7 minute read

El Cabildo acuerda continuar la obra de la catedral

El último intento se remonta al obispado de fray Alonso de Santo Tomás, cuando no obtuvo la financiación necesaria(6). La Sede Vacante y la ausencia de maestro mayor, no suponen ningún inconveniente para el Cabildo.

Málaga, a 19 de octubre de 1719.

Advertisement

La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los capitulares malacitanos, han sido precisamente las continuas goteras de la Capilla Mayor, que se han reproducido con las últimas lluvias. Ayer miércoles, 18 de octubre, el señor deán promovió la votación de proseguir las obras hasta acabar la catedral, lo cual se acordó, nemine discrepante(7). Las fuentes consultadas confirman la determinación del Cabildo catedralicio para reanudar las obras, para lo que ya se está en contacto con un maestro mayor de prestigio para dirigirlas. Se baraja que podría ser don José de Bada(8), maestro mayor de la catedral de Granada, pero no hay confirmación al respecto. Al mismo tiempo que se está realizando un elaborado memorial para pedirle al Rey la ayuda y cooperación necesaria para financiar la fábrica, y nos consta que los miembros del Cabildo están enviando misivas a las personas de mayor valimiento en la Corte, como ministros, consejeros y otros personajes de influencia política y religiosa, para influir en el Supremo Consejo de Castilla.

Por otra parte, el Cabildo ha comunicado su intención de requerir igualmente, el apoyo de todas las Sedes españolas, lo que no cabe duda de que se obtendrá, según informan las fuentes consultadas(9). La situación de Sede Vacante no la reconoce como un inconveniente el actual Provisor, Vicario General y Gobernador de la Diócesis de Málaga, don Diego González de Toro y Villalobos(10), que asegura que las intenciones del Cabildo de continuar y proseguir la catedral, han sido perseverantes en el tiempo más allá de la situación de Sede Vacante actual. Las declaraciones realizadas por don Diego son claras cuando se le pregunta si las obras empezarán pronto: "El informe del ingeniero Thurús no admite más demora, si bien la inquietud del Cabildo en la prosecución de la catedral lleva largo tiempo acariciándose, para lo que se están superando airosamente y con ejemplar constancia cuantos obstáculos se hallan . Un largo camino recorrido desde hace casi dos siglos para convertir aquel dorado sueño y aquella primitiva ilusión en la gran realidad que debe ser la Santa Iglesia Catedral".

El problema fundamental es la financiación de la fábrica(11), para lo cual el Cabildo ha encargado a don Jacinto de Barbán y Castro(12), que proponga el sistema de consignación de los fondos necesarios para el desarrollo de las obras, los cuales se estiman en 400.000 ducados(13) para el total de la obra(14). El exhaustivo plan de tesorería que se plantea incluye la consecución de un Real Arbitrio de 8 maravedís por arroba de pasa, vino y aceite que se embarque, para que lo paguen los mercaderes y tratantes. Consultados algunos señores regidores del Cabildo municipal sobre este asunto, han manifestado que "no se podía dar satisfacción a lo demandado por estar ya recargados de muchos y extraordinarios gastos, ni ser justo recargar a los vecinos de más arbitrios que los que pagan para la obra del muelle nuevo". No obstante, la voluntad de los regidores está alineada con las demandas del Cabildo catedralicio, por la extremada utilidad para el bien industrial y el prestigio de la ciudad. Prueba de ello es la propuesta del regidor don Martín Bastante para aplicar los fondos que se libran anualmente del impuesto de la guifa mayor para la fiesta del Corpus Christi(15), para que se destinen a las obras de la catedral. ·

6 Alonso Henríquez de Guzmán y de Orozco, (Vélez Málaga, 1631 - Málaga, 1692). Solicitó la ayuda real y de la Santa Sede para la continuación de las obras de la catedral en 1665, siendo rechazada una y otra vez por Roma. La mediación real consiguió finalmente el permiso papal, pero Fray Alonso ya había fallecido.

7 Se aprobó por unanimidad.

8 José Marcelo de Bada y Navajas (Lucena, 1691 - Granada, 1755). Llamado por el Cabildo catedralicio el 24 de abril de 1721 para comenzar las obras. El 21 de abril de 1722 fue nombrado maestro mayor de la catedral de Granada y el 30 de octubre de 1722, recibió el título de maestro mayor de la catedral de Málaga.

9 Entre octubre de 1719 y mayo de 1723, el Cabildo realizó cuatro exhaustivos memoriales dirigidos al Supremos Consejo de Castilla y al Rey, para la consecución del arbitrio. Además se enviaron más de cuarenta cartas particulares del Cabildo en pleno o de miembros individuales del mismo, dirigidas a organismos o personas en Madrid próximas a los órganos de poder, recabando su ayuda e influencia para la obtención del arbitrio. El Cabildo también comunicó su intención y requirió el apoyo de todas las sedes episcopales españolas a través sendas cartas-circulares fechadas entre noviembre de 1719 y febrero de 1721, siendo todas informadas favorablemente como clara muestra de la solidaridad eclesiástica frente a la autoridad del Estado.

10 El 19 de agosto de 1717, falleció el obispo Fray Manuel de Santo Tomás y Mendoza. Se nombra sucesor a Giulio Alberoni, pero no tomó posesión al haber sido desterrado por razones políticas, tras lo cual, el rey Felipe V propone a Juan de Lancáster, pero es rechazado por la Santa Sede, siendo presentado en 1724, José García y Castro, pero fue trasladado a Sigüenza antes de tomar posesión. El periodo de Sede Vacante termina con el nombramiento en 1725, del propio Diego González del Toro y Villalobos, que será obispo de Málaga hasta 1734, cuando se traslada a Cuenca.

11 La fábrica catedralicia es la organización en la que se estructura la obra, dirigida por dos Diputados, uno nombrado por el Obispo y otro por el Cabildo, incluía la Oficina de Tesorería, que se encargaba de la recepción, contabilización y gestión de los fondos, compuesta por dos empleados bajo la dirección del Tesorero, y de forma independiente a la misma el Recaudador del Arbitrio. La figura del Sobrestante fue irregular y desapareció a mediados de siglo por su falta de funciones. El maestro mayor y el aparejador son empleados de la fábrica.

12 Jacinto de Barbán y Castro fue el primer Diputado nombrado por la Mitra, fue la persona decisiva desde 1719 para organizar la financiación de la obra.

13 El ducado no era una moneda de curso, sino una unidad de cuenta de oro en el siglo XVIII, equivalente a 11 reales de plata o 375 maravedís.

14 Importe establecido en el último memorial enviado por el Cabildo al Rey el 22 de diciembre de 1722, según cifra aportada por el maestro mayor José de Bada. El Cabildo informaba que disponía de algo más de 6.000 ducados anuales para la obra.

15 El 10 de noviembre de 1719, comienzan las conversaciones con el Cabildo municipal, llegando a una solución de compromiso el 25 de enero de 1721, desviándose para la catedral los gastos correspondientes al adorno de la plaza mayor y la contrata de compañías y comparsas de titiriteros, danzarines y ministriles que actuaban frente a las Casas Consistoriales para solaz del pueblo en la solemne festividad del Corpus Christi. El monto total de dicha asignación ascendió a 12.000 reales por el plazo de diez años, librando la primera partida el 26 de junio de 1721, prácticamente un mes después de colocar la primera piedra, el 21 de mayo.

This article is from: