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Cambios en el Abordaje Nutricional desde la llegada de las Terapias Moduladoras

Está ampliamente descripta la relación entre el estado nutricional de las personas con Fibrosis Quística y su cuadro clínico general, como la función pulmonar, las exacerbaciones respiratorias, la función pancreática y hepática, entre otras afecciones.

Un adecuado estado nutricional, con promoción y preservación de la masa muscular a través de una alimentación hipercalórica e hiperproteica, promueve un mejor estado de salud con menos complicaciones a largo plazo.

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Con la llegada de las diversas terapias moduladoras, el paradigma nutricional fue cambiando progresivamente. Los cambios positivos que se registran como estabilidad y/o mejora de la función pulmonar, menos secreciones respiratorias, menor frecuencia de exacerbaciones, mejora de las glucemias, mayor apetito y recuperación de peso corporal, son algunas de las expresiones que generan los potenciadores y correctores según el caso, en la proteína de transmembrana celular (CFTR).

A muchas personas con FQ que tenían inconvenientes para recuperar peso y mejorar su estado nutricional, lo han ido logrando paulatinamente con perseverancia en su tratamiento integral, con la toma adecuada de los moduladores genéticos, con los alimentos y enzimas correctas, según el caso.

A través de evaluaciones nutricionales más exhaustivas (más allá del peso sino a través de la composición corporal con balanzas de precisión que evalúan la composición de masa muscular y masa grasa) se ha observado que, en la mayoría de los casos, la recuperación de peso significa ganancia de masa muscular si se acompaña de actividad física pero, sobre todo, una ganancia de masa grasa.

Esta última presenta mayor relevancia clínica por las complicaciones propias de mayor tejido adiposo. Entre ellas, infiltración grasa en el hígado y páncreas, y alteraciones cardiovasculares con aumento de los parámetros del perfil lipídico en los estudios de laboratorio.

Es por esto que quienes hayan tenido un aumento de peso repentino o progresivo, de igual manera es necesaria una evaluación nutricional personalizada, con composición corporal, perfil de laboratorio y estudios de imágenes complementarios para puntualizar el acompañamiento nutricional y evitar complicaciones a largo plazo.

El plan de alimentación requiere que sea personalizado a gustos, hábitos y cuadro clínico individual, seleccionando la calidad y cantidad de los alimentos fuente de grasas, optimizando el adecuado aporte de proteínas, tanto de origen animal como vegetal, y también tipos de hidratos de carbono.

Por lo cual, el objetivo no es solo aumentar de peso, sino la calidad de ese peso en recuperación y el estado nutricional general. El abordaje nutricional integral de la mano de un licenciado en nutrición especializado en FQ es de vital importancia

María de los Milagros Belvedere Lic. en Nutrición – Especializada en FQ Para pedir turnos o consultas: nutricion@fipan.org.ar 4806-5585

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