“Festejo mis 98 años, con muchas ganas de vivir”, decía Ignacio López Tarso en su muro de Facebook apenas el 15 de enero de este año. Don Ignacio no pudo cumplir ese sueño de llegar al centenario, murió el sábado 11 de marzo “en paz y contento. Rodeado de su familia, y del cariño de todos ustedes”. La noticia de su fallecimiento llegó a pocos días de la primavera, casi un año antes de que, quien es considerado uno de los actores más importantes de nuestro país, cumpliera 75 años de haber incursionado en las artes escénicas.
SUPLEMENTO CULTURAL NO. 565 /// 13 DE MARZO DE 2023 /// AÑO 12 DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
565 La Gualdra No.
Editorial
“Festejo mis 98 años, con muchas ganas de vivir”, decía Ignacio López Tarso en su muro de Facebook apenas el 15 de enero de este año. Don Ignacio no pudo cumplir ese sueño de llegar al centenario, murió el sábado 11 de marzo “en paz y contento. Rodeado de su familia, y del cariño de todos ustedes”, 1 como lo consignaron sus familiares en el mismo muro. La noticia del fallecimiento de López Tarso llegó a pocos días de la primavera, casi un año antes de que, quien fuera considerado uno de los actores más importantes de nuestro país, cumpliera 75 años de haber incursionado en las artes escénicas.
Sus estudios de teatro iniciaron en 1949, en la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes; como estudiante tuvo su primer papel en una obra de William Shakespeare, El sueño de una noche de verano ; a lo largo de su carrera llegó a participar en cerca de 70 puestas en escena, entre ellas recordamos especialmente -por su complejidad interpretativa- las del dramaturgo inglés, como Macbeth , Otelo , El Rey Lear , La tempestad , entre muchas otras.
En esta última, La tempestad , interpretó al personaje de “Próspero, el Duque legítimo de Milán”, en la que dice casi al final: “Te veo preocupado, hijo mío, y como abatido. Recobra el ánimo. Nuestra fiesta ha terminado. Los actores, como ya te dije, eran espíritus y se han disuelto en el aire, en aire leve, y, cual obra sin cimientos de esta fantasía, las torres con sus nubes, los regios palacios, los templos solemnes, el
inmenso mundo y cuantos los herede, todo se disipará e, igual que se ha esfumado mi etérea función, no quedará ni polvo. Somos de la misma sustancia que los sueños, y nuestra breve vida culmina en un dormir”. Habría que haberlo visto, cuando en 2012, a la edad de 87 años, don Ignacio pronunciaba esta última frase en la que hablaba de la finitud de la vida y de su brevedad.
En todo caso, la vida le compensó con muchos años a este gran actor quien actúo también en cine, radio y televisión y, además -quién sabe por qué motivos- incursionó en la política. Don Ignacio grabó ocho discos con corridos de la Revolución Mexicana, ésos eran para él los verdaderos corridos, negando siempre cualquier clase de atributo artístico a los que ahora engrandecen a ese tipo de antihéroes contemporáneos.
En el cine, López Tarso nos legó estupendas actuaciones en más de 50 películas… digo 50 películas y 70 obras de teatro y no puedo dejar de sorprenderme; no sólo porque una sola persona tuvo la capacidad de memorizar cada uno de esos papeles, sino porque además, lo hizo siempre con un tremendo profesionalismo y talento, mucho talento. El sábado, mientras recibiámos la noticia de su fallecimiento, hubo muchas personas que recordaron su interpetación de Macario, en la película del mismo nombre -una adaptación de Roberto Gavaldón de la novela de Bruno Traven- estrenada en junio de 1960, en la que aparecieron frases como esta: “Cuando nacemos
Contenido
Desayuno en Tiffany’s, mon ku Coloquio Internacional “El Cine popular o el cine frijol mexicano (19601980)”
[En Zacatecas, 30 y 31 de marzo.
Sede: UAZ]
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Colección privada. El gabinete de las maravillas, de Gustavo Íñiguez
Por Carlos Belmonte Grey 4
Por Iván Soto Camba y Abril Medina
Susan Sontag o la encarnación de la poesía de la inteligencia
Por Sigifredo Esquivel Marín
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ya tenemos nuestra muerte escondida en el hígado, o en el estómago, o acá, en el corazón, que algún día va a pararse”; pero a mí me vinieron a la mente también películas como El profeta mimí (1973), en donde interpreta a Ángel Peñafiel, un asesino serial que recorre las calles de su ciudad matando prostitutas; o El hombre de papel (1963), en la que interpreta el papel de Adán, un hombre mudo que se dedica a recolectar cartón en el basurero; o Nazarín (1959), dirigida por Luis Buñuel, en la que hace de el Sacrílego … Así podría seguir, porque en todas las películas que participó, por más pequeño que fuera el papel que interpretara tenía la capacidad de hacerlo memorable.
El domingo 12 de marzo, en su honor, se llevó a cabo un muy merecido homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, en la CDMX; don Ignacio López Tarso pasará a la posteridad como un actor reconocido y querido en vida, y será justo recordarlo como un personaje clave de la historia de las artes escénicas de nuestro país; y que siguió trabajando hasta el final de sus días, tratando de robarle tiempo a la muerte, la que no perdona, la que siempre ha de llegar por más escondida que la traigamos al nacer. Que descanse en paz.
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
1 https://www.facebook.com/IgnacioLopezTarsoActor
Una directora en México y una película sobre el dolor: “En la guerra uno entiende la estupidez humana”
[Sobre la película El actor principal, escrita y dirigida por Paula Markovitch, con Marcelo Cerón y Vjollca Bajraj en los papeles principales]*
Por Agron Shala
Tiempo de silencio, basada en la novela de Luis Martín Santos
Por Miguel Ángel de Ávila González
Verde limón
Por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com
Roberto Castruita Diseño Editorial
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
2 LA GUALDRA NO. 565 /// 13 DE MARZO DE 2023 /// AÑO 12
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Carmen Lira Saade Dir. General
Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Directorio
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6 Por Carlos Belmonte Grey
El próximo 30 y 31 de marzo la Universidad Autónoma de Zacatecas será sede del segundo encuentro de cine popular hispanoamericano. Este segundo coloquio, organizado dentro del proyecto de Historia y Cine Popular, será dedicado al cine frijol o cine churro. El propósito general del grupo de investigación es analizar el cine comercial, popular y las emociones desde distintos ángulos: los dispositivos fílmicos, las temáticas, las propuestas estéticas, los géneros, los discursos políticos y la industria cinematográfica. Si el primer Coloquio realizado en la Universidad de Evry Val-d’Essone/Paris Saclay en mayo del 2019 tuvo su foco de atención en las emociones desde el cine en Iberoamérica, este segundo será sólo el mexicano.
En esta edición se mantiene el eje transversal de cine popular pero ahora más inclinado hacia lo frijol y las emociones como componente indispensable para entenderlo. El acercamiento al cine frijol propone explicaciones y estudios para la comprensión de procesos culturales, nacionales, emocionales e identitarios, y por supuesto, industriales. La economía y la industria global se vuelve un elemento primordial para comprender estos dispositivos que quizás poco tienen de nacionales y sí mucho de nacionalistas.
El coloquio tendrá un formato de seminario muy relajado, a manera de intercambio y afinación de las propuestas con miras a la publicación de un libro de tintes académicos y otro más de estilo Nanar films, es decir, más irónico y mordaz, muy en estilo de la caricatura. Al evento vendrán una docena de investigadores especializados en la historia cultural y del cine mexicano. Habrá también la presentación de dos libros: Todos estos eventos se realizarán en el auditorio de Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Además, vendrá el director Diego Osorno para presentar un par de cortometrajes sobre la relación entre el poder político y acontecimientos sociales contemporáneos de México. La proyección será en la Cineteca Zacatecas. Previo al inicio de las vacaciones, ojalá el público se dé la oportunidad de asistir. La entrada es libre.
Programa
Jueves 30 de marzo
10h15
Conferencia inaugural. Presenta Emmanuel Vincenot. Modera Álvaro Fernández
Ignacio Sánchez Prado (Washington University in St. Louis) -zoom“Cosmopolitismo popular y cine de explotación”
Desayuno en
mon ku
12h
Mesa 1. Modera Maricruz Castro Ricalde Olivia Consentino (Tulane) -zoom“Las estrellas como acercamiento crítico a la época perdida del cine mexicano”
Ana Rosas Mantecón (Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa)
“¿Adiós a los públicos?”
Sergio de la Mora (University of California, Davis) -zoom“Duelo en el cine mexicano contemporáneo”
16h30
Mesa 2. Modera Ana Rosas Mantecón
Maricruz Castro Ricalde (Tecnológico de Monterrey-Campus Toluca)
“Josefina Vicens, el melodrama y el cine popular: tres guiones cinematográficos sobre la maternidad”
Javier Ramírez (ENES Morelia, UNAM)
“Una de vaqueros, western mexicano en tiempos de cambio”
18h30
Proyección de cortometrajes de Diego Osorno en Cineteca Zacatecas
La Muñeca Tetona, 2017, 24 min La evaluación, 2022, 30 min
Viernes 31 de marzo
9h30
Mesa 3. Modera Carlos Belmonte Grey Juan Apodaca (UABN)
“
¡Asalto en Tijuana: albores del videohome fronterizo”
Ángel Román (UAZ)
“La construcción de una identidad local a través del cine: Lamberto Quintero ‘The godfather’ zacatecano”
11h
Mesa 4. Modera Juan Apodaca
Carlos Belmonte Grey (UEVE-Paris Saclay/ UdG)
“El llanto de las tortugas y las Bellas de noche, de cine culto a cine frijol”
Álvaro Vázquez Mantecón (Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco)
Producciones Águila: cine popular y el ejercicio de una Historia pública
Israel Rodríguez (Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM)
“Apertura y censura. Sexo, violencia y vigilancia gubernamental en el cine mexicano de los setenta”
13h30
Presentación de libros (Presencia de autores)
“La invención iconográfica: identidades regionales y nación en el cine mexicano de la edad de oro”, UAM CUAJIMALPA, 2022, de Maricruz Castro Ricalde
Presenta Javier Ramírez
“El paraíso de las emociones. Teoría, producción y contextos de la experiencia fílmica”, España, Tirant lo Blanch, 2022, de Carlos A. Belmonte Grey y Álvaro A. Fernández
Presenta Álvaro Vázquez Mantecón
Comité organizador: Ángel Román Gutiérrez (UAZ), Carlos Belmonte Grey (UEVE-París Saclay// UdeG), Álvaro Fernández (UdeG), y Emmanuel Vincenot (UGE).
13 DE MARZO DE 2023 3
Tiffany’s,
Coloquio Internacional “El Cine popular o el cine frijol mexicano (1960-1980)”
[En Zacatecas, 30 y 31 de marzo. Sede: UAZ] Cine
Colección privada. El gabinete de las maravillas, de Gustavo Íñiguez
6 Por Iván Soto Camba y Abril Medina
Iván Soto Camba:
Esta colección privada de Gustavo Íñiguez es una disección hecha con cierta crueldad, pero no crueldad maligna sino curiosa, como la de los niños tramperos. Como buen gabinete de maravillas expone lo encontrado (o, en este caso, capturado) sin preocupación por los efectos que cause en los visitantes. A veces, sus objetos despiertan asombro o proyectan una calma de hospital, pero otras veces despliegan tras el vidrio vergüenzas, dolores o miedos parásitos. Son ficciones confesionales relatadas en momentos con gran carga emotiva, pero en otros como si fueran pequeños tratados, en los que las dinámicas familiares son estudiadas como si se observaran aves.
No es casual, obviamente, que a esta colección la guíen cuadros pintados por autores que se llaman y se apellidan todos igual. Los Brueghel son padres, hermanos e hijos que creen pintar cuadros propios cuando todo lo que crean es en realidad una falsificación de la obra de sus hermanos, padres o hijos, una condición que domina la naturaleza humana, o al menos la familiar, con todos sus reinos interiores.
No siempre está claro cuándo la voz poética de estos textos es la del niño trampero y cuándo la del adulto de mala memoria. Lo que sí es seguro es que una especie de jaula divide al que mira de lo que observa. Los barrotes, visibles en cada página, cortan estrofas de forma antinatural, plantan la duda de si habrá quedado algo oculto detrás: así que quién sabe qué tanto de este gabinete es en verdad exposición y qué tanto ocultamiento. Porque el naturalismo tiene como base el registro conductual de la especie que estudia, pero la objetividad es difícil de alcanzar cuando el naturalista es a su vez objeto y sujeto de estudio, cazador y presa, ave y piedra. La poesía es también una trampa poco efectiva, dado que en cualquier momento el lector suele cerrar el libro, volver a lo que estaba haciendo como si nada hubiera pasado. De ahí que el poeta tenga que recurrir a todo tipo de artilugios, ilusiones, verdades a medias, moronas dispersadas de manera precisa para atraer centímetro a centímetro la presa al agujero de la última página.
La trampa, apenas visible al fondo del cuadro nevado, está compuesta no por una caja, sino por un tablón pesado. Debajo, casi borrados en la sombra que proyecta la madera, se mueven algunos cuervos, muy cerca de la ramita que sostiene su techo provisional. A pesar de lo pequeña que es en la escala del cuadro, no es difícil calcular que cuando caiga no atrapará cuervo vivo. A pesar de todo, la vista está ocupada con el resto de los elementos del cuadro: el río, la barca, las casas de techos blancos
a dos aguas que bordean el río, los niños que cruzan el paisaje. Una mujer, la única sin patines, lleva de la mano a su hija, que es una niña pequeña, quizá de camino a la escuela. Si no fuera por el título de la obra (“paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros”) nadie encontraría la trampa que casi se pierde en una esquina de la imagen. Y precisamente ahí está el artificio. Las jaulas más interesantes son las que, como ésta, no permiten saber de qué lado de los barrotes se está.
Abril Medina:
Identificamos a la presa y teníamos que separarla del resto, atraerla. Con este verso, Gustavo Íñiguez inaugura la bitácora lírica de sus encuentros, desprendimientos
y cacerías dentro del ámbito doméstico, en un universo genealógico que podemos asimilar (como atina Cristian Peña) cercano a la experiencia del avistamiento paciente del ornitólogo, pero, en la misma medida, también al apetito salvaje de un tirador furtivo, tal vez impulsado por esa crueldad inherente que comparte cara con la curiosidad pueril y cuyo deseo, está muy por encima del entendimiento documentalista, “para nosotros, siempre ha sido fascinante ver cómo se desintegran las parvadas” declara, y este tono con el que canta a la individualidad del padre, a la madre que es epítome de elevación y abreviatura del derrumbe, a los elementos mitológicos de su cofradía de hermanos, a veces perros, a veces halcones mitad muérdago y alam-
bre, profetiza el despliegue de las plumas únicas con las que ha de identificarse a cada uno sin inferir, por su singularidad, la ausencia de esenciales rasgos unificadores. Hay una dulzura adentro, en la jaula, y una distancia, ambas alimentan el astro diminuto de los corazones que funcionan en su nido, y abren al lector un panorama que rebasa el árbol, excede a las constelaciones sobre las que detalla, sin herir del todo a la privacidad, particulares padecimientos.
La elegancia es una de las fortalezas indiscutibles de esta colección privada, la sofisticación de la crudeza y viceversa, participan de lleno en cada gorjeo del bestiario que compone este gabinete íntimo y desolador, quienes conocen al autor podrán dar fe de su elocuencia mística, y quien conozca de lenguaje, podrá regodearse en la multiplicidad de guiños hacia la retórica de lo que entendemos como espiritual, impronunciable, su anuencia y su renuncia, su protesta y su aprobación. Por último, recordando a los pájaros de Eliot que afirmaron: “ve ve ve el género humano no puede soportar demasiada realidad”, invito a la lectura del graznido hondo de este libro, donde el desierto avanza, y la nieve, y la casa que habitan las quimeras de lo familiar, nos dan un abrazo incómodo como todo lo que tiene carácter de verdadero. Advirtamos que, atendiendo a la sentencia de Magritte: “por más bella que sea, la poesía, ha de ser cruel”.
* * *
LA GUALDRA NO. 565 4
Gustavo Íñiguez, Colección privada. El gabinete de las maravillas, Mantis Editores, 2020.
/// Gustavo Íñiguez.
Libros
Susan Sontag o la encarnación de la poesía de la inteligencia
6Por Sigifredo Esquivel Marín
Aunque parece que fue ayer, pronto se cumplirán dos décadas de la muerte de Susan Sontag, aún le echamos de menos como a una amiga querida que siempre ha estado cuando se le necesita y en el preciso momento en que deja de estar su ausencia deja un hueco insobornable. Escritora, pensadora, profesora, cineasta e intelectual, Susan Sontag es una de las mentes más poderosas y cautivantes del siglo XX.
Siendo muy joven leí Bajo el signo de Saturno (Edhasa, 1987), un libro extraordinario que habla de todo lo importante de la modernidad del siglo XX. Como todas las lecturas valiosas de juventud, lo devoré con frenesí a toda velocidad, sin entender ni atender mucho, pero inspirándome en su soberbio estilo, en la potencia de su lucidez transparente y jovial; inspiración canónica que hasta el día de hoy intento tener presente a la hora de escribir. Es la gaya ciencia pop del siglo XX. Libro que hace de la crítica social una auténtica fiesta, Bajo el signo de Saturno hace de la crítica una estrategia ético-política para repensar límites y posibilidades del arte y de la literatura; de forma magistral elucida la obra de Antonin Artaud y la estética del arte fascista, lejos de toda mirada romántica. Asimismo, sus reflexiones sobre Paul Goodman y la contracultura norteamericana recuperan el legado del 68 y los movimientos sociales y el activismo político de una izquierda radical viva.
La alegría, el placer, la libertad, son claves del ideario de Sontag, sin dejar de reconocer la importancia existencial de la melancolía, según se puede leer en el ensayo sobre Walter Benjamin que da título al libro “Bajo el signo de Saturno”, sin lugar a dudas uno de los ensayos más profundos, valientes valiosos, audaces que se hayan escrito sobre el pensador alemán. Describe con mirada clarividente el espíritu nacido bajo el signo de saturno: indeciso, de temperamento lento, ambiguo y errante, con escaso sentido de dirección, pero con una brújula vital formidable; el desciframiento melancólico de su sino y signo se despliega en un ego vital como texto barroco.
Disimulo, hermetismo y secreto parecen inherentes al carácter melancólico -sentencia Sontag-. Digna heredera de Benjamin y de Kraus, hizo de la escritura un espacio de reflexión social íntima, personal y transpersonal. “Notas sobre lo camp” es uno de esos ensayos que anticipan las discusiones actuales sobre cultura, política e identidad sexual y se han vuelto cliché farragoso. Estilos radicales (Madrid, Punto de lectura, 2002) ahonda en el diálogo entre arte y pensamiento, elucida grandes autores como seres cercanos de carne y hueso, les quita el hálito de “vacas sagradas” y les deja pastar en libertad sin ningún falso res-
peto académico, pero con todo el rigor e imaginación crítica que merece lo que de verdad interesa.
Desde su infancia amó Shakespeare, al igual que Harold Bloom, pero su amor a los grandes maestros no busca sentar cátedra y decirnos la neta, sino invitarnos a pensar por cuenta propia transmitiendo su entusiasmo y pasión sin esperar que nosotros tengamos que asentir sus gustos. Su coherencia le valió enemistarse con una opinión pública teledirigida por los poderosos y una intelectualidad pudibunda y cortesana. En todo lo que leyó, pensó, escribió y dijo buscó siempre una conexión con el mundo circundante, así pues, cuando habla de traducción, crítica literaria, lectura, literatura, obra de arte, entre otros asuntos, está pensando desde el campo cultural presente.
Al respecto cabe destacar su exploración en varias obras sobre la relación entre enfermedad, metáfora y sociedad en pleno auge neoconservador en torno al SIDA. Fue crítica acérrima de toda forma de dominación e imperialismo. E hizo del pensamiento crítico una forma de atletismo del espíritu, de ahí que en sus Diarios haya escrito que: “no se aprende de la experiencia; porque la sustancia de las cosas siempre está cambiando”. Por eso destaca que su formación intelectual está en la academia universitaria, pero también en la vida cotidiana, el arte actual y los periódicos.
La contemporaneidad fue su punto de partida para repensar la tradición como algo vivo y valioso que nos aporta otra mirada y otra experencia. De ahí también la necesidad de volcarse en la escritura narrativa y autobiográfica a través de medios expresivos innovadores para dar cuenta de las mutaciones culturales emergentes, al res-
pecto, Declaración: Cuentos reunidos (Random House, 2018) expone problemáticas comunes de los jóvenes y de las parejas actuales con sentido del humor, sarcasmo e ironía; sus relatos exhiben sus pasiones, contradicciones y afectos más íntimos.
Si su obra ensayística elucida de forma crítica el presente, su narrativa expone en estado naciente seres singulares y sus intrincadas relaciones. Sus reflexiones y discursos sobre Palestina en el contexto de recepción del Premio Jerusalem de literatura en 2001 dan cuenta de su valentía para encarar los problemas sin concesiones al pensamiento hegemónico. Exploró el sufrimiento desde sus entrañas en Sarajevo, Palestina y Siria. Su conocimiento de la realidad social fue de primera mano, hizo una etnografía a flor de piel de la sociedad como multiverso de significaciones plurales. Sus títulos, sus declaraciones, su postura política dan cuenta de alguien que estuvo en ojo del huracán, pero su mirada transversal atraviesa el presente dándole la vuelta a las ideas dominantes.
De manera personal, lo que más aprecio de la Sontag, expresión con cariño, claro está, es su estilo desenfadado desde un enfoque novedoso o poco explorado, en este sentido, habría que decir que su obra, perdurará al lado de los más grandes maestros del ensayismo moderno: Montaigne, Benjamin, Cioran, Zambrano, Borges. Ética, política y estética en la perspectiva de Sontag no son conceptos ni campos teóricos intelectuales únicamente, sino más bien son nodos relacionales de una práctica vital poética y militante.
Heredera del pensamiento libertario, democrático, anarquista y vitalista de Norte América, Sontag es una de las más grandes
heroínas del pensamiento moderno contemporáneo. Su comentario sobre la vigencia de Victor Serge como un pensador y escritor en perpetuo estado de insurrección contra todo y contra todos también caracteriza su quehacer político e intelectual. Sus libros marcaron una tendencia editorial de frescura y argumentos lúcidos sugerentes. Su escritura muestra un talento inusual vertido en un estilo contundente, ante todo, habla de forma valiente de los temas que verdaderamente importan. Su fotografía nos muestra una mujer hermosa cuya inteligencia serena eclipsa su belleza singular única.
Mujer cosmopolita y polemista implacable, fue una auténtica estrella del mundo intelectual, quizá la última con esa solidez tan característica de una personalidad fuerte e intensa. Al final de su vida cuenta que, al ver una fotografía instantánea de juventud, gritó exclamando: ¡Qué guapa era y ni siquiera lo sospechaba! En el cuerpo de la joven de ascendencia judía que destacó en la escena neoyorkina de la segunda parte del siglo XX la diosa Atenas se apoderó de Afrodita, y la inteligencia poética venció amorosamente a la pasión erótica.
Eso y mucho más fue Susan Sontag, que desde la adolescencia le tuve una admiración sin reservas como verdadera heroína del pensamiento. Desde entonces ha sido una de las fuentes de ensoñación e inspiración. Por cierto, ahora que crece en México un anti-yanquismo en la izquierda oficial autoritaria, habría que recordar que EUA es un espacio sociopolítico y cultural amplio y plural donde ha germinado un pensamiento crítico libertario que sigue alumbrando hasta nuestros días una intelectualidad crítica que guía el presente y abre otro porvenir.
13 DE MARZO DE 2023 5 /// Foto de @gabolibrosmx ///
(1933-2004). Foto tomada de @LiteraryVienna Arte
Susan Sontag
6 Por Agron Shala
“Tienes que tener el coraje de traer tu vida a la obra”, dijo la pintora Mary Todd Beam. Esta descripción es precisa para la directora
Paula Markovitch, quien en sus obras refleja su propio dolor y explora la empatía por los demás. La directora vivió en Argentina hasta los 22 años; en 1990 se traslada a México. En 2011 realiza su primer largometraje, El premio, una película semi-biográfica acerca de la infancia de la hija de un disidente político; en 2011 este filme se presenta en el Festival de Cine de Berlín.
En 2019, Markovitch realiza su tercer largometraje: El actor principal
En esta película, proyectada en varios festivales del mundo, se habla inglés, alemán, español y albanés. La historia se desarrolla en Berlín. La etimología del nombre Berlín está relacionada con el polaco antiguo: con la palabra “berl” que significa pantano. En el idioma albanés, el pantano hace referencia a un estado de sueño, de estancamiento… Y esta descripción también es apropiada para la atmósfera de ese sótano en El Actor principal, donde transcurre la historia de Luis y Azra.
El personaje de Luis (el actor Marcelo Cerón), vive en Iztapalapa, una zona marginal de la Ciudad de México. Al principio parece ser un acróbata que juega con fuego… también es un ladrón que se gana la vida robando espejos de coches. Un día, al hurtar en un coche de lujo recibe una recompensa (¡o castigo!): gana el papel principal en una película que tendrá su estreno internacional en la Berlinale. Luis llega a Berlín y se comporta como un niño perdido; en la ciudad de la cultura, en una de las mayores potencias económicas, busca lo inasible (a sí mismo). En lugar de descansar en su habitación, Luis deambula por los pasillos del hotel y se recuesta sobre un montículo de toallas en la lavandería. A partir de este momento comienza la historia central: Luis conoce a Azra (Vjollca Bajraj), la lavandera.
Un actor azaroso en la trama de la película se encuentra con la actriz azarosa de la película real (Vjollca Bajraj es, en la realidad, doctora y vive y trabaja en la Ciudad de México). El director judeo-alemán, Fritz Lang, ha dicho que un buen trabajo cinematográfico te da espacio para interpretar. Y, el rostro de Azra, con cicatrices de quemaduras en el lado izquierdo, desde el principio da espacio para la sugestión. ¿De qué lado se fija más el espectador? Las personas con empatía verán… ¡la herida! Alguien podrá ver el otro lado… ¡la belleza!
El director polaco Krzysztof Kieslowski, quien nunca ha terminado sus películas y que ha aceptado todas las interpretaciones que el público pudiera dar, en este
caso diría: “Elija una [interpretación]”, porque somos lo que vemos. Este juego de interpretaciones le da poder a la película; incluso la selección de Vjollca Baraj para formar parte de la película, es una decisión que expresa el coraje de la directora Paula Markovitch.
La directora eligió a un médico que no tiene un título de actor. ¡Un amateur! Sin embargo, “amateur” es una palabra hermosa, porque significa “amar”. (desafortunadamente, en Kosovo tenemos muchos actores diletantes, con o sin diploma, y muy pocos amateurs, personas que hacen arte con el alma sin importar la ganancia material). No es que Vjollca Bajraj no conozca la escena, ya que ha sido una de las mejores declamadoras de Kosovo y en
México ha declamado junto a reconocidos actores mexicanos. Mientras tanto, es la primera lectora (crítica) de los versos del gran poeta albanés, su esposo, Xhevdet Bajraj; el arte es parte de su vida.
Pero, esta selección nos hace a reflexionar, porque nos recuerda una conversación entre dos colosos del cine: el japonés Akira Kurosawa y uno de los principales representantes de la Nueva Ola iraní, Abbas Kiarostami. Cuando Kurosawa expresa su sorpresa por trabajar con actores aficionados, Kiarostami responde: “Aprendí esto de usted. Usted me sorprende con la interpretación de los actores... Incluso trabajar con profesionales no es nada fácil. Tienes que presionarlos en cada película y convertirlos en novatos. ¡Por eso trabajar con
actores profesionales es tan difícil!”. Así que los grandes directores sacuden a los actores, incluso si son los mejores. Así lo hizo el director Milos Forman con Amadeus y la escena en la que Wolfgang Amadeus Mozart (Tom Hulce) dicta a Antonio Salieri (el actor ganador del Oscar, F. Murray Abraham) las partituras de “Réquiem de la muerte” (“Lacrimosa”). Milos Forman cambia el guion antes de filmar, sin que lo sepa al actor. Así, en esa escena, Abraham no está preparado para lo que está sucediendo, está perdido… porque debe sentirse así: perdido, al escuchar la idea de un genio como Mozart.
“Actuar no se trata de fama, sino de explorar el alma humana”, dijo la actriz canadiense Annette Bening. ¿Y quién no
LA GUALDRA NO. 565 6
/// Marcelo Cerón Ramírez es Luis en El actor principal.
/// Vjollca Bajraj, como Azra, en El actor principal.
Una directora en México y una película sobre el dolor:
“En la guerra uno entiende la estupidez humana”
Cine
[Sobre la película El actor principal, escrita y dirigida por Paula Markovitch, con Marcelo Cerón y Vjollca Bajraj en los papeles principales]*
se extravía cuando se enfrenta al amargo pasado? ¿Quién puede sentir más empatía por el dolor que alguien como Vjollca Bajraj, quien en la última guerra de Kosovo perdió a unos 50 miembros de la familia extensa (entre ellos a su padre y dos tíos)?
La coincidencia se revela en la lavandería del hotel. El actor que causalmente se convirtió en personaje de una película, conoce a un personaje que fue captado por camarógrafos extranjeros en las escenas de deportación masiva de los albanokosovares. Los refugiados que huyen de las escenas de horror aparecen también en los versos de Xhevdet Bajraj: “Guisaban y hervían en el fuego de las casas / comían y bebían en cráneos albaneses / como si no fuéramos humanos / como si no fueran humanos / ¿no es así? Dios / hasta que el verano los regresó a su tierra / cebados de muerte”.
Así, el hombre que estaba jugando con fuego se encuentra con la víctima del fuego. Ambos padecen la realidad que otros construyeron para ellos. Luis y Azra saben algunas palabras en inglés. Pero se entienden mejor cuando hablan sus idiomas nativos: español y albanés. Porque el sufrimiento no tiene barreras idiomáticas, porque el dolor hace que todos vivamos en el pantano. Cada miembro de la familia judía de la directora entiende esto. Ni la fama ni una vida segura curan este dolor cuando el pasado te persigue como una maldición.
En la lavandería los papeles se invierten: el actor principal del Actor principal se convierte en parte del teatro de Azra,
quien en los rincones de la lavandería abandonada ha creado un mundo paralelo, desordenado, fantasmal (como su propia vida y la de Luis).
Azra está muerta viva. Ella no puede olvidar el asesinato de su primo: cuando le dispararon abrazó a su hijo y sus cuerpos quedaron aferrados. Ella no puede olvidar a su pequeña, cuya tumba aún no conoce.
“Quizás fue un sueño para mí”, dice Azra, en el filme. “En la guerra te duelen todos los huesos; hasta los huesos de los muertos... en la guerra entiendes la alegría que perdiste; entiendes la estupidez humana… pienso en mi niña y su cabello en llamas”: Azra relata su historia (en albanés, en el dialecto guego o gheg).
También las canciones que se escuchan en la película son albanesas, cantadas realmente por los hermanos de Vjollca Bajraj. Luis escucha con atención. Él comprende. Porque el dolor tiene un lenguaje universal. Es la verdad que los abarca. En tal situación, ¿dónde le gustaría estar el hombre empático?
Luis abandona el estreno. La fama no cura las heridas. Él vuelve a la lavandería. Puede haber regresado por arrepentimiento, o por deseo, o por alguna otra razón. Porque, como dijo Oliver Stone, “las películas están sujetas a un millón de interpretaciones”.
Otra cosa que vale la pena mencionar es que en un momento en que se habla mucho en Kosovo sobre temas de guerra, esta herida fue revelada por una directora que vive en México, con poco presupuesto y sin ningún efecto pirotécnico. La mayoría en interiores son espacios sin intervención, sólo la utilería específica enriquece el concepto de la directora. La cámara se mueve en interiores, el enfoque a menudo cambia a medida que los actores se desplazan en la escena con naturalidad. Lo mismo ocurre en los pasillos de los hoteles, los bares y las calles de Berlín. Esta puesta en escena nos demuestra que el director debe tener el coraje y el conocimiento, ya que una buena idea se transmite en cualquier entorno y en cualquier idioma.
Por último, cabe señalar que alguien puede llamar a esta película “densa”. De hecho, es una obra inusual con un enfoque improvisado y gran poesía. Azra (nombre árabe que significa la noble), según el concepto inicial de la directora, era bosnia, víctima de la guerra en Bosnia y Herzegovina. Después de conocer a la pareja Xhevdet y Vjollca Bajraj, la película se centra en Kosovo…en la guerra como un dolor universal. Por eso, sin entrar en más detalles, vale la pena citar al gran crítico de cine
Roger Ebert: “Las películas que evocan empatía son más poderosas que las que objetivan los problemas”, estén donde estén.
* La película El actor principal se proyecta este miércoles 15 de marzo en San Antonio, Iztapalapa, CDMX.
13 DE MARZO DE 2023 7
Cine
/// Paula Markovitch, dirige y escribe la película El actor principal.
Tiempo de silencio, basada en la novela de Luis Martín Santos
6 Por Miguel Ángel de Ávila González
Tiempo de silencio se desarrolla en Madrid a mediados de la década de los cincuenta. La historia contenida puede entenderse perfectamente porque muchos de los hechos todavía tienen vigencia.
El protagonista Pedro Martín Rovira de 29 años, es médico investigador. No puede continuar en el proyecto en que trabaja porque la situación económica y social en la que vive impide que pueda avanzar en la investigación sobre el cáncer que está llevando a cabo con una cepa de ratones enviados desde Illinois, Estados Unidos, y que han sido financiados por el Instituto de La Moneda. Ratones experimentales que se acaban porque su ritmo de reproducción es inferior a la de su muerte y no se reponen con nuevas adquisiciones.
Amador, el vigilante del laboratorio, cuya inconsciencia raya en la locura, parece tener la solución al problema. Tiempo atrás había regalado su pariente, el Muecas, algunos ratones que, por alguna extraña razón, habían logrado reproducirse y criar en condiciones penosas en un tugurio carente de higiene y cautelas sanitarias.
La incubación y crianza de los ratones ahora se hacía en la calidez humana, en el pecho de las jóvenes hijas del Muecas. Pedro y Amador acuden a al cuchitril del Muecas para ver la calidad de los ratones y comprar algunos para continuar las investigaciones. Este hecho desencadena la trama principal del relato.
Toda la población del barrio está pendiente del paso del médico, que destaca del resto de los habitantes por su porte e indumentaria. Cartucho está atento al trajín de la entrada de Pedro en la casa porque tiene relación sentimental con Florita, la hija mayor del Muecas. Al llegar Pedro a Madrid se había instalado en una casa de huéspedes regentada por tres mujeres, la abuela, la madre soltera y la nieta Dorita, de la cual se enamora.
En paralelo, se perfila la vida cotidiana de Pedro con sus iguales, amigos universitarios, intelectuales o simplemente bohemios que se reúnen para beber copas y departir sobre los temas de moda; entre ellos destaca Matías, quien lo acercará al mundo de la prostitución que le servirá para tratar de esconderse de la policía y protegerse en el momento crítico.
En esos días Florita está embarazada y no puede tener la criatura porque es soltera y es su padre, el Muecas, el que la ha embarazado. El propio Muecas es el que le provoca el aborto. Flo-
6Por Pilar Alba
Siempre quise tener los ojos verdes, como las hojas de las plantas recién bañadas después de la lluvia, como las peras de los árboles de la huerta, como los moscos zumbadores. Verdes como el limón… A cada rato se lo decía a mi madre: Oiga, por qué a mí no me hizo los ojos verdes como a Paco; por qué no me salieron como los de mi papá, por qué no tengo los ojos como los de mi abuela Concha o mi tía Graciela. Mi madre se me quedaba viendo primero con burla, luego con coraje y al final
rita sufre hemorragia. Entonces el Muecas llama a Pedro para que intente salvarla, pero es demasiado tarde, la chica muere. Son testigos de todo cuanto ocurre, la mujer del Muecas y su hija pequeña. El Muecas y Amador acusan a Pedro de haber hecho el aborto y hacen correr el rumor de que el médico es el padre del feto que Florita llevaba en su vientre.
El Cartucho, atento a todo lo que pasa denuncia el crimen de Pedro a la policía que co-
mienza su búsqueda. Es entonces cuando Pedro por consejo de Matías se esconde en la habitación más alta de un prostíbulo para evitar ser descubierto. De todos modos es aprehendido pero es liberado por el testimonio de la madre de Florita, que atestigua que cuando el médico llegó a socorrerla ella ya se había desangrado. El final de la película ocurre en una feria a donde acuden Pedro y Dorita, en un ambiente festivo de tiovivos, casetas, churros y manzanas cara-
Verde limón
con tristeza en esos ojos de un negro profundo, ésos que yo por genética había heredado. Váyase a hacer sus quehaceres, deje de estar de ociosa nomás pensando en esas cosas. ¿Tiene ojos?, me preguntaba, yo respondía asintiendo con la cabeza; ¿puede ver con ellos, puede ver este palo con el que le voy a dar unas nalgadas si sigue reclamándome esas cosas? Entonces yo salía corriendo a lavar los trastes, a recoger
las hojas secas, a hacer las tareas de la escuela. Luego a mi mamá se le olvidaba, pero a mí no, yo siempre tenía presente mi reclamo. ¿Cómo es ver con los ojos de color verde?, le preguntaba a Paco mi hermano. Se ve todo muy bonito, como si fuera de oro, como si no hubiera nada feo, no se ve la tristeza, todo es hermoso. Yo sufriendo con mis ojos negros viendo la tristeza, la pobreza, la maldad de todo. Ahí iba otra vez a
melizadas. Es donde Cartucho asesina a Dorita. Pedro pierde el trabajo y no puede remontar la situación.
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Película Tiempo de silencio, de Vicente Aranda y Antonio Rabinad. Reparto: Imanol Arias, Victoria Abril, Charo López, Francisco Rabal, Juan Echanove, Francisco Algora, Joaquín Hinojosa, Diana Peñalver, Queta Claver.
reclamarle a mi madre: Oiga, má, porque a mí… En eso mi abuela intervino. Ya está otra vez ésta reclamando sus preciados ojos verdes. Me tomó de la mano, me llevó a la cocina, agarró un cuchillo, partió un limón por la mitad, me inclinó la cabeza y dejó caer gotas de limón en mis ojos. Mira, si te pones diario una gota en cada uno, después de un tiempo podrás tener tus ojos verdes. No sé cuánto tiempo me duró el ardor y las lágrimas que se escapaban de mis ojos, ni por cuánto tiempo se me nubló la vista, lo único que pensé es no vuelvo, no vuelvo a querer tener los ojos verdes.
LA GUALDRA NO. 565 // 13 DE MARZO DE 2023 8 Río de Palabras
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