EL CEBÚ • Septiembre - Octubre 2017
Ecología
Equilibrar productividad y sostenibilidad, el lema de la ganadería El Capricho Por: Bryan González Analista de comunicaciones Asocebú
L
a hacienda El Capricho, administrada por Horacio Plata, está ubicada en el municipio de Guapotá (Santander), cuenta con una altura de 1.200 metros sobre el nivel del mar y una temperatura promedio de 22°C, allí crían ejemplares Brahman gris y desde el año 2009 están certificados por el ICA por sus buenas prácticas ganaderas. En el Capricho el ingreso a los terrenos está marcado por el canto de las aves y el viento que se cuela entre los árboles de las reservas con los caudales de agua allí, retornan la flora, las aves y varias especies silvestres, gracias al manejo de procesos productivos de calidad, manejo de los suelos, preservación de la fauna y reforestación, esto crea un equilibrio ambiental.
100
Desde sus inicios, en el año 2004, tuvo la idea de emplear en su sistema productivo un concepto diferente de ganadería; por eso ha sido meticuloso en sus procesos administrativos y ambientales, donde ha primado la reforestación en sus terrenos y le ha dado valor al retorno de las especies, generando un equilibrio productivo para poder ver resultados como los de hoy. Horacio continúa la tradición ganadera que heredó de su padre en la ganadería El Carmen, ubicada en El Socorro (Santander). Es una de las primeras vinculadas a la Asociación Cebú, donde comprendió que los procesos de equilibrio parten de una excelente planeación administrativa, en donde se debe tener en cuenta el proceso de amansar los animales, la reproducción, la alimentación, el suelo, entre otros que permitan una producción responsable y de calidad.
Parte de la satisfacción para la administración de la hacienda El Capricho, está en reforestar terrenos que antes servían como cultivos de caña de azúcar, combinando en una relación de 60/40, la distribución del terreno, donde el 60% está destinado por el momento a la pradera: producción de pasturas sabana y Brachiaria, maní forrajero y demás nutrientes para la alimentación de su ganado, y el 40% está destinado a la conservación de un área protegida de árboles y caudal de agua, a donde retornaron las especies de aves, roedores, entre otros. Dicha zona ha venido creciendo con la siembra de nuevos árboles entre el que se destaca el yopo, quien, según expertos, es bastante útil en la implementación de cercas vivas o como árbol cultivado en líneas en sistemas silvopastoriles y agroforestales.