crónica
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Nacional
Viernes, 31 Julio 2020
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EL DATO | VISAS ESTUDIANTILES El embajador de EU en México, Christopher Landau, informó que ya hay autorización de Washington para entregar visas escolares para este año escolar.
Milpa Alta. En la jurisdicción sanitaria de Milpa Alta se les prohíbe hasta obtener copia de sus contratos. En el último, firmado a principios de julio, fue incluida una nueva disposición, inverosímil: la renuncia a sus garantías constitucionales v Crónica tiene duplicado del documento
“Que se respeten nuestros derechos humanos”, clamor de médicos y enfermeras en barrios de esclavitud
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[ Daniel Blancas Madrigal / Tercera parte ]
uieres seguir trabajando? Fírmale sin chistar— frase atroz, lacerante en la vida de cientos de médicos y enfermeras en la jurisdicción sanitaria de Milpa Alta, aunque la opresión no parece limitarse a este territorio devastado… Carecen de base laboral y son obligados a firmar convenios cada tres meses, a veces cada mes: sin prestaciones, días de descanso ni vacaciones. “Al menos que se respeten nuestros derechos humanos más elementales”, piden, lo mismo en centros de salud, clínica del ISSSTE y Hospital General. Se les prohíbe hasta obtener copia del contrato. En el último, firmado a principios de julio, fue incluida una nueva disposición, inverosímil: la renuncia a sus garantías constitucionales. Crónica consiguió un duplicado del documento. En la cláusula Décima Sexta, bajo el título de “Exclusión”, el personal médico con necesidad de trabajar en el sector público, debe aceptar “que no le es aplicable la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del Apartado B del artículo 123 constitucional”. Ni tampoco “la Ley Federal del Trabajo, por lo tanto se encuentra excluido de todas las disposiciones legales”. En algunos casos, los jefes sindicales han diseñado novedosas formas de abuso, como la creación de “puestos regularizados”: los “favorecidos” reciben ciertas dádivas a cambio de cuotas gremiales, pero sin escalafón. Aquí, todo se vale…
Benjamín Ortega Romero, quien en septiembre de 2019 fue destituido del Hospital General de Iztapalapa, acusado de proteger a un par de agresores sexuales en perjuicio de una doctora y una paciente. Ahora es el director del Hospital General de Milpa Alta
Aun quienes protagonizan trastadas en otras zonas de la ciudad, pueden refugiarse en esta alcaldía: como Benjamín Ortega Romero, quien en septiembre de 2019 fue destituido del Hospital General de Iztapalapa, acusado de proteger a un par de agresores sexuales en perjuicio de una doctora y una paciente. Ahora es el director del desahuciado Hospital General de Milpa Alta. No sólo es falta de transporte y otros servicios vitales como el agua. No es sólo pobreza, marginación, hacinamiento y rezago social. Las desventuras de la demarcación en el renglón sanitario (se mantiene en los primeros lugares a nivel nacional en incidencia de COVID-19) también pasan por corrupción en el sistema local de salud, abuso de
líderes sindicales, nepotismo entre funcionarios, desprecio a labor médica y carencia de infraestructura básica.
FAVORES. Ricardo Fascinet-
to Constantini tiene más de 13 años como jefe de la jurisdicción sanitaria. Ni siquiera vive en Milpa Alta. Cuando el 2 de enero de 2019 la Jefa de Gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum nombró a Jorge Alfredo Ochoa Moreno como Director General de Servicios de Salud Pública, instancia de la cual dependen todas las jurisdicciones de la ciudad, Fascinetto simuló la promoción de diversos proyectos, los cuales olvidó tan pronto fue ratificado. Conforme al testimonio de integrantes del gremio médico, las bases disponibles se reparten entre la jurisdicción y los jefes de
Carecen de base laboral y son obligados a firmar convenios cada tres meses, a veces cada mes: sin prestaciones, días de descanso ni vacaciones
las secciones sindicales 12, 13 y 62. Y también se venden: la de médico cuesta entre 180 y 200 mil pesos; la de enfermera, alrededor de 100 mil. Al transitar por los pasadizos polvorientos de la demarcación se descubren, uno a uno, rastros del desdén: centros de salud desiertos, un Hospital General sin equipo ni material e instalaciones fantasmales. Por ejemplo, la sede de las oficinas jurisdiccionales está registrada en la comunidad de Villa Milpa Alta, cabecera municipal, pero se trata sólo de un edificio en abandono desde al menos hace 12 años, donde alguna vez se planeó la operación de un centro de salud. Ahora es un simple esqueleto con cubículos vacíos… Un grupo de médicos se sacuden el miedo para reconstruir el mapa de fechorías y atropellos, confiados en la intervención de los gobiernos local y federal para no padecer represalias futuras. “Es un tipo de esclavitud: sin derecho a enfermarte y descansar; sin derecho a vales, aguinaldo, licencia de maternidad, incapacidad, esperando cada tres meses tu contratito”, dice el psiquiatra Pavel Arenas, quien trabaja en el Centro de Salud de San Pablo Oztotepec: es el más grande de la alcaldía, pero opera en soledad… —¿Por qué no hay gente?— se le pregunta. —Me duele decirlo, pero la calidad del servicio es muy mala. No hay medicamento: ni paracetamol, y nadie sabe qué pasa. De repente nos mandan medicinas con fecha de caducidad próxima a vencerse, ¿por qué no lo sacan antes? Huele mal… El tiempo de