, Usher), Lido (Ariana Grande, Halsey) y Luca Polizzi (Roy Woods, Yo Gotti) son músicos jóvenes que sencillamente desconocieron el plafón desde el que Carey solía partir. También Skrillex y Blood Orange figuran entre los que colaboran en este regreso, que se grabó en medio de la revolución del #MeToo y al que la reina del R&B aporta con la declamativa “A No No” (con Lil Kim).

ZERO KILL Unisex

AUSTIN HARGRAVE

Sony Music Argentina

cuando benito cerati lanzó el adelanto de su nuevo disco, una canción relajada llamada “Siglos”, un diario porteño equivocó el nombre y publicó “Signos”. El fallido, que habla más del inconsciente de quien tecleó que del músico, es otra broma amarga del destino de alguien que tendrá que convivir con la sombra de su padre por largos años. “Cuidado con la cabeza”, advierte el primer track, un rock trepidante que merodea el hardcore metropolitano de los primeros Babasónicos y donde Cerati remarca la frase “No sabés quién soy”. La indefinición estilística de Zero Kill es la premisa del disco, que discurre entre el ánimo celebratorio de “Narciso” (que recuerda a “Zoom”, sí, de Soda Stereo) y el power pop gótico de “I Am Still a Man”, e intercala líricas en inglés y castellano. “Jesús...” es una confesión laica que refracta con el deseo de “Sebastian”, un soul sónico influido por el sonido de Brighton. “#AttentionWhore”, con Leo García, es un upbeat liberado que proyecta a Benito sobre la pista de baile y lo saca de sus disquisiciones privadas al grito de “déjanos en paz”.

PALITO ORTEGA

THE 1975

Románticos 60´s

A Brief Inquiry into Online Relationships

Sony Music Argentina

Interscope

en este cancionero de baladas clásicas, el tucumano repite el ejercicio de recuperación histórica que resultó en Rock & Roll (2017). Impulsado por su regreso a los escenarios y el éxito de El ángel (Luis Ortega, 2018), donde versiona “La casa del sol naciente”, Palito va aún más atrás y busca en su arcón de recuerdos previos a su desembarco en Buenos Aires. Son canciones de fines de los 50 e inicios de los 60 que Ortega tenía a flor de piel para mostrar en las audiciones que se le negaban sistemáticamente, hasta que dieron la vuelta de campana que lo convirtió en superestrella juvenil. Las semillas de los éxitos propios que más tarde cosecharía. La ingravidez de Paul Anka, la inocencia de Enrique Guzmán, la pulcritud de Neil Sedaka y la genialidad de Del Shannon son homenajeadas con una reanimación holográmica de las producciones de aquella época, con las que Ortega activa la nostalgia, pero no siempre emociona. Se destacan la versión de “Oh Carol” y la festiva “Por los recuerdos”, que condensa el espíritu del álbum.

de parias a capaces de crear “una respuesta millennial a Ok Computer”, el cuarteto de Manchester vive en una montaña rusa de exposición que avizora varios capítulos con su tercera gira mundial. Es que, como Thom Yorke o Bono, Matt Healy y sus coequipers no le temen a teñir su obra con su postura sobre temas de actualidad. Por el contrario, A Brief… habla de envejecer, de suicidio, de brutalidad po-

licíaca, de Trump y Kanye West, de Cambridge Analytica y de la guerra con el mismo compromiso y afán comunitario: parte del disco está inspirado en las interacciones que Healy tiene en Twitter. En una multiplicidad de pestañas estilísticas (bubblegum pop, soul, electrónica, balada, neo-jazz y hasta spokenword interpretado por Siri, el asistente de Apple), el grupo construye un atractivo y emocionante acercamiento a la, a menudo, traumática y excesiva experiencia de la vida hiperconectada. El postulado tiene una segunda parte, Notes on a Conditional Form, que el grupo grabó y produjo simultáneamente, pero que se conocerá en 2019.

The 1975.

LIBROS

DANIEL MERONI Y GERMÁN RIMANCUS Solos y de noche. Crónicas de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota Editorial independiente

la proverbial desmesura del fanatismo ricotero se encauza aquí en algo valioso. Movidos por su admiración por la obra de Patricio Rey, pero con especial énfasis en el imaginario visual pergeñado por Rocambole, Meroni y Rimancus encabezan un libro colectivo sobre la experiencia de ser un ricotero. Aquí no hay sesudas indagaciones sobre el carácter de Solari ni la evanescencia de Beilinson, tampoco lecturas sociológicas del fenómeno: se trata, en cambio, de reconstruir la memoria de discos y shows, mensurados por el

impacto que produjeron en los que estaban entre el público. Así, en este primer volumen (que va en retrospectiva, comenzando por el último show de la banda en Córdoba), las crónicas de los periodistas Bruno Larocca, Oscar Jalil y Pedro Irigoyen, entre otros, repasan shows como los de Huracán, Racing o River, y complementan el riguroso registro técnico de los conciertos y el notable trabajo de archivo y memorabilia con afiches, entradas y bocetos del arte visual (siempre revelador) de la discografía del grupo.

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Con “Thank U, Next”, Ariana consigue otro récord en streaming

MILLER MOBLEY

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espués de ser homena­ jeada como Mujer del Año por Billboard, Ariana Grande festejó por doble gracias a que “Thank U, Next” regresó a la cima del Bill­ board Hot 100, con la semana de streaming más grande para una canción de una artista femenina. La semana siguiente al estreno del video oficial, el 30 de noviembre –una oda a las películas de los tempranos 2000 como Triunfos robados, Chicas pesadas y Legalmente rubia (con un cameo de la actriz Jennifer Coo­ lidge)–, la canción logró su cuarta semana en el N° 1 del Hot 100 con 93,8 millones de streams en los Estados Unidos (un crecimiento del 121 por ciento, según Nielsen Music). La suma es la séptima más alta

“Thank U, Next”, de Ariana, regresa al N° 1 del Hot 100 y llega a su cuarta semana.

para cualquier canción y la máxima entre todas las mujeres, sobrepasando los 84,5 millones que Taylor Swift consiguió con “Look What You Made Me Do” en 2017. “In My Feelings”, de Drake, conserva el registro más alto: 116,1 millones (en julio de 2018). El primer N° 1 de Grande en el Hot 100 también saltó del 5 al 2 en el chart de ventas digitales, con un crecimiento del 146 por ciento y 43.000 descargas vendidas. En el listado de Canciones en Radio, subió del 23 al 11 (57 millones en audiencia). En cuatro semanas, “Next” es el N° 1 más extenso para una mujer sin ningún colaborador desde “Hello” de Adele, que lideró durante diez semanas a fines de 2015. —GARY TRUST B I L L B OA R D.CO M . A R

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¿Por qué creés que a este tema le está yendo tan bien? Puse mucho de mí en esta grabación: fui a las radios, hice que los programadores confiaran en él, realicé el trabajo previo…

Con 36 millones de streams en EE.UU., Mill tiene su primer Hot 100 top 10. Drake cuenta con 33, extendiendo su marca y acercándose a la de Madonna (38) y The Beatles (34).

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cuanto más trabajo puse, más veces se escuchó el tema y más se instaló en la mente de las personas. ¿Cuál es la idea con la marioneta imaginaria que aparece en la tapa del disco Love Me Now? Tengo una versión mía en marioneta llamada “Lil Tory”. Cuando ingresé a la industria de la música, la gente quería que siguiera cierta línea, pero yo fui siempre libre. Las personas que se mantienen firmes en sus opiniones son las que crean cosas espectaculares en la vida. Cualquier cosa que quiera hacer, la voy a hacer. —TATIANA CIRISANO

LANEZ: JOSH “MIDJORDAN” FARIAS. MILL: THEO WARGO/GETTY IMAGES.

“Talk to Me” fue grabada originalmente para tu próximo álbum en español, El agua. ¿Por qué terminó en Love Me Now? Tory Lanez: Antes de ser “Talk to Me”, se llamaba “Háblame”, pero no me gustaba demasiado. Algo en la melodía sonaba a que debía ser en inglés. Así que después puse a Rich the Kid. Él es muy vigoroso, y supe que cualquier cosa que él hiciera iba a ser memorable.


MARTIN: SILVER SCREEN COLLECTION/GETTY IMAGES. CAREY: SAMIR HUSSEIN/WIREIMAGE. RONSON: JOHN PHILLIPS/GETTY IMAGES.

La leyenda Dean Martin regresó al Billboard Hot 100 gracias a que “Let it Snow, Let it Snow, Let it Snow” debutó en el N° 41. Así, obtiene su primera entrada en 49 años, tres meses y dos semanas. Martin apareció por última vez en el chart el 30 de agosto de 1969, con “It Take a Lot of Pride in What I Am”. Pero aún no quebró el récord de mayor cantidad de tiempo entre ambos ingresos: la marca la ostenta la estrella de jazz Louis Prima con 57 años, cuatro semanas y una semana entre “Wonderland by Night” en 1961 y su regreso con un featuring en el track “4th Dimension”, de Kids See Ghosts. –XANDER ZELLNER

La canción de Carey de 1994 alcanza un nuevo registro con 28,5 millones de streams nuevos en los Estados Unidos. Pero no es el único hit navideño que alcanza nuevas marcas: “Last Christmas”, de Wham! (1984), llegó al top 40 (del 43 al 34).

Ronson obtiene su marca más alta en el Hot 100 desde que “Uptown Funk!” (feat. Bruno Mars) pasó 14 semanas en el N° 1 en 2015. Su nueva colaboración empezó con 9,3 millones en audiencia de radio, 7,5 millones de streams y 17.000 descargas vendidas.

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CODA

20 años atrás

TITANIC ERA EL REY DE LOS CHARTS El álbum hipertaquillero, apoyado en el megahit de Céline Dion, logró ser uno de los apenas seis soundtracks que lideraron el listado anual del Billboard 200.

los récords que logró james cameron con Titanic no se limitaron al cine. Lanzada el 19 de diciembre de 1997, la película que protagonizaron Kate Winslet y Leonardo DiCaprio se convirtió en el primer film de los Estados Unidos en facturar más de mil millones de dólares en todo el mundo. El soundtrack de la película logró un éxito similar. El LP lideró el Billboard 200 el 24 de enero de 1998 y permaneció allí durante 16 sema-

DiCaprio (izquierda) y Winslet fuera de cámara, en el set de Titanic en 1997.

TCH/PROD.DB/20TH CENTURY FOX/ALAMY

REBOBINANDO LOS CHARTS

nas, y, en consecuencia, quedó primero en el ranking anual de ese año. Solo cinco soundtracks lograron lo mismo. Los primeros cuatro fueron West Side Story (1963), Mary Poppins (1965), Saturday Night Fever (1978) y El guardaespaldas (1993). Solamente Frozen lideró el listado de fin de año, en 2014. Titanic se benefició del éxito de Céline Dion, “My Heart Will Go On”, que lideró el Billboard Hot 100 durante dos

semanas y dominó el chart Radio Songs durante diez. El tema también fue lanzado en el LP de Dion Let’s Talk About Love, que encabezó el Billboard 200 el 17 de enero y terminó N° 2 en 1998, debajo del soundtrack de Titanic. Dion interpretó la canción en los Bill­b oard Music Awards de 2017, donde contó que Cameron inicialmente no pensaba que la película fuera a necesitar una canción. Ella también se mostraba reacia a grabar otra balada. Hoy, Dion dice que atesora el legado de la canción. “En los conciertos pienso ‘No voy a cantarla otra vez’. Y después se abre la cortina, sale el humo y la gente se pone a llorar”. El soundtrack vendió 10,2 millones de copias, según Nielsen Music, e inspiró varios tributos. Recientemente, Charli XCX y Troye Sivan reinterpretaron la clásica escena de DiCaprio y Winslet en el video musical de 1999. —GARY TRUST

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Tiempo de festivales, de Cosquín al LollaPalooza

Ranking

SPONSORS DESTACADOS Enero - Marzo 2019

Dentro del gran primer cuarto del 2019

Banco Santander Río

ey

El 2019 comienza bien y las perspectivas, pese que está empezando a reemplazar al Unico de La a que será un año eleccionario, son positivas Plata con el Banco Patagonia. con un primer cuarto muy fuerte donde lo ya PopArt junto a Lauría hacen a Luis Miguel anunciado por las productoras líderes, P aul M c C ar para el Campo de Polo con el BBVA tn se entremezcla con los tradicionales Francés el 1 y 2 de marzo. Esta segunfestivales folklóricos y rockeros, da productora, ya metida entre los estos últimos más aggiornados a los líderes, hacen antes en el Campo de nuevos tiempos. Polo el festival Buenos Aires Trap Será el tiempo del Festival de con Brahma el mismo 23 de febrero, Cosquín, que tendrá a Abel Pintos, el 22 tiene a Carlos Rivera en el Luna Luciano Pereyra y Los Nocheros; Park y para el 13 de abril anuncia ese Jesús María y Villa María, el más inmismo venue para Pablo Alborán. novador con espacio para figuras En marzo, DF Entertainment destalatinas como Sebastián Yatra. ca el LollaPalooza con Kendrick Lamar, e er a n Sh Luego será el turno de los Arctic Monkeys, Twenty One Pilots y Lenny Ed más consolidados rockeKravitz con el Banco Santander. Empieza su ros que ya llevan muchos nueva etapa con Live Nation que compró el años, como el Cosquín 51% de su compañía. Rock de José Palazzo Fénix Entertainment Group de Marcelo el 9 y 10 de febrero — Fígoli adelantó a a Il Divo el 24 de mayo en l con Las Pelotas, Ciro, Luna Park, con el Banco Santander. y Ska-P—, con Fernet Branca, mientras ya es una Segunda línea de calidad plataforma de promoción del En otro escalón de productoras más imporo rock nacional por Latinoamérica. tantes, se destaca Ake Music con la gira C ir Y el Rock en Baradero, el único con de Slash que hace el Gran Rivadavia tres días el 2, 3 y 4 de marzo —con en febrero y María Callas en el Gran La Beriso, Babasónicos y La Rex el 20 de marzo; 6 Pazos —es 25— y en franco crecimiento como socio minoritario de la futura Arena su productora Gonna Go de José de La Nación en Atlanta— tiene Luis Cameron, que tiene también a Tribalistas en el Luna el 23 de a Museum Live y La Plata como marzo y Preludio tiene a Sebastián plaza fuerte, donde hace además el Yatra el 6 de abril en el Luna Park. 8 de febrero a Ska-P en el Punto Unico Además, Alberto Miguel/Arenas del Estadio Ciudad de La Plata. —hace a Cristine D’Clario el 13 de abril en el Luna Park— y el Blueteam —abrió Gran primer cuarto de las su división de servicios D57—anuncian la gira Productoras líderes de Serrat-Sabina que tendrá un único show en Se intercalarán desde febrero con el armado de Buenos Aires, y MTS inauguró su estadio Hípico las productoras líderes. Move Concerts anunció para posicionarse entre los venues más impoa Ed Sheeran pero para el 23 de febrero en el rantes de Capital. Campo de Polo con el BBVA Francés. Entre los festivales, EB Producciones hace su Fernando Moya en Ozono/T4f para el Cono Power Festival en el Luna Park el 8 de marzo, Día Sur, tiene a Stone Temple Pilots el 19 de febrero de la Mujer, con Sofía Reyes y Angela Torres en el Malvinas Argentinas y a Paul McCartney como una plataforma nueva que el mercado no para el 23 de marzo en el Campo de Polo, venue tenía.

Lollapalooza 2019 - DF

Banco Patagonia Paul McCartney – Stone Temple PIlots – T4f

BBVA Francés

Luis Miguel- PopArt-Lauría Ed Sheeran – Move Concerts

Fernet Branca

Cosquín Rock – En Vivo Producciones

Brahma

Buenos Aires Trap – Lauría

Claro

Lollapalooza – DF

Motorola

Lollapalooza - DF

Coca-Cola

Plataforma Coca-Cola for Me

Fantoche

Actitud FreeStyle 2

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