Reportaje
por: Eugenia Rodríguez
La adicción a las drogas
avanza entre la juventud
E
duardo era un muchacho de 28 años, alto, de compleción corpulenta, un excelente pisero y yesero, entre otras habilidades como albañil. A la vuelta de tan solo dos años se ha convertido en una persona irreconocible: está, literalmente, en los huesos, la mirada desorbitada, algo encorvado, insomne y de ánimo impredecible. La causa: el consumo de la droga denominada “cristal”, también conocida como “foco”, “grillo”, “ice”, “hielo”. Comenzó fumando marihuana, lo que hizo por varios años, pero una novia lo indujo al cristal. Su familia se ha esforzado por ingresarlo a un centro de rehabilitación, pero él se niega. En una de sus muchas crisis los médicos le han diagnosticado que si no abandona la adicción,
puede morir en un plazo no mayor de un año. Las drogas sintéticas, que comenzaron siendo algo más bien raro en el mundo de las adicciones, se han convertido en tan solo 10 años en el estupefaciente más consumido, debido a su fácil acceso y a las facilidades que representan para los narcomenudistas. Sandra Cecilia Venegas López, directora del centro de rehabilitación de alcohólicos y drogadictos “Luz de Vida” A.C., considera que en los últimos 7 años el consumo de metanfetaminas, entre las que se encuentra el cristal, ha crecido en un 85%, e inclusive tiene incidencia en niños de 10, 11 y 12 años, especialmente en sectores populares marginales. Otro hecho significativo es que inicialmente el consumo se presentaba un 70 por ciento entre hombres y
#373 | noviembre de 2022
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