Nutrición consciente para la sostenibilidad

La ONU ha planteado la necesidad de gestionar cambios en el sistema agroalimentario mundial y ha propuesto el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero. “Este objetivo busca poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”, señala la ONU. Frente a esta realidad, puedes hacer cambios en tu vida cotidiana: en el hogar, en el trabajo y en la comunidad, sumando a la actitud de consumidor responsable las prácticas del mindful eating. Nutrir tu cuerpo con conciencia es darte cuenta de la huella de carbono que tienen tus hábitos de alimentación, es decir, de cuánto impacto ambiental dejan.

Según la ONU, el cambio climático es el mayor desafío de nuestro tiempo. Las cambiantes condiciones atmosféricas amenazan la producción de alimentos. El nivel del mar va en aumento por el deshielo de los glaciares en todo el mundo, incrementando el riesgo de inundaciones devastadoras. Las sequías son más largas e intensas y afectan al suministro de agua dulce y los cultivos.

¿Qué son los sistemas alimentarios sostenibles?

El cambio climático está presente en nuestras vidas; debemos ser conscientes de esto. La Organización de las Naciones Unidas ha propuesto modificar la forma en que nos relacionamos con el medio ambiente para que seamos capaces de escoger consciente- mente una alimentación sostenible, basada en alimentos de origen vegetal, de preferencia aquellos locales y de temporada. También sugiere reducir el desperdicio, consumir solo pescado de reservas sostenibles y disminuir el consumo de carne roja y alimentos alta- mente procesados y bebidas azucaradas.

Al reconocer el origen de los alimentos como parte de la práctica del mindful eating, también generamos conciencia sobre el impacto am- biental y la huella ecológica que cada tipo de alimento tiene. Esto nos lleva a tomar acciones para tener una vida más saludable y generar menos impacto sobre el ambiente de nuestro planeta, evitando, por ejemplo, los alimentos ultra-procesados o congelados.

La alimentación consciente provoca un menor impacto ambiental y aporta a la buena salud. También reconoce el trabajo de los productores agrícolas y pecuarios, pescadores, comerciantes y de todos aquellos involucrados en el proceso que permite que los alimentos lleguen a la mesa. Además, rescata las tradiciones de las familias y las comunidades. Tener en cuenta el origen de los alimentos y agradecer el trabajo de quienes los ponen en tu mesa te ayuda a practicar una alimentación sostenible.