[REFLEXIONES II]
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Por Leonardo Lorenzo
LENNON, HUGO y la COMUNICACIÓN La palabra Comunicación está de moda. Hay “Facultades de Comunicación”, las empresas tienen un “Área de Comunicación” y hasta el Papa tiene un “Ministro de Comunicación”. Pero ¿qué significa ésta palabra?
A
ntes que nada comunicar es un acto de generosidad. Es compartir una idea con alguien. Si cuando hablo FOTO CHINO PAZOS comparto información, cuando comunico transmito información, emoción y pensamiento. La comunicación es artesanal, aun cuando esté hablando para más de una persona estoy compartiendo mi idea de uno en uno. Las palabras son como monedas que me permiten intercambiar sentido. Si digo “mesa”, inmediatamente aparece la imagen de una mesa en la cabeza de mi audiencia. La comunicación nunca es inocente. La idea que comunico podrá ser vital, superficial o meramente práctica; pero siempre va a provocar un cambio en el otro. La comunicación es autoridad, no autoritaria. Cuando comunicamos nos estamos adueñando del silencio y del tiempo del otro. Así que más vale que valga la pena. En resumen: la comunicación efectiva se logra cuando mi idea resulta más poderosa cuando la digo que cuando la pienso. ¿Qué tiene que ver todo esto con la foto que ilustra ésta nota? Mucho.
La comunicación nunca es inocente, siempre va a provocar un cambio en el otro La foto tomada por Annie Leibovitz para la revista Rolling Stone es considerada la mejor tapa de los últimos cuarenta años. Y su historia es tristemente maravillosa. En los primeros días de diciembre de 1980 la fotógrafa llegó al edificio Dakota con la misión de fotografiar a John Lennon. Allí empezaron las dificultades: John insistió en que Yoko Ono también debía aparecer. Annie aceptó pero puso sus condiciones; si iba a fotografiar a los dos amantes les propuso que se desnudaran. John dijo que sí, Yoko dijo que no. Podía quitarse la blusa pero no los pantalones. Finalmente la fotógrafa le dijo que se quedara vestida. John abrazó a Yoko, la besó y se produjo la magia. El contraste del cuerpo de John Lennon desnudo y de Yoko Ono vestida. La piel clara y la ropa oscura. El beso amoroso de amante/hijo y la mirada perdida de Yoko en un punto lejano. El cuerpo arrollado de él y estirado el de ella. Todo, absolutamente todo, comunica. Por contraste. Hace un año, en uno los cursos de Comunicación de Ideas que dicto, descubrí el valor del contraste. Y cómo los uruguayos sobrevaloramos la seriedad. Hugo, un alumno de unos sesenta años, realizaba uno de los ejercicios, pero lo hacía muy serio. Lo interrumpí y le pedí que sonriera. “Sí, disculpá” me dijo. Arrancó de nuevo y volvió a ponerse serio. Lo vuelvo a parar y me dice: “perdoná, me olvidé”.
Tapa revista Rolling Stone, tomada por Annie Leibovitz, enero de 1981.
Al tercer intento, y antes que lo detuviera, para y me explica: “¿sabés qué pasa?, enviudé hace dos meses y no tengo ningunas ganas de sonreír”. Por dentro pensé ¿por dónde salgo corriendo? pero mantuve la calma, le puse una mano en el hombro y le dije: “sonreí”. Seguramente para dejarme contento, Hugo sonrió. Y todo se iluminó. El contraste de la sonrisa apoyada en una tristeza infinita, hizo que del rostro de Hugo sea uno de las caras más hermosas que vi. Era comunicación pura. Lo triste de la imagen de Annie Leibovitz es que fue la última foto de John Lennon con vida. Lo maravilloso de la historia de Hugo es que nos muestra que la tristeza, la seriedad y el profesionalismo no son enemigos de la sonrisa. Son complementarios.
*Leonardo Lorenzo. Actor, Comunicador y Docente en Comunicación de Ideas. Por info: comunicacióndeideas@gmail.com / 094 608 579