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De mediterráneas maneras

La solución de las cubiertas planas de las catedrales góticas meridionales, es la consecuencia de adaptarse a sus necesidades funcionales y climáticas, considerando aspectos de temperatura, higrometría y radiación solar. Las cubiertas de terraza se desarrollan en las iglesias de sicilianas en el siglo XII y en la región del Midi francés durante el siglo XIII, introduciéndose en la Península Ibérica a través de las catedrales de Santa Eulalia de Barcelona (1298), Santa María de Gerona (1312), la colegiata de Santa María de la Aurora de Manresa (1322), la catedral de Saint-Jean-Baptiste de Perpiñán (1324) y la basílica menor de Santa María del Mar de Barcelona (1329), y fue transmitido a través de la seo de Santa María de Tortosa (1345) en las regiones meridionales españolas, como consta en los libros de fábrica de las catedrales de Mallorca, Valencia, Alicante o Sevilla.

Iglesia de Santa María del Mar. Barcelona.

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Catedral de Barcelona.

Catedral de Palma.

Catedral de Alicante.

Catedral de Almería.

Catedral Vieja de Cádiz.

Catedral de Jerez.

Iglesia Prioral Mayor del Puerto de Santa María. Cádiz.

Catedral de Sevilla.

La arquitectura gótica de las catedrales mediterráneas se caracteriza por sus condiciones climáticas y por el carácter defensivo que requerían en su tiempo, pero estas peculiaridades están directamente relacionadas con su localización en zonas de alto riesgo sísmico, Las razones estructurales y constructivas determinan la cubierta plana para la estabilidad del conjunto de la catedral y su estado tensional, siendo determinante el relleno de las bóvedas por su peso, empuje y formas de colapso. La volumetría de caja compacta que se genera por la escasa diferencia de altura entre las naves laterales y la nave central, ofrece una mayor estabilidad frente a movimientos vibratorios sísmicos que el caso del modelo francés, en el que existen grandes diferencias de altura entre las naves.

Catedral de Santa María de Tortosa.

A principios del siglo XIX la cubierta plana fue sustituida por un tejado a dos aguas. El grave problema de las filtraciones de aguas se hizo insostenible tras la inundación de 1996, tomándose la decisión de recuperar el perfil original de la catedral con un acabado lo más similar al "opus ceamenticium". En 1998 se recupera la quinta fachada conforme a los valores patrimoniales del Documento de Nara en Autenticidad (1994) que ha conformado el perfil de la ciudad de Tortosa.

Catedral de Santa María de Gerona.

Ha recuperado la cubierta plana original de la girola, retornando a la proporción gótica y al acabado material de esta superficie con nuevos sistemas de aislamiento e impermeabilización.

Catedral de la Asunción de Valencia.

En 1972, se comenzó la tarea de repristinación de la catedral, eliminando el tejado de 1773 y recuperando la cubierta plana de terraza.

Estructuralmente la cubierta plana con el plemento cerámico que forma la terraza, comporta unas situaciones mecánicas más complejas que las que plantean las armaduras de madera apoyadas sobre los muros de cerramiento, presentando un mejor comportamiento frente al viento y en sismos, al estar aglutinado con mortero de cal que posee un coeficiente de deformación longitudinal diez veces mayor que el del cemento, así como una mayor eficiencia frente a las estructuras de madera y plomo. El Concilio de Trento impuso la cubierta de la basílica romana, inclinada y a dos aguas, continuando el imaginario cristiano de las basílicas prototípicas de Roma, marcando el cambio determinante para la aplicación de la cubierta plana como solución constructiva. ·

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