Por qué. Número 119

Page 28

MÁS ESCUELA

Sin tolerancia no hay paz

POR AULA DE HECHO RELIGIOSO E L TEÓLOGO ALEMÁN Hans Kung sostiene, con mucha razón, que no habrá paz en el mundo sin paz entre las religiones. Y esta paz no es solo, como sabemos, la ausencia de violencia. La paz pasa por el entendimiento, el respeto y la convivencia. ¿Cómo se consigue esto, más allá de grandes declaraciones, en la vida cotidiana? Con la tolerancia. A esto dedicamos el Día de la Paz del curso pasado. Planteamos distintas situaciones prácticas que se pueden dar en la vida cotidiana para debatir cómo podría alcanzarse una solución que promueva la convivencia y cómo la tolerancia puede tener distintos grados. Y despejamos muchos prejuicios e ideas preconcebidas intentando atribuir distintas citas sobre la paz y la violencia a distintas religiones y líderes religiosos. El resultado, como se puede ver en el cuadro adjunto, fue sorprendente. De tolerancia se habla mucho. De hecho, hoy la tolerancia se confunde con la libertad, con

28

POR QUÉ

que cada uno haga lo que quiera o con que hay que consentir todo. O con la violencia. Si yo lo pego a mi vecino, ¿soy intolerante? No. Soy violento o mala persona. La tolerancia es otra cosa. Es soportar, cargar con el otro, como el otro carga conmigo. Es considerar al otro tan persona como yo, con sus defectos y problemas. Poniéndose en su lugar y comprendiendo para eliminar prejuicios. El escritor Jiménez Lozano describe así la convivencia en un pueblo castellano del siglo XIV entre la población de cristianos, judíos y musulmanes: "Aquellas gentes, que vivían juntos y cada uno con su ley, como se decía, tenían las mismas necesidades humanas, los mismos problemas y convivían como vecinos. La tolerancia nacía por sí sola. Nadie espe-

raba que el otro dejara su ley. A lo mejor les molestaban algunas cosas. Si uno no trabaja los sábados y otro no trabaja los domingos, se pueden crear engorros. Tenían sus riñas, como todo el mundo. Y si tenían que ir al juez, iban. Pero lo importante es que eran vecinos." Por supuesto, la tolerancia tiene sus límites. No se trata de admitir todo o darlo por bueno. Se puede ser tolerante con cualquier tipo de alimento, por ejemplo, pero no con determinado trato a la mujer o con las normas fundamentales de convivencia. Claro que no es fácil. Hay que hacer un esfuerzo, ponerse en lugar del otro, intentar comprenderlo, desprenderse de prejuicios, que muchas veces como ahora escucharemos no son ni siquiera religiosos, sino


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.