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EL ARTE, LA CULTURA Y LA CREACIÓN DE UNA MARCA NACIONAL: UNA MIRADA CRÍTICA HACIA EL CASO DE JAPÓN / ESTUDIOS REGIONALES

Sin embargo, el poder suave adquirido va de la mano con el establecimiento de una imagen consumible, que tiene objetivos políticos detrás. Con sus complejidades de por medio, crear una marca basada en la cultura de una nación tiene como objetivo establecer un imaginario social, representarlo y reproducirlo; no solo a nivel internacional, sino también dentro de la misma sociedad.

Habrá que preguntarse si crear una cultura consumible es beneficioso y para quién lo es En primera instancia, crear una marca de la nación genera un país que es apreciado por quienes la consumen y bien visto en círculos diplomáticos, es decir, para el Estado es una ganancia Aunado a ello, es una oportunidad para la apertura de mercados y la atracción de inversiones (Volcic y Andrejevic, 2011)

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En este caso, a través del Cool Japan, se unen en un mismo imaginario colectivo (o social) los intereses del gobierno japones, las percepciones (incluyendo sus contradicciones) de los fans (dentro y fuera de Japón), las aspiraciones de los medios, la industria, los productores y los artistas (Valaskivi, 2013). Esto sucede porque el brandeo de una cultura (o parte de ella) necesita de la participación de los consumidores, y más importante, la de los ciudadanos, que deben vivir y promover la marca (Volcic y Andrejevic, 2011)

Utilizar la cultura y el arte como una herramienta nacional significa homogeneizar para poder crear una imagen digerible capaz de cumplir con objetivos preestablecidos, lo cual afecta a algunos sectores de la población y descontextualiza parte de la cultura

Además, puede dejar de lado aquello que es naturalmente parte de la vida de su población, generando una imagen sesgada y alejada de su contexto histórico y social. Al establecer una marca nacional, se ha comenzado a promover la cultura popular, en vez de lo tradicional, presuponiendo que la cultura pop es consumista y orientada a la juventud (Valaskivi, 2013). La otra cara de la moneda son las implicaciones que tiene para algunos sectores de la población. Por ejemplo, la imagen kawaii que Japón ha asentado y por la cual es reconocido, tiene una fuerte carga de género Laura Miller (2011, como citado en Valaskivi, 2013) analiza estas implicaciones y reconoce que dentro de lo kawaii las mujeres y niñas son reducidas a figuras adorables y sin poder alguno

Concluye que, de tal forma, Japón está tratando de ofrecer una imagen nueva y revitalizada en el extranjero, mientras recurre a discursos conservadores y autoexóticos, familiares en los discursos intelectuales y populares japoneses de la posguerra sobre la nación y la identidad cultural (Laura Miller, 2011, como citado en Valaskivi, 2013).

Más allá de establecer una conclusión positiva o negativa de la utilización del poder suave y el crear una marca del país con base en la cultura y el arte, es necesario mirar desde una perspectiva crítica las herramientas utilizadas no solo por Japón, sino por los Estados en general Promover el intercambio cultural y buscar tener poder y capacidad de injerencia en el escenario internacional será parte de los objetivos de los Estados-nación Hacerlo desde una perspectiva que va más allá de la imposición de una cultura homogénea debe (o debería ser) parte del trabajo de un Estado responsable con su población y su cultura Si estos lo realizan, sería un tema complejo que explorar en otra instancia

Las técnicas que se basan en comprender a un Estado como marcas fueron popularizadas a finales del siglo XX, inicios del siglo XXI. Se consideró una estrategia inteligente, que sin duda ha beneficiado a Japón (Iwabuchi, 2015). En las décadas que lleva este siglo también ha habido un gran avance en temas de derechos humanos, inclusión y respeto a la diversidad. Queda en manos de los tomadores de decisiones y líderes del mundo incorporar esto último a sus estrategias de poder suave, buscando un balance entre sus objetivos nacionales y el deber que tienen con la sociedad

EL ARTE, LA CULTURA Y LA CREACIÓN DE UNA MARCA NACIONAL: UNA MIRADA CRÍTICA HACIA EL CASO DE JAPÓN / ESTUDIOS REGIONALES

Referencias

Iwabuchi. (2015). Pop-culture diplomacy in Japan: soft power, nation branding and the question of “international cultural exchange.” International Journal of Cultural Policy: CP, 21(4), 419–432. https://doi.org/10.1080/10286632.2015.1042469

José Alí López Pérez. (2021). Soft Power en Japón, cómo lo kawaii se convierte en ejercicio de poder Entretejidos Revista de Transdisciplina y Cultura Digital En: https://entretejidos iconos edu mx/thesite/soft-power-en-japoncomo-lo-kawaii-se-convierte-en-ejercicio-de-poder/

Valaskivi (2013) A brand new future? Cool Japan and the social imaginary of the branded nation Japan Forum (Oxford, England), 25(4), 485–504. https://doi.org/10.1080/09555803.2012.756538

Volcic & Andrejevic. (2011). Nation Branding in the Era of Comercial Nationalism. International Journal of Communication 5, 598-618.