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Comer con plena conciencia implica saber cuándo parar
El hambre es física. Tus células necesitan el combustible que proveen los alimentos. Cuando tienes hambre, puedes presentar una baja cantidad de glucosa o manifestar un proceso de deshidratación o un descenso en las reservas de grasa. De igual forma, la saciedad o llenura es física y llega cuando has ingerido una cantidad más que suficiente de alimentos y tu sistema digestivo se siente lleno o incómodo. Al comer, es importante que tengas en cuenta que la capacidad del estómago es reducida (alrededor de 900 cc en los adultos) y que las señales hormonales que van del sistema digestivo al cerebro están retardadas; por este motivo, cuando sientes que las ¾ partes de tu estómago están llenas, debes parar de comer, pues ya has alcanzado el estadio de satisfacción que favorece tu salud.
Para que puedas detectar con exactitud si has llegado al estadio de satisfacción o ya pasaste al de llenura, está el “estomagómetro”. Como ves, tiene la forma de un círculo dividido en cuatro partes y sirve para que visualices cómo te sientes cuando:
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● Tienes hambre y sientes que tu estómago está vacío. ● Empiezas a comer y sientes que tu estómago se va llenando. ● Sientes que todavía tienes un espacio y tienes el impulso de seguir comiendo.
Al realizar este ejercicio, recuerda los nueve tipos de hambre y ten en cuenta que tus sentidos son los receptores que te permiten entablar la comunicación con el ambiente y están fuertemente involucrados en tu elección y consumo de alimentos. Los sentidos participan tanto para estimular como para inhibir tu ingesta de alimentos.
La clave es comer en forma consciente para llegar al estadio de satis- facción y evitar continuar hacia el de llenura física. Recuerda que una comida completa se debe consumir en 20 minutos como mínimo, uti- lizando los sentidos para aproximarte al alimento, saboreando y mas- ticando profundamente y tragando antes de tomar otro bocado.
Si en algún momento llegas a un nivel de llenura incómoda, no te culpes. Solamente observa la experiencia y las sensaciones físicas. Así, la próxima vez que decidas comer más de los que necesitas, recordarás la incomodidad de la experiencia. Es normal quedar al- gunas veces más lleno de lo que quisieras, pero de las experiencias se aprende.
¡Escucha tu cuerpo y recuerda que alimentarte es un acto de amor propio!
