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Promoción e ingenio frente a los tiempos convulsos
Desde la prudencia, los esfuerzos de los vinos DO La Mancha por llegar a los mercados exteriores no cesan en un año 2022 muy delicado.
Superada paulatinamente la pandemia, a pesar de las sucesivas oleadas de sus variantes víricas, cuando los primeros datos del año apuntaban a una relajada recuperación de los mercados exteriores, todo saltó por los aires apenas unos meses después. El conflicto ruso-ucraniano (que todavía sobrevuela la economía mundial) dinamitó la diplomacia internacional y los ecos de una contienda bélica han vuelto a sacudir las entrañas del viejo continente europeo.
Las consecuencias a medio y largo plazo aún son imprevisibles desde que arrancaran las hostilidades el 24 de febrero. Un primer informe redactado por el OeMv adelantaba un balance de las pérdidas en relación al mercado ruso y mercados adyacentes (como los Países Bálticos) con datos que apuntaban a “un riesgo económico para el sector vitivinícola español de 91,3 millones de euros, por la venta de 98,2 millones de litros.”
En el escenario de incertidumbre permanente en este 2022 que arrastra todo el comercio internacional con la crisis energética y de suministros, supone a juicio del OIV (Organización Internacional del Vino), que “el sector se enfrentará a esta nueva situación, en la que probablemente habrá que reconsiderar los patrones de la cadena de suministro global y en la que los precios de la energía crearán una presión inflacionista sobre los consumidores.”


A todo ello se añade además el contexto cierta debilidad que todavía arrastra el sector en el exterior, donde mercados como China, mantienen la impermeabilidad de sus fronteras. Lo que se ha traducido en un descenso de sus importaciones de vino, según fuentes del OeMv en “un 13,3% en volumen y un 10,4% en valor en el primer semestre de 2022”. Se trata de hecho, del peor balance en el último lustro con “183,7 millones de litros y 4.745,8 millones de yuanes (unos 690 millones de euros).” Peor incluso que los 215 millones de litros importados (5.844 millones de yuanes) en el país de la Gran Muralla en el propio año 2020 (año del impacto COVID).
La caída del 30 % para el caso de los vinos españoles no le impide, no obstante, consolidar su puesto como “tercer proveedor en volumen y cuarto en valor, pese a retroceder hasta los 20,7 millones de litros y los 330,7 millones de yuanes.” Hay que apuntar, en este sentido, que el gigante asiático fue el principal cliente extracomunitario para las bodegas manchegas con casi 4 millones de botellas importadas en 2021.