1 minute read

¿Cómo eran los vinos medievales?

Como ya sucediera en la Antigüedad, los vinos nuevos o vinos jóvenes eran aquellos de mayor rotación en el consumo cotidiano. La inexistencia de conservantes durante el proceso de elaboración como los sulfitos, no podían garantizar mejores métodos de conservación para prevenir el acético en el vino, esto es, la oxidación del alcohol etílico en contacto con el aire en un prolongado tiempo.

Rara vez, por tanto, los vinos de la añada superaban la curva de consumo en primavera. Una manera recurrente será mantener (o enmascarar) su sabor recurriendo a especias como la miel, el clavo o la canela.

Como apunta Mª Luz Rodrigo-Estevan, profesora del departamento de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, durante la Baja Edad Media, el consumo de vino, en tanto y cuanto, se adhiere a unos ritos y códigos culturales concretos, encajó perfectamente en las prescripciones espirituales, profundamente signadas por el cristianismo sin renunciar a una mentalidad que retorna además a los clásicos antiguos (más nítidamente en el caso del Trecento italiano).

De esta manera, el “consumo de vino resultó compatible con los ayunos y las abstinencias de una sociedad dirigida por el cristianismo, se vio respaldado por las recomendaciones de la medicina culta y popular y por el esfuerzo de los poderes establecidos que intervinieron los mercados asegurando su oferta, calidad y precio”.

Con esas regulaciones, así, por ejemplo asistimos en este periodo al embrión de los primeros organismos y autoridades (quizás, como figuras precedentes de los primeros Consejos Reguladores), que velaban, como veedores por las normas de cumplimiento de la calidad y garantía de los vinos entrantes en determinados concejos y ciudades.

De hecho, la preocupación por la calidad ya sobresale en los protocolos como el marcado por un notario mallorquín del siglo XIV, quién aludía al placer mundano y sibarita de disfrutar del buen vino. “Qui bona vina bibit, ad paradisum citius ibit”, es decir, “el que bebe buen vino, irá pronto al paraíso”.

This article is from: