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Empresa y modelo de negocio

Cuando una persona emprendedora piensa en crear un negocio, es necesario analizarlo y planificarlo mediante un modelo de negocio, partiendo de: «quién esa persona», «cómo es esa persona», «cómo lo va a hacer», «con qué costes cuenta», «qué medios va a emplear» y «qué fuentes de ingresos va a tener».

El modelo de negocio de una empresa es una herramienta que aporta soluciones a una necesidad de un mercado y satisface los objetivos de un negocio, distinguiendo cuál es el valor de un producto, qué se necesita para insertarlo en el mercado y a qué tipo de clientes se venderá.

El modelo de negocio se caracteriza por:

• Tener como finalidad la posibilitad de conocer el tipo de cliente potencial al que se dirige una empresa, de los pasos que se deben seguir para ofrecer sus bienes y productos y de la naturaleza de sus operaciones.

• Analizar de manera previa al plan de negocios, las exigencias del mercado, el alcance de una marca y la competencia a la que se enfrentará.

• Definir de forma general cómo se venderá un producto o un servicio.

• Permitir estructurar el funcionamiento de una empresa dando respuesta a una necesidad del mercado.

Para evitar confusiones, es conveniente discernir entre un modelo de negocio y otro mediante el plan de negocio, cuyas principales peculiaridades son:

• El objetivo que se persigue es crear una guía detallada del modo en que se va a cumplir la meta de un negocio.

• Describir de manera precisa los objetivos, metodologías y formas de trabajo dentro de las empresas.

• Establecer la organización de las actividades internas de la empresa, determinando incluso las responsabilidades y las estrategias de trabajo.

El plan de negocio es un documento en el que se diseña y se planifica un nuevo proyecto comercial centrado en un bien, en un servicio, o en el conjunto de una empresa.

1.1. Planificación

El documento que describe la planificación empresarial es el Plan de Empresa, el cual describe y estudia una oportunidad de negocio, analiza su viabilidad y desarrolla todos los procedimientos y estrategias adecuadas para convertir una oportunidad en un proyecto empresarial concreto. En dicho plan aparecerán como mínimo los siguientes elementos:

• Objetivos. Es lo que se desea lograr; uno de ellos suele referirse a niveles productivos.

• Políticas. Conjunto de principios que determinan la conducta de los individuos y la toma de decisiones en la empresa.

• Procedimientos. Guías que detallan las tareas que componen la actividad empresarial, los pasos específicos que se deben seguir para realizar los distintos trabajos, como, por ejemplo, tareas técnicas de operarios, documentos a entregar, procesos informáticos, etc.

• Reglas. Son normas esenciales, más estrictas que los procedimientos, que relacionan cargos con actividades específicas, como, por ejemplo, las normas de seguridad e higiene que deben acatar los empleados de una categoría profesional concreta.

• Presupuestos. Se trata de documentos escritos que recogen, a priori, los ingresos y los gastos de una empresa. La función de planificación empresarial es una herramienta de gestión que emplean las organizaciones empresariales consistente en el desarrollo de planes adaptados al entorno para alcanzar unos objetivos previstos.

Objetivo: lograr un nivel productivo que permita obtener beneficios elaborando un pan ecológico.

Políticas: respetar el medioambiente comprando estrictamente insecticidas biológicos.

Procedimientos: Solicitar a la administración las certificaciones de producción ecológica.

Reglas: proceso dentro de la empresa para el manejo de la agricultura biológica.

Presupuestos: ingresos y gastos que se esperan obtener con el nivel productivo exigido en los objetivos.

1.1.1. Planificación estratégica y táctica

La planificación estratégica es un tipo de planificación; concretamente se refiere a aquella donde se establecen objetivos a medio y largo plazo, por lo que afecta a todos los departamentos de la empresa. Por tanto, difiere de la planificación táctica en que los objetivos que se establecen son a corto plazo y que solo suelen afectar a determinados departamentos.

Existen varios modelos que pueden desarrollar la planificación, como, por ejemplo, el análisis DAFO o el análisis PEST, que describiremos en unidades posteriores.

que tiene, cuya finalidad es encontrar el nivel productivo más eficiente, ya sea desde el punto de vista técnico o económico, con los recursos (materiales, financieros y humanos) disponibles.

Tradicionalmente, en las grandes empresas se han distinguido los siguientes niveles de dirección:

1. Alta dirección. Conformada por los miembros de consejos de administración y directores de áreas. Toman decisiones empresariales trascendentales a largo plazo, como es la fusión con otras empresas, cambios en la producción de los productos o servicios, etc.

Busca en internet un ejemplo de planificación táctica y otro de planificación estratégica.

1.2. Dirección y liderazgo

La organización de una empresa determina cuál es su estructura y dónde se integrarán y coordinarán los diferentes elementos que la componen: secciones, departamentos, etc. En esa estructura se establecerá también una relación entre cada cargo dentro de la empresa y el grado de responsabilidad

Curiosidad

Brecha de género

Existen sectores donde no es fácil alcanzar la paridad entre hombres y mujeres. Uno de estos sectores es la banca, ya que, según un estudio elaborado en 2016 por Financial Times, las mujeres ocupaban un 25,5 % de las cúpulas de las entidades bancarias y un 39 % de los cargos medios. Estos datos resultan más impresionantes si se conoce que el 58 % de los empleados de banca son mujeres. En el caso de España, en el año 2022 la situación no era más halagüeña, ya que, entre todas las entidades financieras españolas, solo había una dirigida por una mujer: Ana Botín, presidenta del Banco Santander.

2. Dirección intermedia. Son directores de fábricas, gerentes y jefes de divisiones, y están encargados de lograr los planes señalados por la alta dirección, además de controlar los resultados obtenidos por la dirección operativa.

3. Dirección operativa. Incluye a jefes de obra, secciones o capataces; son los mandos directos de los trabajadores, por lo que les asignan tareas concretas que deben realizar ejecutando las directrices de la dirección intermedia.

El canadiense Henry Mintzberg estableció cinco niveles en la estructura organizativa de las empresas: la cumbre estratégica y la línea media que coincide con las dos primeras de la clasificación anterior (alta dirección y dirección intermedia) y, además:

1. Núcleo de operaciones. Incluía a los operarios y demás trabajadores, además de la dirección operativa.

2. Tecnoestructura. Constituida por trabajadores dedicados a diseñar y adaptar la estructura de la organización al entorno que les rodea. Para lograr sus objetivos, realizan estudios sobre empresas buscando las más eficientes.

3. Personal de apoyo (staff). Compuesto por personal especializado que no pertenece a la plantilla de la empresa, pero que asesora o colabora en distintas áreas, como, por ejemplo, un gabinete jurídico.

Para ocupar cualquier puesto directivo, ya sea de alta dirección o un puesto de jefe operativo, se requiere un perfil con numerosas cualidades, como, por ejemplo, inspirar confian- za, poseer de una visión global de los problemas seleccionando lo importante, integridad en la toma de decisiones, mentalidad abierta, capacidad analítica, etc., por lo que un líder se caracteriza por ser una persona que acumula numerosas cualidades como puede observarse en el Cuadro 2.2.

1.3. Estructuras organizativas

Podemos clasificar las estructuras de organización en dos tipos principales, los cuales deben coexistir para poder alcanzar el éxito empresarial:

1. Organización informal. Constituida por aquellas relaciones que se establecen de forma espontánea entre personas que comparten trabajos y no está determinada por la dirección de la empresa. En este caso, los líderes que surgen son consecuencia de sus relaciones sociales, su afinidad, su carácter o empatía.

2. Organización formal. Es la determinada por la dirección. La autoridad se ejerce dentro del entramado empresarial, dando lugar a dos modelos de estilos de dirección: a) Autocrático. Es una tipología de dirección autoritaria que dicta las normas que debe cumplir el resto del rango inferior. La comunicación de las órdenes es vertical y en sentido de arriba hacia abajo, por lo que la toma de decisiones es más centralizada. b) Participativo. En ella se produce una descentralización de la autoridad, ya que las decisiones son consensuadas con los subordinados, por lo que existe un intercambio de comunicaciones. El líder participativo

Cuadro 2.2. Ejemplos de cualidades de un líder.

guía al resto de la empresa; es un servidor de la organización, lo que conlleva mayor grado de implicación de los trabajadores en las decisiones tomadas.

1.3.1. Organigramas: concepto y tipos

Desde mediados del siglo xix , cuando Daniel McCallum diseñó un diagrama ilustrado del ferrocarril de Nueva York y Erie, la estructura de una organización formal se representa gráficamente por medio de organigramas.

Un organigrama es una representación gráfica simplificada de la estructura organizativa formal de una empresa, es decir, de los puestos de trabajo con sus funciones, niveles de autoridad y relaciones. Sus elementos esenciales son los siguientes: a) Deben ser claros, con figuras bien separadas (cuadros, círculos, etc.). b) El número de cuadros será limitado, empezando por los cargos de mayor responsabilidad; si es extenso, no se incluirá a los trabajadores, sino al departamento que los engloba. c) Se destacarán preferentemente nombres de funciones, antes que las personas que las desempeñen. Un organigrama es una representación gráfica simplificada de la estructura organizativa formal de una empresa, es decir, de los puestos de trabajo con sus funciones, niveles de autoridad y relaciones.

Habitualmente, los organigramas se clasifican en función del diseño, lo que nos permite distinguir entre dos grupos diferentes:

Confianza Un buen líder que confía en su personalidad y en sus capacidades resultará más convincente para que los demás confíen en él.

Empatía Una de las características que la gente más valora es la capacidad de escuchar a otras personas, haciendo que estas se sientan escuchadas, y, también, de transmitir de forma adecuada sus ideas y sus opiniones. En un buen líder es la capacidad de conectar con los demás, la capacidad de ponerse en el lugar del otro.

Motivación Un buen líder inspira y se motiva a sí mismo y a los demás, compartiendo su visión sobre cómo construir una empresa y un mundo mejor.

Optimismo Transmitir energía positiva hacia los demás permite al líder sentirse capaz de afrontar cualquier reto en todo momento y motivar a su equipo de trabajo.

Resiliencia Es la capacidad de reponerse rápida y emocionalmente ante una situación adversa; puesto que los problemas son inevitables, saber sobreponerse permite asegurarse de que el resto del equipo continúa avanzando hacia el objetivo establecido.

Responsabilidad El mejor líder es capaz de responsabilizarse de todo el trabajo de su equipo y de asumirlo independientemente de quién haya cometido el error, con una actitud positiva.

Transparencia Ser honesto y sincero es una práctica muy aconsejable, tanto consigo mismo como hacia los demás, para que los demás confíen en el líder; esto generará un ambiente en el que tu equipo trabajará mejor y más motivado.

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