¡RESucitó! boletin formativo de la hdad. de ntra. sra. de la soledad BOLETÍN Nº 1 | AGOSTO 2022


Sumario y créditos ¡RESucitó! boletin formativo de la hdad. de ntra. sra. de la soledad BOLETÍN Nº 1 AGOSTO 2022 Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra, *** Parroquia de Santa María la Mayor. Pilas (Sevilla) E-mail: hermandaddelasoledaddepilas@gmail.com www.soledaddepilas.es BOLETÍN FORMATIVO DE LA HERMANDAD AGOSTO 2022 La Hermandad no se responsabiliza ni se identifica necesariamente con las opiniones vertidas por los colaboradores en este boletín. Sumario 3 Nuestra Hermana Mayor 4 UnFormación:pilarfundamental en la Hermandad 5 El Dogma de la Asunción de María 6 La Asunción de María: Un misterio teológico y artístico 8 Banderín Asuncionista 13 Una bandera Asuncionista 14 La VIrgen de los Reyes y la Fiesta de la Asunción 15 El misterio Asuncionista en la Semana Santa de Sevilla 18 Cantillana de la Asunción 20 Tres sonetos dedicados a la Asunción de María 24 SumarioCoordinación Juan Lara Márquez Colaboradores Antonio Jesús Salvago Duarte Inmaculada Cabello Sánchez Juan Lara Márquez Francisco Javier Espejo Ramírez Juan José Garrido Moreno Carlos López Bravo Francisco Javier Segura Márquez Manuel Pérez Campos Foto de portada Dulce Nombre de Jesús Autor: Juanma del Valle Foto interior de portada María Santísima en su Soledad Autor: Antonio Cruz Colchero Fotografías Antonio Cruz Delgado Antonio Delgado Cañada Archivo de la Hermandad Archivo de la Hermandad de la Asunción de Cantillana Archivo de la Hermandad del Buen Fin de Sevilla José Manuel Gutiérrez Rico Juan José Garrido Moreno Juanma del Valle Rafa Romero Victor Manuel Mudarra Fuentes Maquetación Juan María Suárez Sierra & 722 556 436 Redes Sociales Soledad de HermandadsoledaddepilasPilasPIlasSoledaddelaSoledad de Pilas




Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)4 ¡RESucitó! Hermano Mayor
Antes de finalizar, quiero dar las gracias a todas las personas que han colaborado y han hecho posible y harán posibles las próximas ediciones. Que nuestra Madre Santísima ayude a convertir nuestros corazones diariamente al Señor. ¡FELIZ FIESTA DE LA ASUNCIÓN! Nuestra Hermana Mayor por N.H.Dª. Inmaculada Cabello Sánchez. Hermana Mayor
Queridos Hermanos y Cofrades: La Real, Ilustre y Fervorosa Her mandad de Penitencia y Cofradía de Na zarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra, quiere dar un paso más y opta por llevar a cabo un boletín digital de aspecto formativo que complemen ta al tradicional boletín que se edita en papel cada Cuaresma, con una aspecto éste más informativo. Este boletín llega a todos en los días de vísperas en que vamos a celebrar la Asunción de la Virgen María, Dogma de Fe promulgado por el Papa Pío XII, el 1 de noviembre del año 1950 en la Cons titución Munificentisimus Deus; promul gación que puede parecer reciente, pero que recoge una tradición desde las pri meras comunidades cristianas, escritos, documentos, que sirvieron como funda mentos para establecer la fecha de esta celebración desde el siglo IV. La Asunción de la Virgen María tie ne una importancia enorme para todos los creyentes. Es el día en que fue asunta al cielo en cuerpo y alma. Es importan te recalcar la palabra ASUNTA, es decir, que fue llevada, no subió por su propio poder, fue su Hijo quien la subió. En su Asunción nos enseña cómo nosotros también resucitaremos y cómo participamos de la Resurrección de Cristo. Sin embargo, nosotros haremos esto al fin de los tiempos, mientras María por su singular gracia fue la primera en participar de esto.


Boletín Formativo. Agosto 2022 5 ¡RESucitó! Formación
La formación es una necesidad más en la vida de cualquier persona. Para un eficaz crecimiento en cualquier área de lo personal, necesitamos formarnos. Para un cristiano, es una pieza clave en su vida espiritual, porque dando razones de nuestra fe es la mejor forma de evangelizar. En las hermandades, la forma ción forma parte junto al culto y la caridad, de los tres pilares sobre los que se asientan dichas instituciones.Hoyendía, más que nunca, a las herman dades se les demanda no solo por sus propias reglas sino por la sociedad, la dedicación al cui do de su patrimonio humano, base sobre el que se sustenta la vida de la hermandad; sin olvidar claro está, el mantener todo un patrimonio ma terial heredado de anteriores generaciones. La labor de formación siendo tan nece saria, es apasionante y a la vez con muchas dificultades, siendo necesario emplear tiempo y recursos para que las hermandades crezcan en todos los ámbitos, cada una en la medida de sus posibilidades. En la actualidad, las redes sociales nos permiten un acercamiento con mayor comodidad a los hermanos y por tanto, tenemos que hacer uso de ellas. Es por eso que desde la diputación de formación apostamos por el uso de las nuevas tecnologías para acercarnos más a los hermanos y hacerlos partícipes de una formación básica en aspectos de la fe cristiana y de la propia historia de nuestra hermandad. Así pues, nace este boletín formativo en formato digital en el que se irán tratando temas variados sobre nuestra fe y nuestra historia. El nombre elegido: “¡RESUCITÓ!” hace referencia al carácter de gloria de nuestra hermandad que se pone de manifiesto en la mañana del Domingo de Resurrección, así como al centro y culmen de nuestra fe. Este primer número lo hemos dedicado al dogma de la Asunción de la Virgen María. En él, podemos encontrar un recorrido sobre aspectos teológicos e históricos del propio dogma así como su relación tan especial con nuestra Archidiócesis, plasmada en la devoción a la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de su Archidiócesis y en la devoción que en el pueblo de Cantillana se le profesa como muestra de ejemplo. Esperamos que esta nueva iniciativa perdure y sirva de instrumento de formación para nuestros hermanos.
Formación: Un pilar fundamental en la Hermandad por N.H.D. Juan Lara Márquez Diputado de Actos Formativos


El Dogma de la Asunción de María por Rvdo.P.D. Antonio Jesús Salvago Duarte Párroco de la de Santa María la Mayor de Pilas y Director Espiritual de la Hermandad Director Espiritual
Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)6 ¡RESucitó!
Hablar de María es hablar inseparable mente de Jesús, su hijo, el Hijo de Dios que se encarna en el seno de una mujer sencilla para ser la salvación del mundo. De María lo conocemos todo y a la vez nada. En los Evan gelios y los textos posteriores no son muchas las referencias que encontramos de la Madre de Dios si bien se puede concluir con certeza el lugar predominante de María en el grupo de discípulos de Jesús y la comunidad cristiana posterior. Muchas de las referencias de María nos llegan de nuestra propia tradición histó rica, local o de fe y eso ha hecho que conoz camos casi a la perfección y que incluso ce lebremos particularmente la vida de María y algunos acontecimientos importantes como el Dogma de la Inmaculada Concepción tan tratado siempre en la tradición espiritual de nuestra tierra y, sin embargo, otros como el Dogma de la Asunción de María nos resul ten más desconocidos e incluso lejanos en el tiempo y en el espacio. Sabemos que María fue concebida sin pecado original, “prepara da” por Dios para el plan de salvación; pero ¿qué sabemos de su muerte? ¿Conocemos sus últimos días? ¿Murió o sólo se durmió para ser asunta al cielo por la acción de Cris to? ¿No tendría sentido que si María fue con cebida sin pecado, no conociera tampoco la corrupción de la muerte? María es la mujer de la que mana la san tidad como el agua de un manantial, la Nueva Eva por medio de la cual el hombre se recon cilia con Dios y recupera la condición perdida, la creyente por antonomasia, la que nunca pecó. Por eso de ella decimos que es Madre de Cristo, modelo de discipulado, la llena de Gracia, la madre de la Iglesia, el ideal de santidad, etc. El dogma de la Asunción de María no aparece explícitamente en la Sagrada Escritura, pero se ha de tener en cuenta ante la unidad de predestinación de María con Cristo, como la Nueva Eva al Nuevo Adán y la exigencia de glorificación como triunfo sobre el pecado y la muerte. Es por ello que la vida de la Iglesia y la Tradición armonizan esta verdad de fe en el conjunto del Depositum Fidei.


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¿Qué sentido tiene para nosotros, devotos de María, que la tenemos como Madre, Maestra y Guía, la Asunción? En María, la comunidad eclesial descubre su propio itinerario. Ella es el modelo de lo que cada uno personalmente y junto a la Iglesia está llamado a ser y espera alcanzar. La vida humana entregada a Dios alcanza su plenitud total como María. En todos es posible este proceso, este recorrido de fe hasta la contemplación de Cristo resucitado en el Reino de los Cielos y en la glorificación de todo nuestro ser como hijos de Dios. Desde un sentido teológico, María se inserta en la misma dinámica pascual de Jesús resucitado que culmina en la constitución de Jesús como Señor después de su Ascensión al cielo. Sólo desde el misterio pascual se hace posible la glorificación de María y la realización efectiva de la maternidad de María para todos los Parahombres.laiglesia, María es la primera que participa plena y definitivamente de la victoria de Cristo, de aquello que todos los creyentes disfrutaremos en la Parusía. Por todo ello, María hace de estímulo, de punto de referencia que compromete a la Iglesia en la realización de su propio camino histórico hasta la plenitud final. María es desde su Inmaculada Concepción, desde el anuncio del ángel, desde el acompa ñar a Jesús en la Cruz y a la Iglesia naciente, un nuevo camino para todos nosotros, el mismo camino de Jesús, hasta alcanzar la gloria del Padre. Que María sea siempre estrella y camino para alcanzar con Cristo la plenitud del cielo.
Si buscamos en la Escritura referencias a la Asunción de María es muy probable que no las encontre mos, pero sí podemos tomar textos que hacen “alusiones” como el Salmo 44 (v10b: “la Reina a tu derecha, con oro de Ofir”), el Cantar de los Cantares en la contraposición de la Mujer y el dragón que también se lee en el Apocalipsis, el mismo pasaje de Lucas de la Anunciación (v28: “llena de Gracia”) o la Primera Carta a los Corintios cuando san Pablo nos habla de Cristo como el Nuevo Adán por el que se abren de nuevo las puertas del Paraíso. María está unida a Cristo y en esa suerte ha de entenderse la realización y el desarrollo teórico de este dogma. Así, aunque fue proclamado como tal en fecha reciente, durante toda la Historia de la Iglesia, en la Tradición y en el sentir de Pueblo de Dios se tuvo la certeza de que María no había muerto, sino que había sido, por la acción de su Hijo, asunta al cielo. Se tiene constancia de tal sentimiento y de dicha tradición cuando en el paralelismo de Adán con Cristo (Nuevo Adán), María aparece como la Nueva Eva por la que ha entrado la salvación al mundo, la que Inmaculada Concebida, no conoce la corrupción del pecado. Así, ya en el s. VI en Jerusalén y en Roma desde el s. VII se celebraba la fiesta de la Dormición de María. Si María fue la perfecta discípula, en Ella se realizan las promesas de Jesús. De esta forma la Iglesia comenzó desde sus inicios a vivir y celebrar algo que hasta mucho después no se desarrollo y definió con la proclamación del Dogma como ya pasara también con el Dogma de la Inmaculada Concepción un siglo antes. En 1950 se proclamaba la Bula Munificcentissimus Deus en la que se recoge: “proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: que la Inmaculada ma dre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la glo ria celestial”. Con esto se daba respuesta y se daba forma al consentimiento unánime del pueblo cristiano acerca de la muerte y Asunción de María, se recogía el testimonio de la liturgia, de los santos padres y los doctores de la Iglesia y se analizaba la fundamentación de la Escritura a este respecto como ya se ha di cho anteriormente. Podemos decir sin miedo, que la Providencia de Dios quiso proclamar este dogma en un momento preestablecido. Posteriormente, el Concilio Vaticano II en la Constitución Lumen Gentium, nº 59 recoge: “la inmaculada Virgen fue asunta al cielo y fe ensalzada por el Señor como Reina Universal con el fin que se asemeje de forma más clara y plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor de la muerte”

Graduado en el doble grado de Historia e Historia del Arte.
Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)8 ¡RESucitó! Colaboración
La Asunción de María: Un misterio teológico y artístico por D. Francisco Javier Espejo Ramírez. Mayordomo de la Hermandad Salesiana del Prendimiento de Córdoba.
Ciertamente, a diferencia de otros dogmas, el misterio de la Asunción contenía la dificultad, a la hora de materializar el documento definitorio del mismo, de carecer de pasajes explícitos, de la Escritura y de los Padres de la Iglesia en torno a dicho misterio, generando un contexto cargado de incógnitas a nivel teológico que supuso uno de los grandes debates en la historia de la Iglesia. Sin embargo, Pío XII recurrió a una argumentación teológica que afirmaba la glorificación corporal de la Virgen María.
El calendario litúrgico se encuentra bañado a lo largo del año de toda una serie de festividades marianas que los cristianos celebran, como es el caso de la Asunción de María al cielo que conmemoramos cada 15 de agosto, nutrida de una historia y fundamentación teológica que la liturgia y el arte han ido forjando a lo largo de los siglos. A este respecto conviene señalar que el dogma de la Asunción, a pesar de que estuvo presente desde los primeros siglos del cristianismo, fue definido el 1 de noviembre de 1950 por el papa Pío XII, recogiéndose en la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus”.
Esto entronca precisamente con la importancia que adquirió la literatura apócrifa que fue, junto con la liturgia y el arte, los que proyectaron el misterio de la Asunción en el devenir de los siglos debido a la imposibilidad de buscar las raíces del mismo en las Sagradas Escrituras. En este sentido, si analizamos las raíces históricas de dicha festividad, conviene matizar que el misterio litúrgico e iconográfico de la Asunción de la Virgen al cielo se basó en una cierta tradición oral fruto de la piedad popular que se resistía a admitir la muerte de la Virgen y en algunos escritos apócrifos, así como en muchos sermones e
Así, el fundamento teológico del misterio de la Asunción fue esencialmente cristológico, estando constituido por los textos bíblicos que hacían especial referencia a la vinculación de María en la obra redentora de su Hijo, que ya se encontraba documentada en los textos de algunos Padres del siglo II d.C. Ello justificó la capacidad del propio Papa de definir este dogma tomando en consideración la tradición escrita gestada por los Padres de la Iglesia. De manera que el sustento conceptual de dicho misterio se hallaba precisamente en la afirmación de que María tenía una vinculación estrecha con la obra de Cristo, y su triunfo sobre el demonio, aparte de ser Inmaculada Concepción y de virginidad perpetua, no podría considerarse completo sin su glorificación corporal, como bien aparecía recogido en la constitución apostólica de Pío XII, afirmando que la Inmaculada Madre de Dios, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial, condición evidenciable a raíz de los postulados expuestos con anterioridad.Sinembargo,
algunos autores consideraron que la Asunción también tendría un fundamento bíblico en la descripción del Apocalipsis, aludiendo a una mujer en el cielo vestida de sol con una corona de doce estrellas, considerando que esa mujer hacía referencia a María, presente en el cielo, aunque ciertamente dicho pasaje fue objeto de cierta controversia a la hora de interpretarlo fruto del lenguaje simbólico que tiene, y algunos teólogos se opusieron a esta consideración simplista para justificar la Asunción de María. Por lo que, aglutinando todo lo articulado en los párrafos anteriores, podemos ser conscientes de la dificultad que supuso proceder a la definición de este misterio para su posterior proclamación como dogma, resultando vital los escritos de los Padres de la Iglesia para fundamentar la asunción de la Virgen debido a la inexistencia de pasajes bíblicos referidos a esta cuestión.

A partir de ese momento el misterio de la Asunción de María comenzó a convertirse en una de las fiestas más relevantes, celebrándose incluso ya desde el punto de vista litúrgico en Jerusalén en el siglo VI d.C cuando alcanzó un arraigo esencial, y hacia el siglo VII d.C en Constantinopla respectivamente, recibiendo la denominación de la fiesta de la “Dormición”. En este mismo contexto dicha fiesta se introdujo en Roma, donde adquirió la denominación de la fiesta de la “Asunción”, difundiéndose posteriormente durante el siglo VIII y IX d.C por todo Occidente, del que el arte se haría eco (FIG. 2). Este hecho justifica precisamente, como se cristaliza a su vez en el plano artístico, que en la Iglesia occidental tomase trascendencia la fiesta y el tema iconográfico de la Asunción o Tránsito de la Virgen, en contraposición a la Iglesia oriental, donde se le denomina la Dormición.Aesterespecto, el tema de la Asunción comenzó a adquirir una gran devoción por parte de la Iglesia. Tanto es así que, llegados al siglo XVII, el propio rey francés Luis XIII consagró su reino a la Santísima Virgen bajo el misterio de su Asunción, declarándola patrona y protectora, mandando que el 15 de agosto, motivo por el que se celebra anualmente ese día, de cada año se celebrase su fiesta, proyectándose este mismo hecho a numerosas naciones del panorama occidental fundamentalmente, incluidaAsimismo,España.un aspecto interesante radica en que, a ni vel teológico, el gran impulso de la doctrina de la Asunción lo recibió de los estudios suscitados con ocasión de la pro clamación de la Inmaculada Concepción por el beato Pío IX, inaugurando la llamada “Mariología científica moderna”, mostrando una auténtica conexión entre el misterio de la Inmaculada y el de su Asunción corporal a los cielos. De hecho, fue alrededor de mediados del siglo XIX, concreta Fig. 1. Gregorio De Ferrari, La Asunción de la Virgen (2ª mitad del XVII)
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Fig. 2. Fra Angelico, Tarbenaculo relicario (1430)
interpretaciones de varios Padres y Doctores de la Iglesia. Así, comenzó a alcanzar una notable trascendencia a partir de finales del siglo II d.C, puesto que con anterioridad las afirmaciones sobre la glorificación corporal de María eran inexistentes (FIG. 1). Por este motivo, fue a partir de este momento cuando en el seno de la Iglesia comenzó a suscitar cierto interés la muerte de la Virgen, recogiéndose todo ello a través de la tradición oral como mencionábamos, que posteriormente se materializaría en los Apócrifos. A este respecto a finales del siglo IV d.C es cuando los historiadores sitúan los relatos apócrifos más antiguos sobre el tránsito de María, concebidas como narraciones populares que afirmaban la resurrección del cuerpo de la Virgen, constituyéndose una creencia constante del pueblo cristiano documentada tal y como hacíamos referencia desde este siglo.



De hecho, Isabel II en este contexto solicitó oficialmente al Papa la definición del dogma de la Asunción, petición que sería renovada, tras la restauración de la monarquía, por la reina regente María Cristina y más tarde por Alfonso XIII, hasta llegar a 1950 cuando se proclamó definitivamente. Por tanto, la élite socio-política encarnada en la figura del monarca potenció aún más la importancia del misterio de la Asunción, motivo incluso que justificó la eclosión a partir de entonces de numerosas hermandades erigidas en torno a la Asunción de la Virgen María, aunque, atendiendo al caso español, ya desde el siglo XIII se documenta en algunos territorios de la Península Ibérica la devoción a dicho misterio como consecuencia de la Reconquista cristiana, sobre todo en el sur. Pero la eclosión fundamental como hacíamos referencia sin duda se produce a partir del siglo XVIII, y más concretamente en el siglo XIX.
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También otro factor determinante en este aspecto fue la relevancia que comenzó a ir adquiriendo la teología asuncionista gracias a las encíclicas marianas de los Papas y los Congresos Mariológicos que irrumpían en el escenario eclesiástico del momento, forjando la devoción de la Asunción de la Virgen hasta su proclamación como dogma. Si bien es cierto que el arte también se convirtió en un instrumento vital para impulsar este tema devocional e iconográfico, desarrollando un papel esencial que también contribuyó al desarrollo de la teología asuncionista, cristalizando de esta manera el poder que tanto la liturgia como el arte poseían implícitamente.
Colaboración
Por este motivo, el tema de la Asunción comenzó a representarse con atributos iconográficos propios como el cinturón, como recuerdo que la Virgen dejó a Santo Tomás a petición de éste, y la palma, haciendo alusión a la que el ángel le dio a María cuando fue a anunciarle su muerte. Junto a ello, y desde finales de la Edad Media, con el fin de distinguir ambos temas, se recurrió a la representación de los ojos de la Inmaculada dirigidos hacia la tierra, en la mayoría de los casos puesto que hay excepciones, al tiempo que la Asunción los tenía elevados al cielo, con los brazos extendidos y sobre todo, a partir del siglo XVI, los ángeles comenzarían a representarse formando el cortejo, a diferencia de la iconografía inmaculista. Esto provocó el nacimiento de la iconografía propia de las imágenes asuncionistas, a pesar de que en muchos casos posean una composición visual similar como reflejan, por ejemplo, los casos de Murillo y Juan Carreño de Miranda, coetáneos en el tiempo, pero que reflejan esa diferencia iconográfica (FIG. 3 y FIG. Aunque4).no sólo se produjo esa fusión a nivel iconográfico, sino también como núcleo dogmático entre el tema de la Asunción y la Dormición de la Virgen, como recibía la denominación en la Iglesia occidental y oriental respectivamente, aunque dicho misterio comenzó a adquirir Fig. 3. Juan Carreño de Miranda. La Asunción de la Virgen (1657)
En este sentido, la manifestación plástica más extendida de este tema mariano representa iconográficamente a la Virgen subiendo al cielo, acompañada de ángeles que la empujan al cielo y con varios atributos muchos de los cuales proceden de la iconografía inmaculista como la luna, la corona de doce estrellas o incluso la serpiente. Esto dio lugar a problemas de identificación entre ambas iconografías ya que se fundieron en muchos casos, dando lugar a la interpretación de las primeras imágenes asuncionistas como inmaculistas.
mente en 1854, año de definición inmaculista, cuando se manifestó con fuerza el movimiento asuncio nista, mostrando una simbiosis entre ambos temas que en muchas ocasiones generaría cierta confusión desde la óptica de la representación iconográfica de los mismos como haremos alusión.


Resulta esencial comprender, como apuntábamos, que la Edad Media fue el contexto en el que eclosionó precisamente la iconografía asuncionista, expresándose ya incluso en el arte bizantino desde el siglo XI y extendiéndose en Europa posteriormente desde el siglo XII, llegando a España en pleno siglo XIII, asociando el triunfo de la Virgen al de Jesucristo a través de la Muerte, la Asunción y la Coronación de María. A colación de ello, el mundo bizantino se constituyó como el verdadero creador de la iconografía de este tema, conociéndose ya las primeras representaciones del mismo mediante la denominada serie de representaciones de la “Koimesis” (FIG. 5), alrededor de finales del siglo X y principios del XI, extendiéndose por todos los territorios bajo la influencia político-cultural de Bizancio. Así, para designar la muerte de la Virgen, los bizantinos hablaban de la “Dormición” o “Koimesis” como comentábamos, que significaba “dormir en el Señor”, mientras que, en Occidente, a partir del siglo XII, se empleó el término “Tránsito” para designar que la muerte de la Virgen no era real, sino el paso a la vida eterna. Este hecho justifica que la mayoría de las advocaciones que nutren el panorama artístico occidental, y más concretamente en España, reciban el nombre de “Virgen de la Asunción” o “Virgen del Tránsito” (FIG. 6) por esta razón, hallando también diferencias notables en lo que respecta a la iconografía de éstas. La Iglesia occidental, aunque tomó el esquema iconográfico de la “Dormición” marcado por Oriente en el que se representaba a la Virgen dormida como bien reflejan esa serie de “koimesis”, lo modificó, representando a la Asunción como tema independiente. Ciertamente en algunas representaciones altomedievales se representaba la Ascensión de la Virgen, comenzando a ser representadas en Fig. 4. Bartolome Esteban Murillo. Inmaculada Colosal (1652) Fig. 5. Koimesis, Iglesia De Chora (Estambul) (Siglo XII)(1) Fig. 6. Anónimo, Nuestra Señora del Tránsito, Córdoba (Siglo XVIII)
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una fuerte devoción en distintas imágenes y expresiones devocionales en que se concretó la devoción de la sociedad medieval a la Madre de Dios.
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cuerpo entero rodeada de ángeles que la elevan al cielo y envuelva en un gran resplandor. Si bien a partir del período renacentista, sin llegar a perder la anterior fórmula iconográfica como hacíamos referencia, surgió una nueva variante de este tema en la que los ángeles, aunque presentes, no formaban parte activa de la representación, ya que en realidad la Virgen sube por sí misma al cielo, condicionando la representación de muchas de las tallas escultóricas realizadas sobre este misterio a partir del siglo XVI fundamentalmente (FIG. 7-8) Por este motivo, aglutinando todo lo expuesto, se es consciente de la trascendencia que este misterio de la Asunción adquiere desde la perspectiva teológica, histórica y artística, configurando una iconografía que baña muchas de las tallas devocionales, obras pictóricas, etc. de nuestro panorama artístico, y con unas raíces históricas fundamentales para comprender la fe que el pueblo profesa a la Madre de Dios; un misterio, el de la Asunción, que con gran arraigo es celebrado cada mes de Agosto y que evidencia la naturaleza mariana que caracteriza nuestra propia Iglesia, así como gran parte de las hermandades y cofradías.
GONZÁLEZ, J.M. “La iconografía de la Asunción de la Virgen María en la pintura del Quattrocento italiano a la luz de sus fuentes patrísticas y teológicas” en Mirabilia: electronic journal of antiquity and middle ages, nº12, 2011, pp. 189-220.
PRUITT, S. “Obras maestras del arte barroco que representan a la Inmaculada Concepción y su Asunción en el Museo de Bellas Artes de Bilbao” en Boletín del Museo de Bellas Artes de Bilbao, nº10, Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Bilbao, 2016, pp. 99-120.
CUADRO, F. Gratia plena, la llena de gracia, Publicaciones Obra Social y Cultural CajaSur, Córdoba, 2004.
TRENS, M. María. Iconografía de la Virgen en el arte español, Plus Ultra, Madrid, 1947.
BIBLIOGRAFÍA BOVER, J.M. La Asunción de María. Estudio teológico-histórico sobre la Asunción corporal de la Virgen a los cielos, Biblioteca de Autores Cristianos, Editorial Católica, Madrid, 1947.
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Fig. 8. Luis Salvador Carmona, Nuestra Señora de la Asunción, Serradilla (Cáceres) (1750)
Colaboración
WEBGRAFÍA FERNÁNDEZ GRACIA, R. “En torno a la Asunción. Fiesta e iconografía”. Disponible en: torno-a-la-asuncionactividades/ciclos-y-conferencias/2018/iconografia-y-fiesta-en-https://www.unav.edu/web/catedra-patrimonio/(Fechadeconsulta:12/08/21)
Fig. 7. Anónimo, Nuestra Señora de la Asunción, Cantillana (Siglo XVI)(1)



La Redacción
AsuncionistaBanderín
Boletín Formativo. Agosto 2022 13 ¡RESucitó!
En la anual Protestación de Fe, la herman dad públicamente confiesa la creencia y defen sa entre otros, de los dogmas de la Virgen María. En cuanto al dogma de la Asunción, declara que “creemos que la Bienaventurada Virgen María, por singular privilegio de Dios, fue Asunta en Cuerpo y Alma al Cielo, para acrecentar la Gloria de su Ma dre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, definido como Dogma de Fe por el Sumo Pontífice Pío XII” Esta declaración queda plasmada en el banderín asuncionista que posee la hermandad y que abre uno de los tramos del cortejo de Ntra. Sra. de la Soledad la noche del Viernes Santo. Dicho banderín está realizado en tejido de color blanco, en el que podemos apreciar la Cruz con dos escaleras sobre el anagrama de María, figu rando alrededor del conjunto la leyenda “REGINA IN CAELUM CORPORALITER ASSUMPTA”. Todo ello está bordado en oro por Juana María Ibáñez. Se sujeta a un asta de metal plateado co ronado por el anagrama de María, de orfebrería Santos y estrenándose en 1995, escoltándole va ras del mismo orfebre.


Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)14 ¡RESucitó! Colaboración
Una bandera Asuncionista por N.H.D. Juan José Garrido Moreno. Miembro de la Junta de Gobierno de la Ilustre, Muy Antigua y Devota Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Pilas entre los años 1987 y 2017
En el año de 1951 siendo presidente de la Ilus tre, Muy Antigua y Devota Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Pilas, D. Eustaquio Sánchez Mudarra, se confecciona una bandera Asuncionista, para de esta manera realzar este dogma de fe, por el que Dios concede a la que fue su madre terrenal el privi legio de que no conociera la corrupción del sepulcro. Se decidió bendecirla en la Ermita del Rocío, y se puso de fecha el día 2 de febrero que por aquel entonces era festivo pues la Iglesia conmemora en ese día la Presentación de Jesús en el Templo y la de la Madre después del parto (según las leyes judías), lo que se conoce comunmente como la Candelaria o Fiesta de La Luz. Hasta allí se desplazaron en camiones un nu trido grupo de rocieros pileños muy temprano dicho día, pues la Eucaristía de bendición era a primera hora de la mañana. Después de ser bendecida y on deada dentro de la antigua Ermita al final de la San ta Misa, hubo procesión y Rosario cantado como era habitual en la aldea almonteña alrededor de la Ermita, Real y Acebuchal hasta la casa Hermandad. Esa fue digamos la primera peregrinación con siderada como oficial, pues aunque la Hermandad había ido a celebrar Misa y Eucaristía en anteriores ocasiones al Rocío o bien estando la Virgen en Al monte por alguna acción de gracias, hasta ese mo mento no lo hace de manera continuada en la mis ma fecha, destacando que terminada la celebración se almorzaba, se tenían unas horas de asueto y de nuevo para Pilas porque era el Día de la Patrona y había que acudir a la Celebración en la tarde en la Ermita de Belén. La bandera está confeccionada en tela de raso de seda blanca con flecos y cordón en hilos de plata, y lleva en el centro una imagen de la Asunción de la Virgen pintada por D. Juan F. Girón, maestro nacional que impartió clases en este municipio por aquellos años; y rodeando dicha imagen la inscripción de lo que acontece: Reina Asunta al Cielo.
Purificación



Boletín Formativo. Agosto 2022 15 ¡RESucitó!
Cuenta la historia que el día 23 de noviembre del año 1248, festividad de San Clemente, el Rey Fernando de Castilla y de León obtuvo larendición de Isbiliya, la capital de Al Andalus en el período almohade. Aquella Isbiliya islámica en que se había convertido la Híspalis romana y visigoda volvía a manos cristianas, tras 536 años de dominio de le media luna. Un dominio intransigente en lo religioso en el período almohade, que paradójicamente legaría la hermosa torre de la Giralda. El Rey Santo habíaplanificado estratégicamente la toma de la gran capital cortando los puntosde abastecimiento, desde el Aljarafe a los Alcores. Y luego había controlado el Gran Río, cerrado en el tramo urbano por aquellas míticas cadenas que se extendían desde la Torre del Oro hasta su gemela en la orilla de Triana,y que fueron cortadas por el Almirante Bonifaz. Un mes más tarde, el 22 de diciembre, el Rey Fernando con su numerosa Corte y sus familias hacía entrada solemne por la puerta de Goles tras recorrer el arenal. EL derrotado monarca Axataf le entregaba las llaves de la Ciudad, con aquella preciosa leyenda en castellano, hebreo y árabe: “Dios abrirá, el Rey de Reyes abrirá, el Rey de toda la tierra entrará”… Empezaba propiamente la historia de la Sevilla cristiana. Años más tarde, el 11 de marzo de 1252, el Infante Don Felipe, hijo del Rey conquistador y primer Obispo de la Iglesia restaurada, purificó y consagró al culto cristiano la Mezquita Mayor almohade. Se
La Virgen de los Reyes y la Fiesta de la Asunción por D. Carlos López Bravo Profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla
Colaboración


cuando la Santísima Virgen de los Reyes fue entronizada en la nave norte de la misma, asumiendo ya ese espe cialísimo protagonismo entre todas las Imágenes de María. No era la única representación de la Señora que había portado consigo el Rey Santo. Se habla de regalos de San Luis Rey de Francia, primo de San Fer nando. Lo cierto es que la excelencia del gótico fran cés nos legó en este confín del sur de Europa un ramil lete de “retratos” de Nuestra Señora: a la Virgen de los Reyes, hermosísimo simu lacro de vestir; a la marfile ña Virgen de las Batallas, con clara inspiración en la Catedral de Reims, o a la bellísima Virgen de la Sede, que presidía el campamen to de los ejércitos del rey Santo y fue entronizada en el Templo Mayor, dedicado al misterio asuncionista; a la preciosa Virgen de Valme Protectora de Dos Herma nas… El culto catedralicio quedó por siempre vinculado a tan singular privilegio de María Santísima. Es una Catedral de María, y ahí comienza esa vinculación de la Patrona de la Archidiócesis con la fiesta de la Asunción. Desde el siglo XIII y hasta nuestros días nuestra ciudad ha venerado con intensidad ese misterio de la Santísima Virgen en el tránsito de la vida terrena a la eterna vida. Como si lo hubiera intuido desde el alba de los tiempos, Sevilla ha sabido entregarse a una Madre siempre viva representada en su celestial Patrona. Porque si la Reina de los Cielos llegó a morir –cuestión ésta sobre la que nunca hubo un pronun ciamiento oficial de la Iglesia- el Señor hubo de resucitarla de inmediato, de manera que todo quedara en un brevísimo sueño. Lo cierto es que el dogma afirma que Ella, por singular privilegio, no conoció la corrupción del sepulcro. Misterio esencial de la vida de Santa María, asumido y defendido desde la Edad Media por
Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)16 ¡RESucitó! dedicó al misterio excelso de la Asunción, al igual que otras Catedrales españolas como Jaén, Córdoba, Valen cia, Santander, Valladolid, Barbastro o Coria siguiendo la estela de otras naciones de Europa.Fueentonces


La Reina Asunta de los Reyes encabeza simbólicamente las páginas de esa historia de vinculaciones con María Santísima que caracteriza a nuestra tierra, y por la que es conocida incluso en el seno de la Iglesia de Roma. Ella conoció una ciudad medieval que repartía fervores entre la Virgen de la Hiniesta, la del Corral de los Olmos, la hermosa Virgen de alabastro de los Genoveses o la del convento del Carmen… Y presidió aquel magno Templo catedralicio, engrandecido en los años que siguieron al descubrimiento y conquista de Indias, cuando la ciudad se convirtió en la nueva Babilonia del mundo. A su sombra vio crecer renovadas devociones, como la de la Virgen de la Antigua, de legendario origen visigótico; y también vio arribar la devoción a la Virgen de Guadalupe, milagrosamente retratada en la tilma del indio Juan Diego, que consagró así una hermosa historia devocional mariana de ida y vuelta. Ya en los siglos del barroco conoció las luces y las sombras de una ciudad que configuró como signo propio la celebración de la Pasión. Y en ese marco de las estaciones penitenciales de Semana Santa surgió una tendencia, aún en alza, de potenciar extraordinariamente la veneración a la Madre Dolorosa representada en bellísimas Im ágenes bajo singulares pasos de palio. Hoy día Sevilla reparte sus oraciones entre una amplia constelación de advocaciones Dolorosas, vinculadas a barrios y hermandades. Sin olvidar lastradicionales advocaciones de gloria vinculadas a las collaciones parroquiales o a las órdenes religiosas. Pero la Madre y Patrona sigue ostentando una simbólica primacía en el marianismo sevillano. Baste un solo ejemplo: todo el movimiento inmaculista, con páginas gloriosas desdeel famoso sermón del Convento de Regina hasta la consecución de la proclamación dogmática en 1850, tuvo como eje simbólico y referencial a la celestial Imagen de la Reina de los Reyes. Han pasado los años y los siglos y Ella sigue uniendo el pasado y el presente, la ciudad señorial y la popular, el casco histórico y los modernos barrios, la capital y los pueblos; Ella sintetiza y corona todo ese elenco de advocaciones y títulos singulares que nos invitan a venerar a la excelsa María Santísima. Por eso la Asunción en Sevilla estará por siempre asociada a lavenerada Patrona. Es la mañana de la Virgen, con un preámbulo de fiesta y preparación. Serán las horas del reencuentro cara a cara con la Madre; del gozo de unas Cantigas alfonsíes que reverdecen en calurosas tardes de novena; de contagiosa ilusión peregrina en la noche de la víspera, recorriendo caminos de amor por el Aljarafe, la Vega, la Marisma o Los Alcores; y al fin habrá llegado el tiempo de esa procesión matinal de tercia,convertida cada año en el más sublime baño de multitudes que pudiera soñar una Reina…
el fervoroso pueblo católico y reconocido al fin por Su Santidad el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950, mediante la constitución apostólica Munificentissimus Deus. La sonrisa preciosa de la Virgen de los Reyes era ya un reconocimiento nítido, en los albores del arte gótico, de ese privilegio maravilloso del Dios todo poderoso a favor de su Madre excelsa… Porque ¿Cómo podría haber conocido la corrupción del sepulcro Aquella que por privilegio singular fue preservada inmune a todo pecado? ¿Cómo podría desintegrarse en la tierra el cuerpo santo que dio su propio cuerpo de hombre al Salvador? Con hermosa lírica ya anticipaba el dogma asuncionista hace muchos siglos el patriarca San Germán de Constantinopla: “Tú, según está escrito, te muestras con belleza; y tu cuerpovirginal es todo él santo, todo él casto, todo él morada de Dios, todo lo cual hace que esté exento de disolverse y convertirse en polvo, y que, sin perder su condición humana, sea transformado en cuerpo celestial e incorruptible, lleno de vida y sobremanera glorioso, incólume y participe de la vida perfecta.”
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Cada 15 de agosto, cuando asoma puntual por la Puerta de los Palos, congrega a miles de fieles de todas las generaciones, para pedirle los tres favores, para volver a proclamarle, al compás de las campanas, que este reino meridional de los nardos y la luz temprana será siempre su más firme trono regio sobre la tierra, y que tan sólo en el cielo la aman mejor.

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Bambalina frontal de la Hermandad del Buen Fin.
El misterio Asuncionista en la Semana Santa de Sevilla por D. Francisco Javier Segura Márquez Licenciado en Historia del Arte. Pregonero de la Semana Santa de Sevilla 2013
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Toda la Iglesia conmemora con singular devoción el Misterio de la Asunción de Nues tra Señora en Cuerpo y Alma a los Cielos en la jornada, siempre deslumbrante y calurosa, del Quince de Agosto. La antigua devoción de “La Virgen de Agosto”, “Nuestra Señora de Agosto” o “Santa María”, que da título a innumerables parroquias y articula la devoción a la Madre de Dios en muchos pueblos y ciudades de las na ciones tradicionalmente cristianas vino forján dose, desde la Antigüedad hasta la mitad del siglo XX, un lugar en el corazón de los fieles. Pri mero como creencia piadosa, respaldada por valerosas hermandades e instituciones, como la de la Divina Pastora y Santa Marina, en Se villa, que emitió su Voto Asuncionista en 1903; más tarde como dogma de fe proclamado por su Santidad el Papa Pío XII mediante la Bula “Munificentissimus Deus” en la mañana del día 1 de noviembre de 1950. La extensión popular de la devoción asuncionista entre las Hermandades y Cofra días no corre el mismo camino que las ma nifiestaciones populares en torno a ella. Son mucho más antiguas las fiestas de la Asunción dedicadas por parroquias y conventos que las que las Hermandades ofrecieron a lo largo de su historia. Teniendo en cuenta que, tomando como referencia la Archidiócesis de Sevilla, la Regla más antigua que conservamos es la de 1390 de la Hermandad de los Negros -volcada en su celebración del 2 de agosto en torno a Ntra. Sra. de los Ángeles- habrá que esperar al siglo XVI para que, con la eclosión de las hermandades penitenciales, muchas de ellas impongan en sus Reglas la celebración de una Misa el día 15 de agosto, como pretexto para el encuentro y la fraternidad. No será, por ahora, el misterio asuncionista todavía representado en los bienes de las hermandades. Habrán de pasar muchos siglos, de hecho, para que, con la cumplida excepción de la Hermandad del Rosario de la Asunción, en las Gradas de la Catedral, se lleven a cabo este tipo de representaciones ico nográficas. La proclamación dogmática de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora marcó un antes y un después en la devoción a la Santísima Virgen. Su Cincuentenario, celebrado en 1904 puede servirnos de referencia para un cambio de visión a nivel patrimonial en las hermandades.


Ya en 1907, la Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina estrena su Bandera Asuncionista, ha biéndolo hecho ya, o poco tiempo después, para la Semana Santa, las hermandades de San Bernardo y el Gran Poder. Esta de la Madrugada, de la mano del Cardenal Spínola, que había sido párroco de San Lorenzo, va a destacar por su defensa de la creencia asuncionista, llegando a solicitar del eximio bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda, ya en 1903, que insertara, en la gloria de su palio bordado en oro, la escena de la Asunción bordada en sedas. Si en 1908 el estreno de los faroles dorados para el paso de su famoso Nazareno, va a llevar a muchas hermandades a cambiarlos en sus pasos, no parece descabellado pensar que, amén de la creciente devoción asuncionista, al haber puesto la Hermandad una representación de la Asunción en la gloria, pudiera convertirse también en referente.
La eclosión del regionalismo entre los años 1915-1930 tendrá como consecuencia la implantación de un nuevo estilo de ornamentación cofradiera, que tendrá a creadores como Rodríguez Ojeda, Gómez Millán y otros tracistas como verdaderos impulsores. Así, en 1930, cuando muchas corporaciones habían añadido ya a sus cortejos las banderas asuncionistas -sería imposible nombrarlas a todas con precisión- la hermandad del Buen Fin, en su sede del convento de San Antonio de Padua, va a requerir de Ignacio Gómez Millán y el taller de José Caro la factura de un nuevo palio para su titular, separándola del paso de Cristo y creando una obra que, por su originalidad, todavía hoy sorprende y admira a quienes la contemplan.Podíamos esperar que el palio del Buen Fin nos presentara, en la gloria, la representación de la Asunción de Nuestra Señora. Es sin embargo, en una cuidada cartela bordada en sedas en el frontal de las bambalinas del palio donde encontramos a Santa María Asunta, con los brazos abiertos en seña de triunfo, comenzando su ascenso a la gloria, rodeada de ángeles que se extienden por todos los paños de Paso de Palio de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso de la Hermandad del Gran Poder (foto propiedad de la Hermandad del Gran Poder, realizada por Rafa Romero).
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Somos conscientes de que este artículo panorámico no recoge en su totalidad las representaciones de la Asunción de Nuestra Señora que acoge la Semana Santa de Sevilla. Las que aquí se compendian son, con seguridad, las más representativas para entender la devoción al Misterio de la Glorificación de Nuestra Señora y su presencia en los cortejos penitenciales de la Semana Mayor Hispalense.
sobrevenidas a la Sema na Santa tras la Segunda República y la Guerra Civil van a conllevar un verdadero aluvión de nuevas obras, que provocarán, como en casca da, que aquellas hermandades que no habían sufrido pérdidas patrimoniales se adapten a la “nouvelle vague” o nueva ola decorativa, expre sada en un regionalismo o neobarroco aún más exacerbado, de la mano de artistas y creadores que seguirán la estela de principios de siglo. La gloria del palio de María Santísima de Regla, de la Hermandad de los Panaderos (1941), pinta da por el propio Ignacio Gómez Millán, o la de Nuestra Señora de las Aguas, de la Hermandad del Museo, estrenada en 1946, ambos del taller de Caro, así como la miniatura de entrecalle de la Asunción de Nuestra Señora, perteneciente al palio de Nuestra Señora del Socorro, reali zada por Seco Velasco en 1950 tomando a la Asunción de Cantillana como modelo, van a ejemplificar cómo la inminencia de la Procla mación Dogmática se refleja también en los enseres cofradieros. En los años posteriores a la Proclamación del Dogma, entre 1952 y 1958 se llevaron a cabo los respiraderos del palio de la Esperanza de la Trinidad. En ellos, cobijada por la orfebrería de Seco Velasco, se nos presenta una pequeña re presentación de la Asunción de Nuestra Se ñora, fundida sobre el modelo realizado por el escultor Carlos Bravo Nogales. Poco tiempo después, la crisis generalizada que se extendió por el mundo de las cofradías impidió que se llevaran a cabo muchos estrenos, lo que sin duda dificultó la factura de nuevas representaciones de la Asunción de Nuestra Señora. Con el nuevo impulso que toma la artesanía cofradiera tras la Exposición Universal de 1992 no se producen importantes aportaciones en este sentido. Cabe reseñar el relieve que en 1997 realizó Juan Ma nuel Miñarro López para sustituir la gloria bordada del palio de la Hermandad de los Panaderos, que volvió a ser reemplazado por la original tras su restauración en el año 2010.
Paso de Palio de la Virgen de las Aguas de la Hermandad del Museo.
las caídas, con cabezas y miembros tallados en madera policromada por el maestro Antonio Castillo Lastrucci. Es así, todo el palio, como una Asunción itinerante, que toma el efecto as censional de las levantás del paso como verda dera fuerza motriz, lo cual dice mucho del afán expresivo de sus creadores, así como pronun cia un verdadero panegírico para la devoción asuncionista.Lasdificultades


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Cantillana de la Asunción por D. Manuel Pérez Campos.
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Hermano Mayor de la Antigua, Fervorosa y Real Hermandad de Nuestra Señora de la Asunción y Santísimo Rosario de Cantillana
En primer lugar, saludar a todos los hermanos de la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, María Santísima en su Soledad, Dulce Nombre de Jesús y Beata Rafaela Ybarra de la localidad de Pilas y agradecer a su Junta de Gobierno la oportunidad que me brinda para explicar lo que significa para un asuncionista de Cantillana el día de la Asunción Gloriosa. 15 de agosto en Cantillana, pueblo que no se entendería sin su Asunción Gloriosa. La Virgen de Cantillana para los asuncionistas lo es todo. Dios, cuando llegó los últimos días de la Virgen en la tierra no podía permitir que su Madre conociera la corrupción del sepulcro y la llevo en su Asunción Gloriosa en Cuerpo y Alma al empíreo desde donde reina sobre la humanidad y por supuesto, Reina en Cantillana, signo de Dios para la mujer perfecta, Madre de Dios y Madre nuestra. Pues así es como en Cantillana se quiere a la Asunción Gloriosa, con un amor sin límites, sin fisuras, y es por ello que el día 15 de Agosto en Cantillana es el día más grande del año. Para los asuncionistas, nuestro año empieza a contar los 15 de agosto. Contamos el año desde ese día que como nos gusta decir y así es, día rojo en el calendario y día grande en todo el orbe católico. Para los que pertenecemos a la Iglesia es obligado tener presente y respetar al máximo uno de los dogmas de fe de la Iglesia, la Asunción de María.Explicar lo que acontece en Cantillana el día de la Asunción es muy difícil, hay que vivirlo, y para comprenderlo debemos llenarnos de la Virgen. Desde las vísperas, 31 de julio, se da el pistoletazo de salida a las fiestas de Cantillana con el pregón de las Glorias de la Asunción. Todo el pueblo se vuelve diferente, se despierta de su letargo que empezó al poner el broche de oro de las fiestas con las fiestas tan singulares y declaradas de Interés Turístico Andaluz, las Fiestas de la Subida en el penúltimo fin de semana de Septiembre donde sus calles, sus plazas, las casas de los vecinos y vecinas, todo se viste de color blanco y celeste, los colores de la hermandad de la Asunción Gloriosa. Se engalana todo el pueblo porque en 15 días, su Reina posesionará por sus calles llenando los corazones de todos sus devotos de esperanza y fe. La Virgen sube al cielo cada 15 de Agosto en Cantillana.


Ese día la Muy Antigua y Real Hermandad de Nuestra Señora de la Asunción Gloriosa y Santísimo Rosario celebra Función Principal de Instituto a las 11:00 de la mañana en la Iglesia Parroquial del mismo nombre ante su Altar Mayor Privilegiado y Perpetuo. Es un día de fiesta grande donde las familias cantillaneras abren sus casas a todas las familias y personas de fuera, acogiendo con entusiasmo a todo aquel que se acerca para llenarse de la Virgen en la procesión de la tarde noche. A las 20:00 horas las naves de la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción están rebosantes de fieles esperando el momento en el que el paso procesional a la que es titular de su parroquia se levante para comenzar la procesión con alegría, algarabía, sonrisas, llantos, gracias y rezos, en ese mismo momento que el paso se levanta recordando a todos los asuncionistas que ya gozan junto a su Madre de la gloria eterna. Durante todo el recorrido la Virgen va acompañada por miles de asuncionistas, acompañándola de vítores, cantos y marchas procesionales, cohetería y fuegos artificiales. Todo su recorrido es mágico y esplendoroso destacando su paso por la Casa Hermandad donde se le canta “Hoy el mundo contempla a María”; la entrada a la asuncionista calle Martín Rey donde una gran lluvia de pétalos acompañada del canto del Himno por todo el pueblo hasta llegar a su Arco de la calle Veredas donde la Imagen al pasar bajo éste muestra una sonrisa, la sonrisa de la Asunción, que tanta fuerza nos dio el pasado 2021, cuando la hermandad con todos los permisos correspondientes celebro Eucaristía de acción de gracia y veneración a la Asunción Gloriosa ante el fervor de todo aquel que nos visitó el pasado 15 de Agosto; acto que quedará para la historia en el pueblo de Cantillana, porque como tantos asuncionistas dijeron en aquel entonces, la Asunción siempre sale, y así fue como Ella se presentó en su pueblo en su día en 2021. Este año Dios mediante volveremos a ver por las calles de su pueblo a la que es Reina y Madre de Cantillana, este año volverá a llenar nuestros corazones de paz y esperanza, de alegría y de consuelo, de recuerdos, añoranza, felicidad. Este próximo agosto la Asunción volverá a salir en su paso procesional, volverá a su calle de Martín Rey, a su Plaza del Llano, a su arco de las tres esquinas, a su Cuesta del Reloj y volveremos a agarrarnos con todas nuestras fuerzas a sus manos; esas manos abiertas con las cuales nuestra Madre nos abraza y nos cuida. Qué confianza y seguridad y orgullo debemos tener los católicos sabiendo que el día que partamos de este mundo, Ella, la Asunción Gloriosa a la que nos agarramos día tras día, con esos brazos abiertos nos llevará hasta el Padre como mediadora universal y alegría de la Iglesia. Como hermano mayor de tan magnífica hermandad os invito a presenciar todo lo que os he contado el próximo 15 de Agosto en Cantillana de la Asunción. Ella nos estará esperando. Que la Asunción Gloriosa y su bendito Hijo guíen siempre nuestros caminos.
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Hermandad de la Soledad. Pilas (Sevilla)22 ¡RESucitó!
VIVA LA ASUNCIÓN GLORIOSA! ¡VIVA LA REINA DE CANTILLANA! ¡VIVA LA MADRE DE DIOS!



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Recados del favor nos desenreda la mensajera, la revoladora, la paloma de paz. Heridla ahora: ya se acabó el suplicio de la veda.
¿Adónde va la llama, quién la llama? A la rosa en escorzo ¿quién la acosa? ¿Qué regazo, qué esfera deleitosa, qué amor de Padre la alza y la reclama? ¿Adónde va, cuando se va escondiendo y el aire, el cielo queda ardiendo, oliendo a olor, ardor, amor de rosa hurtada? ¿Y adónde va el que queda, el que aquí abajo, ciego del resplandor se asoma al tajo de la sombra transida, enamorada? +++ Esta vez como aquella, aunque distinto. El Hijo ascendió al Padre en pura flecha. Hoy va la Madre al Hijo, va derecha al Uno y Trino, al trono en su recinto. Ella va a ser la flor del laberinto, engaste en hueco desde aquella fecha, cuando fue concebida sin sospecha de huella original, de oscuro instinto. Por eso sube altísima y raptada en garras de los Ángeles de presa, por eso el aire, el cielo rasga, horada, profundiza en columna que no cesa, se nos va, se nos pierde, pincelada de espuma azul en el azul sorpresa. +++ No se nos pierde, no. Se va y se queda. Coronada de cielo, tierra añora y baja en descensión de mediadora, rampa de amor, dulcísima vereda.
Gerardo Diego (1896-1987) fue un poeta español perteneciente a la Generación del 27. Fue un poeta polifacético, cultivó las formas tradicionales y las de vanguardia como el creacionismo; tocaba muy bien el piano y daba conciertos de música y poesía. Su actividad literaria comienza a una edad muy temprana, publicando en 1918 su primera obra, el cuento La caja del abuelo, en El Diario Montañés. Durante estos primeros años colabora en distintas publicaciones, como la Revista Grial, la Revista Castellana y diversas revistas vanguardistas. Su primer libro de poesías, El romancero de la novia, ve la luz en 1920. El gran reconocimiento del autor llega en 1979 con la concesión del Premio Miguel de Cervantes, que comparte con Jorge Luis Borges. Fue un poeta que mostró con sinceridad su condición creyente, su arraigada espiritualidad, en versos de una gran belleza, ternura y exquisitez. Escribió numerosos poemas dedicados a la Virgen María, de los que mostramos tres sonetos dedicados a la Asunción de la Virgen:
¿Adónde va, cuando se va, la llama? ¿Adónde va, cuando se va, la rosa? ¿Adónde sube, se disuelve airosa, hélice, rosa y sueño de la rama?
La Redacción
Tres Sonetos dedicados a la Asunción de María
Hoy sobre todo que es la fiesta en Roma y se ha visto volar otra Paloma y posarse en le nieve de una tiara. La Asunción de María -vítor, cielos-, corazonada ayer de mis abuelos, en luz, luz, luz de Dogma se declara

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