Cambio de paradigma en el uso de la toxina botulínica Por Dra. Belén Sulekin La toxina botulínica es una neurotoxina derivada de una bacteria cuyo uso comenzó hace décadas para tratar la espasticidad. Usualmente llamada bótox (aunque este se refiere a una de las tres marcas comerciales aprobadas por la Food and Drug Administration), empezó a utilizarse
varios años después en el campo estético con el fin de quitar las arrugas gesticulares ya formadas en pacientes mujeres de alrededor de 40 años en adelante. Pasó mucho tiempo para que el uso de la toxina botulínica diera un giro y se comience a utilizar para la pre-
vención de arrugas, evitando que la piel se marque. De esta manera, su aplicación cambió por completo: hoy, los especialistas apuestan a chicas y chicos jóvenes que quieren prevenir la aparición de arrugas y marcas en la piel usando bajas concentraciones de toxina para producir
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El uso de la toxina botulínica se ha transformado a lo largo de los años. Hoy en día, su aplicación se orienta a prevenir las arrugas sin esperar que estas aparezcan. A continuación, un repaso sobre la evolución de esta toxina que, habiendo revolucionado la medicina estética, se ha expandido a nuevos usos con exitosos resultados.
