Manejo de dolor intervencional en tiempos de COVID-19 Francisco Irizarry, MD PY-3, Programa de Medicina Física y Rehabilitación Departamento de Fisiatría – Hospital de Veteranos de Puerto Rico Carlos E. Calvo, MD Director Asociado, Programa de Medicina Física y Rehabilitación Departamento de Fisiatría – Hospital de Veteranos de Puerto Rico
L
a pandemia del COVID 19 ha requerido un rápido ajuste en los patrones de práctica con el fin de mitigar la propagación de la enfermedad y proteger tanto a los pacientes como al personal de la salud. Para ello, la Sociedad Intervencionista de la Columna Vertebral (SIS, por sus siglas en inglés) ha emitido recomendaciones a seguir en cuanto a procedimientos de manejo de dolor intervencional durante la pandemia. Como primer paso se debe implementar un servicio de telemedicina mientras sea posible. Todo medico deberá considerar si reanudar o posponer procedimientos electivos basándose en la prevalencia de COVID-19 y la disponibilidad de recursos de atención medica en su región. La decisión final con respecto a la necesidad y urgencia de realizar un procedimiento debe ser tomada únicamente por el médico tratante luego de tomar en cuenta los factores mencionados anteriormente. Al igual que con otras infecciones sistémicas, al considerar un procedimiento para un paciente con infección, exposición conocida o sospechada de COVID-19, se debe posponer el procedimiento hasta que el paciente ya no sea contagioso y se haya recuperado. Entiéndase, hasta que el paciente esté afebril durante 72 horas (sin uso de medicamentos antipiréticos), los síntomas respiratorios hayan resuelto y hayan pasado por lo menos 10 días desde el inicio de los síntomas o se confirme mediante 2 pruebas negativas de SARS-CoV-2 (recolectadas con al menos 24 horas de diferencia). En pacientes asintomáticos con COVID-19 confirmado por laboratorio, se debe retrasar el procedimiento hasta que hayan pasado 10 días desde la fecha de su primera prueba COVID-19 positiva o hasta que sea confirmada por 2 pruebas negativas de SARS-CoV-2 (recolectadas en al menos 24 horas de diferencia). El medico deberá considerar el riesgo de un paciente de contraer y sobrevivir a la infección por COVID-19, incluyendo la edad, uso de tabaco, diabetes, hipertensión, enfermedad cardiopulmonar, obesidad e inmunosupresión. También se debe tener en cuenta los riesgos que plantea el cese de la anticoagulación para ciertos procedimientos, ya que el coronavirus 2 (SARS-CoV-2) pudiese predisponer a los pacientes a un estado protrombótico.
22 22