CONOCIMIENTO: OBJETIVO Y SUBJETIVO Karl R. Popper*
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AMAS Y CABALLEROS: Es un gran honor que me hayan invitado a Emory, y soy muy consciente del hecho de que esta invitación ha hecho recaer una gran carga de responsabilidad sobre mis hombros. He titulado esta serie de conferencias «El conocimiento y el problema cuerpo-mente». Tal vez debería haberles dado un título que sonara mejor, como: «El conocimiento humano y la mente humana», pero esto suena un poco etéreo y yo soy más alérgico a la palabrería que al humo del tabaco. He planeado estas seis conferencias de la siguiente manera: 1. Conocimiento: objetivo y subjetivo. 2. Evolución, lenguaje y el mundo 3. 3. El mito del marco. 4. La interacción de los tres mundos. 5. Racionalidad. 6. Libertad. Pero no tengo la intención de ceñirme estrictamente a este plan, y considero una gran ventaja disponer de un curso de seis conferencias, ya que esto significa que no tengo que preocuparme por el tiempo: puedo detenerme cuando el reloj indique las 3:50 diciendo que continuaremos la semana que viene. Es una ventaja a la que no deseo renunciar asociando cada conferencia a un tema definido. Quizá también cambie de parecer sobre la marcha, especialmente si ustedes, damas y caballeros, están dispuestos a plantear preguntas. Esto me lleva a una cuestión técnica. Me gusta que se me interrumpa y que se me hagan preguntas. Les pido particularmente que interrumpan mi conferencia siempre que diga algo que no esté del todo claro. De hecho, prefiero discutir a dar conferencias y me considero libre para cambiar el plan si se suscita cualquier tema en la discusión, o tal vez en el seminario, que me parezca que lo justifique. Además de las interrupciones, dispondrán de otra posibilidad para formular preguntas. Me detendré a las 3:50 para quienes deseen marcharse o tengan que hacerlo puedan irse, tengan tiempo y quieran permanecer durante la discusión están invitados a quedarse y hacer preguntas. Me gustaría decirles, especialmente ahora que veo al profesor Paul Kuntz entre el público, que no tienen por que tenerme miedo, a pesar de lo que el profesor Kuntz ha escrito en la ponencia. Creo que el profesor me malinterpreta: soy una persona muy pacífica y nunca he llamado «imbécil» a nadie en mi vida, y menos a un *
POPPER, K. 1977. El cuerpo y la mente. Barcelona: Paidós
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