El Reino del Cielo es como un niño Por la Sra. Debbie Eshelman
Mientras estaba sentado en una mesa de día
de campo en el campamento de verano, dos niñas de tercer año perseguían mariposas y gritaban de gozo cuando ellas miraban una ardilla. Lo cual quiere decir que gritaban mucho porque había muchas ardillas en el campamento! Corrían de aquí para allá cruzando el campo maravilladas y en asombro de la creación de Dios. En un momento, una de las niñas vino a donde yo estaba sentado y me imploró a venir con ella., ¨ tienes que venir a ver esta mariposa!¨ Sin embargo, unos pocos días antes, estuve sentado en la misma mesa en el campamento de verano para niños de quinto y sexto grado. No vi ni siquiera uno persiguiendo mariposas o notando a las siempre presentes ardillas, y a decir verdad, ni yo las había notado en medio del ajetreo del campamento. Qué era diferente en estos dos puntos de vista que estuvieron separados por unos pocos días y unos pocos grados de escuela? En dónde quedó el asombro en los ojos de los niños? Yo pienso que yo estaba lidiando con lentes empañados: ¨Algo que previene a alguien de tener un entendimiento completo de una situación.¨ el trabajo que tenía en mis manos me prevenía de ver la grandeza de lo que Dios quería que yo viera, o al menos esa era mi excusa. Yo no he sido la primer persona que tiene que ver con gafas oscuras en medio del trabajo en progreso, en un ambiente que incluye a los niños. Así era ese tiempo en Mateo 18:2-4: ¨ Y llamando Jesús a un niño lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.¨ (RVR1960)
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La Conexión
PRIMAVERA 2020
Mateo 18:2 -- o ¨ párvulo¨ la palabra Griega es Paidion, ya sea un niño o una niña. Mateo 18:4 – Esto significa ¨verte a ti mismo como sin importancia a tus propios ojos¨ Jesús es muy firme con los discípulos quienes habían estado precisamente discutiendo sobre quién de ellos sería el más grande en el Reino de Dios. ( Mateo 18:1). Jesús les ayudó a remover sus gafas para ver al niño en frente de ellos. Jesús llamando a un niño a Él, debió de haber sido muy diferente en una cultura donde los niños eran vistos como ¨ menos que¨. Jesús les señala al niño y quiere que ellos vean lo que tienen enfrente. Él quiere llamar su atención porque lo que va a decir es la respuesta a su pregunta sobre la grandeza en el Reino de Dios. Jesús es claro con sus discípulos, y con nosotros como sus seguidores, esa transformación – verdadero cambio-- será requerida en nuestra manera de pensar. La de ser enseñables, humildes, y aprendiendo con los ojos abiertos con asombro, que será necesaria para entrar al Reino de los Cielos, que es la esencia de una fe como la de un niño. Fe como la de un niño versus fe infantil. La frase ¨ fe como la de un niño¨ es tan diferente de la fe infantil. No es inusual que un padre me pregunte, ¨ es la fe de mi hijo real, ellos son tan pequeños?¨ mi respuesta es un enfático ¨Si!¨ cuando los niños creen en Dios, no están creyendo en un Dios pequeño, uno de su tamaño, ellos están creyendo en el mismo Dios del tamaño del Dios de sus padres. Los niños tienen una manera única, una manera diseñada por Dios, de señalar a Dios. Su fe como de un niño está compuesta de confianza,