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María Eugenia Galván Antillón

Presidenta del DIF Estatal

POR MARISOL RODRÍGUEZ

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FOTO: ANA KAREN ACOSTA

Para María Eugenia Galván Antillón, presidenta del DIF Estatal, este organismo es el área sagrada del Gobierno, ya que atiende a los que menos pueden y su misión es sacarlos adelante y que lleguen a ser personas felices y de bien.

“Estar en el DIF no significa sólo una circunstancia, yo le pedí a Maru, mi hija, que me permitiera trabajar como Presidente Honoraria de la Junta de Asistencia Social Pública, porque quiero aprovechar los 34 años de experiencia en el servicio público para los más desprotegidos y los más débiles que son los niños”, comenta.

¿Cuál es el reto más importante al que se enfrentan las mujeres en la actualidad?

El reto más importante de las mujeres que tienen hijos es decidir si van a trabajar o no. Hay algunas mujeres quienes por sus circunstancias deben dejar a sus hijos pequeños para llevar el sostén del hogar, por lo que se quedan en guarderías o a veces completamente solos, con las tristes consecuencias que ello implica. Por lo que es necesario crear estructuras suficientes para el correcto desarrollo de estos niños.

¿A qué mujer admira?

La persona que primero admiré en mi vida por supuesto fue mi madre, quien me enseñó a ser valiente, recta y constante, me enseñó a doblarme como un sauce, pero a permanecer firme como un roble. Ahora admiro a mi hija Maru, quien fue creciendo con independencia y valentía desde sus 8 años, aprendió a ser fuerte, invencible, a caminar por senderos del bien, a tener sensibilidad para los demás y a no rendirse nunca. Estoy muy orgullosa de ella por lo que le ha tocado vivir y ha salido adelante, también porque logró un sueño, el de ser gobernadora de su Estado.

¿Cuál es su mayor virtud?

No rendirme nunca y trabajar hasta conseguir lo que quiero.

¿Qué debe cambiar en la próxima generación?

El reto que es común para hombres y mujeres, es evitar despersonalizarse a través de las redes sociales.