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Ariana Valentina Puerta
LA POESÍA COMO HERRAMIENTA DE REFLEXIÓN
Ariana Valentina Puerta∗ República de Argentina
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Cada día veo en las noticias la extrema violencia de género contra las mujeres: adolescentes, niños y niñas, la mayoría de los casos quedan sin castigo y la violencia crece, cada día mueren mujeres y los niños quedan huérfanos y con múltiples traumas a consecuencia de la violencia, es por eso que escribí esta prosa poética:
Cicatrices en el alma
Cicatrices llevo en el alma del dolor y la pena causada que me dieron mis padres en casa. De niña los gritos no paraban los golpes de mi padre a mi madre yo miraba. ¡Basta!, Basta! muchas veces yo gritaba y a él no le importaba, la golpeaba hasta que se cansaba yo con miedo en la esquina de la pieza los oídos me tapaban cerraba los ojos para no mirar cómo ella sangraba, luego mi padre a seguir tomando se iba y mi madre apenas toda golpeada se paraba yo temblando de miedo la ayudaba, trataba de curar sus heridas le pedía que escapemos de casa ella respondía, olvida todo y no le cuentes a nadie. Mi madre sentía tanto miedo lo decía su mirada mi padre con tantos insultos y tantos golpes la hacía sentir a ella y a nosotros que no éramos nada. Mi madre solo pensaba en agradarle a él para que no la golpeara, pero no pensaba en lo que sentíamos nosotros sus hijos no le importaba, cuando papá se iba ella parecía estar aliviada pero con nosotros ya se desquitaba de todo ella se enojaba con sus palabras nos lastimaba, basuras, apúrense no sirven para nada, díganme quién les soporta nos decía con rabia. Cuando estábamos en el colegio éramos muy callados, los maestros no se daban cuenta de nada algunos respetaban nuestro silencio otros solo nos ridiculizaban ante el resto de nuestros compañeros y en la escuela también nos lastimaban cada día en silencio mis ojos gritaban ayuda nadie tomaba en cuenta la tristeza de nuestras miradas. Pobre de mi madre vivía aterrada sintiendo que no valía nada, mi padre llegaba borracho en la noche de nuevo la golpeaba en un rincón yo me cubría los oídos mi hermano me abrazaba cómo ayudarla, mientras la golpeaba, la arrastraba el no dejaba de insultarla. Mi madre le juraba que no había hecho nada que era inocente de lo que le acusaba llorando de rodillas le pedía perdón de nada mamá sangraba mucho
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Tiene 14 años, poeta, estudiante de secundaria, fue nombrada Embajadora de Paz Mundial, Embajadora Cultural en México y Perú, Embajadora de Valores Universales, Miembro Honorífica del “Programa de Jóvenes Latinoamericano”, conductora de los programas Infantiles “Dos Tipos de Cuidado” y “Manos a la Obra”, premiada con varios galardones nacionales e internacionales. Correo electrónico: Arianapuerta@outlook.com
corrimos desesperados llorando le dijimos ¡Basta papá! no le pegues más mira mamá está muy lastimada mi padre nos dijo que me importa está mujer no sirve para nada, esa noche vimos cómo mi padre la mataba. ¡Mamá!, mamá!, levántate ella ya no se quejaba. Nosotros llevamos cicatrices en el alma del dolor y la pena causada que nos dieron nuestros padres en casa.
Espero que mis letras les hayan hecho reflexionar de verdad, escribí esta prosa poética, tratando de reflejar el dolor que sienten los niños y las mujeres que están atrapados en un hogar lleno de violencia, nadie merece vivir de esa manera, hombres no condenen a sus hijos a llevar cicatrices en el alma. Necesitamos cambiar el pensamiento machista que existe en gran parte de las sociedades, buscar formas para que las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia sean atendidas de manera inmediata en las diferentes instituciones a las que acuden a pedir ayuda, las víctimas de violencia junto a sus hijos deben ser alejadas inmediatamente de sus agresores y ser cobijadas en un lugar seguro, cada Gobierno necesita generar diferentes centros de contención y capacitación para que las víctimas de violencia puedan recuperar su autoestima y puedan obtener un trabajo para sacar adelante a sus hijos, pido a toda las sociedad que no debemos ser indiferentes a las distintas situaciones de violencia, ayudemos de alguna manera, no nos quedemos mirando, escuchando sin hacer nada, debemos reeducarnos un poquito cada día, empezando a tratarnos con respeto, por favor se los pido con todo mi corazón, basta ya, no más violencia, no más niños con cicatrices en el alma.
Recepción: 9 de agosto de 2022 Aprobación: 18 de agosto de 2022 Publicación: agosto 2022

ADELA REYES LLANQUE ARIANA VALENTINA PUERTA CLAUDIA B. NAVA VALVERDE JOSÉ RODRIGO GARRÓN CLAURE
EDITH E. LÓPEZ MAMANI ENRIQUE GONZÁLEZ ARIAS FERNANDO R. MERUVIA MERUVIA
MIGUEL ÁNGEL NACHO CONDORI PAOLA M. GARCÍA JAUREGUI GEORGINA PAULA MAFFETT PETRICK







RODRIGO R. COAQUIRA FERNÁNDEZ ROGELIO MAMANI RAMOS GHANDY M. PAREDES RAMÍREZ

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