El Reino tiene un Rey. Por el Rev. José Macías Flores
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eino es la denominación de una particular entidad política, la que teóricamente está regida por un rey, o bien aquella en la que la monarquía es su régimen político;” (res publica, polis, commonwealth).1 El Reino de Dios es mencionado frecuentemente en el Tanaj. Está unido al entendimiento judío de que Dios habría de intervenir directamente para restaurar la nacionalidad de Israel y luego reinar sobre ella. Luego fue interpretado como que de la descendencia de David saldría el Mesías de Israel, que se sentaría en el trono de David y gobernaría por la eternidad. Por lo tanto los judíos esperan la intervención divina, en lo político y en lo espiritual. El Reino de Dios fue expresamente prometido al Rey David, haciéndose un pacto entre él y Dios y prometiéndole que reinaría siempre alguien en el trono de su «casa» — la de David —. “Allí descansaremos y veremos; veremos y nos amaremos; amaremos y alabaremos. He aquí lo que acontecerá al fin sin fin. ¿Y qué otro fin tenemos, sino llegar al Reino que no tendrá fin?.” San Agustín civ.22,30 El historiador Flavio Josefo (37-100 DC) menciona que Moisés (Aprox. 1450-1500 AC) dio la orden de recitar la Shema dos veces a día. (“Ant.” iv.8.) Al levantarse y al acostarse. Con la recitación de la primera parte se confirmaba la aceptación del Reino de Dios. “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” Deut. 6:4 El reino de Dios, para poder ser establecido en la tierra, requiere el reconocimiento por el hombre; o sea, usando la frase tomada de Babilonia o Persia, el hombre debe ¨Tomar sobre sí mismo el yugo del Reino de Dios¨ Jewish Encyclopedia. La aceptación del Reino de Dios se hacía al tomar el yugo de su Reino y soltar los yugos de cualquier otra idolatría. Se reconocía como la contraseña para ser parte del Reino de Dios, recitada por el pueblo de Israel alrededor del mundo. El Reino de Dios en la Escritura se remonta a la promesa hecha a David. ¨Él edificará casa a mi
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La Conexión
PRIMAVERA 2020