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Mariana Ortega

Directora General del Instituto Chihuahuense de la Juventud

POR MARISOL RODRÍGUEZ

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FOTO: JOSÉ ZAMORA

La oportunidad de honrar y agradecer a las mujeres que han luchado por lo que hoy tenemos y el recordatorio de que aún queda mucho por hacer, mientras sigan existiendo mujeres violentadas en los diferentes ámbitos, son dos cosas que representa el 8 de marzo para Mariana Ortega, directora general del Instituto Chihuahuense de la Juventud.

¿Quién ha sido tu ejemplo a seguir?

He sido muy afortunada de convivir a lo largo de mi vida con grandes mujeres que inspiran, marcan huella y te dejan muchas enseñanzas, pero si tengo que escoger, sin duda alguna, esa sería la gobernadora Maru Campos. He tenido la maravillosa oportunidad de trabajar con ella durante 7 años y he sido testigo de primera fila de su resiliencia y fortaleza.

¿Cuáles consideras que son tus principales fortalezas?

La resiliencia ha sido algo que me ha caracterizado toda la vida. Considero que la vida sería muy aburrida si no tuviéramos altos y bajos.

¿Qué es lo que más te apasiona de tu vocación?

Sin duda alguna la oportunidad de cambiar vidas. Hace algunas semanas, íbamos camino a Casas Grandes. En el cruce de Flores Magón me encontré un grupo de jóvenes que boteaban para ir a un nacional de voleibol. Paramos el tráfico para poder platicarles de los apoyos que otorgamos en el ICHIJUV e intercambiamos teléfonos. Gracias al apoyo que les otorgamos, 14 jóvenes cumplieron el sueño de viajar a Veracruz a representar a Chihuahua.

¿Cuál es tu mensaje para las siguientes generaciones de mujeres?

Que nunca escuchen las voces que les digan que no se puede. Siempre se puede salir adelante, siempre se puede hacer más, siempre se puede ser mejor persona. Resistan, luchen y sigan rompiendo barreras. Antes de ustedes ha habido muchas que sueñan verlas brillando y en plenitud.

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