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La “Mise en Scéne

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Notas

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- Pero podríamos enseñarles como se hace. - Primero vamos a ver como aprenden ellos, porque no he visto ninguna escuela en esta isla. Diálogo entre Ogú y Mampato

El Plan Nacional del Libro y la Lectura (PNLL) inaugura un decenio que orgánicamente se expresa en nuestra región en el Comité Ejecutivo Regional que ya mencionábamos le llamaremos Mesa Regional de Fomento Lector (MRFL). La MRFL se conforma el 2010 y comienza a implementar acciones coherentes con el plan nacional y sus líneas de acción y para lo cual se cuenta con recursos económicos. El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (en adelante El Consejo) ejecutó el presupuesto, las convocatorias y coordinación de la Mesa, específicamente la Profesional Coordinadora de Fomento de las Artes e Industrias Creativas. El Plan menciona “es una experiencia de construcción colectiva, donde todos los sectores que contribuyen al fomento lector son invitados a participar de manera amplia” 2 . Considerando la coyuntura como las características regionales antes mencionadas, la MRFL decide ese primer año darle un sentido o direccionalidad a las iniciativas que se le han permitido sugerir e implementar lo que se tradujo en un diseño de un Plan Regional de Fomento Lector, coherente y subscrito a los lineamientos del plan nacional, pero con iniciativas adecuadas a la características de nuestra región, para dar inicio a este Plan Regional se aplica el 2011 una encuesta de hábitos lectores que permita configurar una línea base y fundamentar una estrategia regional de fomento lector.

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Esta MRFL funcionó durante los 10 años y coordinó más de 411 actividades y más de 181 iniciativas, su presupuesto sumó 283 millones y fracción, y en algunas oportunidades llegaron a sentarse a ella más de 16 instituciones, (aunque solo asistieron a todas las reuniones el representante del Consejo y el de la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas (en adelante CRBP) de la Dibam. Publicó 7 libros para fomentar la literatura regional 3 y 64 separatas literarias durante 4 años. Realizó 14 seminarios para bibliotecas públicas y mediadores de la lectura en los que participaron 5 expositores extranjeros y 18 expertos nacionales. 9 concursos literarios que suman más de 45 mil participantes. Premió a más de 50 personas por sus aportes a la literatura regional, editores y escritores, y a 103 ganadores de concursos literarios. Junto a lo anterior mantuvo un presupuesto siempre en aumento, y un equilibrio entre actividades y costos de los lineamientos del Plan. Diseñó dentro de sus posibilidades, de acuerdo a las características de la región y en concomitancia con actores locales de la cadena del libro estrategias regionales de fomento lector, como en conjunto con el Centro de Estudios de la Universidad de Tarapacá dos diagnósticos regionales de hábitos lectores. Todo lo anterior entre otras actividades que en los capítulos II y III se mencionarán en detalle.

Junto a las acciones antes mencionadas de la MRFL, otros tres actores integrantes también de las PNLL desarrollaron acciones en vinculación (directa e indirecta) con el plan regional de fomento lector, a saber: el Consejo Nacional del Libro y la Lectura a través de fondos concursables (Fondo del Libro) financió 98 proyectos por un monto total de $398.313.845 millones y compró libros que distribuyeron en bibliotecas públicas de la región por un monto que desconocemos cuantos millones de pesos sumó. Un segundo actor que interviene en acciones de fomento lector en la región fueron los municipios. Ellos ya directamente o por medio de la CRBP implementaron eventualmente diversas acciones coordinadas con la MRFL, fueron acciones más cercanas a la motivación lectora (asociada a títulos que ellas poseen) o animación a la lectura (dirigidas fundamentalmente a usuarios) y se enmarcaron en presupuestos municipales a lo que no hemos tenido acceso. La relación de la MRFL con los municipios fue cíclica durante esta década y obedeció, sutilmente, a la similitud o afinidad política de ellos con los gobiernos centrales. Finalmente un tercer actor que acompaña a la MRFL son los ministerios o Servicios que su nivel central ha comprometido acciones en Santiago pero que ellas tienen incidencia en la región. Estas instituciones juegan entonces un doble rol en la PNLL aportando compromisos contraídos en Santiago y otros en la MRFL. A manera de ejemplo: la Dibam y el Mineduc comprometen en Santiago realizar un programa de pasantías que se aplica a personal de bibliotecas públicas de todo el país y son las Coordinaciones Regionales de Bibliotecas Públicas con las Seremia(s) de Educación quienes lo coordinan en las regiones pero el nivel central lo ha diseñado, financiado y evaluado. Acción diferente es la de “En la pega, pega la lectura” una actividad que se realiza solo en la región de Arica, como parte del Plan Regional de Fomento Lector y a través de la MRFL.

De esta forma influyen en la comunidad, en este caso en la población de Arica y de Parinacota, el Plan Nacional de Fomento Lector (a través de los compromisos de las instituciones contraídos en Santiago), el Consejo Nacional del libro y la Lectura, (a través de concursos y distribución de libros) y algunas de las acciones de Municipios, asociaciones y universidades. Junto a ellos también influyen las acciones que implementa el Consejo Ejecutivo Regional o MRFL.

A la MRFL le correspondió durante el inicio del plan proponer acciones a Santiago financiadas con el presupuesto asignado a la región con las que se configura un primer Plan Regional de Fomento Lector. Sin embargo la aprobación y consecuente implementación de estas iniciativas regionales irán disminuyendo con los años.

El año 2012 y como resultado de una Mesa Ampliada y con la metodología de Árbol de Problemas, el plan regional se identifica con una estrategia regional, la que se evaluará cada una cantidad determinada de años. El diseño y realización de una estrategia regional durante este decenio respondió al reconocimiento de las particularidades de nuestra población y a la demanda nacida de las Mesas

Ampliadas, ejercicio este que fue bien acogido e incluso incentivado por el nivel central siempre que se cumplieran las iniciativas propuestas por Santiago. La implementación de ella facilita el poder hoy realizar este documento y además visualizar una serie de variables a considerar en el trabajo que resta por hacer, pero sobretodo nos permite acceder a este primer desafío que es definir o perfilar cual es el trabajo, influencia e impacto y como conversan la estrategia de un plan regional con un plan nacional actuando en una misma región.

De esta forma ante la comunidad, y en el marco del fomento lector, se identifican los cuatro actores ya nombrados: el Plan Nacional, el Consejo Nacional, municipios asociaciones y universidades y finalmente el Plan Regional, lo que nos ubica ante uno de los primeros desafíos: el de definir y diferenciar la participación, y con ello el ascendiente o influencia en la comunidad de cada uno de ellos para lo cual se nos hace necesario conocer y ponderar presupuestos (algunos aportan más que otros), gestión (algunos convocan, ejecutan más que otros) y acciones (algunos comprometen o demandan más acciones que otros). La identificación de estos actores y su nivel de ascendencia o influencia nos pone ante dos desafíos de este trabajo que son, uno el aprender de la ejecución de este plan regional y de su relación con la comunidad en un escenario en que a su lado intervienen con el mismo propósito otros actores, y dos de la relación del Plan regional con el Plan Nacional, y con municipios, asociaciones y universidades.

Ya decíamos que el objetivo de esta publicación es el alcanzar conocimientos más que sistematizar la experiencia o evaluar los niveles de incumbencia efectividad o coherencia de los actores de un plan nacional y/o regional. Un objetivo que nos permita deslindar o precisar el know how que reporta el trabajo de estos 10 años en fomento lector regional. No es propósito de estos apuntes el evaluar u opinar sobre la efectividad o impacto de la Política y del Plan Nacional, ni sobre los niveles de incumbencia con el Plan Regional desarrollado en nuestra región. Ni sobre el logro de metas. Pero si creemos necesario tener una absoluta claridad, deslindar cual fue el campo de acción e influencia de este Comité Ejecutivo Regional o MRFL frente al fomento lector en la región. Y para ello están los capítulos subsiguientes. Ahora pasamos a exponer nuestras principales observaciones, en que cambiamos, que aprendimos:

“Solo en la luz enturbiada es posible distinguir algo; solo en la obscuridad aclarada es posible ver.”

Hegel

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