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DESTACADOS Dr. Henry Albornoz

ABRIL 2022 • Pág 8 # 42 •

Dr. Henry Albornoz

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“Los virus respiratorios estacionales son nuestro problema habitual de todos los inviernos”

El infectólogo y médico intensivista Henry Albornoz, profesor adjunto en la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina (Udelar), repasa cómo fue transitar la evolución de la pandemia y recuerda los días en CTI durante los máximos picos de contagios. Además, explica cuáles son los virus que merecen mayor atención en la proximidad del invierno, advirtiendo, especialmente, sobre la importancia de la vacunación contra la gripe.

¿Por qué escogió el camino de la especialización en enfermedades infecciosas?

Desde muy temprano en la carrera me interesó la infectología. En la etapa de internado, la rotación en Pediatría la realicé en el Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Pereira Rossell. Fue un año de una epidemia de meningitis bacterianas y ese evento motivó que me cautivaran las enfermedades infecciosas. Yo había resuelto dar la prueba de la residencia para Medicina Intensiva y, cuando ingresé, tuve dos maestros en lo relacionado con las infecciones en pacientes graves y la prevención y el control de infecciones hospitalarias. Uno fue el Prof. Humberto Correa, en ese momento director de la Cátedra de Medicina

Intensiva, donde cursé la especialización y con quien trabajamos en investigaciónentemascomosepsis, infecciones respiratorias en los pacientes conectados a un aparato de ventilación mecánica, entre otros. Nos hicimos grandes amigos y ha sido un referente de la medicina. La otra persona que influyó mucho fue el Dr. Homero Bagnulo, director de CTI del Hospital Maciel, centro donde cursé la residencia en Medicina Intensiva. Con él aprendí mucho de infecciones en la unidad de cuidado intensivo,deprevencióndeinfeccionesycalidadyseguridaddelpaciente. Los años de la residencia fueron muy intensos y, definitivamente, cuando finalicé la especialidad, ya estaba muy orientado a continuar la profundización en el camino de las enfermedades infecciosas. Comencé la especialización con una visión inicial orientada a las áreas que ya venía desarrollando y, luego, fui ampliandoelcampodeacción.Definitivamente, cuando ingresé como docente a la Cátedra de Enfermedades Infecciosas, encontré un espacio de trabajo muy enriquecedor.

¿Qué significó para usted, como profesional, transitar una pandemia?

La pandemia ha significado un desafío en múltiples aspectos. En lo profesional, significó enfrentarnos a un evento nuevo, con las incertidumbresinicialesyunaaltacargade responsabilidad. Desde que se comunicó el inicio en China y su rápida dispersión, regional primero y luego a Europa y Estados Unidos, estuvimos en alerta y empezamos a trabajarenlapreparacióndelarespuesta. Esa fue una etapa de alta carga de trabajo y de necesidad de actualizar y seguir día a día la nueva información que emergía. Sin embargo, habíamuchaspublicacionesquenoestaban adecuadamente procesadas y no seguían los caminos que habitualmenteestamosacostumbrados, con lo cual la gran tarea era valorar deformacorrectaydarleelpesoreal a esa nueva información. Después vino la etapa en la que, en lo sanitario, estuvimos bien, a pesar de algunos eventos como los brotes en centros asistenciales. En ese momento, el desafío fue mantener la calma y explicar que estos eventos habían ocurrido en otros países y ocurrirían en Uruguay también. Igualmente, en el segundo semestre de 2020, la tarea fue mantener la alerta y no ser triunfalistasporqueestábamosconvencidos de que, en algún momento,tendríamosunagranoladecasos en el país. La etapa de la primera ola entre marzo y junio de 2021 fue muy desgastante,conaltacargalaboraly emocional. Posteriormente, con la vacunación y por el comportamiento habitual en olas de pandemias, tuvimos nuevamente un periodo de “vacaciones”, que, de todas formas, implicó mucho trabajo. Ya la ola de 2022 fue absolutamente diferente, con muchísimos casos y sobrecarga enelsistemaextrahospitalario,pero con muchos menos casos graves, menos mortalidad y menor sobrecarga en los sectores de internación.

¿Cómo recuerda los días de CTI en los máximos picos de covid-19?

Fueron días muy difíciles, independientemente del lugar en el que estuvieras dentro el sistema y del rol que desempeñaras. En la primera línea, la carga emocional y física fue muy alta y recuerdo la valentía de los equipos asistenciales a pesar del cansancio, tanto en las unidades de cuidado intensivo como fuera de ellas. Recuerdo imágenes que parecíansurrealistas;unidadesdecuidado intensivo repletas, con muchas personas ventiladas boca abajo. Por otro lado, también me acuerdo de imágenes muy emotivas de personas que sobrevivían a una infección grave, tanto al alta de CTI como al alta de la rehabilitación. En la funcióndetomadedecisiones,también fueron momentos de tensión, de dudas y de mucha discusión en la búsqueda de las mejores alternativas.

¿Cómo define el momento actual que transita Uruguay en relación con el virus?

Estamos en una etapa de descenso de la circulación viral siguiendo a la segunda ola, la cual ha sido causada porlavariantedepreocupaciónómicron. Pero la circulación aún es relativamenteimportante;haypersonas querequiereninternaciónytambién hay fallecimientos, por lo que no podemos decir que esto terminó. Estamos ingresando en una nueva etapa de vacaciones del virus, esperemos que sea definitiva. De cualquier manera, refiriéndonos solamente a aspectossanitarios,lasconsecuencias de la pandemia van a mantenerse y nos llevará un tiempo recuperar la situación que teníamos, particularmente,enelcontrolytratamientode enfermedades crónicas.

¿Podemos pensar en una erradicación total o habrá que aprender a convivir con él?

Pienso que la erradicación no es un objetivo planteable. Es un virus altamente transmisible, cuyo principal reservorio hoy somos los humanos, que se va a ir adaptando al huésped y nosotros al virus. Definitivamente, creo que vamos a convivir con él, como lo hacemos con otros virus, incluso otros coronavirus.

Respecto a la inmunidad del covid-19, ¿comparte que la vacuna debe integrarse al esquema de vacunación de nuestro país?

Es una pregunta muy difícil para la cual no tengo respuesta definitiva. Llevamos dos años de pandemia y un año y algo desde que las vacunas estándisponibles.Lasvacunasseguramente van a evolucionar mucho y el comportamiento del virus también irá cambiando. Creo que de ese balance va a surgir una respuesta.

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¿Cómo cambian las sociedades luego de un fenómeno pandémico?

Laspandemiassoneventossociales. Elreconocimientodeunapandemia, la respuesta individual y colectiva y, por supuesto, las consecuencias, van mucho más allá de lo sanitario. Losqueestamosenlasaludtenemos tendencia a una visión sanitariocéntrica y podemos perder parte de la perspectiva social. Como fenómeno sociológico, no tengo una visión lo suficientemente amplia para imaginar los cambios en las sociedades. Creo que para los que vivimos esta pandemia nos va a significar cambios importantes. Me es más fácil o más cercano tener una perspectiva delaspersonas,queprobablemente cambiensegúncómosevioafectado cada uno y qué perdió en este tiempo. Los que perdieron familiares, amigos, compañeros de trabajo, lo vivirán con una carga afectiva muy alta y como un período muy triste, difícil de recordar. Los que sufrieron la soledad y los niños y adolescentes que tuvieron casi dos años de restricciones en sus actividades de interacción social y educativa, probablemente,loviviráncomountiempo perdido que es necesario recuperar. Los que se vieron más afectados por las consecuencias económicas, si recibieronapoyoylesllególasolidaridad social, quizá tendrán agradecimiento y necesidad de fortalecer las redes de solidaridad social. De esa mezcla, imagino que surgirán los cambios en las sociedades y, probablemente, algunos se pierdan cuandolamemoriacolectivaconlos cambios de generaciones también se vaya perdiendo.

¿Qué otros virus merecen atención en la antesala del invierno?

Los virus respiratorios estacionales son nuestro problema habitual de todos los inviernos. El virus influenza o virus de la gripe es uno de ellos, y la vacunación anual es una herramienta muy importante para evitar las consecuencias de estas infecciones. Otro virus estacional muy importante es el virus sincicial respiratorio, que afecta mucho a los niños causando bronquiolitis y neumonía. Para este no disponemos de vacunas de aplicación poblacional. Puede ser un año de circulación más intensa de estos virus atendiendo a la baja circulación que tuvieron los años anteriores y, por lo tanto, muchas personas no estuvieron expuestas a ellos recientemente. Tambiénmerecenatenciónalgunosvirus como el sarampión y el dengue, que si bien no son estrictamente invernales, hay cierta actividad en la región y pueden ser amenazas reales.

Recientemente finalizó su presidencia en la Sociedad de Infectología Clínica del Uruguay, ¿qué objetivos se propuso durante su gestión?

La elección fue en 2019 y el lema fue “Trabajo para los infectólogos” con el objetivo de continuar consolidando una sociedad que represente a losinfectólogosyestuvierapresente en sus aspectos laborales, formativos y sociales, promoviendo el trabajo y el cumplimiento de acuerdos y compromisos previamente alcanzados.Laverdadesquelapandemia promovió el trabajo para los infectólgos; de hecho, estuvimos bastante demandados en lo que respecta a los planes de contingencia en las organizaciones de salud, las actividades de consulta sobre medidas de aislamiento y cuarentenas y participamos en la asistencia. La gestión en la sociedad fue muy compleja porque la pandemia nos generó una sobrecarga muy alta. En cuanto a la pandemia, elaboramos un grupo de recomendaciones iniciales en marzo 2020, en conjunto con otras sociedades científicas y cátedras de la Facultad de Medicina. En este momento, ya tuvimos elecciones y renovación de la comisión directiva, ylaDra.NoeliaFerreira,juntoaotros colegas, llevarán adelante la gestión, esperemos que en un contexto de mayor normalidad y con éxito en la gestión.

¿Cuál es el nivel de desarrollo de Uruguay en la investigación y tratamiento de nuevas enfermedades infecciosas?

Pienso que la investigación básica en enfermedades infecciosas tiene un buen desarrollo, tanto a nivel de lasFacultadesdeCiencias,Medicina, VeterinariayQuímica,comoenotras organizaciones como el Clemente Estable,InstitutPasteur,entreotros. Esto incluye investigación de mecanismos de enfermedades infecciosas,agentescausantes(virus,bacterias, hongos, parásitos), diagnóstico y problemas emergentes como la resistenciaalosantimicrobianos.La pandemia fue una demostración de las potencialidades que tenemos a ese nivel. La investigación clínica en enfermedades infecciosas tiene un desarrollointermedioycreoquehay mucho por desarrollar y construir respecto a redes de investigación y colaboración internacional. Se hace con mucho esfuerzo, la inversión no es óptima y además creo que a nivel clínico perdemos oportunidades de financiación. Si lo miramos a través de publicaciones, en la Cátedra de Enfermedades Infecciosas en el año 2019, se realizó un index infectológico recopilando lo que se publicó entre 2009 y 2019. Fueron 17 artículos presentados en revistas internacionales, 21 en revistas nacionales y más de 60 resúmenes en congresos. En cuanto al tratamiento de las enfermedades infecciosas, el desarrollo en general es bueno y hay unabuenacoberturaglobalenelsistema de salud. Tenemos problemas endosotresáreasparaeltratamiento de algunas enfermedades parasitarias olvidadas (chagas, malaria, hidatidosis), en la disponibilidad limitada de algunos antifúngicos, y un problema con la disponibilidad de algunos antibacterianos para el tratamiento de bacterias multirresistentes.

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