Literatura contemporánea

Aranyani la Diosa de los animales Cristian Álvarez es un zoólogo, un profesional que estudia la biología, la evolución, el comportamiento y la vida de los animales tanto en la naturaleza como en el laboratorio. No había nada más importante para el que sus estudios, pero cierto día, empeñado por estudiar a los animales y por experimentar con ellos, empezó a sentir mucha fatiga, cada vez que empezaba con sus experimentos, se le nublaban los ojos y veía venir hacia él, ciertos animales hablándole, después de frotarse los ojos, observaba a su alrededor y todo está en completa tranquilidad, así que continúo trabajando.

De pronto escucho pasos por los pasillos, sintió tanto miedo que salió a ver y no había nadie, Cristian no hallaba que hacer si quedarse allí en su espacio de trabajo o irse a su casa para descansar y recuperar energías.

Al fin se decidió, así que se fue muy de prisa a su casa, abrió la puerta, pero sentía que algo o alguien lo seguía, miraba los lados, pero no veía nada. Al llegar a su cuarto cayo profundamente en sueño, de repente empezó a tener pesadillas, soñaba a los animales hablándole, diciéndole - ¿Por qué nos destruyes? ¿Qué buscas de nosotros? ¿Acaso te hemos hecho algún mal? ¿Nosotros estamos tristes, lloramos por nuestros hermanos muertos? ¿Si no nos dejas en paz, entraremos a tu mundo y te destruiremos?, Cristian entre sus pesadillas gritaba ¡Déjenme en paz! ¡Váyanse!, de tanto gritar, falleció tristemente.

Amigos y familiares días después, se enterraron de la muerte de Cristian, no entendían la razón de su muerte, ya que él era un hombre muy fuerte y saludable; su espíritu quedo en aquella cama y en aquel laboratorio donde hacia sus experimentos, al igual que el de aquellos animales.

La investigación de Cristian por ser tan interesante, uno de sus colegas lo quiso retomar, pero cada vez que el entraba al laboratorio, sentía una extraña sensación, el lugar era frio, obscuro, en el que se escuchan sonidos muy extraños, como que alguien viviera allí dentro, pero no se veía a nadie; lo que realmente paso es que el espíritu de los animales se había apoderado de ese lugar y cada vez que ingresaba alguien allí, experimentaba un miedo terrible.

A pesar de todo lo que generaba ese lugar, Manuel el colega de Cristian, seguía entrando al laboratorio, un día muy temprano cuando Manuel se disponía a seguir con el trabajo de Cristian, las puertas y ventanas se cerraron, se escuchó una voz que le decía - ¿Por qué nos quieres seguir haciendo daño, no ves que somos parte de este mundo? ¿Por qué has alterado nuestra forma de vivir?

Manuel no sabía qué hacer, si salir corriendo o quedarse allí investigando de dónde venían esas voces, quedo paralizado, ya que nunca había estado en una situación similar, pero poco a poco fue entendiendo que quizás dichas doces y la presencia de espíritus en ese laboratorio había tenido que ver con la muerte de Cristian, que quizás el dueño de los 32