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¿El precio del regalo determina tu amor? Por: Lucia Robles
El origen de San Valentín cuenta con varias versiones, uno
es que está tradición remota al siglo V, nace en la Antigua Grecia donde dedicaban el 14 de febrero a llevarle ofrendas al dios del amor, Cupido. Desde entonces se conmemora el amor en esta fecha. San Valentín, día del amor y la amistad, o como yo prefiero verlo, día del amor en todas sus formas, siento que está mejor resumido. Para entender más a fondo que celebramos este día, creo que necesitamos una pausa para reflexionar primero tenemos que cuestionarnos ¿Qué es el verdadero amor para nosotros?
Durante el siglo XX la celebración de esta fecha tomo otro rumbo cuando la Revolución Industrial permitió la producción en cadena de tarjetas de felicitación. Desde entonces, está fecha más que conmemorar el amor, conmemora un día de excesivas ventas, impulsado por la mercadotecnia. ¿Será que hemos reducido el amor a regalar un peluche, una flor, mil flores, etcétera? Limitándonos a objetos materiales. A veces pareciera que el valor económico del regalo es la representación del valor de nuestro amor.
Pero ¿Cuáles son los datos reales de como contamina esta fecha? El 14 de febrero, por sí solo, representa un aumento de 9 millones de kilogramos de CO2 extra en la atmosfera, aparte de la cantidad “normalmente” liberada.
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Los peluches, globos, bolsas, decoraciones, empaques y más objetos fabricados en países en desarrollo o países industrialmente contaminante, vienen también con un peso ético, donde el salario menor al mínimo obligado y la explotación de la mano de obra es parte de su modelo de producción.
Entonces ¿Qué podemos regalar que no contamine y que haya sido hecho con ética? La buena noticia es que el amor es tan vasto y amplio que no son necesarios los regalos materiales: • Hacer de comer un platillo especial.
• Tener una cita desconectada de aparatos electrónicos. • A través del arte: creando un dibujo, una canción, una pintura, hacer una manualidad funcional. • Tomar alguna clase, aprender algo nuevo juntos. • Experiencias en contacto con la naturaleza. • Regalar un curso en línea. • Una tarjeta de regalo para un tatuaje o piercing. • Planear un viaje juntos. • Si es un regalo material, buscar que sea hecho en México. • Si quieres dar flores que sea en maceta, con vida. Dar regalos desinteresados del materialismo es una acción colectiva de alto impacto contra el calentamiento del planeta.
Este San Valentín te invito a replantearte que es lo que estamos regalando o recibiendo, y cuáles son las muestras de “amor” que nos “llenan”.
