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Por una ciudad más verde

Desde el Municipio se trabajará en la recuperación de áreas verdes y parques, así como la implementación de parches de bosques urbanos. Con el traspaso de la competencia del Parque Samanes se espera potenciar estos espacios.

De acuerdo con los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), todas las ciudades y pueblos deben tener un área mínima de nueve metros cuadrados (m2) de área verde por habitante.

Actualmente, no existen datos actualizados del Índice Verde Urbano (IVU) en el Ecuador, pero según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, hasta el 2012, de las 24 provincias, solo el 58 por ciento cumplía con dicha recomendación.

En el caso particular de Guayaquil, conforme a los censos realizados, la urbe cuenta en su área urbana con 3.000 espacios verdes, entre ellos: parterres, aceras, distribuidores de tráfico, jardineras y 2.300 parques.

El director municipal de Ambiente y Preservación de Áreas Verdes, Adrián Zambrano, añade a la lista los bosques, manglar y demás áreas protegidas aledañas, lo que da un total de 24,58 m2 de área verde por habitante, según datos de la consultoría realizada por Ecosambito en el 2014.

A más de contribuir a mejorar la calidad del aire, absorber los contaminantes y producir oxígeno, estos espacios son fundamentales para el bienestar y salud de sus habitantes.

Ronald Torres, docente de la Facultad de Ingeniería, Industria y Construcción (FIIC) de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, explica que, desde una perspectiva urbana y social, estas áreas permiten reducir el efecto de isla de calor, proporcionan sombra, generan un lugar para la recreación y promueven la interacción social, por lo que es prioritario introducirlas en el entorno urbano.

Las estrategias son varias y dependerán de estu- dios preliminares para identificar zonas prioritarias a intervenir, indica.

Algunas de las alternativas son la creación de parques urbanos en espacios subutilizados como terrenos abandonados o zonas industriales en desuso, así como la incorporación de áreas de vegetación dentro de infraestructuras existentes por medio de techos y muros verdes.

“Los corredores verdes son una alternativa y pueden ser promovidos desde una alianza público-privada. Se debe tener en cuenta dentro de las estrategias la vegetación nativa, debido a que se adapta mejor a las condiciones locales”, destaca Torres.

A decir de la paisajista Erika Maldonado, Guayaquil tiene la infraestructura y espacio para implementar más paisajismo urbano, por lo que con un diseño viable y adaptado a las necesidades de la ciudad y sus habitantes, así como una buena planificación se pueden incrementar áreas verdes en cada sector.

La especialista afirma que el cambio climático ha influenciado mucho el diseño de áreas verdes y que éstas ya no solo se implementan para embellecer, sino también para aportar con el medio ambiente.

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Se estima que Guayaquil cuenta en su área urbana con 3.000 espacios verdes, entre ellos: parterres, aceras, distribuidores de tráfico, jardineras y parques.

convertir en íconos, asegura el arquitecto Ronald Torres, uno de ellos es el Parque Seminario, el cual es un punto de encuentro para los habitantes y turistas. El mismo está en el corazón de la ciudad y combina la conservación de la fauna con el uso recreativo y de conservación.

Otro lugar emblemático que ha tenido una transformación urbana y que integra espacios verdes, zonas de ocio y cultura es el Malecón. “Es un ejemplo de rehabilitación urbana en donde se ha transformado un antiguo puerto en un vibrante espacio público. La inclusión de árboles ha mejorado su estética y ha proporcionado sombra y espacios de descanso”, asegura. Un ejemplo similar son los parques Forestal y Samanes en los que sus áreas verdes se mezclan con espacios culturales y de recreación.

Algunos proyectos que se podrían implementar en la ciudad -añade Torres- son los parques multifuncionales que además de fomentar la recreación, incorporen servicios ecosistémicos para la gestión del agua. Los parques de bolsillo son otra opción en ciudades densamente pobladas como Guayaquil, estos pequeños espacios usualmente se ubican en esquinas de calles, terrenos vacíos y en áreas residuales.

Otra estrategia es el uso del urbanismo táctico. Es de bajo costo, a corto plazo y puede ser temporal, lo cual permite experimentar nuevas soluciones sin comprometer cambios a largo plazo o presupuestos onerosos. Aunque estos son “temporales”, pueden catalizar cambios a largo plazo y fomentar un sentido de pertenencia dentro de la comunidad.

El cabildo porteño tiene entre sus planes repotenciar los parques e incluir áreas sostenibles. Para esto se han priorizado 60 proyectos en los que se contempla la construcción de parques y la implementación de parches de bosques urbanos con especies nativas de diferentes estratos.

Recientemente el Municipio de Guayaquil recibió el traspaso de la competencia de los parques Samanes y Forestal, un cambio con el que se espera repotenciar el área verde destinada a la distracción y deporte de los guayaquileños.

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