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SE ACERCA EL 2030 y la electricidad 4.0 toma fuerza en Latam

La sociedad crece y se registra un agotamiento de los recursos naturales y una degradación ambiental, principalmente por la quema de combustible como carbón, gas y petróleo. El reto energético del cambio climático es no superar los 1.5 grados centígrados de calentamiento global, pero si la tendencia se mantiene, llegará a los 5 grados adicionales para el 2050.

Según la ONU, los edificios contribuyen con un 40% de las emisiones globales de CO2, la industria con un 40% y los hogares con el 20%. Del total de las emisiones de CO2, más del 80% son resultado de la producción y consumo de energía, por lo que deberá cambiar la cadena de suministro de la misma.

Según expertos, para el 2050 crecerá en un 50% el consumo de electricidad. Hoy hablamos de la “electricidad 4.0”. El concepto trata sobre la digitalización de la energía a través de la tecnología. Está relacionada con energías renovables y sostenibilidad.

La energía eléctrica es la única que puede generarse a partir de recursos limpios de forma sencilla.

¿Cuál es la tendencia?

Los nuevos edificios e industrias utilizan aplicaciones 100% eléctricas, digitales y asociadas a energías limpias y renovables como la solar, la eólica o la hídrica que permiten mayor eficiencia energética a través de la digitalización de todos los procesos o “internet de las cosas”.

Según expertos del sector, en los próximos 20 años la energía renovable representará el 40% del consumo a nivel global.

¿Qué pasa en América Latina?

La electrificación toma relevancia y se trabaja en algunas iniciativas en la materia. Durante la COP26, Argentina se comprometió a desarrollar el 30% de la matríz energética nacional con energías renovables. Este país ya pone en marcha la llamada “electricidad 4.0”, a la que algunas firmas se han sumado.

La electricidad 4.0 puede implementarse desde casa, edificios, industrias y diversas clases de infraestructura.

En cuanto a México, el país inició la etapa de transición energética renovable desde hace una década, y el objetivo sigue siendo reducir la dependencia de generación de energía proveniente de combustibles fósiles.

Se acerca el 2030.

En México, los compromisos internacionales respecto a la transición de energía limpia consideran una reducción del 31% en las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico para el 2030, y que el 35% de la generación provenga de fuentes de energía limpia. Según el grupo empresarial CEEG, integrado por 57 compañías multinacionales que operan en el país, México necesita invertir al menos 6 mil millones de dólares hacia el 2024 para cumplir con estos objetivos.

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